Comentarios
Para nadie es un secreto, o por lo menos para la mayoría, darse cuenta de que estamos viviendo en la era del conocimiento. Entre mejor informados estemos, entre mejor podamos ser analíticos de nuestro entorno, entre más tomemos posiciones reflexivas ante las problemáticas que se nos presenten, mejor preparados estaremos para enfrentar exitosamente esta sociedad tan convulsa y competitiva. Pero ¿realmente nos estamos preocupando por lograr estándares eficaces de conocimiento?, ¿acaso el ambiente en que nos desenvolvemos nos está permitiendo develar esa ceguera intelectual que tanto está agobiando a la población?, ¿estarán siendo nuestros ámbitos educativos espacios propicios para el fomento de habilidades cognitivas como el análisis, la interpretación, la evaluación o autorregulación?...
Ciertamente muchas veces la sociedad se enfoca más en resolver conflictos de índole físico, como por ejemplo las ya conocidas crisis económicas, sin embargo los aspectos intelectuales, esas crisis de conocimiento tan abundantes en nuestro entorno, se dejan de lado. Y no es que no existan maneras para erradicar esta carencia o apatía al conocimiento porque sí las hay, y una realmente efectiva es la lectura. Porque con respecto a la lectura es realmente preocupante que muchas personas, por apatía intelectual, no hayan comprendido a cabalidad, o no lo quieran hacer, que leer es una de las habilidades intelectuales más asequibles, sencillas y productivas.
¿Cuántas de las personas quienes conocemos, o nosotros mismos, realmente le dedicamos tiempo a la lectura?... Y no hablo de leer solamente el horóscopo, la sección deportiva, los espectáculos o las caricaturas, sino de ejercer un proceso analítico de aquellas secciones cuyo propósito es generar una criticidad en el lector como los editoriales, o fomentar la información para una toma de criterio de lo presentado. Tampoco se trata de leer de una manera superficial, sin ir más allá, sin buscar aquellas premisas que sustenten la tesis del escritor, sin generar un proceso de evaluación de lo leído, o, aún peor, sin determinar cuál es el proceso de autorregulación generado a partir del texto. Se trata de ver en la lectura una de las herramientas más eficaces, racionales y libres para incorporarse con mayor éxito en esta sociedad del conocimiento.
Efectivamente la lectura es el camino hacia el conocimiento y la libertad, pues implica la participación activa de la mente y contribuye al desarrollo de la imaginación, la creatividad, el análisis y la concentración; enriquece tanto la expresión oral como escrita, elementos básicos para la incorporación efectiva al mundo académico o profesional; y, a la vez, puede hacer gozar, entretiene y distrae. Ante este panorama, el fomentar un hábito por la lectura, en especial por parte de quienes tenemos el gran privilegio de ser formadores, va más allá de incentivar un pasatiempo digno de elogio; es, a todas luces, solidificar el presente de nuestras acciones y garantizar el conocimiento futuro de las nuevas generaciones en la búsqueda de un mundo más justo, preparado, inteligente, analítico y humanista.
Porque la lectura marca, ciertamente, la diferencia entre la ignorancia y el saber; entre la luz y la sombra; entre la libertad y el sometimiento; entre la esperanza y la desesperanza; por eso ojalá que sigan muchos lectores decididos a hacer de la lectura una máxima de vida. Solamente así se logrará descubrir que la lectura, más que una obligación, constituye un verdadero placer y, dentro de esta inminente era del conocimiento, una rotunda fuente de aprendizaje, liberación e identidad. Tal y como lo señalaba Santa Teresa de Jesús: “Lee y conducirás; no leas y serás conducido”.
Para nadie es un secreto, o por lo menos para la mayoría, darse cuenta de que estamos viviendo en la era del conocimiento. Entre mejor informados estemos, entre mejor podamos ser analíticos de nuestro entorno, entre más tomemos posiciones reflexivas ante las problemáticas que se nos presenten, mejor preparados estaremos para enfrentar exitosamente esta sociedad tan convulsa y competitiva.
Para nadie es un secreto, o por lo menos para la mayoría, darse cuenta de que estamos viviendo en la era del conocimiento. Entre mejor informados estemos, entre mejor podamos ser analíticos de nuestro entorno, entre más tomemos posiciones reflexivas ante las problemáticas que se nos presenten, mejor preparados estaremos para enfrentar exitosamente esta sociedad tan convulsa y competitiva. Pero ¿realmente nos estamos preocupando por lograr estándares eficaces de conocimiento?, ¿acaso el ambiente en que nos desenvolvemos nos está permitiendo develar esa ceguera intelectual que tanto está agobiando a la población?, ¿estarán siendo nuestros ámbitos educativos espacios propicios para el fomento de habilidades cognitivas como el análisis, la interpretación, la evaluación o autorregulación?...
Ciertamente muchas veces la sociedad se enfoca más en resolver conflictos de índole físico, como por ejemplo las ya conocidas crisis económicas, sin embargo los aspectos intelectuales, esas crisis de conocimiento tan abundantes en nuestro entorno, se dejan de lado. Y no es que no existan maneras para erradicar esta carencia o apatía al conocimiento porque sí las hay, y una realmente efectiva es la lectura. Porque con respecto a la lectura es realmente preocupante que muchas personas, por apatía intelectual, no hayan comprendido a cabalidad, o no lo quieran hacer, que leer es una de las habilidades intelectuales más asequibles, sencillas y productivas.
