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Viernes, 20 Abril 2012 05:41
Dos años de gobierno con una presidente desgastada y sin salida
Comentarista InvitadoA pocos días de cumplir la señora Presidente, Laura Chinchilla 730 días de gobierno, su administración se torna desgastada, y sin salida, con problemas de corrupción por doquier, con una economía que a pesar que los entendidos expresan, se nota estable, esta no se refleja en los bolsillos de los costarricenses.
Viernes, 20 Abril 2012 05:41
Dos años de gobierno con una presidente desgastada y sin salida
Comentarista InvitadoA pocos días de cumplir la señora Presidente, Laura Chinchilla 730 días de gobierno, su administración se torna desgastada, y sin salida, con problemas de corrupción por doquier, con una economía que a pesar que los entendidos expresan, se nota estable, esta no se refleja en los bolsillos de los costarricenses.
Cuando doña Laura aspiró a ser Presidente de la República, expresó ser firme y honesta, pero se ha encontrado con yerros por parte de sus colaboradores, quienes se han visto envueltos en marañas innecesarias, que disminuyen la atención a los problemas nacionales, que afectan la buena marcha del país.
La Presidente, busca por todos los medios, lograr sus objetivos gubernamentales; pero no hay quién le colabore de forma positiva, al punto que las bajas en su gabinete han sido sensibles, la sociedad parece estar en contra de todos sus proyectos, una oposición que un día no le ayuda y otro tampoco, a pesar que expresan que doña Laura no se deja ayudar.
Es aquí donde viene la pregunta ¿quiénes son esos que desean ayudar al gobierno y a Costa Rica? ¿dónde están los políticos que aspiran a ser presidentes de la República, dando su apoyo con ideas claras como expresan tenerlas? o ¿es un simple slogan para lograr votos de los costarricenses en la próxima campaña política?
Es claro, que con un panorama así, doña Laura, se muestra cansada, aferrada a un plan fiscal que parece estar más que enterrado y su gobierno sin un rumbo claro, como una brújula que ya pasó a la historia, sin proyectos alternativos que signifiquen un plan B en caso que los que pasan por la Casa de los Sustos, llámese Asamblea Legislativa no prosperen.
Así las cosas, lo que debemos hacer todos los costarricenses con doña Laura, es ayudarla, siempre y cuando ella también lo permita, que haga un reacomodo de su gabinete, que nombre una comisión que investigue hasta la saciedad a quienes están acompañándola y a quienes vayan a estar a la par de ella con el deseo de gobernar, porque si este barco no supera la tempestad, nos jodemos todos.
Por : Wilberth Gutiérrez Cabrera
A pocos días de cumplir la señora Presidente, Laura Chinchilla 730 días de gobierno, su administración se torna desgastada, y sin salida, con problemas de corrupción por doquier, con una economía que a pesar que los entendidos expresan, se nota estable, esta no se refleja en los bolsillos de los costarricenses.
Jueves, 19 Abril 2012 05:08
No hablemos más de impuestos, hablemos de una Reforma Fiscal Integral
Orlando Castro QuesadaLos reiterados fracasos que han tenido las últimas intentonas de pasar paquetes de impuestos, a tontas y a locas, como reza el refrán popular, debería poner a meditar a las señoras y señores diputados, así como, a la misma señora Presidente sobre que no se puede seguir repitiendo procedimientos y esperar resultados diferentes.
Costa Rica padece los síntomas de una democracia acorralada. Para nadie es un secreto, que en el transcurso de las últimas contiendas electorales, y en ausencia del otro componente del bipartidismo, a la mayoría de los costarricenses no les ha quedado más remedio que votar por el Partido Liberación Nacional, ante el temor de un gobierno del PAC o de grupos anarquistas de izquierda, ¡Dios nos libre! Dicen algunos.
