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Cierto día un pintor japonés llamado Tanaka se acercó al maestro Shinichi Suzuki solicitándole que le enseñara a tocar violín a su hijo de cinco años, Teiichi se llamaba el infante; esto no presentaba ninguna dificultad para Suzuki, sin embargo al mirar al niño notó que éste era ciego. Ante la petición del pintor, la sensibilidad del maestro desembocó en que sus ojos se poblaran de lágrimas.
Shinichi Suzuki solicitó que lo dejaran pensar una semana, esa noche reflexionó con su violín en mano como enseñar al pequeño Teiichi. La semana transcurrió y al encontrarse de nuevo con el señor Tanaka el maestro dijo: "no tendrá necesidad de los ojos del cuerpo si consigo enseñarse a hacer uso de los del alma", la aceptación de Suzuki fue alegría para la familia del niño, quién se comprometió en el proceso de estudio.
Un año después el pequeño Teiichi junto a otros niños en la sala de conciertos Hibiya de Tokio, tocó el concierto de Seitz; ese día entre el público que asistió al recital surgieron muchas lágrimas. El maestro Shinichi Suzuki considera que la humanidad es perfectible y camina en búsqueda hacia el amor, la verdad, la virtud y la belleza.
Éste relato extraído del libro "Hacia la música con amor" de Shinichi Suzuki, nos invita a reflexionar acerca de la educación musical, ha de ser una educación que procure desarrollar grados de humanismo, mediante la apreciación y ejecución instrumental, ya sea de manera recreativa o formal, instando a una real integración de todas las personas, reconociendo en ellas sus capacidades y potenciándolas al máximo.
Las clases tediosas de búsqueda de significados de palabras de himnos que jamás memorizarán deben ser desplazadas por una formación musical interactiva, dialógica, un momento de encuentro mediante la experiencia musical. El maestro violoncelista Pablo Casals en su momento expresó "la música ocupa tan alto lugar en la vida civilizada que tal vez sea la música lo que redima y salve al hombre"; la educación musical no debe ser vista como un momento de distensión sino como un oportunidad de desarrollar una sociedad más humana.
La educación musical costarricense en los últimos cinco años ha tenido un repunte, en manos de diversas entidades, como municipalidades comprometidas, así como el impresionante trabajo del Sistema Nacional de Educación Musical (SiNEM), sin desmeritar los esfuerzos loables del Ministerio de Educación Pública en base al proyecto Ética, Estética y Ciudadanía.
Los cambios son notorios y necesarios, sin embargo aún falta más, y esto se logrará mediante un esfuerzo colectivo, si bien existen grandes aportes externos, como donaciones y actualizaciones profesionales, es necesario un apoyo más sentido de la comunidad misma hacia los proyectos existentes y en la creación de nuevas acciones musicales.
La educación musical no es mero disfrute banal, sino más bien una formación en estética que marcará el camino de una sociedad costarricense cada vez más sensible, cada vez más humana, donde además de los ojos del cuerpo utilicemos los ojos del alma para caminar juntos hacia la redención de la humanidad. Esteban Josué Beltrán Ulate
Cierto día un pintor japonés llamado Tanaka se acercó al maestro Shinichi Suzuki solicitándole que le enseñara a tocar violín a su hijo de cinco años, Teiichi se llamaba el infante; esto no presentaba ninguna dificultad para Suzuki, sin embargo al mirar al niño notó que éste era ciego. Ante la petición del pintor, la sensibilidad del maestro desembocó en que sus ojos se poblaran de lágrimas.
Posiblemente fue aquí en Panorama una de las primeras tribunas donde se alzó la voz para transformar el Parque Metropolitano La Sabana, de un desierto verde, a un santuario de flora y fauna y por fin ¡llegó la hora!
La empresa privada, entes públicos y esa medalla de lujo denominada Instituto Nacional de Biodiversidad, conocida como el INBIO, se dieron la mano y ya arrancó este hermosísimo proyecto:
Jueves, 12 Mayo 2011 06:13
El énfasis de Panorama en historia y en literatura costarricense
Escrito por Camilo Rodríguez ChaverriDos grandes sorpresas me he llevado con las novedades del programa Panorama, de la Cámara Nacional de Radio (CANARA).
La primera fue la producción sobre “La ruta de la independencia”, con ayuda de la municipalidad de Cartago. Los felicito porque este tipo de producciones son fundamentales para que el país conozca su historia. Una frase de una canción del grupo costarricense Malpaís lo explica mejor que yo: “sé que a veces miro para atrás, pero es para saber de dónde vengo”. Don Enrique Obregón me dijo un día, “a veces hay que caminar de espaldas para ver los pasos que vamos dejando”. Costa Rica tiene grandes respuestas a sus problemas: los tiene en su historia. La historia de Costa Rica está llena de grandes ejemplos, de salidas consensuadas, de sabiduría popular. Dejar que se despejen los nublados del día es algo que nos caracteriza. En algunos campos somos lentos, pero en otros, somos prudentes.
Me alegra esta producción de CANARA porque responde a una tradición en este programa. Cuando yo era un niño, escuchaba la sección de historia que escribió por mucho tiempo doña Alicia Vargas Gené, y que leía junto a su esposo, el periodista y abogado Rodrigo Fournier, de grata memoria.
Cuando yo era un adolescente, recuerdo que leían unos exquisitos y comprimidos textos sobre los presidentes de la república, escritos por los periodistas y escritores Alberto Cañas Escalante, Álvaro Fernández Escalante y Roberto Fernández Durán, que de Dios goce. Excelentes síntesis sobre nuestros presidentes. Excelentes lecciones de historia y de precisión literaria.
También hay que destacar los guiones y la producción sobre la guerra de 1856, que estuvo a cargo de Juan Sepúlveda Troncoso y varios profesores e historiadores, decanos y grandes conocedores. Todo quedó en un libro valioso.
Ahora, nos sorprenden con esta producción “La ruta de la independencia”. Esa es una gran ruta para que siga Panorama trabajando en materia de historia. Eso es formar a un país. El periodismo decente primero es docente, como me dijo don Julio Suñol. El periodismo tiene al país entero para dar lecciones, como decía el poeta Isaac Felipe Azofeifa. Periodismo es enseñar…
La otra sorpresa es todavía más rica y más bella para mí. Me encantó la adaptación del cuento “La bocaracá” de Carlos Salazar Herrera. Hay muchos cuentos de Salazar Herrera que favorecen una adaptación: “La calera”, por ejemplo. Y hay cuentos adaptables de autores costarricenses como Abel Pacheco, Fabián Dobles, Carlos Luis Fallas (Calufa), Alfonso Chase (se dice Cheis), Santiago Porras y Fernando Durán Ayanegui. Sugiero respetuosamente que produzcan algo similar con los grandes poetas nacionales, porque la gente los conoce sólo de nombre. Hay grandes obras de Jorge Debravo, Isaac Felipe Azofeifa, Julieta Dobles, Mario Picado, Laureano Albán, Guillermo Fernández, Ana Istarú, José María Zonta, Carlos Francisco Monge, Arabella Salaverry, Eulalia Bernard, Popo Dada, Norberto Salinas, Duverrán y Chase. ¿Y qué dicen de la literatura infantil? Hay grandes figuras en este campo también.