¿Cuántas de las personas quienes conocemos, o nosotros mismos, realmente le dedicamos tiempo a la lectura?... Y no hablo de leer solamente el horóscopo, la sección deportiva, los espectáculos o las caricaturas, sino de ejercer un proceso analítico de aquellas secciones cuyo propósito es generar una criticidad en el lector como los editoriales, o fomentar la información para una toma de criterio de lo presentado. Tampoco se trata de leer de una manera superficial, sin ir más allá, sin buscar aquellas premisas que sustenten la tesis del escritor, sin generar un proceso de evaluación de lo leído, o, aún peor, sin determinar cuál es el proceso de autorregulación generado a partir del texto. Se trata de ver en la lectura una de las herramientas más eficaces, racionales y libres para incorporarse con mayor éxito en esta sociedad del conocimiento.
Efectivamente la lectura es el camino hacia el conocimiento y la libertad, pues implica la participación activa de la mente y contribuye al desarrollo de la imaginación, la creatividad, el análisis y la concentración; enriquece tanto la expresión oral como escrita, elementos básicos para la incorporación efectiva al mundo académico o profesional; y, a la vez, puede hacer gozar, entretiene y distrae. Ante este panorama, el fomentar un hábito por la lectura, en especial por parte de quienes tenemos el gran privilegio de ser formadores, va más allá de incentivar un pasatiempo digno de elogio; es, a todas luces, solidificar el presente de nuestras acciones y garantizar el conocimiento futuro de las nuevas generaciones en la búsqueda de un mundo más justo, preparado, inteligente, analítico y humanista.
Porque la lectura marca, ciertamente, la diferencia entre la ignorancia y el saber; entre la luz y la sombra; entre la libertad y el sometimiento; entre la esperanza y la desesperanza; por eso ojalá que sigan muchos lectores decididos a hacer de la lectura una máxima de vida. Solamente así se logrará descubrir que la lectura, más que una obligación, constituye un verdadero placer y, dentro de esta inminente era del conocimiento, una rotunda fuente de aprendizaje, liberación e identidad. Tal y como lo señalaba Santa Teresa de Jesús: “Lee y conducirás; no leas y serás conducido”.
Para nadie es un secreto, o por lo menos para la mayoría, darse cuenta de que estamos viviendo en la era del conocimiento. Entre mejor informados estemos, entre mejor podamos ser analíticos de nuestro entorno, entre más tomemos posiciones reflexivas ante las problemáticas que se nos presenten, mejor preparados estaremos para enfrentar exitosamente esta sociedad tan convulsa y competitiva.
A pesar de los importantes avances en la defensa y exigibilidad de los derechos de las personas adultas mayores, logrados en nuestro país, éstos siguen siendo violados de diversas formas.
En días pasados, en la Asociación Gerontológica Costarricense, AGECO, recibimos la queja de un adulto mayor quien se manifestó seriamente ofendido por la publicidad radiofónica que realiza una empresa que vende productos para combatir la disfunción eréctil.
Dijo que ya se había quejado ante el Gobierno, pero que se sentía indignado, porque su queja no fue oportunamente atendida.
Luego de escuchar el anuncio publicitario, consideramos que efectivamente se denigra la imagen de las Personas Adultas Mayores, al hacer comparaciones impropias sobre la potencia sexual entre un hombre adulto mayor y un animal.
Apoyamos al denunciante y planteamos la respectiva demanda ante la Oficina de Control de Propaganda, la cual acogió la misma para su estudio y solicitó el criterio de la Consejo Nacional de la Persona Adulta Mayor, CONAPAM.
La cuña radiofónica publicitaria en mención involucra a la familia, emite un mensaje negativo de la imagen de la vejez y menoscaba el respeto que las Personas Adultas Mayores merecen, especialmente en relación a un tema tan sensible como es la sexualidad. Además, su contenido es de muy mal gusto.
Nos preguntamos: ¿de quién es la responsabilidad?, ¿con cuáles valores estamos educando a las nuevas generaciones? Y concluimos, que en este tema, los empresarios, los publicistas, los medios de comunicación, las autoridades de gobierno y la sociedad civil en general, tenemos nuestra cuota de responsabilidad.
Exigimos a las autoridades de Gobierno hacer cumplir la Ley Integral para la Persona Adulta Mayor, Nº 7935, en donde se protegen los derechos de este grupo etario.
Demandamos a la Oficina de Control de Propaganda que tome las medidas necesarias para que este tipo de publicidad no sea difundida por ningún medio de comunicación de masas y de esta forma protejamos el derecho a la dignidad de las Personas Adultas Mayores.
Finalmente instamos a la sociedad a colaborar en la construcción de una imagen positiva de la vejez y del envejecimiento.
Fabián Trejos Cascante
Gerente General AGECO
A pesar de los importantes avances en la defensa y exigibilidad de los derechos de las personas adultas mayores, logrados en nuestro país, éstos siguen siendo violados de diversas formas.
En días pasados, en la Asociación Gerontológica Costarricense, AGECO, recibimos la queja de un adulto mayor quien se manifestó seriamente ofendido por la publicidad radiofónica que realiza una empresa que vende productos para combatir la disfunción eréctil.
