Comentarista Invitado

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Durante más de 20 años Costa Rica ha venido construyendo una sólida plataforma de comercio exterior, que incluye, además de los acuerdos de la Organización Mundial de Comercio (OMC) y la integración centroamericana, nueve tratados de libre comercio (TLC). Estos acuerdos se aplican a cerca del 70% del comercio del país, porcentaje que alcanzará el 80% próximamente, cuando entren en vigor los tratados con la Unión Europea, Singapur y Perú.
En virtud de lo anterior, uno de los ejes estratégicos de la política de comercio exterior es mejorar la aplicación de esos convenios, a través del funcionamiento efectivo, sólido y oportuno de las instituciones gubernamentales encargadas de su aplicación.
Para avanzar en esa dirección, en agosto del 2010 lanzamos el “Plan de acción para optimizar la gestión de los acuerdos comerciales”, el cual busca abordar una serie de problemas existentes en las principales instituciones relacionadas con el comercio exterior, con miras a reducir los costos operativos de exportadores e importadores, así como mejorar la competitividad, la seguridad jurídica y la transparencia.
Las acciones llevadas a cabo responden a las prioridades identificadas por el sector empresarial en un proceso de consulta y abarcan asuntos diversos, que son competencia de cinco ministerios. Ello incluye, en el caso del Ministerio de Comercio Exterior y de la Promotora de Comercio Exterior, la verificación de origen y la modernización de la Ventanilla Unica de Comercio Exterior (VUCE); la reducción del número de solicitudes de registros pendientes en el Ministerio de Salud y la automatización de los trámites relacionados con dichos registros; el mejoramiento continuo del sistema TIC@ en las aduanas y la modernización de la infraestructura de las aduanas fronterizas por parte del Ministerio de Hacienda; la simplificación de trámites, la reglamentación técnica y la defensa comercial en el Ministerio de Economía, Industria y Comercio; y, la reducción de los costos operativos y agilización de trámites relacionados con la salud animal y vegetal en el Ministerio de Agricultura y Ganadería.
A un año del lanzamiento del plan, los cinco ministerios han cumplido, mostrando que, sobre la base de visión, coordinación y voluntad, es posible mejorar la forma en que trabajan las instituciones de gobierno. La mayoría de los compromisos asumidos son hoy una realidad y los que no lo son todavía, están en marcha, de acuerdo con el cronograma de ejecución definido. Los resultados están disponibles en www.comex.go.cr.
Algunas de las mejoras implementadas tienen un efecto puntual, como el desarrollo de una aplicación informática para el registro y renovación de medicamentos veterinarios, mientras que otros son de gran impacto, como la renovación completa de la plataforma tecnológica de la VUCE que permitirá la tramitación de importaciones y exportaciones 24 horas al día, 7 días a la semana, 365 al año. Todas las mejores en conjunto cumplen los objetivos de reducir costos y mejorar competitividad, seguridad y transparencia.
La facilitación del comercio es un elemento crucial para que el productor, el comerciante y el empresario puedan aprovechar las ventajas del libre comercio. Con el cumplimiento de este plan damos un paso muy importante en esa dirección. Pero como esta es una tarea permanente, nos hemos impuesto un nuevo reto: mejorar integralmente la situación de los puestos fronterizos del país, los cuales están hoy en una situación deplorable. Esperamos el año entrante estar rindiendo cuentas de este segundo plan para facilitar el comercio.
Durante más de 20 años Costa Rica ha venido construyendo una sólida plataforma de comercio exterior, que incluye, además de los acuerdos de la Organización Mundial de Comercio (OMC) y la integración centroamericana, nueve tratados de libre comercio (TLC). Estos acuerdos se aplican a cerca del 70% del comercio del país, porcentaje que alcanzará el 80% próximamente, cuando entren en vigor los tratados con la Unión Europea, Singapur y Perú.
Ese fue el argumento que se debatió cuando se inicio la iniciativa de Costa Rica de oponerse a toda clonación humana valorando la dignidad humana. Era la misma idea que tenía este país, cuando Fernando Volio lanzó la iniciativa en contra de la segregación racial. La misma idea tenía Tomas Guardia, cuando eliminó la pena de muerte.