Me alegra y felicito con toda mi alma, mi entusiasmo y mi ilusión esta nueva tendencia de Panorama. La historia y la literatura, ¡qué gran territorio para que crezcan fecundas la plenitud del ser costarricense y la identidad como país! Y todo, gracias a este programa y a CANARA, que están en lo más alto del reconocimiento público de instituciones en este país. Que la radio, con su enorme credibilidad, le tienda la mano a nuestra historia y nuestra literatura, ¡qué maravilla! Los felicito y los insto a seguir adelante. CANARA da pasos hacia el frente, da grandes saltos, con estas iniciativas.
Dos grandes sorpresas me he llevado con las novedades del programa Panorama, de la Cámara Nacional de Radio (CANARA).
La primera fue la producción sobre “La ruta de la independencia”, con ayuda de la municipalidad de Cartago. Los felicito porque este tipo de producciones son fundamentales para que el país conozca su historia. Una frase de una canción del grupo costarricense Malpaís lo explica mejor que yo: “sé que a veces miro para atrás, pero es para saber de dónde vengo”. Don Enrique Obregón me dijo un día, “a veces hay que caminar de espaldas para ver los pasos que vamos dejando”. Costa Rica tiene grandes respuestas a sus problemas: los tiene en su historia. La historia de Costa Rica está llena de grandes ejemplos, de salidas consensuadas, de sabiduría popular. Dejar que se despejen los nublados del día es algo que nos caracteriza. En algunos campos somos lentos, pero en otros, somos prudentes.
Expresaba el beato Juan Pablo Segundo que "hasta que quienes ocupan puestos de responsabilidad no acepten cuestionarse con valentía su modo de administrar el poder y de procurar el bienestar de sus pueblos, será difícil imaginar que se pueda progresar verdaderamente hacia la paz". Qué certeras y oportunas palabras de este gran líder espiritual, en especial ante la incongruente, absurda, denigrante, cínica y humillante situación sucedida el pasado Primero de Mayo en la Asamblea Legislativa por parte de quienes tienen el gran honor, pero ante todo la gran obligación, desde la óptica de la ética pública, de ser realmente los representantes del pueblo costarricense. Desgraciadamente pareciera que esta misión de representar a la población y procurar ofrecerle soluciones a los problemas nacionales en lugar de estarlos generando, se les ha ido olvidando a muchos muy fácilmente en Cuesta de Moras, además con el agravante de que también pareciera que el pueblo costarricense se está acostumbrando a este tipo de inacción y absurdos legislativos lo cual está, definitivamente, muy lejos de contribuir, al fortalecimiento y crecimiento democrático.
Discutiendo sobre este tema, una colega me decía que por lo menos aquí los diputados no se tiraban las sillas o se golpeaban como en otros países, pero el asunto no es encontrarle lo menos grave a estas situaciones para justificarlas, si verdaderamente queremos plasmar un sistema democrático sano y hacer efectiva esa paz de la que tanto nos vanagloriamos, comportamientos basados en risas, ofensas, golpes de mesa, confrontaciones irrespetuosas, acusaciones, ataques…, no son para nada justificables. ¡Cómo es posible que se haya permitido que un cargo de servicio público tan valioso se haya denigrado de tal manera!..., ¡cómo es posible que muchas de las personas quienes ostentan y llegan a dichas posiciones no comprendan la esencia de su envestidura!... Entonces ¿en donde quedan los intereses del pueblo?, ¿y la sana democracia?, ¿y el juramento que hacen ante Dios y la Patria?..., ¿con qué tranquilidad llegarán a la casa muchos de ellos sabiendo que su actuar dista bastante de lo que es la ética en la función pública?, ¿con qué tranquilidad pueden vivir algunos de ellos si con sus acciones, como la del pasado Primero de Mayo, están deslegitimando nuestro sistema político-democrático?..., ¿o es que aquí aplica muy bien aquello de que mientras tenga el poder se hace lo que me venga en gana?...
Este acontecimiento es un signo de que es hora de una reflexión profunda por parte de los partidos políticos, de un análisis a conciencia de quienes están, o están aspirando, a un cargo público y de atención al pueblo de que no nos podemos mantener pasivos ante incongruencias como las del pasado Primero de Mayo. Es hora de exigir que quienes lleguen a la Asamblea más allá de los títulos o de los cargos que han desempeñado, tengan el título y el cargo de la honestidad, la equidad, del sentido común, del diálogo, de la inteligencia práctica, del humanismo, la lógica, el respeto, la tolerancia y la congruencia, y sí, que muestren autoridad, pero que nunca lleguen a ser autoritarios… No olvidemos que la conducta de los funcionarios públicos dentro de un régimen democrático debe sustentarse, de forma permanente, en los valores superiores de la lealtad, imparcialidad, eficiencia, justicia, responsabilidad y vocación de servicio para evitar contrariar el interés público.
Pero se trata de hacer, no sólo de querer. Ahora bien, si son incapaces de realizar éticamente sus funciones, lo menos que se puede esperar es que, por voluntad propia, y por respeto a la Patria, por respeto al pueblo costarricense cuya protección y defensa les han sido asignadas, no aspiren a otros cargos públicos, o se retiren de ellos; pues si queremos el progreso y el bienestar nacional entonces nada mejor que aquello de que “quien no sirva, que no estorbe”. ¡Basta ya costarricenses de perpetuar y aceptar tantas incongruencias, tantos despropósitos, tantas amenazas y perogrulladas en contra de nuestro sistema democrático!
Expresaba el beato Juan Pablo Segundo que "hasta que quienes ocupan puestos de responsabilidad no acepten cuestionarse con valentía su modo de administrar el poder y de procurar el bienestar de sus pueblos, será difícil imaginar que se pueda progresar verdaderamente hacia la paz". Qué certeras y oportunas palabras de este gran líder espiritual, en especial ante la incongruente, absurda, denigrante, cínica y humillante situación sucedida el pasado Primero de Mayo en la Asamblea Legislativa por parte de quienes tienen el gran honor, pero ante todo la gran obligación, desde la óptica de la ética pública, de ser realmente los representantes del pueblo costarricense.
Martes, 10 Mayo 2011 05:25
Choferes irresponsables que quizá en brazos de la muerte pronto descansen
Comentarista InvitadoDe regreso a casa esta tarde, vi la muerte dibujar su sonrisa siniestra en dos ocasiones. La primera vez, al menos tres personas estuvieron cerca de provocar una llamada de tristeza y desconsuelo a sus familias. Tres choferes irresponsables, indignos de poseer una licencia para conducir. No mostraron sentido de amor propio o amor por sus familias. Digo tres asumiendo que en esos carros no viajaba ningún acompañante, ninguna esposa, ningún hijo, ningún amigo.