A pesar de los importantes avances en la defensa y exigibilidad de los derechos de las personas adultas mayores, logrados en nuestro país, éstos siguen siendo violados de diversas formas.
En días pasados, en la Asociación Gerontológica Costarricense, AGECO, recibimos la queja de un adulto mayor quien se manifestó seriamente ofendido por la publicidad radiofónica que realiza una empresa que vende productos para combatir la disfunción eréctil.
Dijo que ya se había quejado ante el Gobierno, pero que se sentía indignado, porque su queja no fue oportunamente atendida.
Luego de escuchar el anuncio publicitario, consideramos que efectivamente se denigra la imagen de las Personas Adultas Mayores, al hacer comparaciones impropias sobre la potencia sexual entre un hombre adulto mayor y un animal.
Apoyamos al denunciante y planteamos la respectiva demanda ante la Oficina de Control de Propaganda, la cual acogió la misma para su estudio y solicitó el criterio de la Consejo Nacional de la Persona Adulta Mayor, CONAPAM.
La cuña radiofónica publicitaria en mención involucra a la familia, emite un mensaje negativo de la imagen de la vejez y menoscaba el respeto que las Personas Adultas Mayores merecen, especialmente en relación a un tema tan sensible como es la sexualidad. Además, su contenido es de muy mal gusto.
Nos preguntamos: ¿de quién es la responsabilidad?, ¿con cuáles valores estamos educando a las nuevas generaciones? Y concluimos, que en este tema, los empresarios, los publicistas, los medios de comunicación, las autoridades de gobierno y la sociedad civil en general, tenemos nuestra cuota de responsabilidad.
Exigimos a las autoridades de Gobierno hacer cumplir la Ley Integral para la Persona Adulta Mayor, Nº 7935, en donde se protegen los derechos de este grupo etario.
Demandamos a la Oficina de Control de Propaganda que tome las medidas necesarias para que este tipo de publicidad no sea difundida por ningún medio de comunicación de masas y de esta forma protejamos el derecho a la dignidad de las Personas Adultas Mayores.
Finalmente instamos a la sociedad a colaborar en la construcción de una imagen positiva de la vejez y del envejecimiento.
Fabián Trejos Cascante
Gerente General AGECO
A pesar de los importantes avances en la defensa y exigibilidad de los derechos de las personas adultas mayores, logrados en nuestro país, éstos siguen siendo violados de diversas formas.
En días pasados, en la Asociación Gerontológica Costarricense, AGECO, recibimos la queja de un adulto mayor quien se manifestó seriamente ofendido por la publicidad radiofónica que realiza una empresa que vende productos para combatir la disfunción eréctil.
A pesar de los importantes avances en la defensa y exigibilidad de los derechos de las personas adultas mayores, logrados en nuestro país, éstos siguen siendo violados de diversas formas.
En días pasados, en la Asociación Gerontológica Costarricense, AGECO, recibimos la queja de un adulto mayor quien se manifestó seriamente ofendido por la publicidad radiofónica que realiza una empresa que vende productos para combatir la disfunción eréctil.
Dijo que ya se había quejado ante el Gobierno, pero que se sentía indignado, porque su queja no fue oportunamente atendida.
Luego de escuchar el anuncio publicitario, consideramos que efectivamente se denigra la imagen de las Personas Adultas Mayores, al hacer comparaciones impropias sobre la potencia sexual entre un hombre adulto mayor y un animal.
Apoyamos al denunciante y planteamos la respectiva demanda ante la Oficina de Control de Propaganda, la cual acogió la misma para su estudio y solicitó el criterio de la Consejo Nacional de la Persona Adulta Mayor, CONAPAM.
La cuña radiofónica publicitaria en mención involucra a la familia, emite un mensaje negativo de la imagen de la vejez y menoscaba el respeto que las Personas Adultas Mayores merecen, especialmente en relación a un tema tan sensible como es la sexualidad. Además, su contenido es de muy mal gusto.
Nos preguntamos: ¿de quién es la responsabilidad?, ¿con cuáles valores estamos educando a las nuevas generaciones? Y concluimos, que en este tema, los empresarios, los publicistas, los medios de comunicación, las autoridades de gobierno y la sociedad civil en general, tenemos nuestra cuota de responsabilidad.
Exigimos a las autoridades de Gobierno hacer cumplir la Ley Integral para la Persona Adulta Mayor, Nº 7935, en donde se protegen los derechos de este grupo etario.
Demandamos a la Oficina de Control de Propaganda que tome las medidas necesarias para que este tipo de publicidad no sea difundida por ningún medio de comunicación de masas y de esta forma protejamos el derecho a la dignidad de las Personas Adultas Mayores.
Finalmente instamos a la sociedad a colaborar en la construcción de una imagen positiva de la vejez y del envejecimiento.
Fabián Trejos Cascante
Gerente General AGECO
A pesar de los importantes avances en la defensa y exigibilidad de los derechos de las personas adultas mayores, logrados en nuestro país, éstos siguen siendo violados de diversas formas.
En días pasados, en la Asociación Gerontológica Costarricense, AGECO, recibimos la queja de un adulto mayor quien se manifestó seriamente ofendido por la publicidad radiofónica que realiza una empresa que vende productos para combatir la disfunción eréctil.
