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La naturaleza se ha valido por sí sola de mantener un sano equilibrio, gracias al cual la vida se ha desarrollado y ha evolucionado en nuestro planeta.   Sin embargo, los seres humanos nos hemos encargado de ir destruyendo poco a poco nuestros preciados recursos: bosques, aguas, suelos, y también nuestra atmósfera y sus componentes.   Con respecto a ésta última, a partir de la segunda mitad del siglo pasado el desarrollo industrial trajo un grave perjuicio:  La destrucción de la capa de ozono, el escudo natural que protege a la vida de la radiación ultravioleta proveniente del sol.

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Quienes tuvimos la endeble ilusión de que estábamos frente a una nueva forma de entender la política, por parte de los partidos representados en la Asamblea Legislativa, a raíz de la conformación de la llamada Alianza por Costa Rica, con gran tristeza y mayor preocupación, debemos reconocer que, al menos, uno de sus integrantes, el PAC, tiene dueño, al juzgar por lo que hemos visto en los últimos días.
Ese dueño como tal, sus actuaciones lo evidencian, actúa por sí y ante sí, por encima de lo que piense su directorio político, sus diputadas y diputados. Hasta ignora los compromisos adquiridos con las otras agrupaciones políticas, que hicieron posible lo impensable, que un diputado del PAC, fuera en el actual Presidente Legislativo.
La acción del señor Otón Solís deja manifiesto, que a él no lo desvela las obligaciones de mediano y largo plazo, contraídas, con las otras agrupaciones integrantes de la Alianza, de por sí ya el PAC obtuvo lo único a lo podía aspirar en esta Asamblea Legislativa, la Presidencia pues la próxima según lo acordado, le correspondería al Movimiento Libertario, ahora sin duda, en la cola de un venado. Estas acciones nos evidencian que el PAC si tiene dueño pues son muy similares a otras que hemos visto, en el pasado, en agrupaciones políticas que sin duda también tuvieron y tienen dueño.
Voy a hacer mis propias conclusiones que pretenden explicar esa acción del señor Otón Solís, primero que nada, busca provocar una ruptura con y de la Alianza, para no tener que cumplir con el resto de los compromisos adquiridos, no solo por la fracción del PAC y hasta del mismo Directorio Político de ese partido, el cual le dio luz verde a su bancada para que se integrara a la Alianza por Costa Rica.
Segundo, marcar la cancha al dejar claro, que si bien él no tiene puesto formal alguno dentro del PAC, sigue siendo quien decide el rumbo de esa agrupación, lo cual quedó más que claro, cuando a pesar de las quejas de algunos diputados sobre las acciones emprendidas por el señor Solís, al final, todas y todos aceptaron sus directrices.
Tercero, la experiencia legislativa y política de don Otón, le deberían decir que ese supuesto apoyo a la nueva intentona fiscal del gobierno, está condenada a muerte pues tal como, lo anunció la señora Vicepresidente de la Asamblea Legislativa Patricia Pérez Hegg, ya están preparando carretilladas de mociones al proyecto, como lo hizo, en el pasado, el Movimiento Libertario, que al final, impidieron la aprobación de los últimos paquetes impulsados de las administraciones Figueres, Rodríguez y Pacheco.
Y la cuarta y última, tiene la muy equivocada idea, en mi concepto, de que esta jugadita, le aportará réditos electorales, a punto tal, que un grupo de ciudadanos, le pidan reconsiderar su decisión, de no participar más en la lucha electoral pues él es el único que podría salvar a la Patria de la crisis actual, en la que ciertamente está.
Todo eso puede sonar muy bien, excepto por una cosa y es que, la inmensa mayoría del pueblo, ya está harta de esas triquiñuelas burdas de los políticos tradicionales, que solo han redundado en el beneficio del manda más de los partidos y el de sus allegados. El pueblo ya exige otra forma de actuar en política, porque entiende que si se repiten procedimientos, no se deben esperar resultados nada diferentes.
Quienes tuvimos la endeble ilusión de que estábamos frente a una nueva forma de entender la política, por parte de los partidos representados en la Asamblea Legislativa, a raíz de la conformación de la llamada Alianza por Costa Rica, con gran tristeza y mayor preocupación, debemos reconocer que, al menos, uno de sus integrantes, el PAC, tiene dueño, al juzgar por lo que hemos visto en los últimos días.
Me parece positivo que el Gobierno entienda que no puede repetir la historia del 2008 para resolver una crisis introduciendo más gasto al sector público y que, obviamente, no tiene las condiciones de superávit que se tenían en 2008. Sin embargo el día de ayer, el señor Vicepresidente de la República, la señora Ministra de Planificación, el señor Ministro de Hacienda y por supuesto el respetado Presidente del Banco Central, proponen dentro de los planes contra-cíclicos, la urgencia de aprobar la Ley de Solidaridad Tributaria, dadas las amenazas macroeconómicas internacionales.
Para todos es conocido que el crecimiento económico inducido por la fiscalidad dependerá básicamente de los efectos de los impuestos sobre las decisiones de los agentes –consumo privado interno y externo, pues nos volvemos menos competitivos; en inversión interna y extranjera directa– y también de los efectos de las políticas de gasto llevadas a cabo con tales ingresos tributarios. En principio, una reducción de impuestos incrementa la rentabilidad de la inversión y así fomenta la acumulación, la innovación y el desarrollo, y con ello la tasa de crecimiento, por lo tanto un aumento deriva en lo contrario.
La primera economía mundial aprobó el dos de agosto una ley presupuestaria  que combina un aumento del límite legal de la deuda pública con una reducción del gasto federal, pero no autorizo un aumento en los impuestos.
En el caso de Costa Rica, cuyo gobierno, pareciera perfilar sus políticas macroeconómicas de forma contraria no solo a lo que dicta la teoría económica, sino a las medidas que adoptan economías tan influyentes como la de los Estados Unidos, hay que recordar el impacto en los precios, si se aprobase la propuesta fiscal, es de cuatro puntos porcentuales en la inflación y estaremos viendo un 2012 con una inflación rondando el doce por ciento.
Se nos podría aproximar una crisis económica provocada internamente producto del aumento de impuestos y no importada. Más impuestos se traduce en recesión, recesión provocada, por cortoplacismo y falta de voluntad política para mejorar la gestión pública.
PATRICIA PÉREZ HEGG
DIPUTADA
Me parece positivo que el Gobierno entienda que no puede repetir la historia del 2008 para resolver una crisis introduciendo más gasto al sector público y que, obviamente, no tiene las condiciones de superávit que se tenían en 2008.
Sábado, 17 Septiembre 2011 07:54