Fue a la entrada de Heredia, a eso de las 5 de la tarde, el tren pitaba, la distancia entre los carros y el tren no sobrepasaba los cinco metros, hay señales de alto y un semáforo en rojo, sin embargo, esos tres choferes jugaron a la ruleta rusa con el tren. Fueron segundos, quienes hicimos el alto mirábamos atónitos como un irresponsable que se lanzó primero motivó a que otros dos le siguieran. El tren pitó, los tres se la jugaron, ganaron, que bien, esta vez pasaron, y me quedó la duda hasta cuando la muerte les seguirá perdonando tan insensato acto.
Seguí mi camino meditando en la irresponsabilidad de una gran cantidad de choferes que apuestan sus vidas y las vidas ajenas. Pensaba también en la urgente necesidad de la instalación de las barandas de seguridad que detengan a los automóviles ante el paso del tren.
No me duró mucho la meditación, entrando a Barva, el semáforo en rojo detenía los automóviles y daba paso a los peatones. Otro intrépido chofer manejando un pick up blanco llamaba a la muerte, esta vez no para sí mismo, sino para los peatones que se disponían a cruzar en la zona de seguridad. Intrépido irresponsable, drogado quizá, sin justificación alguna, merecedor de encarcelamiento por manejo irresponsable, nos rayó por la derecha a velocidad de autopista y solo un segundo hizo la diferencia entre la vida y la muerte de una precavida señora que cruzaba por la zona de seguridad.
La señora dio un paso, se detuvo y retrocedió justo en el momento en que el pick up blanco pasaba. Una horrible tragedia fue evitada, quizás fue Dios o la muerte perdonó a una mujer inocente, una madre quizá, una hermana, una hija, una mujer que posiblemente salió de su casa pensando en regresar. Gracias a Dios lo logró porque estuvo expuesta a la muerte por ese ser irresponsable del pickup blanco.
Tengo la esperanza que esos choferes intrépidos escuchen este programa, que piensen que quizá pronto en la paz de la muerte descansen, quizá la muerte no les perdone más, habrán logrado destruir sus vidas, pero dejaran tras de sí mucho dolor a sus familias o a familias ajenas, o peor aún pagaran un precio más alto al cargar de por vida una muerte en sus espaldas.
Por Cecilia Rodríguez Fernández - Cédula: 7-060-685
De regreso a casa esta tarde, vi la muerte dibujar su sonrisa siniestra en dos ocasiones. La primera vez, al menos tres personas estuvieron cerca de provocar una llamada de tristeza y desconsuelo a sus familias. Tres choferes irresponsables, indignos de poseer una licencia para conducir. No mostraron sentido de amor propio o amor por sus familias. Digo tres asumiendo que en esos carros no viajaba ningún acompañante, ninguna esposa, ningún hijo, ningún amigo.
“Tú eres la vida, la semilla, el fruto y la flor; / la Chispa Divina, que encendió en las tinieblas el sol / el Espíritu de la Creación. / Manantial que no se agota jamás; / la luz encendida que nos guía en el camino a la paz; / la esperanza de un futuro mejor: el Rostro del Amor”. Estos simbólicos versos, magistralmente interpretados por la reconocida y afamada cantante argentina Amanda Miguel, son los que le dan cuerpo a la canción El rostro del amor, tema emblema que México le dedicara a Juan Pablo II en su tercera visita, a dicho país, en mil novecientos noventa y tres.
Sin duda una melodía que encarna el reflejo de lo que constituyó la Santa Misión de un hombre, quien bajo la insignia del amor verdadero al prójimo, plasmó en la tierra la necesidad de que cultiváramos los más profundos principios espirituales como la manera más idónea para alcanzar nuestra paz social e interna. Son precisamente esos principios de esperanza, compromiso social, perfeccionamiento y conciliación humana los que, en estos momentos en que nos acercamos a su beatificación, este primero de mayo, debemos anteponer en nuestras vidas.
Hoy, más que nunca, ante la cercanía del palpitar de este nuevo beato entre nosotros, debemos regocijarnos por la resurrección de su amoroso legado de luz, fe, perdón y esperanza que le heredó a la humanidad entera, y que hoy se revitalizan con tan especial reconocimiento. Hoy es tiempo oportuno para resucitar en nuestros espíritus la esencia de este hombre quien, con extrema solidaridad, se hermanó con su pueblo; con los enfermos física y espiritualmente; los desvalidos; los encarcelados; con quien atentó en contra de su vida; con quienes tenían diferentes ideologías; con los marginados; los que padecieron hambre y la guerra, con los jóvenes, y, en especial, con los niños, quizás porque vio en el corazón de ellos la encarnación misma del amor que Dios nos profesa.
Pues este virtuoso hombre, con perseverancia, sabiduría y fortaleza, intentó hacerle comprender al mundo que el poder de Dios nos debe llevar lejos de cualquier tipo de intolerancias, nacionalismos exasperados, racismos e injusticias; así lo manifestaba en su libro El umbral de la esperanza: “Para liberar al hombre contemporáneo del miedo a sí mismo, del mundo, de los otros hombres, los poderes, las intolerancias o los sistemas opresores, es necesario que cultive en su corazón el verdadero temor de Dios que es el principio de la sabiduría”.
Definitivamente, la de Juan Pablo II fue, sin duda, una humanista misión, la cual, más allá de cualquier credo, todos deberíamos comprometernos a emular, pues, finalmente, en estos tiempos de tantas injusticias y de tanta pérdida de valores, es con el ejemplo de esos grandes líderes espirituales que podremos alimentar nuestros espíritus y nuestra sociedad de esa paz, fraternidad, empatía, respeto y justicia tan necesarias para seguir creyendo que la fe todavía mueve montañas.
“Me voy, pero no me ausento, pues aunque me voy, de corazón me quedo con ustedes”, ese fue uno de los mensajes que el Sumo Pontífice expresó en una de sus visitas a México. Por ello, ciertamente, aunque en su momento gran parte del mundo lloró su partida, hoy nos debemos alegrar por la merecida beatificación de este eterno joven evangelizador; de esa poesía viva que se quedó espiritualmente entre nosotros, para morar y vibrar ahora, como beato, aún con más destello en nuestros pensamientos y nuestras almas mediante sus excepcionales enseñanzas. ¡Hoy nos congratulamos contigo nuestro amado peregrino de luz!, y te suplicamos que tu sagrada mirada siga llenando de bendiciones a nuestro mundo, en especial, a esta bendita tierra costarricense. ¡Así sea!
“Tú eres la vida, la semilla, el fruto y la flor; / la Chispa Divina, que encendió en las tinieblas el sol / el Espíritu de la Creación. / Manantial que no se agota jamás; / la luz encendida que nos guía en el camino a la paz; / la esperanza de un futuro mejor: el Rostro del Amor”. Estos simbólicos versos, magistralmente interpretados por la reconocida y afamada cantante argentina Amanda Miguel, son los que le dan cuerpo a la canción El rostro del amor, tema emblema que México le dedicara a Juan Pablo II en su tercera visita, a dicho país, en mil novecientos noventa y tres.
La Costa Rica de hoy es lo que es, gracias al indiscutible aporte de las cooperativas al desarrollo nacional.