Más allá de los nublados del día, hoy estamos en un momento clave como país para renovarnos como sociedad, reinventarnos y pasar al siguiente nivel para construir una Costa Rica, presente y futura, próspera, integrada, solidaria y democrática; posicionada globalmente desde su propio modelo de desarrollo, incluyente y sostenible. Lograr este objetivo es posible si, además de partir del reconocimiento de todo lo bueno que como sociedad hemos construido, también promovamos un cambio de actitud para fortalecer el diálogo social amplio de manera que todos ganemos. Esto significa pensar y actuar como un equipo, como un país, como una nación.
Por esto, las 29 organizaciones que conformamos el Consejo Consultivo Nacional de Responsabilidad Social de Costa Rica, hacemos un llamado a la sociedad costarricense para integrarnos y avanzar como conjunto, de manera que construyamos esa Costa Rica que nos merecemos y deseamos. Estamos convencidos que la sociedad civil, el gobierno, la empresa privada y la academia necesitamos integrarnos y construir colectivamente un conjunto de objetivos superiores prioritarios, con una estrategia de ganar-ganar, por encima de intereses particulares.
El Consejo Consultivo Nacional de Responsabilidad Social propone que, como sociedad, nos aboquemos a trabajar concertadamente en objetivos realistas y específicos para:
1. Fortalecer la gobernabilidad del país a partir de la concertación, la transparencia, la eficiencia, la simplificación y la capacidad de respuesta de las instituciones,
2. Lograr el balance en las finanzas públicas de manera que haya el suficiente ingreso para hacer una redistribución social en servicios y bienes públicos de alta calidad para toda la población, que garantice su bienestar presente y futuro,
3. Facilitar el clima de negocios para estimular el crecimiento económico y,
4. Mejorar significativamente la gestión sostenible de nuestro ambiente
Ya no nos queda tiempo para seguir con la cultura del casi-casi, del egoísmo sectorial, del entrabamiento mutuo, de la postergación o del protagonismo por encima de los intereses colectivos. Lo que está de por medio es el anulamiento de todos los logros que como sociedad hemos alcanzado.
Estamos en la época de sumar y multiplicar, de ganar-ganar. La época de restar y dividir ya pasó. Asumamos nuestra responsabilidad social e individual para avanzar en las oportunidades de mejoramiento que aun le sobran a nuestro país. ¿Si no lo hacemos nosotros quien lo hará?
GUIDO ALBERTO MONGE FERNANDEZ
Más allá de los nublados del día, hoy estamos en un momento clave como país para renovarnos como sociedad, reinventarnos y pasar al siguiente nivel para construir una Costa Rica, presente y futura, próspera, integrada, solidaria y democrática; posicionada globalmente desde su propio modelo de desarrollo, incluyente y sostenible. Lograr este objetivo es posible si, además de partir del reconocimiento de todo lo bueno que como sociedad hemos construido, también promovamos un cambio de actitud para fortalecer el diálogo social amplio de manera que todos ganemos. Esto significa pensar y actuar como un equipo, como un país, como una nación.
Más allá de los nublados del día, hoy estamos en un momento clave como país para renovarnos como sociedad, reinventarnos y pasar al siguiente nivel para construir una Costa Rica, presente y futura, próspera, integrada, solidaria y democrática; posicionada globalmente desde su propio modelo de desarrollo, incluyente y sostenible. Lograr este objetivo es posible si, además de partir del reconocimiento de todo lo bueno que como sociedad hemos construido, también promovamos un cambio de actitud para fortalecer el diálogo social amplio de manera que todos ganemos. Esto significa pensar y actuar como un equipo, como un país, como una nación.
Por esto, las 29 organizaciones que conformamos el Consejo Consultivo Nacional de Responsabilidad Social de Costa Rica, hacemos un llamado a la sociedad costarricense para integrarnos y avanzar como conjunto, de manera que construyamos esa Costa Rica que nos merecemos y deseamos. Estamos convencidos que la sociedad civil, el gobierno, la empresa privada y la academia necesitamos integrarnos y construir colectivamente un conjunto de objetivos superiores prioritarios, con una estrategia de ganar-ganar, por encima de intereses particulares.
El Consejo Consultivo Nacional de Responsabilidad Social propone que, como sociedad, nos aboquemos a trabajar concertadamente en objetivos realistas y específicos para:
1. Fortalecer la gobernabilidad del país a partir de la concertación, la transparencia, la eficiencia, la simplificación y la capacidad de respuesta de las instituciones,
2. Lograr el balance en las finanzas públicas de manera que haya el suficiente ingreso para hacer una redistribución social en servicios y bienes públicos de alta calidad para toda la población, que garantice su bienestar presente y futuro,
3. Facilitar el clima de negocios para estimular el crecimiento económico y,
4. Mejorar significativamente la gestión sostenible de nuestro ambiente
Ya no nos queda tiempo para seguir con la cultura del casi-casi, del egoísmo sectorial, del entrabamiento mutuo, de la postergación o del protagonismo por encima de los intereses colectivos. Lo que está de por medio es el anulamiento de todos los logros que como sociedad hemos alcanzado.