¡El privilegio de educar!

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A partir de mi experiencia como docente universitario, tanto en centros educativos públicos como privados, siempre he considerado que los educadores somos seres privilegiados, pues somos partícipes directos en la construcción no solo de la cultura, sino también de la manera en cómo los alumnos van generando diferentes perspectivas con las cuales interpretar este mundo e integrarse a él dentro de un orden de sana convivencia. Pese a esta trascendental y noble misión del educador, es lamentable constatar que hoy la conciencia de muchos profesores respecto de su compromiso social ha pasado a ser, además de una pieza de museo, un componente del cual se reniega. Cómo es posible que ciertos educadores renieguen de su sagrada misión de facilitar conocimientos, aboquen su desempeño académico solamente al propósito de adquirir algún beneficio económico, vuelvan su clase un claustro de presión y aburrimiento con métodos de enseñanza memorísticos y obsoletos o no han tomen conciencia de que en sus manos se está forjando el futuro de la patria.
Por ello es fundamental establecer una orientación diferente en el ámbito educativo que incorpore una comprensión más productiva de la enseñanza y el estudio, de ahí que  cuando se es docente, o cuando se pretende serlo, sería fundamental preguntarse ¿cuál es el objetivo de las reformas educativas por plantear?, ¿qué tipos de personas son las que deseamos ver surgir de los diferentes recintos educativos?, ¿cuáles podrían ser los resultados cuando brindamos una adecuada enseñanza?, ¿cómo asumir la responsabilidad del rol social que implica la enseñanza?, o ¿si estamos en la capacidad de asumir los sacrificios de tiempo y esfuerzo que implica el proceso de enseñanza?, pues en la medida en que seamos conscientes de qué y cómo se enseña, se puede tener un efecto más directo y positivo en el logro y aprendizaje de los alumnos.
Nadie que se jacte de amar y respetar la enseñanza puede hacer caso omiso del gran valor de la educación como fenómeno social, no sólo por su fin de integrar, idóneamente, a los educandos a la sociedad, sino también porque aporta con su ejercicio a la conformación de la realidad cultural de los distintos grupos humanos. Por ello, el incentivo no debería ser lo remunerado, sino el fomentar el desarrollo de competencias que mejoren sus habilidades de aprendizaje.
Entonces nuestra misión ha de ser la de contribuir al crecimiento de alumnos y alumnas desde los espacios estructurados para la enseñanza sistemática y el desarrollo integral de las personas al incorporar sus dimensiones biológicas, afectivas, cognitivas, sociales y morales. Nuestra función debe ser la de mediar y asistir en el proceso por el cual los educandos desarrollen sus conocimientos, capacidades, destrezas, actitudes y valores, en el marco de un comportamiento que respeta a otros y respeta los derechos individuales y sociales con el fin de generar procesos de reflexión en donde el estudiante, al estilo socrático, se pregunte y busque sus propias respuestas en torno a una realidad en constante trasformación.
Porque en un mundo cada vez más vacío de espíritu y empeño; frente a una realidad cada vez más hostil con la solidaridad y el compromiso con los demás y frente a un sistema educativo extraviado en el individualismo y la instrumentalización, el llamado que debe imperar es el de rescatar a los humanos que están detrás de cada alumno y de cada docente, para devolverle el control soberano sobre su existencia en el ámbito intelectual y espiritual. De lo que se trata es de ir más allá del contenido para trascender con el fin de enfocarse e invertir más en el capital humano. Por ello, en esta época, al docente ya no se le puede ver como el poseedor absoluto de los conocimientos, este debe ser un compañero que también busque motivarse,  activa, conjunta y democráticamente con los estudiantes, para generar un constructivo ambiente de enseñanza y aprendizaje mediante la retroalimentación generada dentro del aula, para formar a esas mujeres y a esos hombres quienes sean capaces de responderle, positivamente, a este país que les ha brindado la gran oportunidad de educarse.
A partir de mi experiencia como docente universitario, tanto en centros educativos públicos como privados, siempre he considerado que los educadores somos seres privilegiados, pues somos partícipes directos en la construcción no solo de la cultura, sino también de la manera en cómo los alumnos van generando diferentes perspectivas con las cuales interpretar este mundo e integrarse a él dentro de un orden de sana convivencia.
Viernes, 16 Septiembre 2011 04:36