Desde los años 40 la influencia de las cooperativas como escuelas de democracia y como empresas generadoras de ingresos y bienestar se ha posicionado en la zona rural y urbana de todo el país.
Cooperativas emblemáticas como CoopeVictoria, coopeAGRI, coopePalmares en el sector agrícola industrial o Coopeservidores en el Sector de Ahorro y Crédito, Coopesalud, DOS PINOS, y se alternan con coopetaxi, coopesarapiquí o coopepueblonuevo; cooperativas estas últimas relativamente pequeñas con gran área de influencia, pero no por eso menos importante para sus asociados.
Una cooperativa es una empresa que tiene por fin lograr la mejora en la calidad de vida de sus dueños y dueñas, mediante la gestión de una empresa democrática.
Ser cooperativista es ser empresario e inversionista, porque todos los asociados y asociadas deben contribuir con el capital social. Por humilde que sea ese aporte, sea en dinero o en trabajo, todos los asociados y asociadas invierten en su cooperativa.
Los asociados son clientes o usuarios de los servicios de la cooperativa.
Las cooperativas se unen por su tipo de actividad o por región para poder funcionar mejor y ayudarse unas a las otras. Esta integración llega a su nivel superior en el Conacoop, el Consejo Nacional de Cooperativas
Las cooperativas en Costa Rica suman más de 560 organizaciones, que funcionan en muchos sectores de la economía, atendiendo a más de 800 mil asociados y asociadas.
En cada préstamo, producto vendido o servicio dado, en cada acto cooperativo se fortalece la democracia costarricense, porque se cumple una forma de relación que va más allá del interés de ganar para colocarse en el interés por servir.
Las cooperativas requieren de un marco legal, financiero y técnico adecuado, que ayude a más costarricenses que necesitan empleos de calidad y plataformas de servicios en lo financiero, el consumo, la salud, el transporte o la electricidad, que aseguren calidad a buen costo.
En abril celebramos la semana del cooperativismo. En esta fecha celebramos esta opción empresarial y organizacional para los costarricenses y reafirmamos el compromiso para crear condiciones que permitan que cada día más costarricenses, participen activamente en más cooperativas, estando cada vez más satisfechos con los resultados que obtienen.
Más cooperativas es más democracia, y esto es mejor para Costa Rica.
Edwin Barboza Guzmán, cédula 1-688-455
La Costa Rica de hoy es lo que es, gracias al indiscutible aporte de las cooperativas al desarrollo nacional.
Desde los años 40 la influencia de las cooperativas como escuelas de democracia y como empresas generadoras de ingresos y bienestar se ha posicionado en la zona rural y urbana de todo el país.
Culminó la Semana Santa número 42 de mi vida. Todas las he vivido bajo los mismos preceptos y las mismas tradiciones y tres de las de más arraigo son: la comilona de sopas, ensaladas, atunes y salmones que es inigualable además de deliciosa y que lo hace a uno tener que intensificar los esfuerzos para que el sobrepeso no haga más estragos; la costumbre de no usar el carro el Viernes Santo como pequeño “sacrificio” de solidaridad con el recorrido que Jesús hizo hasta el calvario y la lectura a las 3:00 en punto –rodillas en el piso- de un pequeño librillo en el que se lee una versión de la Pasión de Cristo.
Todas estas tradiciones se ejecutan en la casa de mis papás, lugar de reunión de los 12 hermanos con sus respectivas familias, de anécdotas de la niñez, de risas por las ocurrencias de los más chistosos de la familia y de nostalgia al ver como el paso de los años es visible en todos. Me decía mi mamá que algunas de estas tradiciones fueron enseñadas por su tía Maclovia y han acompañado a mi núcleo familiar directo, desde hace 60 años cuando mis papás se casaron y otras –como la de no usar el carro- las inculcó mi papá. Yo no puedo más que agradecer a mis papás estas enseñanzas y prometer preservarlas a como dé lugar, pues es claro que son casi centenarias.
¿Qué es la Semana Santa, si no una serie de tradiciones que se han heredado de generación en generación? Así como mi familia sigue estas, habrá otras que siguen paseos familiares, otro tipo de comidas, otro tipo de actos religiosos, otro tipo de reuniones y hasta otro tipo de fe. Sin embargo, el común denominador de una gran mayoría de costarricenses, es el guardar estas como herencias familiares de gran valía y como agentes de cohesión familiar que lo que hacen es fortalecer esa maravillosa célula social, tan atacada en los últimos tiempos por corrientes de pensamiento absolutamente ajenas a nuestra antropología.
Al momento de escribir esto, informan los medios que en esta oportunidad, se contabilizan 33 muertes violentas y que esa suma supera en 6 las del año anterior. Un hombre que asesina a su esposa y luego se suicida, un joven de 16 años que dispara contra un pequeño de 9 años en su cara, una cultura de guaro que hace que en la noche del miércoles santo se saturen supermercados, licoreras y bares, como si la ley seca fuera por tiempo indefinido.
¿Qué hacer para que estas tendencias que convierten la Semana Santa en la semana del guaro, la violencia y la matanza, retornen a los valores que le dieron origen a esta sociedad y que la preservaron durante años del desmadre del que hoy es presa?
El retorno a los valores y la vivencia de las tradiciones propias de cada familia será la única forma de volver al camino auténticamente costarricense. Me resisto a aceptar que la liberación de la sociedad la hayamos convertido en la cuna del desenfreno. Cada núcleo familiar será el único capaz de volver al camino perdido y cada uno deberá asumir con hidalguía la tarea de reconstruir el tejido social que se nos ha gastado y nos ha transformado en la sociedad violenta y borracha en que nos hemos convertido.
Por ahora, le pido a Dios que me preserve la vida para disponerme a esperar con ansias la vivencia de la próxima Semana Santa, con caminada, comilona y doblada de rodillas incluidas. Le pido a Dios que haga preservar en cada una de las familias costarricenses, sus propias tradiciones y que estas sean iluminadas por la luz del Jesús vivo, al que hoy celebramos resucitado. Que la violencia y la matanza se alejen de esta Costa Rica hermosa y amante de las tradiciones. Que el guaro deje de ondear su bandera asesina y que la pregunta que da título a este comentario, nos llame a un compromiso por trazar el camino correcto.
Culminó la Semana Santa número 42 de mi vida. Todas las he vivido bajo los mismos preceptos y las mismas tradiciones y tres de las de más arraigo son: la comilona de sopas, ensaladas, atunes y salmones que es inigualable además de deliciosa y que lo hace a uno tener que intensificar los esfuerzos para que el sobrepeso no haga más estragos; la costumbre de no usar el carro el Viernes Santo como pequeño “sacrificio” de solidaridad con el recorrido que Jesús hizo hasta el calvario y la lectura a las 3:00 en punto –rodillas en el piso- de un pequeño librillo en el que se lee una versión de la Pasión de Cristo.