Al plantearnos el tema de la fecundación in vitro, estamos en el mismo punto de vista. Costa Rica es reconocida internacionalmente por la defensa de la vida humana. No se puede tener un ser humano a toda costa, y menos sacrificando otros seres humanos.
El embrión es persona con su dignidad y sus derechos. Aunque sea en un laboratorio perfecto, ese ser humano que vamos a lanzar al desaguadero, puede ser otro Clorito Picado u otro Víctor Manuel Sanabria. El canto a la vida único es irrepetible, no hay costarricense desechable, ni sobrante. Y es por ello que siempre  tenemos que tener profundo respeto de la mujer y de su  deseo de maternidad.
Esto lo entendí muy bien cuando fui al campo de concentración de Auswich. Allí, cuando la delegación de Costa Rica, rindió silencio, era por algo muy propio de Costa Rica: por los que habían muerto por el simple hecho de no ser reconocida su dignidad humana. Se trata ciertamente de acoger la vida y respetar la maternidad.
Ese fue el mensaje que me quedo. Cuando salí de ese campo de concentración, entendí, que debo defender la dignidad humana siempre.
Ese fue el argumento que se debatió cuando se inicio la iniciativa de Costa Rica de oponerse a toda clonación humana valorando la dignidad humana. Era la misma idea que tenía este país, cuando Fernando Volio lanzó la iniciativa en contra de la segregación racial. La misma idea tenía Tomas Guardia, cuando eliminó la pena de muerte.
En ciudades tan remotas como Santiago o Frankfurt, Costa Rica se hace presente a través de bizcochos que deleitan los paladares chilenos, las flores de Poás que adornan las estancias europeas y las frutas exóticas de San Carlos, que se encuentran en los anaqueles de un almacén en Brooklyn, Nueva York. Estas son sólo algunas de las historias de éxito de exportadores costarricenses, quienes han sabido sacar provecho de la inserción de Costa Rica en la economía global y que con su esfuerzo contribuyen al crecimiento económico del país.
Gracias a muchos de ellos, Costa Rica exporta hoy más de 4.000 productos a 146 destinos diferentes. Con el objetivo de continuar fomentando el comercio, el Gobierno de la República tiene una política muy decidida en esta materia, que busca abrir nuevos mercados para los productos costarricenses y apoyar al pequeño y mediano productor para que venda en el exterior, a través de programas dirigidos a diversificar e incrementar los productos y servicios que exportamos, las empresas que lo hacen, los mercados a los que dirigen sus productos y las zonas del país desde donde operan. Se trata de programas que buscan motivar al productor nacional a exportar y ofrecerle asistencia para que pueda hacerlo, de propiciar el encadenamiento de las pequeñas y medianas empresas como proveedoras de otras empresas exportadoras, de impulsar al productor nacional a incorporar más tecnología en sus productos y procesos para elevar el valor agregado de lo que se exporta, y de facilitar los procesos para que los productos costarricenses lleguen a sus destinos con celeridad y en las condiciones requeridas.
Durante el año 2010, el 64% de nuestras exportaciones se realizaron a destinos con los que tenemos tratados de libre comercio vigentes. Esto refleja el aprovechamiento de nuestros empresarios de la sólida plataforma de comercio exterior que Costa Rica ha venido construyendo durante los últimos 20 años, la cual incluye ocho tratados de libre comercio con 14 países socios, entre ellos, Estados Unidos, México, Chile, Canadá y Centroamérica.
Mientras que en 1998 hubo 1.579 empresas exportadoras (de más de U$12.000), en 2010 se registraron 2.125. En Costa Rica, el esfuerzo exportador de las micro, pequeñas y medianas empresas es de la mayor importancia. De hecho, el 81% de nuestras empresas exportadoras son MIPYMES, que junto a las grandes empresas que el país ha logrado atraer, hacen que Costa Rica cuente con un sector exportador altamente diversificado en sectores y productos, desde componentes electrónicos, prótesis y otros dispositivos sofisticados de uso médico, hasta banano, piña, café y flores; pasando por galletas integrales, repostería congelada, salsas y jaleas exóticas, productos para la limpieza, cables eléctricos, llantas, envases, refrigeradoras, entre otros.