NO AL FUMADO

Todos los costarricenses deben estar contra el tabaco, contra el fumado, por una sencilla razón: su salud.
El fumar no es bueno. Es malo. No es la moda, y corrompe  sus pulmones y hasta pensamientos.
Como en los países industrializados, en Estados Unidos y los de Europa, la gente cada día fuma menos, las compañías tabacaleras trasladan su poder económico y de propaganda a los países pobres como Costa Rica, e incitan a la juventud a fumar, a envenenarse. Y para lograrlo hacen lo que sea, hasta autoproclamarse ambientalistas dando platas a parques nacionales como el de la Cangreja en Puriscal. Puro maquillaje.
Son millones de colones lo que gasta la CCSS en atender enfermedades asociadas al  fumado. Ya en otros países las tabacaleras han tenido que pagar millones de millones de dólares por haber envenenado con nicotina a la gente, aún los no fumadores.
Hoy un proyecto en la Asamblea Legislativa está a punto de aprobarse para atender y combatir el fumado. Pero las tabacaleras han sacado sus “garras”, su poder económico y político, para detener y socavar este proyecto contra el fumado, y /o poder adaptarlo a sus intereses.
Esperamos que esta ley supere los obstáculos de la mano peluda de las tabacaleras y de los diputados pro-tabaco, y se llegue a aprobar, pues contra el fumado estamos todos, aún los no fumadores.
Defendamos a la juventud y a los que no han nacido. El fumado mata lentamente. El tabaco es una fábrica de muerte.
Alexander Bonilla Durán
Todos los costarricenses deben estar contra el tabaco, contra el fumado, por una sencilla razón: su salud.
El fumar no es bueno. Es malo. No es la moda, y corrompe  sus pulmones y hasta pensamientos.
Nuestra independencia se gestó hace 190 años,  sobre la base de una frase que quedó plasmada en los mismos documentos oficiales y que invitaban a “esperar que se aclaren los nublados del día”.  Esta frase, dicho sea de paso, nos marcó en nuestra idiosincrasia para bien pero también para mal.  Hace casi dos siglos, nuestros antepasados decidieron soñar con una patria independiente y libre y optaron hacerlo de forma pacífica,  lo cual resultó ser una decisión de sabiduría y que además debemos preservar.
¿Qué clase de país seríamos sin esas bases?  ¿Qué sería de nosotros si hubiésemos permitido que los dictadores y asesinos se apropiaran del poder con las armas y bajo componendas torcidas, como lo vemos aun hoy en algunos países vecinos? ¿Qué hubiera sido de la independencia proclamada si José María Castro Madriz no hubiera dado el paso de convertirnos en República, apenas 27 años después de proclamada la independencia?
Ha corrido mucha agua bajo el puente y los tiempos han cambiado. Las coyunturas políticas, sociales y de comunicación son otras.  Los liderazgos han caído y lamentablemente visionarios como los de ayer, no es precisamente lo que más abunda en nuestra patria de hoy.
Si las sociedades han evolucionado y el mundo globalizado en que vivimos exige que el desarrollo de las naciones se imponga sobre los intereses particulares; ¿Dónde, cuándo y cómo fue que perdimos la capacidad de elegir visionarios para elegir incompetentes? ¿En qué momento la patria ha quedado subordinada a un grupúsculo que la desangra cada día sin el más mínimo de los remordimientos?  ¿Será acaso que los nublados del día han terminado por nublar el entendimiento y la razón? ¿Será que esa marca idiosincrática nos ha carcomido hasta en nuestra dignidad y amor propio? ¿Será que estamos drogados de tanta democracia o que la hemos prostituido?
Con pesar he de advertir que la libertad proclamada en 1821 está enferma y se impone el reto urgente de su reconstrucción y salvación.  Si continuamos en esta espera, corremos el grave peligro de no ver el amanecer a dos siglos de vida independiente, lo que significa que nos queda un tiempo muy pero muy corto.
Hace unos años, en este mismo espacio y en esta misma fecha,  recordaba yo a José Martí, diciendo que “la patria es dicha de todos y dolor de todos, y cielo para todos, y no feudo ni capellanía de nadie”
Los tiempos actuales no son buenos en la cosecha de los valores cívicos. La violencia social, la inacción de las ideas, el olvido de nuestros orígenes, la filosofía del mínimo esfuerzo, el facilismo y la corrupción, tienen secuestrada nuestra libertad. Por eso, se impone la construcción de la nueva independencia, que nos haga no solo llegar a la celebración del bicentenario en apenas 10 años, sino que nos lance a la conquista de un nuevo modelo social, en el que todos entendamos que nuestra independencia también es dicha de todos y dolor de todos, y cielo para todos, y no feudo ni capellanía de nadie”.
Nuestra independencia se gestó hace 190 años,  sobre la base de una frase que quedó plasmada en los mismos documentos oficiales y que invitaban a “esperar que se aclaren los nublados del día”.  Esta frase, dicho sea de paso, nos marcó en nuestra idiosincrasia para bien pero también para mal.  Hace casi dos siglos, nuestros antepasados decidieron soñar con una patria independiente y libre y optaron hacerlo de forma pacífica,  lo cual resultó ser una decisión de sabiduría y que además debemos preservar.
Miércoles, 14 Septiembre 2011 06:08

Aprender a amar la patria, amar a Costa Rica

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Un amigo mío, boyero, agricultor de San Antonio de Coronado, un día de estos fue al Mercado Central a comprarle un traje típico a su pequeña nieta, de dos o tres años de edad. Cuando se lo dio a la mamá de la chiquita, le dijo, “tenga este vestido, es para que esa niña aprenda a amar a Costa Rica. A los chiquitos hay que enseñarles desde pequeños a amar la patria”