Cualquier duda que pudiera existir sobre la ineficiencia de nuestro Poder Legislativo,
tendría que haberse disipado ante el adefesio promulgado bajo el título de Impuesto a las Personas Jurídicas, Ley 9024 de 23 de Diciembre del 2011. Presionados por las demandas de la Presidenta y de su Ministro de Hacienda, que reclaman más fondos y ante las dificultades que presentaba la tramitación del llamado Plan Fiscal, es probable que los Diputados quisieron demostrarle al Poder Ejecutivo y al país en general, que no eran indiferentes ante la supuesta crisis del Gobierno y aprobaron precipitadamente esa ley que, sin ningún resultado positivo, vendrá a entrabar aun más las actividades económicas y de negocios de este atribulado país, ya sofocado por el enorme cúmulo de leyes, reglamentos y ordenanzas con los que los ciudadanos, tenemos que lidiar continuamente en todas nuestras actividades. El principal reproche a la ley es su inequidad: aplicar a rajatabla un impuesto a las sociedades, sin otra distinción que la que resulta del hecho de encontrarse activas o inactivas, resulta contrario a todo principio de justicia y de racionalidad y delata que el único propósito que animó a los legisladores fue el de aportar fondos al Estado monstruoso y despilfarrador que, desde hace varias décadas nuestros gobernantes han venido alimentando , en un vano intento de solucionar los problemas sociales a base de más leyes y burocracia. El segundo reproche es el de declarar a los representantes de las sociedades, solidariamente responsables del pago del impuesto, lo que es contrario a toda la teoría del moderno Derecho Mercantil, que establece una clara diferenciación entre las obligaciones de la sociedad y las de sus apoderados. Pero se ve claro que cuando de sacar dinero se trata, estas “sutilezas” les tienen sin cuidado a los “padres de la patria”, quienes, para ser congruentes con su ex abrupto, debieron llamar a su creación “Ley de Impuesto a las Personas Jurídicas y a sus representantes”. Siguiendo con esta cadena de desaciertos, el artículo 5 de la ley le prohíbe al Registro Nacional emitir certificaciones de personería jurídica o inscribir ningún documento a favor de los contribuyentes de este impuesto, que no se encuentren al día en el pago del tributo. Es decir que si el Gerente de una sociedad adquiere, a título personal, un bien inscribible en el Registro, no puede consolidar su derecho por cuanto la sociedad que representa - de la cual tal vez ni siquiera es socio- está adeudando este sacrosanto impuesto. La medida puede llegar a afectar incluso a terceras personas, pues si un acreedor de la sociedad debe demandarla por algún motivo, no podría hacerlo mientras el impuesto no haya sido cancelado, ya que no podría acreditar ante los Tribunales la personería del representante de su deudora. A quien se le ocurra argumentar que el interesado en estos casos puede pagar el impuesto que le corresponde a la sociedad, habría que replicarle que es inconcebible e inmoral que las leyes obliguen a terceros a pagar deudas ajenas. Finalmente cabe preguntarse, a qué serán destinados los fondos recaudados a costa de tanto entrabamiento y complicación? La propia ley nos lo aclara en su artículo 11.
Un 5% se destinará a financiar los gastos correspondientes al cobro del tributo y el resto será invertido en programas de seguridad ciudadana y combate a la delincuencia. Es decir puro bla bla. Nada concreto y palpable. Una etapa más en este proceso de “hacer que se hace” para engañar a los ciudadanos, aumentar la burocracia y complicar aún más los trámites burocráticos ya de suyo complicados. La insatisfacción con estos cuerpos deliberantes, llámense Congresos, Asambleas Legislativa o Parlamentos es de vieja data y se ha presentado, a través de la Historia, en diversas latitudes. A fines del siglo XIX, el filósofo alemán, Eduard von Hartmann decía en tono melancólico:
Desde hace tiempo nadie cree ya que la libertad del pueblo se halle garantizada en la forma de gobierno parlamentario… Todo el mundo está cansado del Parlamento, pero nadie sabe proponer algo mejor y la conciencia de tener que entrar en el nuevo siglo cargando con esta despreciable institución, como un mal inevitable, oprime el ánimo de los mejores”
Cuanto de nosotros, al leer estas palabras, escritas en otro Continente, hace más de cien años no estaríamos gustosamente dispuestos a hacerlas nuestras?
Cualquier duda que pudiera existir sobre la ineficiencia de nuestro Poder Legislativo, tendría que haberse disipado ante el adefesio promulgado bajo el título de Impuesto a las Personas Jurídicas, Ley 9024 de 23 de Diciembre del 2011.