Costa Rica tiene aún retos importantes para mejorar y aumentar su participación en el mercado mundial, incluyendo la realización de urgentes mejoras en su infraestructura física, el desarrollo y fortalecimiento del recurso humano y la mejora regulatoria. La tarea no es sencilla, pero el compromiso por mejorar la competitividad y continuar  avanzando es firme.  Si hemos logrado que empresas como Costa Rica Animation Holdings realice animaciones para el History Channel ó Zepol venda sus ungüentos medicinales en Estados Unidos ó Sur Tropical venda sus follajes en Holanda es porque sabemos que Costa Rica tiene mucho más que ofrecer al mundo.
En ciudades tan remotas como Santiago o Frankfurt, Costa Rica se hace presente a través de bizcochos que deleitan los paladares chilenos, las flores de Poás que adornan las estancias europeas y las frutas exóticas de San Carlos, que se encuentran en los anaqueles de un almacén en Brooklyn, Nueva York. Estas son sólo algunas de las historias de éxito de exportadores costarricenses, quienes han sabido sacar provecho de la inserción de Costa Rica en la economía global y que con su esfuerzo contribuyen al crecimiento económico del país.

La salud es el producto  del desarrollo de la  sociedad y es uno  de los principales componentes de la  calidad de vida.

Para mantenerla es necesario la garantía de un sistema nacional de atención de la salud mediante la legislación vigente y los mejores esfuerzos de las autoridades encargadas de su administración para que esta garantía se mantenga como una realidad sostenible.

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Hoy se cumplen 187 años de una decisión histórica que cambió la vida de Guanacaste y Costa Rica.
Desde 1824 Guanacaste ha engrandecido al país aportando valores y tradiciones que son parte del ser costarricense, ha amalgamado el espíritu valiente de su gente con el compromiso civilista y democrático de Costa Rica.
Guanacaste la provincia de los volcanes,  donde las marimbas elevan un canto hacia su  pueblo,  enfrenta  hoy decisiones insoslayables.
Su enorme riqueza natural es actualmente sinónimo de desarrollo y visión de esperanza futura, pero también de disputas entre un modelo insostenible de crecimiento que pretende lapidar los recursos para el lucro de unos pocos y el modelo solidario que construye progreso con las comunidades.
La crisis económica golpeó particularmente a Guanacaste. El turismo,  uno de sus principales motores, se contrajo. La inversión privada y pública sufrió un fuerte freno llevando consigo la paralización, el cierre de proyectos y el desempleo. Como de costumbre los sectores más afectados son siempre los más vulnerables evidenciándose que Guanacaste es la provincia con los mayores índices de pobreza y desempleo a nivel nacional.
Todo esto plantea la necesidad de repensar el modelo de desarrollo y decidir si se quiere alcanzar el tan ansiado bienestar social a través de actividades privadas responsables ambiental y socialmente,  que de la mano de una planificada inversión pública,  consigan la inclusión de amplios sectores sociales.
No es difícil avizorar que Guanacaste puede labrarse un futuro promisorio si consigue encarar la ruta correcta de  la sostenibilidad, entendida esta como la: del crecimiento económico, la protección de los recursos naturales y la promoción de oportunidades para las actuales y futuras generaciones.
La equidad social  genera paz y democracia, por ello la búsqueda del desarrollo sostenible redundará solo en el bienestar que todos aspiramos. El Cooperativismo se constituye un claro ejemplo de que es posible apostar por el desarrollo con democracia y solidaridad.
La Cooperativa de Electrificación Rural de Guanacaste, R.L. en sus 46 años de servir a las comunidades  ha llevado con éxito los principios del cooperativismo y el modelo sostenible y es fiel creyente de que el desarrollo se construye de la mano de la gente, promoviendo el crecimiento económico y favoreciendo un uso racional de los recursos renovables.
