Lunes, 28 Noviembre 2011 04:25

De Indignados a Insultados.

Al calor de los acontecimientos que se han generado con respecto al plan fiscal, la aprobación rápida del presupuesto sin recortes y los dolorosos acontecimientos en la Caja Costarricense del Seguro Social y su Régimen de pensiones, expreso lo siguiente:
La palabra de la Señora Presidenta Doña Laura Chinchilla fue ya empeñada al pueblo de Costa Rica el 8 de mayo del 2010. No debería empeñarse a un político que no ostenta el mayor apoyo popular y que asegura ser el dueño con su partido del presente plan fiscal.
Quienes dimos las luchas para la apertura comercial y la aprobación del TLC con los Estados Unidos y por mayoría en el sufragio, al triunfo del anterior y el presente gobierno, hemos quedado vendidos al enemigo, por el simple fracaso de un idilio político. No lo merecemos. No hay firmeza ni lealtad en esta acción.
Con el mayor respeto sostengo, que firmeza y honestidad es poner las cosas en su verdadera dimensión y actuar en forma inmediata y urgentísima en la reducción de un estado desproporcionado, ineficiente y corrupto, que todo lo consume y lo destruye, al que nunca alcanzará lo que el pueblo le dé.
¿No fue este plan fiscal y con el mismo ministro de Hacienda, el que en la administración Figueres Olsen, terminó por generar el pacto de Calderón-Figueres de ingrata menoría para que ahora terminemos también en el pacto Solís-Chinchilla?
¿No son expresiones lamentables de un ministro el llamar traidor a la patria  a quien se oponga al plan fiscal o demagogo a quien critique al IVA?
Prudencia señora Presidenta. Mucho cuidado y respeto Sr. Herrero. Moderación  a su ego Ottón Solís. Lealtad a su pueblo Sres. Diputados.
Que el gobierno y sus instituciones enfrenten los errores y penurias, que por sus excesos de décadas deban padecer.
Que el desempleo lo asuma el ineficiente burócrata y no el eficiente  trabajador del sector privado.
Han  existido en la historia grandes mandatarios (as) que encontrando instituciones patas arriba en el gobierno, han tenido la humildad de posponer sus planes y poniendo primero la casa en orden han generado largos períodos de prosperidad y paz para su país.
Al calor de los acontecimientos que se han generado con respecto al plan fiscal, la aprobación rápida del presupuesto sin recortes y los dolorosos acontecimientos en la Caja Costarricense del Seguro Social y su Régimen de pensiones, expreso lo siguiente:
La palabra de la Señora Presidenta Doña Laura Chinchilla fue ya empeñada al pueblo de Costa Rica el 8 de mayo del 2010. No debería empeñarse a un político que no ostenta el mayor apoyo popular y que asegura ser el dueño con su partido del presente plan fiscal.
Quienes dimos las luchas para la apertura comercial y la aprobación del TLC con los Estados Unidos y por mayoría en el sufragio, al triunfo del anterior y el presente gobierno, hemos quedado vendidos al enemigo, por el simple fracaso de un idilio político. No lo merecemos. No hay firmeza ni lealtad en esta acción.
Con el mayor respeto sostengo, que firmeza y honestidad es poner las cosas en su verdadera dimensión y actuar en forma inmediata y urgentísima en la reducción de un estado desproporcionado, ineficiente y corrupto, que todo lo consume y lo destruye, al que nunca alcanzará lo que el pueblo le dé.
¿No fue este plan fiscal y con el mismo ministro de Hacienda, el que en la administración Figueres Olsen, terminó por generar el pacto de Calderón-Figueres de ingrata menoría para que ahora terminemos también en el pacto Solís-Chinchilla?
¿No son expresiones lamentables de un ministro el llamar traidor a la patria  a quien se oponga al plan fiscal o demagogo a quien critique al IVA?
Prudencia señora Presidenta. Mucho cuidado y respeto Sr. Herrero. Moderación  a su ego Ottón Solís. Lealtad a su pueblo Sres. Diputados.
Que el gobierno y sus instituciones enfrenten los errores y penurias, que por sus excesos de décadas deban padecer.
Que el desempleo lo asuma el ineficiente burócrata y no el eficiente  trabajador del sector privado.
Han  existido en la historia grandes mandatarios (as) que encontrando instituciones patas arriba en el gobierno, han tenido la humildad de posponer sus planes y poniendo primero la casa en orden han generado largos períodos de prosperidad y paz para su país.