Camilo Rodríguez  Chaverri

Camilo Rodríguez Chaverri

La radio es el medio más democrático  y más querido por el pueblo en Costa Rica. La radio hace patria en las comunidades. La radio educa. La radio transforma. Y ha sido posible que la radio genere un gran desarrollo en las comunidades gracias a  los radiodifusores, quienes se han echado al hombro la heroica tarea de levantar empresas radiofónicas, emisoras que tienen un gran impacto positivo en las comunidades.
Estos radiodifusores, en muchos casos han sacrificado su tiempo, han invertido su dinero o hasta han hecho votos de pobreza para que la radio se consolide en Costa Rica.
La radio es libre, es abierta y pluralista. A nadie se le cobra por poder escuchar radio. Pero la democracia costarricense no sería lo que es sin la radio. Y la radio no sería lo que es sin los radiodifusores costarricenses.
Todas estas personas sacrificaron a sus empresas o su estabilidad económica, con tal de sacar adelante proyectos radiofónicos que no siempre han sido empresas lucrativas pero siempre sí han sido grandes generadores de transformación social en Costa Rica.
Sin estos personajes, Costa Rica no tendría 75 emisoras en una cadena de radio tan sólida como la del programa Panorama, ni tendrá una Cámara Nacional de Radio (CANARA), que ha servido de soporte para grandes luchas sociales, grandes esfuerzos de educación masiva, grandes proyectos de creación de cultura en Costa Rica.
Saludo a los radiodifusores que hacen que la radio sea cada día más fuerte y más sólida, a los de la zona urbana y a los de la zona rural, a los de AM y a los de FM, a todos ellos, quienes hacen que la radio sea una garantía viva para la pluralidad y la democracia.
Esto ha sido, es y será la labor incansable del grupo de trabajadores nacionaldes de la radio, que han convertido a CANARA en un pilar importante de nuestra democracia.
La radio es el medio más democrático  y más querido por el pueblo en Costa Rica. La radio hace patria en las comunidades. La radio educa. La radio transforma. Y ha sido posible que la radio genere un gran desarrollo en las comunidades gracias a  los radiodifusores, quienes se han echado al hombro la heroica tarea de levantar empresas radiofónicas, emisoras que tienen un gran impacto positivo en las comunidades.
Albertina Vázquez es una pescadora de Cocorocas de Chomes de Puntarenas. Tiene 64 años. Lo único que ha hecho en su vida es pescar y pescar. Tiene un rancho en el lugar donde ha vivido desde que nació.
Ahora quieren botarle su casita. Me dijo, “si me quieren echar de aquí, tendrán que botarme junto a mi rancho, y echarme al mar como echarán los escombros”.
María Adanis Porras, pescadora de Tárcoles,  dice que quieren echarla de donde ha vivido siempre, para trasladarla a una zona a muchos kilómetros del mar. Dice que sacarla de la costa es como llevarse a un pájaro buchón del mar y llevarlo a vivir  a San José.
En Playa Gigante de Paquera, las mujeres nativas de la zona ahora no tienen permisos municipales ni para arreglar o reparar sus casas, que fueron construidas, eso sí, con todos los permisos municipales.
Carlos Murillo ya sufrió la demolición de su restaurante, que tenía más de treinta trabajadores. Mucho de lo demolido queda botado ahí, a la orilla del mar. Ni siquiera lo recogen.  No entiendo por qué destruir el esfuerzo de gente que ha vivido a la orilla del mar durante décadas. Ahí donde estaba el restaurante de don Carlos Murillo, no podrán construir algo diferente, porque el lugar sólo permite una construcción como la que él tenía.
En Pógeres de Tárcoles, es así de triste. Hay una lengua de tierra, entre un risco y una playa, y ahí construyeron sus casas varias familias. Ahora quieren botarles las casas, simplemente por botarlas, porque los riscos no les permitirán construir algo más. Es lo que vive Guillermo Avila Grillo, quien fue zapatero desde niño. Este gran emprendedor construyó en Pógeres una casa hace más de treinta años. Ni siquiera puede defenderse, pues explica que no fue notificado oportunamente.
He conocido el mundo de las comunidades costeras que sufren ahora el atropello del Estado, pues pretenden sacarlos de las tierras que han ocupado por décadas y a veces por siglos. Hay comunidades costeras que tienen registros de su historia a partir de 1828. Sin embargo, ahora las municipalidades quieren echarlos afuera.
Hice un recorrido con gente que sufre estos problemas. Me sobrecogió la historia de Albertina Vázquez, María Adanis Porras, Noemy Peña y de Guillermo Avila. Esto se vive en Barra del Colorado y de Tortuguero, en las islas del Golfo de Nicoya, es lo que se vive en Chira y en Venado, en fin, hay 60 comunidades y 50 mil personas que viven este drama sin que el gobierno le preste atención al tema.
Albertina Vázquez es una pescadora de Cocorocas de Chomes de Puntarenas. Tiene 64 años. Lo único que ha hecho en su vida es pescar y pescar. Tiene un rancho en el lugar donde ha vivido desde que nació.
Alberto Cañas Escalante va a cumplir 92 años y sigue siendo el periodista más culto, más incisivo y más profundo que tiene nuestro país.
Su reconocimiento con el premio Pio Víquez, premio por la obra de toda una vida, es más que justo y más que necesario. De hecho, cuando me enteré de la noticia por la radio, pensé, “diay, don Beto ya se lo merecía hace 50 años”.
