Alexander Hernández Camacho
Intento hablarles de economía, desde una perspectiva más práctica y menos etérea; por lo que al grano, me iré a loque impacta a la gente de a pie, a los que cada día miden la economía con la óptica de lo realizable desde su billetera.
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Empiezo este comentario haciendo uso de uno de los cuatro acuerdos contenidos en el libro del mismo nombre, del autor Miguel Ruiz. "No te tomes nada personal". Por qué este inicio?, porque lo que aquí expresaré no tiene nada que ver con el drama personal que viven miles de familias que no han podido tener hijos y que los desean desde lo más profundo de su alma para amarlos, cuidarlos y respetarlos en su individualidad y en su integridad como seres humanos.
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Siempre he dicho que a este país le pusieron un nombre muy apropiado. Costa Rica, es un nombre que hace referencia a una costa que posee muchas riquezas, lo cual es cierto desde el punto de vista de las múltiples bellezas naturales de las cuales gozamos. Por desgracia, también lo es por la exagerada cantidad de problemas económicos que vivimos y la eterna postergación que hemos hecho de un problema que tiene ya matices de eternidad como lo es el Déficit Fiscal.
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El Presidente de la República fue categórico al decir que él está dispuesto a asumir costos políticos pero NO por tonterías. A partir de esa proclama y en aras de las coherencia entre lo dicho y la acción, uno esperaría que con toda contundencia, se apliquen las sanciones que procedan y contra quien corresponda, luego de las desacertadas actuaciones de los últimos días de algunos jerarcas y de todo el séquito de asesores que una vez más, meten la pata de forma tan aberrante.
En un solo día y en un solo medio de comunicación, leí cuatro notas que lo único que me permitieron concluir es que en este país, aunque somos pura vida, a todo le sacamos un chiste y nadie nos ha podido quitar ese primerísimo lugar en felicidad mundial; somos sin duda una especie rara, que teniéndolo todopara ser desarrollados, seguimos sumidos en esa fea fase de subdesarrollo mental, de carencia de aspiraciones y de inercia.
Se abre el telón y aparece el Gobierno defendiendo a capa y espada el presupuesto con todos sus despilfarros y gastos superfluos, como la construcción de un centro de recreo a algunos empleados no muy merecedores de más alcahuetería. Se cierra el telón. Se vuelve a abrir el telón y aparecen los salvadores de la patria, otrora gestores del enorme déficit fiscal que tiene el estado, diciendo que el Gobierno lo que quiere es gastar a manos llenas la plata de todos los costarricenses. Se cierra el telón. ¿Cómo se llama la obra?.