Wilbert Arroyo Álvarez
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Desde hace 5 años algo sucede en Alajuela que vibra ante los cambios que se han impulsado desde la Alcaldía;la cuidad, entonces sin lustre alguno, ha dado un salto a la modernidad y su auge se nota a simple vista.
La infraestructura, municipal y privada, ha logrado que Alajuela sea hoy ejemplo de desarrollo.
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La ley del Timbre de Abogados, artículo 3, aprobada en 1963, indica, claramente, que el timbre es “…contribución forzosa de los abogados…en favor de dicha Corporación…para formar un fondo de pensiones y jubilaciones en beneficio de sus miembros”.
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La incuestionable verdad es que Costa Rica no es, para nada, “rica”; la pobreza es generalizada en la mayoría absoluta de la población.
Informes periodísticos y, actualmente, de la Contraloría General de la República alertan que uno de los factores que llevan a dicho estado de calamidad económica, es por los altísimos salarios de muchos jerarcas y mandos medios de instituciones del Estado.
Alajuela es la segunda provincia de Costa Rica. Fundada hace más de 130 años (1782) es una zona dotada de un clima y naturaleza excepcionales. Sus fundadores fueron colonos mestizos que migraron al oeste de Heredia, que es el fenómeno habitacional costarricense, hasta la fecha.
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Con la llegada anticipada de la época navideña, dan inicio, también, las advertencias de las autoridades públicas de salud, por el mal uso de la pólvora y el peligro que ello representa para los niños y, en general, para todas las personas.
Finaliza el año y corro para atender asuntos en los tribunales, cuando sorpresivamente alguien me saludó. Como no recordé quién era este obeso y pequeño hombre, con aires de sorprendido, acomodándose su mostacho y con fuerte voz, me recordó que habíamos sido compañeros de primaria.