El aniversario de la anexión propicia el retomar estos grandes desafíos que como provincia y como país son impostergables. Encaminarse hacia  ello requiere, empero el concurso decidido de todos los actores sociales y la voluntad política para entender el grado de compromiso y sobre todo de urgencia que entrañan.
Autora: Marisol Arias Murillo, Periodista Coopeguanacaste, R.L.
Hoy se cumplen 187 años de una decisión histórica que cambió la vida de Guanacaste y Costa Rica.
Desde 1824 Guanacaste ha engrandecido al país aportando valores y tradiciones que son parte del ser costarricense, ha amalgamado el espíritu valiente de su gente con el compromiso civilista y democrático de Costa Rica.
Una de las principales preocupaciones de la población y de las municipalidades es el problema de la basura, sobre lo que se ha dicho y escrito mucho.  Sin embargo, las soluciones no llegan: los rellenos sanitarios se agotan, los incineradores parecen tejanos, el reciclaje no se explota adecuadamente.  Mientras, la basura no se explota adecuadamente.  Mientras, la basura sigue “adornando” nuestras calles y parajes, y la gente sigue siendo menos consciente.  Cada día hay más basura por todo lado.  San José, Costa Rica, es un enorme basurero.  Pareciera que al tico le gusta vivir como los chanchos, en medio de la suciedad.
La basura es un negocio.  Quizás si se viera desde esta perspectiva, podríamos solucionar en parte el mal.  Por ello quiero hacer varios planteamientos que podrían contribuir a buscarle una salida viable a la situación.
Primero, ntreguemos la recolección y disposición de los derechos a los particulares, a la empresa privada.  Que ellos establezcan rellenos sanitarios, incineradores o cualquier otro sistema de tratamiento de la basura.  Los vecinos pagarían el servicio, el Estado podría dar una subvención o compra de equipo, a quienes se dediquen a esa empresa.  Incluso se podría pensar que este servicio fuera manejado por una cooperativa.  Todo se haría bajo la supervisión del Ministerio de Salud, municipalidades, y previos estudios de impacto ambiental.   Habrían fuentes de trabajo, se reactivaría la economía y se profesionalizaría el sistema de recolección de basura.  Estoy seguro que para proyectos de este tipo se podría conseguir dinero con organismos internacionales.  Se podría empezar a experimentar en un sector determinado.
Segundo, organicemos en cooperativas y con las seguridades sociales del caso a los “buceadores”, a esas personas que hacen el trabajo desagradable de recoger de la basura diversos materiales, que luego venden para obtener algún dinero.  Ayudémosles a hacer más fácil y seguro su trabajo.  Démosles equipo e indumentaria apropiada para su labor.  Ellos son parte del sector productivo del país, ya que permiten la reutilización de mucho material y con ello se evita la salida de divisas.
Tercero, utilicemos lombrices para procesar la basura.  Ellas producen humus, materia orgánica degradada, que es un excelente fertilizante y mejora las características físico-químicas del suelo.  Además, las lombrices producen proteínas.  Un proyecto de este tipo se realiza en Chile.  A ese trabajo con lombrices se le llama lombricultura.  Dicen los estudiosos que la “química del humus de lombriz es tan equilibrada y armoniosa que nos permite colocar una semilla directamente en él sin ningún riesgo”.  El 75% de lo que come la lombriz se transforma en humus y el 25% en carne.  Se dice que la lombriz produce proteínas casi del mismo valor nutritivo que la leche y aunque “esa carne se pensó en un principio usar para consumo animal, hoy se plantean usos superiores” (el hombre).
En Chile se está planeando exportar humus producido por lombrices.  O sea, las lombrices biodegradan las basuras.  ¿Cuánto humus y proteínas podría producir Costa Rica con toda la basura que genera? ¿Por qué no el MAG o alguna institución privada, colegio agropecuario, o qué se yo, no empiezan a sacar ventajas de la lombricultura?  Mataríamos varios pájaros de un tiro: producimos fertilizante, contribuimos a resolver el problema de la basura, y generamos fuentes de trabajo.