Estamos en la época de sumar y multiplicar, de ganar-ganar. La época de restar y dividir ya pasó. Asumamos nuestra responsabilidad social e individual para avanzar en las oportunidades de mejoramiento que aun le sobran a nuestro país. ¿Si no lo hacemos nosotros quien lo hará?
GUIDO ALBERTO MONGE FERNANDEZ
Más allá de los nublados del día, hoy estamos en un momento clave como país para renovarnos como sociedad, reinventarnos y pasar al siguiente nivel para construir una Costa Rica, presente y futura, próspera, integrada, solidaria y democrática; posicionada globalmente desde su propio modelo de desarrollo, incluyente y sostenible. Lograr este objetivo es posible si, además de partir del reconocimiento de todo lo bueno que como sociedad hemos construido, también promovamos un cambio de actitud para fortalecer el diálogo social amplio de manera que todos ganemos. Esto significa pensar y actuar como un equipo, como un país, como una nación.
En la época colonial teníamos un camino de mulas, que nos unía a Panamá comercialmente. Las mulas se arreaban y ahí iban abriendo camino, entre guindos, laderas y llanura. Ellas inteligentemente marcaban la ruta a los colonizadores comerciantes.
En la época colonial teníamos un camino de mulas, que nos unía a Panamá comercialmente. Las mulas se arreaban y ahí iban abriendo camino, entre guindos, laderas y llanura. Ellas inteligentemente marcaban la ruta a los colonizadores comerciantes.
Este martes 3 de julio, la Asociación de Zonas Franjas estará realizando el II Congreso Nacional de Zonas Francas, encuentro de mucho interés nacional.
Actualmente existen un total de 293 empresas inscritas bajo el régimen, de las cuales 256 están activas, donde un 47% se dedica a actividades de servicios, el 14% electrónica y el 9% a la fabricación y diseño de equipo médico.
Estas compañías producen el 51,6% de las exportaciones totales de bienes de Costa Rica, en consecuencia, representaron 4.838 millones de dólares de los $9.370 millones que vendió el país el año pasado.
Solamente en servicios, en el 2010 las exportaciones de zona franca llegaron a 1.327 millones de dólares, el 31,7% del total de la nación ($4.180 millones).
En compras internas y encadenamientos, estas compañías pagaron 1.080 millones de dólares en 2010, de acuerdo con datos oficiales suministrados por la Promotora de Comercio Exterior (PROCOMER).
En total, las zonas francas generan a Costa Rica 2.864 millones de dólares anuales, por lo que el beneficio neto de su operación es de $2.501 millones.
Este sector presenta elevados índices de crecimiento que se traducen en mayor y mejor empleo para la población, con una mano de obra directa de 58.000 personas, e indirecta de 110.000; y han registrado un crecimiento anual de 6,5% en los últimos años.
En cuanto a los salarios, el promedio de los trabajadores en empresas de zona franca es de 1.029 dólares al mes, mientras que la media del país es de 637 dólares.
Ante este indiscutible aporte, AZOFRAS es conciente de que aún quedan muchos retos por delante como es generar zonas económicas especiales, en polos de desarrollo, buscar un desarrollo sostenible acorde con el medio ambiente, promover las Zonas Francas Agroindustriales para llevar trabajo a regiones donde la infraestructura y la riqueza de su tierra y producción es propicia.
Todos estos temas serán analizados durante el II Congreso de Zonas Francas, el próximo 3 de julio en el Hotel Ramada Herradura, donde se contará con expositores nacionales e internacionales de gran experiencia en el campo.
El II Congreso Nacional de Zonas Francas es de interés nacional, por lo que instamos a los empresarios beneficiarios del régimen, sus proveedores, trabajadores del sector, estudiantes de Comercio y Administración Aduanera, y en general a todo profesional que desee actualizar sus conocimientos sobre comercio internacional, a que asistan a esta importante actividad.
Comentario de Jorge Brenes, Presidente AZOFRAS
Este martes 3 de julio, la Asociación de Zonas Franjas estará realizando el II Congreso Nacional de Zonas Francas, encuentro de mucho interés nacional.
Este martes 3 de julio, la Asociación de Zonas Franjas estará realizando el II Congreso Nacional de Zonas Francas, encuentro de mucho interés nacional.
Actualmente existen un total de 293 empresas inscritas bajo el régimen, de las cuales 256 están activas, donde un 47% se dedica a actividades de servicios, el 14% electrónica y el 9% a la fabricación y diseño de equipo médico.
Estas compañías producen el 51,6% de las exportaciones totales de bienes de Costa Rica, en consecuencia, representaron 4.838 millones de dólares de los $9.370 millones que vendió el país el año pasado.
Solamente en servicios, en el 2010 las exportaciones de zona franca llegaron a 1.327 millones de dólares, el 31,7% del total de la nación ($4.180 millones).
En compras internas y encadenamientos, estas compañías pagaron 1.080 millones de dólares en 2010, de acuerdo con datos oficiales suministrados por la Promotora de Comercio Exterior (PROCOMER).
En total, las zonas francas generan a Costa Rica 2.864 millones de dólares anuales, por lo que el beneficio neto de su operación es de $2.501 millones.
Este sector presenta elevados índices de crecimiento que se traducen en mayor y mejor empleo para la población, con una mano de obra directa de 58.000 personas, e indirecta de 110.000; y han registrado un crecimiento anual de 6,5% en los últimos años.