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En una oportunidad anterior, dije en los grupos virtuales en los que participo, que como disfrutaba de participar en estas nuevas tecnologías de comunicación pues gracias a ellas, ahora considero, que soy un poco menos ignorante, de lo que era al iniciar mi participación.
A raíz de un tema de eso muy y muy interesantes que pone en su muro la señora Mónica Segnini, como los que también pone, en no pocas ocasiones, el amigo Emilio Bruce, entre otros, se han producido una gran variedad de comunicaciones, unas de fondo y otras más de forma sobre las opiniones, de quienes participamos dando nuestros pareceres. Ante todo este intercambio de mensajes y posiciones, tenemos prácticamente solo dos opciones, asumirlas a la defensiva o proactivamente.
Quienes optan por ser reactivos o defensivos, por razones que no voy a entrar a analizar y mucho menos juzgar pero sí voy hacer unas pocas consideraciones generales sobre esta actitud, que a mí parecer bloquean que se dé una comunicación efectiva. Aquellos que optan por ser reactivos, hacen sus mejores esfuerzos por descalificar los argumentos de aquellos que sienten sus opositores porque no comparten los mismos pensamientos, creencias e ideas. Su participación generalmente está cargada adjetivos calificativos, que lejos de fortalecer epistemológicamente sus argumentaciones, tienden más bien a buscar descalificar a su interlocutor o interlocutores, con la falsa creencia de que así fortalecen sus argumentos. Nada más apartado de la realidad.
Por otro lado, están los proactivos, dentro de los quiero y me esfuerzo por estar yo, quienes parten de que no existe una verdad absoluta, sino una gran variedad de verdades relativas y absolutamente transitorias y para entenderlas tienen muy claro  que estas obedecen  a un determinado contexto, tanto histórico como cultural.
Otro elemento importante de destacar es que quienes son proactivos, fundamentalmente, buscan ser empáticos con los demás seres humanos, esto quiere decir que se esfuerzan por ponerse en los zapatos de los otros pues solo así, medio se podrá entender sus motivaciones para asumir determinadas posiciones. Esto también implica que dejemos de lado, por lo menos transitoriamente, nuestras propias creencias, para así no oponer resistencia al decir del otro, sobretodo si este además difiere de nuestras posiciones.
Es bueno y sano tener reacciones adecuadas a los estímulos que recibimos de nuestro entorno. Esto algunos lo llaman Inteligencia Emocional. Si alguien o alguna situación logra sacarnos de las casillas, tendremos que decidir qué hacer, luego que se disipe nuestro enojo y podamos pensar con más claridad. Decía el filósofo griego Aristóteles: “Enojarse es fácil; lo difícil es enojarse con la persona correcta, por el motivo correcto, en el momento correcto y de la forma correcta”.
Debemos identificar bien al enemigo, no nos vayamos a equivocar. El enemigo no está en ninguno de los bandos que disienten; el enemigo se esconde detrás de cualquier discurso, cualquier máscara de cualquier color. El enemigo se llama VIOLENCIA. Duro con el problema suave con la gente.
En una oportunidad anterior, dije en los grupos virtuales en los que participo, que como disfrutaba de participar en estas nuevas tecnologías de comunicación pues gracias a ellas, ahora considero, que soy un poco menos ignorante, de lo que era al iniciar mi participación.
Lunes, 12 Septiembre 2011 05:35

La función pública y la integridad.