Todas estas tradiciones se ejecutan en la casa de mis papás, lugar de reunión de los 12 hermanos con sus respectivas familias, de anécdotas de la niñez, de risas por las ocurrencias de los más chistosos de la familia y de nostalgia al ver como el paso de los años es visible en todos. Me decía mi mamá que algunas de estas tradiciones fueron enseñadas por su tía Maclovia y han acompañado a mi núcleo familiar directo, desde hace 60 años cuando mis papás se casaron y otras –como la de no usar el carro- las inculcó mi papá. Yo no puedo más que agradecer a mis papás estas enseñanzas y prometer preservarlas a como dé lugar, pues es claro que son casi centenarias.
La muerte de Juan Manuel de 3 años, el secuestro de un niño en Siquirres, el riesgo de seis 6 niños y niñas en extrema pobreza, 20 adolescentes estadounidenses a los que disciplinaban con violencia. Situaciones publicadas en los medios de comunicación en febrero y marzo, con causas y consecuencias muy diferentes, pero a la vez con muchos elementos en común.
Todos niños, niñas y adolescentes que han sido testigos o víctimas de la violencia con la que sus padres y madres resuelven sus conflictos. Una madre que en un círculo de pobreza absoluta tiene como única preocupación la sobrevivencia diaria y personas adultas encargadas de la protección que ceden a cualesquiera sus obligaciones. Todos los problemas de los adultos con limitaciones de ejercer su rol de guarda y crianza y patria potestad de manera adecuada, lo que afecta e impide a sus hijos e hijas vivir plenamente su niñez y su adolescencia.
Personas menores de edad que forman parte de una sociedad que se escandaliza con hechos noticiosos como estos, pero que en pocos días, vuelve a la indiferencia ante el niño que es maltratado, la adolescente embarazada, la explotación laboral y sexual, la adicción o cualquier otra de las situaciones de riesgo que a diario conocemos.
Una sociedad que deposita la responsabilidad en el Estado, y en el Patronato Nacional de la Infancia, institución que con sus limitados recursos atiende, previene y evita el dolor a miles de niños, niñas y adolescentes. Cada uno de los casi 30 mil niños, niñas y adolescentes que se atienden por violación a sus derechos pudieron llegar a ocupar titulares de prensa.
Juan Manuel y muchos otros niños, niñas y adolescentes, también, comparten que fueron noticia en los medios de comunicación, que, cada vez, tienen menos posibilidad de darle un tratamiento profundo a esos hechos de agresión, con lo que limita su función educativa, formativa y de generar cambios en la sociedad.
Si tan solo recordar alguno de estos hechos, hiciera que los adultos logremos trascender del asombro momentáneo a la reflexión y al necesario cambio de actitud hacia nuestros hijos e hijas, y establecer una relación basada en el respeto, la tolerancia, el amor, sería abonar, desde nuestra familia, a la construcción de una convivencia más pacífica y sin duda una mejor sociedad.
La muerte de Juan Manuel de 3 años, el secuestro de un niño en Siquirres, el riesgo de seis 6 niños y niñas en extrema pobreza, 20 adolescentes estadounidenses a los que disciplinaban con violencia. Situaciones publicadas en los medios de comunicación en febrero y marzo, con causas y consecuencias muy diferentes, pero a la vez con muchos elementos en común.
Recientemente un amigo, a raíz de una actividad en la que tuve ocasión de participar, me decía que es esencial saber estar donde corresponde para hacer historia, máxime si es historia de la buena, de la que vale la pena recordar.
El pasado 1 de mayo, los representantes populares, los hombres y mujeres que han sido elegidos por el pueblo para guiar sus pasos, han estado en el lugar correcto para hacer historia pero han hecho, lamentablemente, historia de la mala. Han escrito una página de nuestro andar patrio que sería mejor obviar y, por supuesto, sería genial descartar a sus actores.
Ante una Asamblea Legislativa incompetente de manera suma, ante partidos políticos que se atreven a poner el orden institucional al borde del precipicio y un poder ejecutivo perdido, mudo e inútil para demasiadas cosas, el panorama no puede ser peor y el último primero de mayo es, sin lugar a dudas, la consecuencia lógica de una suma de ineptitud que rara vez se ha visto en nuestro caminar histórico.
Lo acontecido en nuestro país es tan serio que, todos y cada uno de sus actores deberían sentir una profunda vergüenza al ser contemplados por los próceres que les contemplan desde sus retratos mudos. La página que han escrito es demasiado triste en verdad.
Independientemente de lo que se dé y de la duración de las soluciones, se impone un alto. Es cierto que no se puede “pedir peras al olmo”, pero con todo y todo, nuestros incompetentes gobernantes deberían hacer lo que pueden para darse un momento de reflexión, evaluar sus acciones y, en lo posible, animarse a corregir la barbaridad que han provocado.
La llamada Alianza por Costa Rica usó un discurso peligroso y basado en el uso o no de tintas de colores. El partido de gobierno muestra una avería interna que puede llevarle a su muerte política inminente. Y el ejecutivo da pasos tan errados que, a veces, no se ve con claridad cuál es peor que el otro.
Cada quien debe “apechugar” con su responsabilidad. Aquí la palabra gravísimo se queda corta para calificar cuanto ha ocurrido el domingo.
Cualquiera que haya seguido un poco de cerca los hechos del primero de mayo debe sentir una urgencia interna por pronunciarse y solicitar que el daño que se ha provocado a la democracia centenaria de nuestro país se palie con creces.
Ese detenerse puede que remedie cosas. Recurrir a la teoría política, que talves algún representante popular maneje, puede dar luces. Mirar la historia, puede marcar sendas, aunque exija repasos de páginas más que olvidadas. Pensar en el bien común, podría restaurar la mancillada política costarricense y retornar al sentido común podría hacer más responsable a la oposición, menos dividido al partido de gobierno y puede que, ojalá así sea, un poco más inteligente al ejecutivo.
En fin, no estamos para florituras. O las cosas empiezan a ser distintas o este primero de mayo solo será el corolario de páginas peores de la historia de un país cada día más y más tomado por la mediocridad de una clase dirigente que ya, lamentablemente, ni dirigir sabe.
Recientemente un amigo, a raíz de una actividad en la que tuve ocasión de participar, me decía que es esencial saber estar donde corresponde para hacer historia, máxime si es historia de la buena, de la que vale la pena recordar.
Martes, 03 Mayo 2011 08:36
Las sonrisas de Viviana Martín y de Luis Gerardo Villanueva, parecen reafirmarnos que el orden constitucional ha sido burlado
Orlando Castro QuesadaLos lamentables hechos suscitados en la Asamblea Legislativa, donde la evidente nueva torpeza de la fracción liberacionista, acuerpada por los diputados Orozco y Avendaño, tiene que ser la gota que derrame el vaso y de una vez por todas, los costarricense tomemos conciencia que este tipo gente, con esas visiones de país que tienen, no le sirven para nada a esta noble Patria, solo para dañarla.