En cuanto a los salarios, el promedio de los trabajadores en empresas de zona franca es de 1.029 dólares al mes, mientras que la media del país es de 637 dólares.
Ante este indiscutible aporte, AZOFRAS es conciente de que aún quedan muchos retos por delante como es generar zonas económicas especiales, en polos de desarrollo, buscar un desarrollo sostenible acorde con el medio ambiente, promover las Zonas Francas Agroindustriales para llevar trabajo a regiones donde la infraestructura y la riqueza de su tierra y producción es propicia.
Todos estos temas serán analizados durante el II Congreso de Zonas Francas, el próximo 3 de julio en el Hotel Ramada Herradura, donde se contará con expositores nacionales e internacionales de gran experiencia en el campo.
El II Congreso Nacional de Zonas Francas es de interés nacional, por lo que instamos a los empresarios beneficiarios del régimen, sus proveedores, trabajadores del sector, estudiantes de Comercio y Administración Aduanera, y en general a todo profesional que desee actualizar sus conocimientos sobre comercio internacional, a que asistan a esta importante actividad.
Comentario de Jorge Brenes, Presidente AZOFRAS
Este martes 3 de julio, la Asociación de Zonas Franjas estará realizando el II Congreso Nacional de Zonas Francas, encuentro de mucho interés nacional.
Lunes, 02 Julio 2012 04:02
La Caja Costarricense del Seguro Social: Sus amenazas vienen de todos lados
Orlando Castro QuesadaEn La Nación del pasado, 16 de junio el titular rezaba “Caja pagó más de la cuenta por cesantía durante once años”, no me voy a referir al fondo de esta nota periodística en cuanto así es válida en todos sus alcances o no.
Sin embargo, si la usaré como elemento probatorio del principal problema que sufre esta noble y estratégica institución social de nuestro país. Este mal no es más que de carácter político-administrativo. Este maléfico binomio entre políticos e incapaces administradores, ha venido atestando severos golpes a las finanzas y a la eficacia de los servicios prestados de la Caja.
Para nadie es un secreto que desde se crearon las presidencias ejecutivas, el poder político irrumpió en el seno de las diferentes juntas directivas de la instituciones autónomas, al limitarles su autonomía pues generalmente los presidentes ejecutivos de turno, han atendido más las directrices políticas originadas en Casa Presidencia, que en las oficinas técnicas de sus instituciones autónomas y, por supuesto, que la Caja no ha sido la excepción.
Esa falta de una Administración fundamentalmente técnica, ha derivado, en una muy pobre, por ineficaz e ineficiente, gestión administrativa; lo que indudablemente incide en no solo en la calidad servicios y/o bienes ofrecidos, sino también en la estabilidad financiera y económica de las instituciones administradas de esta forma.
En la Caja, concesiones excesivas para algunos de sus funcionarios, consultorías con altos costos pero con resultados inexistentes, la endémica deuda del sector público, la evasión de sus obligaciones por parte de algunos empresarios privados; son algunos ejemplos de las grandes fuentes de desequilibrio que la noble Caja debe enfrentar.
La disyuntiva que enfrenta la Caja Costarricense del Seguro Social es clara, se impone terminar con la intervención politiquera en su Administración y así contar con gestión administrativa, efectivamente profesional, que aborde y resuelva de manera integral las amenazas, retos y oportunidades que esta institución social, debe resolver y así estar en capacidad de subsistir y, a la vez, brindar servicios de calidad a todos sus asegurados.
En La Nación del pasado, 16 de junio el titular rezaba “Caja pagó más de la cuenta por cesantía durante once años”, no me voy a referir al fondo de esta nota periodística en cuanto así es válida en todos sus alcances o no.
Lunes, 02 Julio 2012 04:02
La Caja Costarricense del Seguro Social: Sus amenazas vienen de todos lados
Orlando Castro QuesadaEn La Nación del pasado, 16 de junio el titular rezaba “Caja pagó más de la cuenta por cesantía durante once años”, no me voy a referir al fondo de esta nota periodística en cuanto así es válida en todos sus alcances o no.
Sin embargo, si la usaré como elemento probatorio del principal problema que sufre esta noble y estratégica institución social de nuestro país. Este mal no es más que de carácter político-administrativo. Este maléfico binomio entre políticos e incapaces administradores, ha venido atestando severos golpes a las finanzas y a la eficacia de los servicios prestados de la Caja.
Para nadie es un secreto que desde se crearon las presidencias ejecutivas, el poder político irrumpió en el seno de las diferentes juntas directivas de la instituciones autónomas, al limitarles su autonomía pues generalmente los presidentes ejecutivos de turno, han atendido más las directrices políticas originadas en Casa Presidencia, que en las oficinas técnicas de sus instituciones autónomas y, por supuesto, que la Caja no ha sido la excepción.
Esa falta de una Administración fundamentalmente técnica, ha derivado, en una muy pobre, por ineficaz e ineficiente, gestión administrativa; lo que indudablemente incide en no solo en la calidad servicios y/o bienes ofrecidos, sino también en la estabilidad financiera y económica de las instituciones administradas de esta forma.