Si no cambiamos toda la estructura del Estado, la Constitución, nuestro Sistema Presidencialista, la mentalidad de llegar a gobernar para su beneficio, sus empresas y amigos,y no nos adentramos en el mundo de la Ciencia y la Tecnología, la autosuficiencia alimentaria y energética, no vamos a ser capaces de encontrar el desarrollo sustentable que tanto se pregona. A lo sumo seguiremos pegando parches aquí y allá, y se nos reconocerá como un país que tuvo un buen Sistema de Parques Nacionales, buenos intentos de conservar la biodiversidad, y donde se derrocharon millones de dólares a favor del ambiente.
El país está enfermo y no está preparado para los retos que nos plantea el nuevo siglo. Lo está carcomiendo la corrupción a todo nivel. Corremos el peligro de que lentamente o más rápido de lo que pensamos, se nos desmorone todo lo que hemos lograda en paz, educación, democracia, conservación, etc. Aquí ya no hay en quien confiar. Los líderes que salen no miran más allá de sus intereses electoreros y económicos. La gente está defraudada y no vislumbramos algo a la distancia que nos haga ser optimistas.
Si no arreglamos este país y se establece una nueva moral y cultura para gobernar y actuar, una nueva ética hacia el futuro, de nada nos valdrá las prédicas ambientales, ni estrategias de conservación, ni Consejos de la Tierra, ni ideas de carbono neutro o desarrollo sostenible.
Todo será pura palabrería, porque aquí hoy, aplicar y hacer realidad las buenas y positivas cosas, es prácticamente imposible ante tanta anarquía, corrupción y desmoralización existente. Y si el esquema se desmorona, si estallan conflictos sociales como en otros países, lo que más sufrirá será la ecología, además de el pueblo, los más desposeídos, porque las crisis sociales también son enemigas del ambiente y de los pobres.
Mucha gente que se dice ecologista gasta energía y esfuerzos en apagar incendios y en oponerse a esto o aquello por razones ambientales, sin entrar al fondo del asunto, a cambiar el sistema gubernamental obsoleto que tenemos, sin pensar que hay que variar la ética de gobernar.
Nuestra democracia tiene que evolucionar y prepararnos a vivir en una sociedad moderna, de futuro, donde tengamos la capacidad de sostener a una mayor población y mantener ecosistemas representativos, donde podamos tener fuentes de empleo para nuestros hijos, pero también biodiversidad, aire puro y una mejor calidad de vida.
¿Dónde está el líder o pensadores que lleven al país por la ruta que necesita para enfrentar los retos del futuro y de las generaciones que aún no han nacido? Que falta nos hacen los árboles de sabiduría que se nos fueron.
ALEXANDER BONILLA DURÀN
Si no cambiamos toda la estructura del Estado, la Constitución, nuestro Sistema Presidencialista, la mentalidad de llegar a gobernar para su beneficio, sus empresas y amigos,y no nos adentramos en el mundo de la Ciencia y la Tecnología, la autosuficiencia alimentaria y energética, no vamos a ser capaces de encontrar el desarrollo sustentable que tanto se pregona. A lo sumo seguiremos pegando parches aquí y allá, y se nos reconocerá como un país que tuvo un buen Sistema de Parques Nacionales, buenos intentos de conservar la biodiversidad, y donde se derrocharon millones de dólares a favor del ambiente.
Expresaba José Ortega y Gasset que “la labor docente es el esfuerzo permanente que un nadador realiza para mantenerse a flote”. A partir de esta máxima vale preguntarse si, actualmente, ¿los docentes universitarios de nuestro país se están interesando en sumergirse en el mar de responderle pertinentemente a los estudiantes para su eficaz incursión en el mundo académico, laboral o ciudadano?, ¿estarán preparados para desarrollar una gran dosis de empatía, responsabilidad, innovación, honestidad, perseverancia, pasión y compromiso para asumir este reto?...
Desgraciadamente es sabido que muchos docentes universitarios, por más alto grado académico que posean, muchas veces no cuentan con una formación psicopedagógica que los habilite para desempeñarse exitosamente en el proceso educativo, de ahí la urgencia de que en particular, como lo señala la doctora Viviana González, los profesores reciban la preparación psicopedagógica necesaria para diseñar, ejecutar, evaluar y dirigir un proceso de enseñanza-aprendizaje que propicie un proceso dialógico y participativo, en el que docentes y estudiantes asuman de manera consciente la condición de sujetos de enseñanza y aprendizaje.
