Aquello de esperar a que se aclaren los nublados del día, ha terminado por nublarnos la razón y las agallas y hemos sido presos de un conformismo y un statu quo que nos tiene allí; dormidos, a la espera de que alguien resuelva y el que debe resolver, espera a que otro lo haga por él. Así, todo espera, la vida sigue igual y nadie hace nada.
Las siguientes, son las cuatro notas a las que me refiero y por las cuales han pasado por mi mente, un enorme número de dudas, que ante la impotencia de encontrarles respuesta, me conformo con compartirlas con ustedes, apreciados oyentes de Panorama.
1. En un video, se muestra a un grupo de “personas” dañando a patadas un ascensor ubicado en un puente peatonal en la ciudad de San José. ¿Qué decir ante esas imágenes? No mucho. ¿Qué hacer ante la impunidad de estos delincuentes? Tampoco mucho.
2. Al estado le cuesta 5 millones de colones, permitir que una persona que está presa por procesos judiciales en curso, asista al funeral de su hermano. ¿Usted qué opina?
3. Por iniciativa de una universidad privada, se determinó que el 68% de las medicinas desechadas o mejor dicho “tiradas a la basura” por los ticos, son medicinas expedidas por la CCSS. Además, mayoritariamente son medicinas para tratamientos crónicos como hipertensión, colesterol y otros de los muchos males que a más ticos matan cada día. Sobre esta barbaridad no hay mucho que preguntarse y me parece que ya es hora que a un montón de inconscientes que saturan los servicios médicos de la CCSS, se les cobren los medicamentos. Tenemos una seguridad social de primer mundo y la desangramos con todo tipo de abusos. Cuando ya no exista, serán el llanto y el crujir de dientes.
4. ¢144 MIL MILLONES paralizados en el BANHIVI por pura tramitología. ¿Cuánto nos cuesta mantener burócratas que no hacen su trabajo por leguleyadas? ¿Quién llama a cuenta a los responsables? ¿Por qué no ponen un poquito de creatividad y dejan de refugiarse en tramitologías burdas? ¿Por qué mejor no buscan a todos esos que hacen negocio con las viviendas de bien social, quitándole espacio a los que realmente necesitan del apoyo para una vivienda digna?
¿Cuánto tiempo faltará para que esta bomba de tiempo explote llevándose a su paso todo lo bueno que tenemos? ¿Cuánto más soportarán las bases de este puente, el correr del agua turbia de lamala fe, la impunidad y la impericia? ¿Qué más falta por ver, antes de que este país se caiga definitivamente? Será que hay que tocar fondo para levantarnos de nuevo? Si es así, a qué distancia estaremos de ese fondo? Podremos salir de él? Tendremos la gallardía que tuvieron los antepasados que construyeron este puente que ya no da para más?
Estimado amigo oyente de este maravillo espacio, respóndase usted mismo a estas preguntas, por qué quien las ha formulado no tiene la respuesta.