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Pensar la función pública es pensar en servicio y pensar en hombres y mujeres que, como gran propósito, deben tener básicamente uno: el servicio intachable y de primera calidad a los ciudadanos.
Ahora bien, ese ideal se pide a todos, pero sobre todo, a algunos: a los que más mandan, a los jerarcas de más alto cuño.
Decía hace algunos años Alberto Cortéz que “mientras más arriba, más servidumbre”. Pues en la vida del servicio público esto se cumple y con creces. Al menos, así debería ser.
Pero hay otro elemento esencial. El alto funcionario debe ser líder, gerente social, servidor desde el poder. Elementos todos ellos que, a veces, desatan codicias que, lamentablemente, suscitan escándalos que ensucian un quehacer que debería estar siempre limpio para el bien de todos.
Hace poco leía un artículo de un docente de la Universidad de Costa Rica, el profesor Alvaro Navarro titulado “Liderazgo, poder y gerencia” y allí se definía el liderazgo como “el proceso dinámico de influir en los demás para seguir tras el logro de un objetivo común” y se ofrecía  una lista de valores que, todo líder que desee influir positivamente en la cultura organizacional que le rodea, debe encarnar a diario en el ejercicio de sus funciones.
Esa lista mostraba la confianza, la visión, la fe, la pasión, la ética y la energía. No habrá de faltar tampoco en la enumeración el positivismo, la receptividad con comunicación, la estrategia clara, la flexibilidad, la capacidad de innovar y, finalmente, el ser agradecido.
Pero, al final, se agregaban dos valores más que Peter Drucker notaba en los altos jerarcas japoneses y que resultaban admirables: primero, que las altas responsabilidades no implican privilegios, todo lo contrario, nuevas exigencias y, además, que estar a la cabeza significa un deber extraordinario de coherencia o, si se desea, de integridad personal.
Obviamente, se trata de valores vividos y no solo pensados.
No hay duda de que si tuviéramos funcionarios públicos calcados a la medida de este ideal de vida las cosas en este país andarían mejor, la imagen de la función pública sería mucho más sana y el corazón cívico del costarricense estaría muchos menos herido por los escándalos y la perfidia de algunos que en vez de servir con integridad, se sirvieron vilmente de la cosa pública.
Pensar la función pública es pensar en servicio y pensar en hombres y mujeres que, como gran propósito, deben tener básicamente uno: el servicio intachable y de primera calidad a los ciudadanos.
Ahora bien, ese ideal se pide a todos, pero sobre todo, a algunos: a los que más mandan, a los jerarcas de más alto cuño.
Anabel González
Ministra de Comercio Exterior
Costa Rica ha construido una sólida plataforma de comercio exterior durante los últimos 20 años, la cual incluye nueve tratados de libre comercio con 15 socios, entre ellos: Estados Unidos, México, China, Chile, Canadá  y  Centroamérica. Es precisamente una de las principales tareas del Ministerio de Comercio Exterior continuar construyendo, perfeccionando y maximizando el aprovechamiento de esta plataforma por parte de un número cada vez mayor de costarricenses.
Con miras a potenciar el aprovechamiento de estas oportunidades, trabajamos de la mano de la Promotora del Comercio Exterior (PROCOMER) para estimular las exportaciones costarricenses, particularmente para abrir oportunidades para las pequeñas y medianas empresas.
Precisamente con el objetivo de aumentar nuestras exportaciones, diversificar los mercados y ampliar la oferta exportable nacional es que este miércoles y jueves se celebra la XIII Misión Comercial de Compradores 2011 (Buyers Trade Mission –BTM). Este es un espacio en el que 240 exportadores costarricenses tendrán la oportunidad de exhibir más de 900 productos y negociar directamente con más de 200 compradores internacionales.
La actividad está dirigida en su totalidad a las pequeñas y medianas empresas. En esta edición, tendremos empresarios de los sectores de alimentos, agrícola, plantas, flores y follajes, metalmecánica y construcción, plástico, químico y farmacéutico, quienes estamos seguros se convertirán en casos de éxito, como lo hicieran años atrás la empresa de textiles en Pérez Zeledón, que vendió vestuario a la cantante estadounidense Madonna, o la empresa Fruta Dulce, que producen mermeladas y pastas de frutas que exportan a Canadá.
Empresarios de más  de 30 países, incluyendo Canadá, Chile, China, Colombia, Corea del Sur, Estados Unidos, Jamaica, México y Perú, mantendrán 3.200 citas de negocios con el objetivo de comprar nuestros productos. El año pasado, durante esta actividad, se realizaron negocios por un monto aproximado de US$ 30 millones, por lo que confiamos que los resultados de este año serán igualmente positivos.
Iniciativas como ésta fomentan la diversificación de mercados y nuestra oferta exportable. Hace 20 años, las exportaciones costarricenses se limitaban a pocos productos. Actualmente,  2.125 compañías exportan más de 4.200 productos a 146 países. Micro, pequeñas y medianas empresas forman parte de este esfuerzo exportador que ha logrando llevar la presencia costarricense a todos los continentes. La experiencia previa de PROCOMER muestra que las citas tienen un 97% de efectividad, lo que garantiza que la mayoría de los productos presentados en la BTM efectivamente llegarán a diferentes mercados.
En definitiva,  la Misión Comercial de  Compradores  es una experiencia que permite a nuestros empresarios entrar en contacto con potenciales clientes y cerrar en el mismo sitio negocios con prestigiosas compañías de diferentes continentes. A través de la BTM ofrecemos a los empresarios una oportunidad para fomentar los negocios y unirse al esfuerzo de tantos costarricenses exportadores.
Anabel González
Ministra de Comercio Exterior
Costa Rica ha construido una sólida plataforma de comercio exterior durante los últimos 20 años, la cual incluye nueve tratados de libre comercio con 15 socios, entre ellos: Estados Unidos, México, China, Chile, Canadá  y  Centroamérica. Es precisamente una de las principales tareas del Ministerio de Comercio Exterior continuar construyendo, perfeccionando y maximizando el aprovechamiento de esta plataforma por parte de un número cada vez mayor de costarricenses.
En mil novecientos cincuenta y nueve, la Organización de Naciones Unidas, reconoció la importancia de la niñez al crear la Declaración de los derechos del Niño, en donde se estipulan las garantías necesarias que procuran tanto el bienestar de los pequeños como la protección que sufren en relación con los abusos y vejaciones que se someten en su contra, por ejemplo su derecho a una nacionalidad, a una buena salud, a disfrutar de vivienda, alimentación y recreo adecuados, el amparo de sus padres y una educación que favorezca su cultura general y desarrolle su sentido de responsabilidad tanto moral  como social.