Definitivamente en el tanto el profesor se pregunte constantemente ¿para qué?, ¿cuándo?, ¿por qué? y ¿cómo? establecer el aprendizaje…, en la medida en que se “aprenda a aprender” para adaptarse y responder a los cambios permanentes, y en el tanto las universidades estén abiertas a asumir los procesos de cambio y de redefiniciones curriculares acorde con las posturas del ejercicio profesional, podrá establecer un modelo pedagógico en donde el estudiante podrá asumir una postura flexible, reflexiva, activa, coherente y constructivista a las exigencias académicas y socio-laborales de nuestros tiempos.
No hay que olvidarlo: la Universidad debe estar presente en la vida social como agente de cambio, como promotora de servicios, tal y como quedara establecido en el preámbulo de la Declaración Mundial sobre la educación Superior en el Siglo XXI: Visión y acción de 1998, al establecer que “si se carece de instituciones de educación superior e investigación adecuadas que formen a una masa crítica de personas cualificadas y cultas, ningún país podrá garantizar un auténtico desarrollo sostenible”.
En esa medida, los docentes universitarios deben procurar ser profesores constructivistas quienes traten de ser el facilitador o mediadores entre el conocimiento y el sujeto que aprende. Proponer actividades en las cuales no sea él quien enseña sino quien logra que sus alumnos descubran ese contenido de aprendizaje y al hacerlo lo puedan llevar a cabo en su vida cotidiana. Es decir, que no sea un aprendizaje solo teórico, sino práctico. Para ello, los educadores deben fomentar en sus clases la libertad de ideas, el flujo de reflexiones, el sentido del deber, la posibilidad de crítica y el impulso del pensamiento creativo en sus alumnos, para que se trasluzcan en fascinantes estímulos de convivencia social.
Definitivamente desde la condición de docentes se puede dar el paso significativo hacia ese gran reto del siglo XXI que es consolidar una educación de calidad que redunde en mejores niveles de bienestar para todos; fomentar un ámbito universitario en donde fructifiquen nuevas formas de pensar; y formar estudiantes conscientes tanto de su desarrollo profesional como personal, emprendedores, con las herramientas necesarias para tomar decisiones responsables y con la capacidad para responderle, pertinentemente, a los requerimientos de esta sociedad.
Bajo este contexto, todo docente universitario se debe preocupar por el ¿qué enseña?, ¿cómo lo enseña?, ¿para qué lo enseña?, y ¿a quién le enseña?; pues, en estas interrogantes se basa el conocimiento de la disciplina que pretenda impartir, su sana enseñanza y la adecuada incorporación de los estudiantes como profesionales de una sociedad altamente competitiva.Expresaba José Ortega y Gasset que “la labor docente es el esfuerzo permanente que un nadador realiza para mantenerse a flote”. A partir de esta máxima vale preguntarse si, actualmente, ¿los docentes universitarios de nuestro país se están interesando en sumergirse en el mar de responderle pertinentemente a los estudiantes para su eficaz incursión en el mundo académico, laboral o ciudadano?, ¿estarán preparados para desarrollar una gran dosis de empatía, responsabilidad, innovación, honestidad, perseverancia, pasión y compromiso para asumir este reto?...
Expresaba José Ortega y Gasset que “la labor docente es el esfuerzo permanente que un nadador realiza para mantenerse a flote”. A partir de esta máxima vale preguntarse si, actualmente, ¿los docentes universitarios de nuestro país se están interesando en sumergirse en el mar de responderle pertinentemente a los estudiantes para su eficaz incursión en el mundo académico, laboral o ciudadano?, ¿estarán preparados para desarrollar una gran dosis de empatía, responsabilidad, innovación, honestidad, perseverancia, pasión y compromiso para asumir este reto?...
De cara al viaje misionero de Benedicto XVI a México y Cuba todo ha sido tan apabullante y tan lleno de brillo que ciertos enfoques del mismo no han podido aparecer siendo mas que enfoques toscos, desafortunados y marcados por la mala fe.
La República ubicó en su editorial un texto brillante, pausado y bien construido acerca del significado de la presencia de Benedicto XVI en América Latina el continente de la esperanza. De gran lucidez la reflexión del editorialista que, con mucho cuidado e información, plasmó un análisis serio de todo lo que podía esperarse de un viaje que, tal y como las evidencias lo han demostrado, traía consigo expectativas de luces y de alegría para los pueblos cristianos que peregrinan por nuestro subcontinente. Los retos, claro está, no faltaban.