¿Será tan difícil aplicar estos 3 puntos en Costa Rica?  Creo que no, solo se necesita voluntad política, compromiso de las personas y mirar hacia el futuro.
Alexander Bonilla Durán
Una de las principales preocupaciones de la población y de las municipalidades es el problema de la basura, sobre lo que se ha dicho y escrito mucho.  Sin embargo, las soluciones no llegan: los rellenos sanitarios se agotan, los incineradores parecen tejanos, el reciclaje no se explota adecuadamente.  Mientras, la basura no se explota adecuadamente.  Mientras, la basura sigue “adornando” nuestras calles y parajes, y la gente sigue siendo menos consciente.  Cada día hay más basura por todo lado.  San José, Costa Rica, es un enorme basurero.  Pareciera que al tico le gusta vivir como los chanchos, en medio de la suciedad.
La huelga, impropiamente llamada paro, y convocada por la UNIÓN MÉDICA NACIONAL, no debe ser.
La huelga es un acto de guerra en las relaciones obrero-patronales a la cual recurren  justamente los trabajadores cuando se agotan los medios pacíficos para defender sus derechos.
La huelga es también un arma legítima, cuando se usa contra el patrono capitalista y fundamentalmente abusivo, para dañar su economía e impedirle su ganancia.
Pero en la Caja no se dan estas condiciones. La Junta Directiva de la Caja no es el patrono, ni el dueño de la Institución, sino un simple administrador. Los trabajadores y asegurados de la Caja, son los verdaderos dueños de la Institución, sólo en la  proporción en que  son parte de todo el pueblo, que sí es el dueño y el que la financia en su totalidad.
Ahora bien, el pueblo, el dueño de la Caja, no es el culpable de los desaciertos e injusticias que ahí se cometen: el verdadero responsable es el gobierno que nombra a la Junta Directiva y esta como la ejecutora de pérfidos designios e inadecuadas acciones.
Pero con la huelga, no se perjudica ni al gobierno, ni a la Junta Directiva de la Caja, sino que al contrario, se favorecen y se estimulan los malvados propósitos de quienes buscan la privatización de la Caja, pues muchas personas mal informadas e ignorantes, caen en la trampa de creer que con una privatización, se acabarían sus problemas y que recibirían una atención médica de calidad, gran espejismo y mayor error pensar así.
Por otra parte, si por la actuación irresponsable y anti popular de la Caja, por acción y/o omisión de los gobiernos y sus juntas  directivas, los servicios médicos ya constituyen una tortura contra los pacientes; agravar esa tortura es un contrasentido. Porque demás de favorecer al gobierno y a la Junta Directiva de la Caja pues evitará la salida de recursos en la atención a los asegurados., Esto además provocará y logrará un mayor distanciamiento entre trabajadores y asegurados, porque estos últimos comprenderán que han sido tomados como rehenes indefensos para ejecutar un chantaje.
Los problemas  de la Caja no los resolveremos con actos absurdos como los de tratar de obtener o conservar un derecho económico, cuya pérdida no  conduce a  un estado de necesidad, lesionando el derecho muchas veces superior de centenares de miles de personas, como es el derecho a la salud y a la vida.
Los comprendemos, pero también les pedimos que nos comprendan. Los problemas  en la Caja sólo lograremos resolverlos luchando juntos, asegurados, pueblo en general y trabajadores de la Institución, con plena lealtad, solidaridad y respeto recíprocos.
Le recomendamos a la UNIÓN MÉDICA NACIONAL, buscarse una buena asesoría legal.
Luis Alberto Jaén Martínez
Cédula 1-367-350La huelga, impropiamente llamada paro, y convocada por la UNIÓN MÉDICA NACIONAL, no debe ser.

La huelga, impropiamente llamada paro, y convocada por la UNIÓN MÉDICA NACIONAL, no debe ser.

La huelga es un acto de guerra en las relaciones obrero-patronales a la cual recurren  justamente los trabajadores cuando se agotan los medios pacíficos para defender sus derechos.

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