No obstante, aunque se ha querido que dichos derechos pasaran a ser hechos más que ser simples palabras, las inminentes violaciones, maltratos físicos y emocionales, desnutrición, descuido de atenciones básicas, explotación o pobreza que siguen acechando al sector infantil, parecen constatar que es, en la actualidad, cuando los pequeños necesitan por parte de la sociedad de una mayor conciencia sobre la urgencia de protegerlos, amarlos y, ante todo, respetarlos.
En este sentido, hoy, más que nunca, se hace importante reafirmar los derechos universales de toda la población infantil para que gocen, realmente, de un nivel de vida adecuado mediante efectivos servicios de salud, protección contra el maltrato, una educación apropiada y dotación de un ambiente social, cultural y familiar ideal tanto para su desarrollo como para su bienestar. Recordemos que existen muchos niños que están sufriendo frío, explotación, hambre, golpes y desamor; que no asisten a la escuela, que jamás han tenido un juguete, que ignoran lo que es una caricia o que están expuestos a los peligros de la calle.
Por eso, si queremos una sociedad más justa, pacífica y solidaria, no podemos educar a nuestros pequeños con tanta violencia, del grado y del tipo que sea, esto por cuanto se sabe que todo tipo de maltrato, además de violar los derechos fundamentales de la infancia, tiene consecuencias a corto y a largo plazo como que el niño sea  temeroso o inseguro; socialice poco o sea muy agresivo; sufra desnutrición; o presente un bajo rendimiento escolar; esto aunado a que, en el futuro, ellos o ellas podrían llegar a maltratar a sus propios hijos.
Por ello, el Día del Niño debe ser una fecha en la que las personas adultas generemos criterios en torno a la vigencia y respeto de los derechos de las niñas y de los niños,  sin importar etnia, género, religión, creencias, condición social, idioma u origen. Debe ser un día para llamar la atención de la población en lo que se refiere a las necesidades infantiles y de las obligaciones que, también, se les debe requerir a la niñez como miembros de esta sociedad, pues como dijera María Montessori: “Si la ayuda y la salvación han de llegar, sólo puede ser a través de los niños. Porque los niños son los creadores de la humanidad”.
Sea este Día del Niño una propicia ocasión para abogar, una vez más, por un efectivo goce de los derechos humanos y las libertades fundamentales para la infancia; así como para hacer un llamado de manera que todos contribuyamos a que Costa Rica cuente con hombres y mujeres quienes vivan en dignidad y aporten al desarrollo y progreso del país. Porque en la medida en que se vea esta fecha como un estímulo y reconocimiento constante del valor de la infancia como un presente con demandas y necesidades, y como arquitectos de un futuro cercano, es que seremos capaces de forjar individuos capaces de brindar solidaridad, tolerancia y respeto por las demás generaciones.
Para todos los niños y las niñas de nuestra Patria, y para aquellos adultos quienes todavía hacen florecer su niño interno, ¡muy feliz Día del Niño!
En mil novecientos cincuenta y nueve, la Organización de Naciones Unidas, reconoció la importancia de la niñez al crear la Declaración de los derechos del Niño, en donde se estipulan las garantías necesarias que procuran tanto el bienestar de los pequeños como la protección que sufren en relación con los abusos y vejaciones que se someten en su contra, por ejemplo su derecho a una nacionalidad, a una buena salud, a disfrutar de vivienda, alimentación y recreo adecuados, el amparo de sus padres y una educación que favorezca su cultura general y desarrolle su sentido de responsabilidad tanto moral  como social.
El mandato de la Ley que le dio origen a la Institución ofreció un derrotero que marcó su rumbo, el cual es dar protección económica y bienestar a la población trabajadora mediante el fomento del ahorro y la satisfacción de sus necesidades de crédito, el apoyo a empresas generadoras de trabajo, así como el desarrollo comunal, destacando como labor esencial, la función de liberar de la usura a las personas trabajadoras del país, aspecto que ha cumplido con creces a lo largo de sus años de existencia.
Hoy más que nunca esta invaluable institución está llamada a  perpetuar este mandato, por medio de una gestión financiera que promueva el desarrollo de la economía social; sobre una base de justicia y equilibrio.
Cuarenta y dos años después de su creación, sin temor a equivocarnos, el Banco Popular ha cumplido con miles de trabajadores y trabajadoras costarricenses. Podemos decir que ha cumplido con el país, y se ha convertido en un  instrumento ideal  para construir en Costa Rica la verdadera democratización bancaria. Ha sido capaz de  desarrollar una forma solidaria de hacer negocios, contribuyendo al desarrollo nacional, de las personas y sus familias.
El  Banco Popular y de Desarrollo Comunal, ha demostrado a lo largo de su historia que no puede existir desarrollo económico, si no va de la mano del desarrollo social. Solamente es posible construir sociedades y empresas exitosas si se les otorga la posibilidad de éxito a los individuos que la componen, y esto será posible en el tanto se camine junto a la equidad y la transparencia.
El aporte de esta Institución en favorecimiento de las clases más necesitadas es innegable. La historia le ha dado ya un sitio preferente entre la gente trabajadora costarricense. Con esta experiencia y este compromiso debemos velar por que las nuevas generaciones disfruten de los beneficios que el Banco provee. Por lo tanto, nuestra responsabilidad es dejar fortalecido este legado de forma que la historia patria tenga siempre una página reservada para la valiosa contribución del Banco Popular.
Al evolucionar el mundo, cambian las ideas y las formas de organización. Para atender estos cambios la Institución, desde ya, debe prepararse para enfrentar los retos del futuro, y nos consta que lo está haciendo.
Muy pronto estaremos en presencia de un mundo nuevo y diferente al que conocemos y de esta forma, el Banco será llamado a cumplir nuevos desafíos y tareas en consecuencia con su esencial función en el desarrollo económico y social del país. Y ahí estaremos para garantizar su permanencia y apoyarla en esta maravillosa sinergia que el destino ha creado entre la Institución y el Movimiento Solidarista.
El mandato de la Ley que le dio origen a la Institución ofreció un derrotero que marcó su rumbo, el cual es dar protección económica y bienestar a la población trabajadora mediante el fomento del ahorro y la satisfacción de sus necesidades de crédito, el apoyo a empresas generadoras de trabajo, así como el desarrollo comunal, destacando como labor esencial, la función de liberar de la usura a las personas trabajadoras del país, aspecto que ha cumplido con creces a lo largo de sus años de existencia.
Miércoles, 07 Septiembre 2011 05:52