En cambio, otro medio como es el caso de La Nación, del modo mas sorprendente, obvió todo lo decisivo del viaje evangelizador del Papa Teólogo y se dedicó a hablar una y otra vez de abusos, sexo, pedofilia, complots, etc. Para este diario el viaje fue solo eso. Todo lo esencial de los mensajes, de la euforia de los fieles, de la profundidad de las reflexiones y celebraciones no contó para nada. De feria, se agregó un reportaje acerca de los dimes y diretes de unas maquinaciones que solo Dan Brown podría igualar en creatividad e inexactitudes incluso, en la más elemental terminología eclesial.
Es obvio que la perspectiva correcta para leer todo cuanto ha ocurrido en estos días en el recorrido pontificio es la que hemos visto, oído y admirado en vivo. La República no ayudó a tener un criterio de lectura, lo demás evidentemente no. Los hechos, sin embargo, nos llevan a desechar ciertas elucubraciones enfermizas de algunos comunicadores y sus medios que, curiosamente, no ven ni siquiera lo que tienen enfrente. Les enferma, me parece, la verdad.
Las características del magisterio de Benedicto XVI, su impacto en medio de la andar de la Iglesia y sociedad, el dinamismo creativo que ha mostrado y su estilo tan propio, resultan realidades insoportables para mas de un medio de comunicación atacado de secularismo y ello, a veces, negando hasta sus mismos orígenes ideológicos. Ello se nota entre nosotros y a nivel global también.
Se impone una reacción crítica del católico usuario de los medios de comunicación. Se hace mas y mas necesaria una actitud menos complaciente. Sobre todo, cuando resulta tan extremadamente evidente la mala fe de un medio o su deseo de ensuciar por ensuciar, sea ello solo por afán amarillista o bien, por el deseo insano de crear polémica allí donde no la hay.
Depende del consumidor católico de información discernir, escoger y elegir solo lo que vale y es respetuoso, lo demás, se ha de hacer a un lado sin mas ni contemplación alguna.
De cara al viaje misionero de Benedicto XVI a México y Cuba todo ha sido tan apabullante y tan lleno de brillo que ciertos enfoques del mismo no han podido aparecer siendo mas que enfoques toscos, desafortunados y marcados por la mala fe.
Martes, 10 Abril 2012 05:43
Un país de oportunidades, en lugar de un país paternalista…
Escrito por Camilo Rodríguez ChaverriEste muchacho creció sin el papá en su casa. Su mamá fue madre y padre. Su mamá trabajaba limpiando casas. Tuvo que pulsearla desde que era muy chiquillo. Siendo un adolescente, se levantaba a las dos de la mañana, recogía el pan en una panadería del barrio y lo repartía por varias comunidades.
La frase con la que termina este comentario, sonará algo fuerte para algunos. Alguien podría pensar que es una grosería; sin embargo, lo último que quisiera es ser irrespetuoso con la gente tan culta que escucha este programa, caracterizado desde hace décadas por ser promotor de respeto. Lo que intento más bien, es llamar la atención sobre acontecimientos que me tienen muy pero muy preocupado y que definitivamente me obliga a plantear esta reflexión.
Hace unos días, la opinión pública fue conmocionada con la información de que funcionarios de altísimo nivel, responsables primarios de dar ejemplo de claridad en el cumplimiento de sus obligaciones tributarias, no cumplieron con los rigores de declaración que la LEY establece sobre la propiedad de bienes inmuebles. Hay algunas municipalidades que lograron que el 90% de sus contribuyentes declararan sus bienes, lo que nos dice que la minoría que no declara es la que siempre intenta zafarle el hombro a la obligación y se refugia en interpretaciones ambiguas y excusas repugnantes. Si esta falacia con que se intentó justificar el funcionario fuera el proceder normal ¿por qué entonces esos funcionarios salen corriendo a actualizar la declaración cuando se enteran de que una investigación periodística los delatará? y ¿por qué en una municipalidad más del 90% de los contribuyentes sí interpretan que es un deber ciudadano hacer la declaración de bienes inmuebles, pero el funcionario que más clara debe tener la ley, interpreta lo contrario?.