En la Caja, concesiones excesivas para algunos de sus funcionarios, consultorías con altos costos pero con resultados inexistentes, la endémica deuda del sector público, la evasión de sus obligaciones por parte de algunos empresarios privados; son algunos ejemplos de las grandes fuentes de desequilibrio que la noble Caja debe enfrentar.
La disyuntiva que enfrenta la Caja Costarricense del Seguro Social es clara, se impone terminar con la intervención politiquera en su Administración y así contar con gestión administrativa, efectivamente profesional, que aborde y resuelva de manera integral las amenazas, retos y oportunidades que esta institución social, debe resolver y así estar en capacidad de subsistir y, a la vez, brindar servicios de calidad a todos sus asegurados.
En La Nación del pasado, 16 de junio el titular rezaba “Caja pagó más de la cuenta por cesantía durante once años”, no me voy a referir al fondo de esta nota periodística en cuanto así es válida en todos sus alcances o no.
Aunque algunos lo pretendan ocultar; lo cierto es que nuestra sociedad se ha visto desgarrada por la violencia, la inseguridad, la violación a los derechos de niños y mujeres, la corrupción, la carencia de compromiso ante los deberes democráticos, la falta de respeto hacia quienes no piensan igual que uno o la pérdida de aquellas actitudes superiores necesarias para nuestro sano crecimiento individual y colectivo como la prudencia, el raciocinio, la empatía, la perseverancia y la tolerancia.
Dada estas dificultades, sería lógico pensar que el desánimo o el descontento podrían aflorar en el sentir, y actuar, ciudadano. No obstante, ante esta situación, claramente se nos podrían presentar dos caminos: o transitamos, como sujetos pasivos, por la vía de la desesperanza, la apatía y el conformismo; o recorremos, de forma activa e inteligente, un trecho de fortalecida entereza, esperanza y un positivo compromiso de cambio.
Deseo creer que todos somos conscientes de que es, evidentemente, el camino de la entereza, la esperanza, fortaleza y raciocinio, el más acertado para evitar que estos males sociales le sigan poniendo una soga al cuello a nuestro país. Definitivamente nuestra sociedad debe anteponer los valores de la entereza, la razón y la confianza como las principales armas que le ayude a sobrellevar aquellos conflictos políticos, económicos y sociales existentes, y le dé la energía requerida para seguir en la búsqueda de una Costa Rica más depurada.
Por ejemplo, actualmente se habla mucho sobre la violencia generada en centros educativos, en las calles o casos de corrupción política, pero habría que ver si, realmente, la población es conciente de esta problemática y qué está haciendo para contribuir, junto con el Gobierno, a contrarrestar tal situación. ¡No basta con hablar, con sorprenderse o enjuiciar!, se trata también de proponer soluciones y de actuar para plasmarlas.
En esta época no se justifican las quejas, las críticas destructivas, la pasividad, el egoísmo, el “simple choteo” y menos la idea de que los conflictos nacionales deben ser resueltos, exclusivamente, por el Gobierno. Requerimos una sociedad unida, activa, comprometida y pensante, en donde todos los costarricenses, con entereza e inteligencia, demos nuestro aporte en la construcción de una Patria más saludable.
Pues en el tanto mantengamos nuestra entereza en que podemos luchar, diariamente, por actuar de la manera más positiva por este país; mientras tengamos la esperanza en que todavía existen quienes respetan el ejercicio de la política; si abrigamos la confianza en que nuestra sociedad es aún capaz de emanar justicia, respeto, solidaridad y paz; y cultivemos la esperanza en que los costarricenses seremos asiduos vigilantes de la democracia y el bien común, estaremos alimentando la conquista de un país con mayor progreso humano.
En nuestras manos está el actuar con entereza, con inteligencia, el apostar a la esperanza, el contribuir y el comprometerse a actuar. Sencillamente el hacer nuestras aquellas célebres palabras expresadas por el ex presidente estadounidense John F. Kennedy: “No pregunten qué puede hacer vuestro país por ustedes; pregunten qué pueden hacer ustedes por su país”. Solamente así podemos procurar mantener transparente el océano social de nuestra Costa Rica.
Aunque algunos lo pretendan ocultar; lo cierto es que nuestra sociedad se ha visto desgarrada por la violencia, la inseguridad, la violación a los derechos de niños y mujeres, la corrupción, la carencia de compromiso ante los deberes democráticos, la falta de respeto hacia quienes no piensan igual que uno o la pérdida de aquellas actitudes superiores necesarias para nuestro sano crecimiento individual y colectivo como la prudencia, el raciocinio, la empatía, la perseverancia y la tolerancia.
Aunque algunos lo pretendan ocultar; lo cierto es que nuestra sociedad se ha visto desgarrada por la violencia, la inseguridad, la violación a los derechos de niños y mujeres, la corrupción, la carencia de compromiso ante los deberes democráticos, la falta de respeto hacia quienes no piensan igual que uno o la pérdida de aquellas actitudes superiores necesarias para nuestro sano crecimiento individual y colectivo como la prudencia, el raciocinio, la empatía, la perseverancia y la tolerancia.
Dada estas dificultades, sería lógico pensar que el desánimo o el descontento podrían aflorar en el sentir, y actuar, ciudadano. No obstante, ante esta situación, claramente se nos podrían presentar dos caminos: o transitamos, como sujetos pasivos, por la vía de la desesperanza, la apatía y el conformismo; o recorremos, de forma activa e inteligente, un trecho de fortalecida entereza, esperanza y un positivo compromiso de cambio.