LA DONACIÓN DE ÓRGANOS

Independientemente de las posiciones ideológicas o religiosas que cada uno tenga, me parece que todos estamos de acuerdo acerca de dos personas maravillosas del mundo moderno, cada una en su campo y en su tiempo, me refiero a Nelson Mandela y a la madre Teresa de Calcuta. Esta última escribió alguna vez: “No estoy completamente segura de cómo será el cielo pero sí sé que cuando nos muramos y llegue la hora de que Dios nos juzgue, él no nos preguntará: “ Cuántas cosas buenas has hecho en tu vida? Sino que Él nos dirá: …“¿Cuanto amor pusiste en lo que hiciste?”…”En esta vida no  podemos hacer grandes cosas. Solo podemos hacer pequeñas cosas con amor”.
La donación de órganos, es un acto de amor. Si al morir dejamos nuestro consentimiento para que las partes de nuestro cuerpo puedan reutilizarse para salvar o mejorar una vida es un acto de amor  pero el desprenderse de un riñón o de cualquier parte de nuestro cuerpo en vida es un acto que sigue el ejemplo del mayor acto de desprendimiento que conoce la humanidad o sea el de aquel que dio su vida para salvarnos a todos  colgado en una cruz. Esa es la esencia del verdadero cristianismo. Del evangelio de Juan, Capítulo 15, versículo 13: ..."Nadie muestra más amor que quien da la vida por sus amigos".
El trasplante de órganos puede significar la vida para muchas personas. Se pueden donar: el hígado, los pulmones, los riñones, las corneas, el corazón,  huesos y la piel. Aunque  los costarricenses poseen una de las más altas tasas de América Latina de donación de órganos,  30 trasplantes por millón de habitantes, ello es todavía insuficiente para llenar las necesidades del país.
La ley 7409 del 12 de mayo de 1994, es el marco jurídico que regula la donación de órganos y la define como un acto voluntario por medio del cual una persona, mayor de edad,  o su familia en el caso de muerte encefálica, ceden los órganos.
Después de haberle donado hace 12 años un riñón a mi querida hermana Priscilla Alfaro Altamirano (qdDg), uno camina  por el mundo con la satisfacción en el alma de que algo bueno hizo en su transitar por esta corta vida. Mahatma Gandhi decía: “…El que quiera ser amado que ame...”
Lic. Eloy Alfaro Altamirano. Cédula: 2-286-476
Donador voluntario de riñón.
Asesor legal del Hospital San Vicente de Paúl, Heredia.
Independientemente de las posiciones ideológicas o religiosas que cada uno tenga, me parece que todos estamos de acuerdo acerca de dos personas maravillosas del mundo moderno, cada una en su campo y en su tiempo, me refiero a Nelson Mandela y a la madre Teresa de Calcuta. Esta última escribió alguna vez: “No estoy completamente segura de cómo será el cielo pero sí sé que cuando nos muramos y llegue la hora de que Dios nos juzgue, él no nos preguntará: “ Cuántas cosas buenas has hecho en tu vida? Sino que Él nos dirá: …“¿Cuanto amor pusiste en lo que hiciste?”…”En esta vida no  podemos hacer grandes cosas. Solo podemos hacer pequeñas cosas con amor”.
Martes, 06 Septiembre 2011 04:09

ESCRÍBEME

Durante el gobierno del militar y político venezolano  el general Marcos Evangelista Pérez Jiménez, muchos opositores fueron encarcelados.  Entre los detenidos y torturados, por varios años, se encontraba Guillermo Castillo Bustamante, cuya esposa Inés, también fue encarcelada. Las visitas a Castillo Bustamante estaban prohibidas, por lo que su única posibilidad de contacto era con su hija Inés, por vía epistolar. Ella recibía sus cartas, de mandatoria corta extensión y le enviaba, por medio de las suyas, las noticias de la familia.
Con un viejo piano facilitado a Guillermo Castillo por un sacerdote, en agosto de 1956, hace cincuenta y cinco años, don Guillermo compone una expresiva letra y música inspirado en el significado de las cartas, recibidas en prisión, de su hija Inés.  Dice la letra: “Son tus cartas mi esperanza, mis temores, mi  alegría y, aunque sean tonterías, escríbeme… escríbeme…”
En setiembre del año siguiente, 1957, el compositor  es liberado, pero expulsado de su patria Venezuela, por el gobierno autoritario de Pérez Jiménez. El destino debía ser Guatemala, pero después de permanecer un corto tiempo en Panamá, Castillo Bustamante, se queda en Costa Rica.
Su amigo y compatriota,  el tenor Alfredo Sánchez Luna, se rencuentra aquí, con el compositor. Guillermo muestra a Alfredo Sadel, nombre artístico de su amigo,  la obra compuesta, para su hija, en prisión: “Me hacen más falta tus cartas que la misma vida mía, lo mejor morir sería, si algún día me olvidaras. Cuando llegan a mis manos su lectura me conmueve, y aunque sean malas nuevas, escríbeme...escríbeme...”
El tenor decide regresar a Venezuela y convencer a Victor Saume del programa Show de las Doce para que le permita, en pleno gobierno autoritario, cantar con su magnífica voz de tenor, el bolero dedicado por Castillo Bustamante a su hija Inés, desde la opresiva prisión del gobernante: “ Tu silencio me acongoja, me preocupa y predispone y aunque sean tonterías, escríbeme… escríbeme…y, aunque sea con borrones, escríbeme…escríbeme.”
Posiblemente, tanto Inés su esposa, como su hija, oyeron, por primera vez, este bellísimo bolero y supieron de su autor, esposo y padre, pues Sadel no solo la entonó, sino que anunció valientemente el nombre de su autor.   Al tiempo que Alfredo Sadel daba a conocer el bolero, Lucho Gatica lo hacía también, en otro contexto, producto de su amistad con el compositor Castillo y el tenor Sadel.
“Escríbeme” es un bolero entrañable y su historia está enraizada en la tragedia de las prisiones políticas latinoamericanas y en las ansias, del padre, por las cartas y noticias de su hija.  Castillo Bustamante volvió a Venezuela, una vez derrocado el carcelero y murió  en 1974.  Inés, la hija y protagonista de esta pequeña joya del bolero, hasta dónde conozco, vive aún en Venezuela. Pérez Jiménez murió en España en  el 2001. El bolero de Castillo Bustamante lo sobrevive. Ojalá, al oir esta bella pieza, compuesta en condiciones apremiantes para su autor, se recuerde siempre a Castillo, Sadel y Saume, tres valientes, unidos en  la lucha contra la tiranía, por un bello bolero.
Mario Quirós Lara.
Durante el gobierno del militar y político venezolano  el general Marcos Evangelista Pérez Jiménez, muchos opositores fueron encarcelados.  Entre los detenidos y torturados, por varios años, se encontraba Guillermo Castillo Bustamante, cuya esposa Inés, también fue encarcelada. Las visitas a Castillo Bustamante estaban prohibidas, por lo que su única posibilidad de contacto era con su hija Inés, por vía epistolar. Ella recibía sus cartas, de mandatoria corta extensión y le enviaba, por medio de las suyas, las noticias de la familia.
Lunes, 05 Septiembre 2011 05:09