Los mismos que vienen justificando su inoperancia en la función pública y su incapacidad de hacer obras por falta de recursos, son los mismos que se escudan en la misma ineficiencia de recaudación que les protege y en avales presidenciales muy cuestionables e improcedentes, que lo único que demuestran es que la firmeza no era más que un lemita de campaña, vacío.
Antes de irse de vacaciones, cosa para la cual no les cuesta nada ponerse de acuerdo, y como para “terminar de arreglarla”, a algún diputadito se le ocurrió defender un proyecto de ley que pretende perpetuar la inmunidad para algunos altos funcionarios públicos, incluidos los diputados.
Cuando uno ve noticias como estas, lo único que atina a cuestionarse es ¿En qué mundo viven estos señores? ¿En qué desgastan las neuronas cada día? ¿Cómo un poder ejecutivo clasifica una ocurrencia de esta naturaleza como uno de sus proyectos de prioridad? ¿Qué lectura hacen estos señores de los signos de los tiempos, en los que más bien se pide a gritos la eliminación de estas inmunidades que solo han servido para dilatar y secretear procesos penales VERGONZOSOS?.
Me he sentido burlado y ofendido en mi inteligencia con declaraciones de justificación como las que he escuchado de estos señores. Una gran mayoría de personas sentimos que se burlan de nosotros todos los días y que nos están tomando el pelo. Una buena cantidad de personas en este país sentimos que ministros, diputados, jueces y otros muchos funcionarios con poder, nos ven cara de ingenuos o peor aún, nos ven cara de tontos.
No se equivoquen señores, no le jalen más el rabo a la ternera y no se la tiren de muy vivos. Aunque yo lamento, que a veces este pueblo es más alfabetizado que educado, las gestas que nuestros antepasados dieron en pos de nuestras libertades se dieron casi siempre con la inspiración de una gran sabiduría popular y esa, es la misma sabiduría que hoy les reclama más respeto. Que les exige más prudencia al rendir cuentas y que sobre todo, les pide que tengan cuidado porque pueden estar subvaluando a este pueblo manso pero no menso y que les recuerda que “el mayor placer de un pueblo inteligente, es aparentar ser idiota frente a un montón de idiotas que aparentan ser inteligentes…” Comentario de Alexander Hernández Camacho,
La frase con la que termina este comentario, sonará algo fuerte para algunos. Alguien podría pensar que es una grosería; sin embargo, lo último que quisiera es ser irrespetuoso con la gente tan culta que escucha este programa, caracterizado desde hace décadas por ser promotor de respeto. Lo que intento más bien, es llamar la atención sobre acontecimientos que me tienen muy pero muy preocupado y que definitivamente me obliga a plantear esta reflexión.
El pasado 21 de marzo, en el Auditorio Clodomiro Picado de la Universidad Nacional, muchos de quienes nos declaramos peregrinos de los ceremoniales poéticos, nos reunimos a festejar la firma del Decreto que declara dicha fecha como el Día Mundial de la Poesía, el cual fue propuesto por la UNESCO y apoyado, de manera especial, por el señor Javier Pérez Hidalgo, miembro del Taller Literario del Programa de Atención de la Persona Adulta Mayor del Centro de Estudios Generales de la Universidad Nacional. Sin duda fue una actividad cargada de emotividad; maravilloso resultó ver la concurrida asistencia, y lo más impactante, fue el encuentro generacional de niños, jóvenes y adultos mayores rindiéndole tributo a la poesía con la declamación de sus respectivos poemas.
¡Qué poética experiencia y qué alimento para el alma!, porque qué es la poesía sino el estado henchido del espíritu que dialoga en la piel misma de la existencia. Concepción de la poesía como entraña de lo cotidiano, en el sentido que le atribuía el poeta García Lorca cuando afirmaba que “la poesía es algo que anda por la calle”; pues bien, la poesía es ese “algo” que ciertamente se nutre, se desnuda, se arropa, agoniza, se regenera y se transmuta en los tránsitos cotidianos de los humanos. Así lo ha sido en todos los lugares, y así lo ha sido en todos los tiempos…
De esta forma la poesía se ha agitado, tenazmente, en cada ruego de piel, sangre, palabra, letra y vida de los pueblos, y se ha tejido, trazo a trazo, sustento a sustento, como un habitual milagro entre los tránsitos, esperanzas y sortilegios de la conciencia humana. De allí que se pueda afirmar, con cierta libertad histórica y estética, que hoy la poesía está incorporada en todo y en todos; gozosamente atemporal, sugestivamente irreverente, llanamente inevitable, socialmente necesaria; un menester consustancial a las mujeres y los hombres.