Parafraseando a don Pepe, cuando en radio Alma Tica, con valentía y mayor patriotismo dijo: “lo mejor que puede hacer el gobierno es irse”, hoy le debemos decir a toda la fracción liberacionista y a sus compañeros de causa Avendaño y Orozco, que con este exabrupto y mayor irrespeto a la Constitución y al pueblo de Costa Rica, aduciendo falazmente que su actuar se dio por una defensa del voto secreto, realmente, lo mejor que pueden hacer, es irse todas y todos para sus casas.
Prácticamente estas y estos diputados son los mismos, que tuvieron la nada célebre idea de presentar como su primera iniciativa diputadil, subirse en forma desproporcionada sus ingresos mensuales. Como dice el sabio dicho popular, por la víspera se saca el día. Lo que sucedió el pasado primero de mayo, aunque a todas y todos los hijos de esta Patria nos debe preocupar y alamar, lo cierto es, que no debería sorprendernos pues esta gente ya había dado con sus actos, claras muestras sobre cuáles eran sus verdaderas intenciones al llegar a la Asamblea Legislativa.
La imposición para que Viviana Martín se mantuviera como Jefe de fracción de la fracción liberacionista, es parte de ese juego de poder, centrado en las vanidades personales, primero, de ella y luego de Luis Gerardo Villanueva. Contra viento y marea aquí se hace lo que decimos. Todo esto pareciera confirmar el también decir de don Pepe, cuando afirmaba que este pueblo está domesticado pero quiero pensar que las actuales generaciones y los verdaderos demócratas, para nada lo estamos y que vamos a exigirles a los responsables de este hecho de irrespeto al orden constitucional y al pueblo costarricense, que asuman su responsabilidad y además que esto no pase, como un simple desliz oportunista e impensado, sino que este actuar debe traerles profundas consecuencias a sus actores directos e indirectos.
En una verdadera democracia, el poder reside en el pueblo, como la que todavía confío tengamos en Costa Rica a pesar de todo pero, evidentemente, muy amenazada por grupúsculos, que ven a la Patria como su propiedad particular. Si el pueblo es el que elige a quienes irán a la Asamblea Legislativa, al Ejecutivo y a las municipalidades pues sin caer en las malas prácticas de irrespeto constitucional de quienes son motivo para este comentario, en menos de tres años, consideremos seriamente no votar por ninguno de los grupos políticos involucrados en este y otros bochornosos casos. Estos hechos y otros similares, sirven solo para minar aún más la muy diezmada credibilidad de las y los costarricenses en sus instituciones y nuestro sistema democrático.
No permitamos que entre sonrisas, se acabe esta forma de convivencia pacífica, que nos heredaron nuestros antepasados y que, hasta ahora, la inmensa mayoría de nuestro pueblo, pareciera que no ha tomado la debida conciencia de la seria amenaza que se cierne sobre ella.
Los lamentables hechos suscitados en la Asamblea Legislativa, donde la evidente nueva torpeza de la fracción liberacionista, acuerpada por los diputados Orozco y Avendaño, tiene que ser la gota que derrame el vaso y de una vez por todas, los costarricense tomemos conciencia que este tipo gente, con esas visiones de país que tienen, no le sirven para nada a esta noble Patria, solo para dañarla.
Cada Semana Santa siempre se nos alecciona, desde los púlpitos, las alegorías de las procesiones o los múltiples discursos en los diferentes medios de comunicación, con grandes enseñanzas como el valor del amor hacia el prójimo, la espiritualidad como fuente de vida en un mundo cada vez más insustancial y el compromiso con los valores cristianos de la solidaridad o la justicia. Por supuesto, la pasada Semana Mayor no fue la excepción.
Mas la gran inquietud que aflora después de estos días santos, es ¿si realmente se siguen cumpliendo estos sagrados mandatos pasado el período santo?, o, si por el contrario, y como pareciera suceder en la mayoría de los casos, quedan en un asunto meramente tradicional de una semana para desvanecerse en la apatía de la población.
En este sentido, entonces, si lo que se desea es tener una sociedad cimentada en el acato al valor espiritual y humanista, con el propósito de forjar ciudadanos concientes de su rol social y un país que haga efectivo su sello de paz, son, precisamente, estos mensajes los que deben fomentarse y perdurar cada día de nuestras existencias más allá de la Semana Santa.
Pues nada productivo sería el haber pasado una Semana Santa sumidos en la meditación, en oficios religiosos, cuando acabado este período se sigue, por ejemplo, menospreciando al prójimo con la crítica destructiva, la burla, la intolerancia o la discriminación.
Preguntémonos de qué nos habría servido el haber dejado de comer carne cuando, posterior a este ayuno, nuestras mesas revientan de alimentos que se los negamos al hambriento quien nos llega a tocar nuestra puerta o el que habita en la calle, ¿acaso no tendría más valor compartir ese alimento con alguien que no tiene qué comer?..., ¿acaso aquella máxima de “tuve hambre y me diste de comer” no fue una de las grandes enseñanzas de Jesucristo?...
Para qué el habernos abocado a la meditación cuando se permite que siga existiendo tanta violencia doméstica, violencia en los estadios, abuso en contra de los niños, de los adultos mayores, desprecio a quienes pertenecen a otra cultura, o la primacía, pese a las leyes, de la “ley de la selva” en nuestras carreteras.
De nada nos sirve haber vivido el compromiso de amor de Jesucristo con su pueblo, cuando nosotros, como ciudadanos, no hacemos nada para salvaguardar la paz y democracia de nuestra nación al convertimos en fariseos quienes están en contra del progreso de la nación con opiniones sin sustento, cuando criticamos sin proponer alguna solución, cuando le achacamos toda la culpa al gobierno o, peor aún, cuando no nos interesan los destinos de la Nación y nos sumimos en una actitud de indiferencia.
Por supuesto que el compromiso de hacer el bien a los demás, ser justo, honesto y diligente que nos deja la Semana Mayor es grande y ambicioso, y esto va más allá de la religiosidad pues, finalmente, las religiones basan su fundamento en la creencia de un Dios, indistintamente del nombre que se le dé y la manera en como expresan su fe y sus principios. Sin embargo, el llevar a la práctica diariamente esa vivencia de sacrificio y amor ejemplificados en Jesús, para hacer de la resurrección el elemento clave de la reconstrucción de una nueva sociedad más humana, activa y solidaria, es un deber que nos compete a todos. Ello es, sin duda, la principal garantía para que este sagrado compromiso perdure por siempre.
Cada Semana Santa siempre se nos alecciona, desde los púlpitos, las alegorías de las procesiones o los múltiples discursos en los diferentes medios de comunicación, con grandes enseñanzas como el valor del amor hacia el prójimo, la espiritualidad como fuente de vida en un mundo cada vez más insustancial y el compromiso con los valores cristianos de la solidaridad o la justicia. Por supuesto, la pasada Semana Mayor no fue la excepción.
Sábado, 30 Abril 2011 08:14
Quién fue Juan Pablo II, cronología desde su nacimiento hasta su muerte
Escrito por Camilo Rodríguez ChaverriEl sábado será beatificado Juan Pablo II, una de las figuras más carismáticas, más queridas y más respetadas de los últimos tiempos. He aquí una breve reseña de su vida. Karol Josej Wojtyla nació en Polonia el 18 de mayo de 1920. Cuando tenía 9 años, murió su madre. Cuando tenía 12 años, murió su hermano mayor, Edmund.