Deseo creer que todos somos conscientes de que es, evidentemente, el camino de la entereza, la esperanza, fortaleza y raciocinio, el más acertado para evitar que estos males sociales le sigan poniendo una soga al cuello a nuestro país. Definitivamente nuestra sociedad debe anteponer los valores de la entereza, la razón y la confianza como las principales armas que le ayude a sobrellevar aquellos conflictos políticos, económicos y sociales existentes, y le dé la energía requerida para seguir en la búsqueda de una Costa Rica más depurada.
Por ejemplo, actualmente se habla mucho sobre la violencia generada en centros educativos, en las calles o casos de corrupción política, pero habría que ver si, realmente, la población es conciente de esta problemática y qué está haciendo para contribuir, junto con el Gobierno, a contrarrestar tal situación. ¡No basta con hablar, con sorprenderse o enjuiciar!, se trata también de proponer soluciones y de actuar para plasmarlas.
En esta época no se justifican las quejas, las críticas destructivas, la pasividad, el egoísmo, el “simple choteo” y menos la idea de que los conflictos nacionales deben ser resueltos, exclusivamente, por el Gobierno. Requerimos una sociedad unida, activa, comprometida y pensante, en donde todos los costarricenses, con entereza e inteligencia, demos nuestro aporte en la construcción de una Patria más saludable.
Pues en el tanto mantengamos nuestra entereza en que podemos luchar, diariamente, por actuar de la manera más positiva por este país; mientras tengamos la esperanza en que todavía existen quienes respetan el ejercicio de la política; si abrigamos la confianza en que nuestra sociedad es aún capaz de emanar justicia, respeto, solidaridad y paz; y cultivemos la esperanza en que los costarricenses seremos asiduos vigilantes de la democracia y el bien común, estaremos alimentando la conquista de un país con mayor progreso humano.
En nuestras manos está el actuar con entereza, con inteligencia, el apostar a la esperanza, el contribuir y el comprometerse a actuar. Sencillamente el hacer nuestras aquellas célebres palabras expresadas por el ex presidente estadounidense John F. Kennedy: “No pregunten qué puede hacer vuestro país por ustedes; pregunten qué pueden hacer ustedes por su país”. Solamente así podemos procurar mantener transparente el océano social de nuestra Costa Rica.
Aunque algunos lo pretendan ocultar; lo cierto es que nuestra sociedad se ha visto desgarrada por la violencia, la inseguridad, la violación a los derechos de niños y mujeres, la corrupción, la carencia de compromiso ante los deberes democráticos, la falta de respeto hacia quienes no piensan igual que uno o la pérdida de aquellas actitudes superiores necesarias para nuestro sano crecimiento individual y colectivo como la prudencia, el raciocinio, la empatía, la perseverancia y la tolerancia.
Después de tanto nublados en el quehacer laboral costarricense con posiciones que como ticos trabajadores no compartimos en lo absoluto, el Movimiento Solidarista Costarricense celebra hoy día el XXVI Congreso Nacional de este sector, actividad que sin duda engrandece el quehacer laboral y nos enorgullece. Muchos son los logros de los solidaristas en esta Costa Rica laboral, muchas las y los beneficiados de un movimiento competitivo más preocupado por hacer... que por esperar que le den algo.
Hace unos días nos reunimos con la Presidente de la República en una actividad marcada de civismo en donde básicamente le dijimos "señora Presidente ¿en que le podemos ayudar?" lo cual sorprendió a la Presidente, vicepresidentes y ministros que le acompañaron. Nos pusimos a su disposición para ayudar en temas tan diversos como administración de bienes y servicios o en el programa Red de Cuido, mucho podemos hacer ya que contamos con la experiencia y la transparencia del caso.
El solidarismo es un organismo que cambia constantemente involucrándose cada vez más en el quehacer de este país, innumerables son los alcances de este gran numero de trabajadoras y trabajadores que día a día con su propio empeño y dedicación logran objetivos para el engrandecimiento propio y de sus familias. Nos hemos convertido en la primera opción de los trabajadores para satisfacer las necesidades personales, de vivienda, salud, estética, educación, esparcimiento y además otorgamos rendimientos económicos superiores a la media anual.
De cara a nuestro congreso, hemos propuesto temas diferentes en busca del engrandecimiento de nuestros compañeros, hoy abarcaremos aspectos de economía mundial, nacional y medularmente tocaremos el punto de valores, esos valores ticos que nuestros abuelos y padres nos inculcaron para forjar una Costa Rica próspera, educada, una Costa Rica libre laboralmente luchadora, tenás… sin duda alguna "la Costa Rica que todos queremos".
Danilo Guerrero Rodríguez
Después de tanto nublados en el quehacer laboral costarricense con posiciones que como ticos trabajadores no compartimos en lo absoluto, el Movimiento Solidarista Costarricense celebra hoy día el XXVI Congreso Nacional de este sector, actividad que sin duda engrandece el quehacer laboral y nos enorgullece. Muchos son los logros de los solidaristas en esta Costa Rica laboral, muchas las y los beneficiados de un movimiento competitivo más preocupado por hacer... que por esperar que le den algo.