Por ello tengo la creencia de que en esta sociedad fragmentada, mecanicista y masificada que vivimos hoy; impotente para engrandecer a las personas con visiones renovadas y fértiles, y en donde por desgracia la materia ha suprimido la idea; lo superficial ha rasgado lo espiritual; el afán de lucro y poder ha limitado los sueños, y la vida agitada y agobiante ha cercenado la virtud de la contemplación y la creatividad, la poesía se revela francamente humanizante, capaz de invadir, con palabras de fuegos reverdecidos, las apetencias de un mundo sediento de fuerza interna, progreso, justicia y amor. Como lo señalara en la actividad el Ministro de Cultura, “la poesía es aquella palabra convertida en brillante luz”; así es, con luz propia, cual patrimonio del mundo, cual profetiza de los tiempos, la poesía constituye la más antigua y, paradógicamente, la más nueva forma de conquista de los humanos.
En este sentido decía el pensador Heidegger que es poéticamente como el hombre hace habitable la tierra, y en efecto, es poéticamente como las mujeres y los hombres, con sus alegrías y angustias, sus desafíos y logros, sus esperanzas y miedos, sus titubeos y rebeliones, pueden ir a la conquista de nuevos fuegos y partos de liberación mediante la poesía. Por eso confío en la poesía como un arma poderosa, libertaria, trasgresora, purificadora e inmortal; por eso creo en los rituales poéticos como los del pasado 21 de marzo como un total pretexto para permitirle a la poesía adentrarse y anidarse en los tiempos y destiempos de nuestras existencias.
Ojalá, entonces, sea gozosamente bienvenida la poesía, por todos, a ese espiritual y corpóreo banquete de sentidos que cada 21 de marzo, Día Mundial de la Poesía, nos enamora para que, usted y yo, nos revelemos festiva y fértilmente trasfigurados en portadores y amantes de cada gesto de poesía que, cotidianamente, nos sustentan. Ahora…, desde hoy…, y por siempre…
El pasado 21 de marzo, en el Auditorio Clodomiro Picado de la Universidad Nacional, muchos de quienes nos declaramos peregrinos de los ceremoniales poéticos, nos reunimos a festejar la firma del Decreto que declara dicha fecha como el Día Mundial de la Poesía, el cual fue propuesto por la UNESCO y apoyado, de manera especial, por el señor Javier Pérez Hidalgo, miembro del Taller Literario del Programa de Atención de la Persona Adulta Mayor del Centro de Estudios Generales de la Universidad Nacional. Sin duda fue una actividad cargada de emotividad; maravilloso resultó ver la concurrida asistencia, y lo más impactante, fue el encuentro generacional de niños, jóvenes y adultos mayores rindiéndole tributo a la poesía con la declamación de sus respectivos poemas.
Sigo pensando que es una idiotez pensar abrir el país a la importación de desechos tóxicos, como lo piensan algunos diputados.
Sólo al África Occidental hace unos años fueron enviadas 24 millones de toneladas de desechos tóxicos. Estados Unidos exporta cada año millones de kilos de plaguicidas, muchos a veces prohibidos o restringidos en ese país.
No es la primera vez que intentan enviarnos basura tóxica a nuestros países. En el pasado lo han intentado en Costa Rica, o en Nicaragua, que recuerde. En Nicaragua hace unos años propusieron llevar 230 mil toneladas por mes de basura tóxica industrial para depositar en la costa Atlántica. Proponían pagar 2.2 millones de dólares mensuales. Por supuesto que el negocio de la basura tóxica es un gran negocio, pero es una actividad criminal para los habitantes del pais que lo tenga.
Abrir el portillo a desechos peligrosos es tener sustancias como el plomo, aluminio, arsénico, cromo, cobre, mercurio, niquel, zinc, dioxinas, y otras tantas, amenazando nuestros subsuelos, aguas, aire.
Por nuestra alta pluviosidad estas sustancias pueden llegar a nuestras fuentes de agua y afectar a la población, con todas sus secuelas. No estamos preparados para esto, ni tenemos los controles ni la tecnología para manejarlo.