Estudió Letras en una universidad de Cracovia y estuvo en una escuela de teatro. Cuando la ocupación nazi provoca el cierre de su universidad, él trabajó en una cantera y en una fábrica de productos químicos. En ese momento, cuando él tenía 20 años, murió su padre.
En 1942, con sólo 22 años, ingresa a un seminario clandestino, llamado por su vocación, y promueve un grupo de teatro, también clandestino. En 1946, con 26 años de edad, es ordenado sacerdote, en Cracovia. Se traslada a Roma donde obtiene un Doctorado en Teología en 1948. Y obtiene un Doctorado en Filosofía en 1953 en Cracovia, donde es profesor de la Facultad de Teología, que es cerrada por el régimen comunista un año después.
En 1956 funda el Instituto de Moral de la Universidad Católica de Lublín, donde ocupa la Cátedra de Ética desde varios años antes. En 1958, con 38 años, es nombrado obispo auxiliar de Cracovia. Del año 62 al año 65, participa en el Concilio Vaticano II.
En 1964, el Papa Pablo VI lo nombra Arzobispo de Cracovia, y en 1967, es creado Cardenal. Ese mismo año, en setiembre, no asiste al sínodo convocado por el Papa como protesta contra las autoridades comunistas polacas que le negaron la salida a otro cardenal polaco.
En 1976, el Papa lo elige para que lleve adelante la predicación de la Cuaresma. Y en 1978 es elegido como el sucesor de San Pedro, el día 16 de octubre. Con esto, se rompió con una tradición de más de cuatrocientos años de elegir papas de origen italiano. El 22 de octubre de 1978 es investido como Sumo Pontífice, con el nombre de Juan Pablo II. Durante su pontificado, realizó 104 viajes pastorales fuera de Italia y 146 viajes por el interior de ese país.
Juan Pablo II escribió catorce encíclicas y cinco libros. Sólo en el Vaticano, entre las audiencias generales de los miércoles, donde se congregaban miles de personas, y sus audiencias personales, así como en el Jubileo del año 2000, en total compareció ante más de 25 millones de personas. Esto sin contar los millones de personas que lo acogieron durante sus 104 viajes por el mundo, de los que hablaremos mañana. Juan Pablo II murió el 2 de abril del año 2005, un mes antes de cumplir 85 años de edad.
El sábado será beatificado Juan Pablo II, una de las figuras más carismáticas, más queridas y más respetadas de los últimos tiempos. He aquí una breve reseña de su vida. Karol Josej Wojtyla nació en Polonia el 18 de mayo de 1920. Cuando tenía 9 años, murió su madre. Cuando tenía 12 años, murió su hermano mayor, Edmund.
En días recientes, se anunció la promulgación de una Política Nacional de Sexualidad. Sin duda, la necesidad de contar con una auténtica educación sexual es un asunto en el que pareciera haber consenso. El cómo hacerlo y la transparencia con que se ejecute es el punto a discutir.
Dicha política está auspiciada por las Naciones Unidas, organización que ha impulsado planes similares en varios países de América Latina y que han resultado ser tan solo más de lo mismo: una propuesta enfocada en la anticoncepción.
Y es que el problema no está en la promoción de los anticonceptivos, sino en la carencia de una verdadera educación integral. El afán por obtener resultados, aún con buena intención, nos hace prescindir de lo más importante: el respeto por la vida humana…y esto, trae consigo consecuencias aún más graves.
Por eso, no es de extrañar que nuestra actual Ministra de Salud sugiera cambiar el nombre al nuevo plan de Fecundación in Vitro, y sustituir las palabras “transferencia embrionaria” por “transferencia de óvulos fecundados”, para evitar, según lo que ella misma dijo, que la gente asocie este procedimiento con la manipulación de seres humanos. Como bien lo entiende la Ministra, el nuevo término no refleja una verdad científicamente comprobada: en el óvulo fecundado existe ya un patrón genético único, irrepetible e independiente de la madre. En el óvulo fecundado está definido nuestro ser, en otras palabras, es por así decirlo, nuestro primer cuerpo.
Por eso es importante abrir los ojos frente a la corriente ideológica que en otros países, bajo el lema de “derechos humanos”, inició con información anticonceptiva y ha terminado por promocionar el aborto aunque le llamen “terapéutico”, la eutanasia aunque le denominen “muerte digna” y la homosexualidad aunque le denominen “diversidad”.
En Uganda, donde gracias a que el gobierno y diferentes actores sociales decidieron hacer un frente común y lanzar una campaña a favor de la abstinencia, la fidelidad de pareja y el método natural de planificación, en pocos años se ha logrado disminuir en más del doble los casos de SIDA; cosa que los países “desarrollados” no han alcanzado con todas sus políticas e inversiones millonarias en anticoncepción. Por el contrario, siguen manteniendo altos índices de contagio de enfermedades de transmisión sexual, de embarazos adolescentes y ahora de abortos, entre muchos otros problemas “modernos” relacionados con la “salud” sexual que dicen promover.
Si queremos realmente avanzar en materia sexual, desde ya, debemos unirnos y asegurarnos de que esta no sea tan solo una Política Nacional de Anticoncepción.
Flory Montero Valverde. Cédula 1697499
En días recientes, se anunció la promulgación de una Política Nacional de Sexualidad. Sin duda, la necesidad de contar con una auténtica educación sexual es un asunto en el que pareciera haber consenso. El cómo hacerlo y la transparencia con que se ejecute es el punto a discutir.
Dicha política está auspiciada por las Naciones Unidas, organización que ha impulsado planes similares en varios países de América Latina y que han resultado ser tan solo más de lo mismo: una propuesta enfocada en la anticoncepción.
Los ángeles existen dicen los entendidos. Los ángeles son seres dotados de inteligencia y libre albedrío. Son distintos y son superiores al hombre; pero son inferiores a Dios.
Existen Angeles ecológicos. Sí , así como lo lee. Y se les llama DEVAS, que en sánscrito significa “aquel que brilla”. Son los espíritus de la naturaleza y están cansados del modo en que el hombre está tratando a las fuerzas vitales del Planeta.
Los DEVAS son los constructores de nuestro mundo y lo habitan desde hace mucho tiempo. Ellos formaron la vida planetaria. Son los dueños de la involución y la evolución. Son poderosos como reguladores de las sistemas naturales, con varios niveles de conciencia.
Todo en la naturaleza tiene su ángel.
Para encontrar a los ángeles de la naturaleza, los DEVAS, debemos abrirnos a la influencia de la ecología y descartar los prejuicios humanos.