Una triada peligrosa

Nos encontramos con un Gobierno que insiste en promesas sin liderazgo o en una gestión contraproducente, dada la frágil recuperación económica que experimenta Costa Rica. Es así, como estas actitudes podrían estar llevando a este país a una nueva zona de peligro, sino analicemos la siguiente triada peligrosa:

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Señalaba el profesor Jaime Vera que “la transformación social no se  engendra directamente por la educación.  Se engendra por la aplicación de la educación.  Y la aplicación de la educación es acción,  acción inteligente, pero acción”. Y esto no se hace más pertinente ante la complejidad de las demandas políticas, económicas, culturales y sociales del siglo XXI, en donde el ámbito educativo también se ve inmerso en un eminente proceso de formación dentro de lo que es la sociedad global del conocimiento, de la era tecnológica, de exigencias del mercado y de diversidades sociales.
Ciertamente la educación debe implicar un cambio hacia la liberación y el desarrollo de los humanos y los pueblos. Es requisito indispensable para hacer productivo el trabajo, es un medio privilegiado de movilidad social, una puerta a la información, al conocimiento y a la historia tanto individual y colectiva que afirma la identidad; es decir, el ser propio. Por ello fortalecer al sistema educativo es la inversión más noble, rentable y estratégica que el Estado y la sociedad pueden llevar a cabo pues invertir en la formación de las nuevas generaciones, en su capital humano, es concurrir a la riqueza social para colocarnos en la senda de un desarrollo humanista, democrático y sustentable.
Este perece ser el consenso más evidente en, prácticamente, todo espacio: lo mismo en una conversación familiar que en un seminario de académicos; en los medios de comunicación o en las reuniones de gabinetes especializados; en las aulas educativas como fuera de ellas..., definitivamente la educación es, a un tiempo, el principal problema del país y su esperanza más grande. Ante este panorama, es evidente que, en  materia de educación, se deben multiplicar los espacios para que los docentes e investigadores, las autoridades educativas, los padres de familia, los alumnos, las organizaciones sociales o empresariales, y todas los agentes comprometidos con el fenómeno educativo, discutan, con sentido de urgencia, sobre avances, temas pendientes, problemas y retos, con una visión estratégica y una clara visión de cambio.
Por ejemplo, hay que avanzar firme y pronto sobra la calidad y la pertinencia de la educación; sobre los contenidos y los recursos; sobre el imperativo de fortalecer los valores cívicos como la tolerancia, el respeto a la dignidad humana, al ambiente y a los derechos humanos, pero también a la diversidad étnica, cultural, religiosa, sexual y el respeto por la Patria. En definitiva, replantear la educación costarricense desde una visión más crítica, innovadora y activa se hace hoy una tarea imperiosa si lo que buscamos es la formación de alumnos con capacidad de liderazgo y ciudadanos con mayor participación social.
Por lo tanto, acompañar al nuevo tiempo político de equilibrio de poderes, de responsabilidades compartidas, de un sólido sustento democrático que tanto exige Costa Rica, con un esfuerzo inédito en el terreno educativo, será no sólo la mejor, sino, la única fórmula eficaz de sustentar, en bases firmes, un proyecto de nación en este siglo veintiuno. De esta manera podrá aclimatarse, en nuestra tierra, una pedagogía democrática que nos prevenga de intolerancias, inercias autoritarias y oposiciones absurdas, las cuales en nada ayudan a apuntalar el ejercicio de un proceso educativo de excelencia.
Como señalara el investigador alemán Derry Hannam, “la Educación Democrática se basa en el respeto a los alumnos; ocurre cuando se les honra y se les reconoce como individuos que participan activamente en su camino por la educación y la democracia;  es, sencillamente, una educación basada en la sana convivencia, el diálogo  y los derechos humanos".
Señalaba el profesor Jaime Vera que “la transformación social no se  engendra directamente por la educación.  Se engendra por la aplicación de la educación.  Y la aplicación de la educación es acción,  acción inteligente, pero acción”. Y esto no se hace más pertinente ante la complejidad de las demandas políticas, económicas, culturales y sociales del siglo XXI, en donde el ámbito educativo también se ve inmerso en un eminente proceso de formación dentro de lo que es la sociedad global del conocimiento, de la era tecnológica, de exigencias del mercado y de diversidades sociales.