Costa Rica no necesita un desarrollo ni fuentes de “trabajo” a base de sustancias tóxicas, ni aliarse con la industria criminal generadora de sustancias peligrosas, que ha envenenado y matado a mucha gente en diversos lugares del mundo.
Alexander Bonilla Durán
Sigo pensando que es una idiotez pensar abrir el país a la importación de desechos tóxicos, como lo piensan algunos diputados.
Sólo al África Occidental hace unos años fueron enviadas 24 millones de toneladas de desechos tóxicos. Estados Unidos exporta cada año millones de kilos de plaguicidas, muchos a veces prohibidos o restringidos en ese país.
Costa Rica se distinguió del resto de los países latinoamericanos por ser una nación donde los diferentes actores políticos lograban conversar y ponerse de acuerdo en proyectos país de largo plazo; sin embargo esta capacidad a lo largo del tiempo se ha perdido y nuestro sistema democrático se ha vuelto enredado e incapaz de permitir el avance de las obras necesarias para hacer de Costa Rica una de las naciones desarrolladas de América Latina.
Para salir del actual letargo institucional se requiere de voluntad, compromiso y diálogo de parte de todos los actores políticos y sociales con el fin de alcanzar acuerdos con visión de largo plazo que redunden en el beneficio de la sociedad.
Es por ello, que la Unión Costarricense de Cámaras y Asociaciones del Sector Empresarial Privado, UCCAEP, presentó dentro de su agenda de desarrollo país con visión de largo plazo la necesidad de mejorar la gobernabilidad del país, ya que un sinnúmero de encuestas demuestran la insatisfacción de los ciudadanos con respeto a la democracia, y la pronta respuesta de las instituciones y de los gobernantes ante las demandas ciudadanas.
Entre las causas que señalan dichos estudios para la reducción del apoyo al sistema democrático aparecen la pobreza, la exclusión y la desigualdad, pero también la debilidad institucional, la pasividad para la toma de decisiones producto de la burocracia, e influye la judicialización de las decisiones políticas, y hasta las contradicciones en fallos que emanan de las diferentes instancias de la Corte Suprema de Justicia.
En este sentido, UCCAEP como actor social responsable propone una serie de iniciativas para mejorar la gobernabilidad y rescatar las necesidades de buscar acciones para mejorar la calidad de vida de los costarricenses.
Entre las propuestas que UCCAEP realizó destaca la imperiosa necesidad de que se reforme el reglamento de la Asamblea Legislativa, de modo que los proyectos de ley tengan un plazo definido de votación, eso sí tomando en cuenta las consultas a los diversos grupos sociales. La reforma reglamentaria también debería contemplar la reducción del quórum para abrir las sesiones plenarias, ya que la realidad demuestra que el trabajo parlamentario se ejecuta dentro y fuera del Plenario Legislativo.
Así mismo, UCCAEP señaló que deben introducirse cambios a la Ley de la Jurisdicción Constitucional, con el fin de limitar el accionar de la Sala Constitucional. También proponemos reformar el Estatuto del Servicio Civil para incorporar el tema de productividad de los funcionarios públicos en el ejercicio de sus funciones, como parámetro de evaluación, promoción y retribución.
Asimismo, se propone reformar la forma de elección de los diputados de la Asamblea Legislativa, y revisar la ley de la Contraloría de la República con el fin que de que se garantice la vigilancia efectiva de la Hacienda Pública con un control a posterior.
Trabajar en estos cambios permitiría devolver la confianza al ciudadano en el sistema. Como organización somos consientes que la realización de esta tarea requiere de acuerdos nacionales con un horizonte de largo plazo y por ello estamos en la disposición de trabajar para que nuestras propuestas sean consideradas y ejecutadas no solo para fortalecer la democracia, sino para darle soluciones a los problemas nacionales.
Manuel H. Rodríguez Presidente UCCAEP
Costa Rica se distinguió del resto de los países latinoamericanos por ser una nación donde los diferentes actores políticos lograban conversar y ponerse de acuerdo en proyectos país de largo plazo; sin embargo esta capacidad a lo largo del tiempo se ha perdido y nuestro sistema democrático se ha vuelto enredado e incapaz de permitir el avance de las obras necesarias para hacer de Costa Rica una de las naciones desarrolladas de América Latina.