Para los DEVAS , otro mundo tendríamos “si el hombre estuviera en armonía con el infinito, y cada quien asumiera la parte que le toca para que las fuerzas estén en equilibrio”.El Angel del sonido ha dicho “ mis sonidos están en todas partes. El viento susurrando entre las hojas es el medio usado pora producir mis efectos. Los constructores de sonidos en mis dominios ayudan a cada humano a desarrollar su propio sonido creativo. Todo es vibración; todo es vida, y cada manifestación es asistida por la vida, por seres. Yo me limito a hacer que lo percibas, para ampliar tu visión. Cuando oigas al yiguirro cantar piensa que ese hermoso sonido es producido no solo por el pájaro, por su creador y el nuestro, sino también por los ángeles y los seres del sonido que ayudaron a producir ese canto”.
El DEVA del fuego dice que “ las criaturas del fuego son poderosas y misteriosas y no muy mezcladas con el hombre. No juegues con el fuego. Hay que crecer para estar con el y ser parte de su poder constructivo y destructivo. Su gran poder y su llama cósmica encenderá la conciencia de los hombres. Inclínate ante los señores del fuego, purifícate y elévate con ellos. Pero no te desvíes porque la intensidad del su poder es tremenda”.
El Angel o DEVA de los árboles ha enviado el siguiente mensaje :
“Los grandes árboles son absolutamente necesarios para el bienestar de la tierra. Esto no solo se debe a que nosotros los DEVAS de los árboles controlamos en parte las lluvias, sino que además , extraemos fulgores internos que son necesarios tanto para la tierra como para la lluvia.
El hombre se está transformando en regulador de los bosques y está dándose cuenta de su importancia y necesidad. Pero siembra especies de rápido crecimiento por tontas razones económicas, sin pensar en las necesidades del planeta. Esto demuestra una total ignorancia de la finalidad de los árboles y de su capacidad de canalizar diversas fuerzas.
En la actualidad el planeta necesita la fuerza que proviene de los árboles grandes y majestuosos. Los árboles son como una membrana protectora para la tierra. Son la piel del mundo. Si los eliminan, el planeta se resecará y morirá”.
Cuando se le preguntó a los ángeles de los árboles si en el futuro los árboles ya no serían tan necesarios, esto dijeron:
“Ha habido enormes cambios en el pasado al evolucionar la tierra. Pero en tanto el sol brille y la vida dependa del agua, el rol de los árboles continuará siendo necesario . Todo en la vida cambiará, pero hay mucho por hacer. Por eso aprovechemos cada oportunidad para transmitirle al hombre sobre la necesidad que haya bosques, pues el hombre está actuando sin la sabiduría requerida como hijo de Dios. Es necesario , entre todos, juntos, crear una tierra mejor.”.
Luego otro DEVA mencionó el divino poder de los árboles al compararlo con los humanos..Dijo :
“Tu y yo somos hermanos de sangre, hechos de la misma sustancia, cada uno cumpliendo su destino en este planeta. Te modero con mi fuerza superior, y tú me moderas con tu aspiración superior. Somos mucho más que árbol y humano .Somos representantes de la divinidad, y vamos de fuerza en fuerza a través de los tiempos infinitos. Tu puedes enriquecer la tierra con tu amor iluminado”.
Como pueden apreciar los bosques y todo en la naturaleza tienen sus ángeles. Invoquémoslos para evitar tanta destrucción a que están sometiendo a la Tierra.
Los ángeles existen dicen los entendidos. Los ángeles son seres dotados de inteligencia y libre albedrío. Son distintos y son superiores al hombre; pero son inferiores a Dios.
Existen Angeles ecológicos. Sí , así como lo lee. Y se les llama DEVAS, que en sánscrito significa “aquel que brilla”. Son los espíritus de la naturaleza y están cansados del modo en que el hombre está tratando a las fuerzas vitales del Planeta.
Hace unos días nos visitó desde Medellín Jorge Melguizo, comunicador social, funcionario de la Alcaldía de esa ciudad colombiana y candidato al puesto de alcalde.
Su visita se produjo en el marco de la promoción de la responsabilidad social empresarial que llevan a cabo la Cámara costarricense norteamericana de comercio –AmCham- y la Asociación empresarial para el desarrollo –AED- y de manera particular, para la promoción del premio periodístico “Alberto Martén Chavarría” que anualmente otorga AmCham a la mejor cobertura mediática del tema de la responsabilidad social empresarial.
Tres sesiones de trabajo cumplió el señor Melguizo en el país, la primera con alcaldes y personal de alcaldías, la segunda con profesionales de la comunicación y la tercera con empresarios. Asistí a las dos primeras y los siguientes apuntes se derivan de sus exposiciones.
Medellín, ciudad del departamento de Antioquía, tiene cerca de tres y medio millones de habitantes. Todavía hace algunos años su principal referente eran el narcotráfico y la violencia que, teniendo como estandarte el cartel de Pablo Escobar, hicieron de ella la ciudad más violenta de Colombia y de América Latina. Producto de ese y otros factores socio-económicos, la ciudad era un caos prácticamente en todos los campos.
Pero los cambios políticos y sociales vividos por aquel país, y sobre todo una nueva administración de la ciudad, hicieron posible un cambio radical cuyos resultados hacen hoy de Medellín un ejemplo hemisférico y mundial de organización civil en muchos aspectos de su vida citadina.
Nuevas ideas, decisión para ponerlas en marcha, transparencia, conjunción de fuerzas desde el sector público, el privado-empresarial y el civil, y apoyo nacional e internacional, entre otros factores, han hecho posible tan positivo cambio, cuyo principal éxito deviene del haberse focalizado en el ser humano, particularmente en el perteneciente a los grupos históricamente más desfavorecidos, haciendo valer los principios de equidad e igualdad de oportunidades.
Algunos ejemplos entre mucho de los citados por el señor Melguizo. La principal inversión en infraestructura se ha llevado a cabo en los campos de la salud, la educación y la cultura. Las acciones en materia de transporte y de movilidad física en general han estado dirigidas a privilegiar al peatón y al uso del servicio público, a incorporar las diferentes barriadas a la vida de la ciudad, a recuperar para la ciudadanía los lugares ocupados por el crimen organizado y en general a hacer de la ciudad un lugar habitable y hasta enseñable a los visitantes.
Y a propósito del tema de la responsabilidad social empresarial, el involucramiento de cientos de empresas en proyectos de mejoramiento de las condiciones de las comunidades en las que están asentadas y en otros programas de mayor cobertura, sobe todo en los campos de la educación y la cultura. Pero lo más importante es que ese involucramiento va mucho más allá del aporte financiero, incorporando a gerentes y funcionarios de diversos rangos a formar parte de las juntas directivas –el equivalente a nuestras juntas de educación- para asegurar así el éxito de las iniciativas.
Definitivamente un ejemplo a emular.
Hace unos días nos visitó desde Medellín Jorge Melguizo, comunicador social, funcionario de la Alcaldía de esa ciudad colombiana y candidato al puesto de alcalde.
Su visita se produjo en el marco de la promoción de la responsabilidad social empresarial que llevan a cabo la Cámara costarricense norteamericana de comercio –AmCham- y la Asociación empresarial para el desarrollo –AED- y de manera particular, para la promoción del premio periodístico “Alberto Martén Chavarría” que anualmente otorga AmCham a la mejor cobertura mediática del tema de la responsabilidad social empresarial.