Como bien ha dicho la prensa, su verbo es incandescente. Don Beto nunca queda a medias tintas. Nunca se anda por las ramas. Uno puede estar de acuerdo o no con él, pero siempre es franco, honesto, urticante y muy claro.
Es el mejor cuentista vivo que tenemos. Libros como “Los cuentos del Gallo Pelón”, deben ser lectura obligatoria en nuestros colegios porque sus cuentos tienen una gran riqueza tanto literaria como sociológica y un trasfondo de la historia del país.
Sus obras de teatro, entre ellas, “Uvieta”, “Jueves Santo” y “Una bruja en el río”, son de una riqueza especial por el profundo conocimiento del ser costarricense que en ellas se denota.
También me encanta su novela “Los molinos de Dios” una excelente síntesis de la sociedad costarricense en la que predominaba la cultura y el cultivo del café. La sociedad cafetalera que ya no somos, quedó muy bien recreada por don Alberto en esa novela.
También recomiendo el libro “Una casa en el barrio del Carmen” análisis exquisito de nuestra sociedad y su clase media.
Don Beto ha sido periodista durante 75 años. Fundó los periódicos La República y Excelsior. Trabajó en El Diario de Costa Rica. Su columna, “Chisporroteos” es, primero que todo la mejor lección que tenemos los periodistas costarricenses sobre cómo escribir bien, cómo escribir correctamente.
Su libro “Los ocho años”, es la narración detallada más exquisita del fenómeno suscitado por Don Pepe Figueres en los años 40.
Y su programa de radio, “Así es la cosa”, donde interactúa con mi mentor don Álvaro Fernández, y el cultísimo escritor Fernando Durán Ayanegui, es de lo mejor que tiene la radio costarricense.
Don Beto ha sido la gran inspiración de mi vida. Es el intelectual costarricense más importante de nuestra sociedad.
Dios le ha dado a Costa Rica el gran regalo de tener todavía a este hombre que a los  92 años de edad, sigue brillando con su pluma hermosa y precisa, y con su verbo ardiente y terrible.
Don Beto es mi gran maestro. Es la luz que siempre veo al otro lado del túnel. Es un pequeño y tremendo dios en nuestra prensa. Es un aliado y un amigo.
Un abrazo, don Beto.
Alberto Cañas Escalante va a cumplir 92 años y sigue siendo el periodista más culto, más incisivo y más profundo que tiene nuestro país.
Su reconocimiento con el premio Pio Víquez, premio por la obra de toda una vida, es más que justo y más que necesario. De hecho, cuando me enteré de la noticia por la radio, pensé, “diay, don Beto ya se lo merecía hace 50 años”.
El Movimiento Solidarista como tal realiza un gran trabajo en materia de salud. Este trabajo va desde las ferias de salud, en las que las asociaciones solidaristas tienen todo tipo de ofertas, descuentos y créditos para exámenes médicos, sobre todo en el ámbito de la prevención, hasta la incidencia directa gracias a la existencia de clínicas dentales y programas de médico en la empresa, donde la asociación solidarista participa activamente.
Tenemos ejemplos claros del trabajo en materia de salud. Hay asociaciones solidaristas que cuentan con sus propios sistemas y clínicas, como Baxter y Taca. Hay asociaciones solidaristas que tienen su propia farmacia, como en Cefa. Hay asociaciones solidaristas que ofrecen descuentos a sus asociados en materia de compra de medicamentos, como en Cofasa, y hay asociaciones que realizan grandes ferias de la salud en coordinación con la empresa, como en Pipasa.
Sin duda que hay que tomar en cuenta como parte de la atención a la salud, en su àmbito preventivo, todo lo que hacen las asociaciones solidaristas en materia deportiva, como es el caso de la Asociación Solidarista de Procter and Gamble, que manifiesta tener el gimnasio con el equipo más moderno de América Central, o el caso de Firestone, cuya asociación solidarista administra el gimnasio de la empresa, o el de Durman, donde el director deportivo fue hasta entrenador de la Selección Nacional de Futbol, Gustavo De Simone, y el caso de Coca Cola FEMSA, cuya asociación solidarista prepara un proyecto deportivo con proyección a la comunidad, que será implementado en el proyecto de vivienda “Construyendo juntos”, donde habrá viviendas de asociados de las asociaciones solidaristas de Holcim, Kraft, Taca, Cervecería Costa Rica y Coca Cola FEMSA. También en SENARA hay un gran aporte en materia de vivienda.
Hay ocho asociaciones solidaristas que forman el Equipo de Solidaristas en Acción, ESA. Se trata de las asociaciones solidaristas de empresas tan consolidadas como Intel, HP, Cervecería Costa Rica, Taca, Coca Cola FEMSA y Pipasa. ESA tiene una agencia de seguros, y junto al Movimiento Solidarista Costarricense, ofrece el seguro colectivo de vida más accesible que se ofrece en el mercado.
Junto a las ferias de la salud, las clínicas dentales, las farmacias, los seguros de vida, los proyectos deportivos y también los proyectos de vivienda, la verdad es que la situación del país, y sobre todo la crisis de la Caja Costarricense del Seguro Social, nos obliga a pensar que las asociaciones solidaristas deben aportar más en materia de salud, con lo que alivianarían la carga del Estado.
El concepto básico es el siguiente: cuando tienen que aportar en salud, las
asociaciones solidaristas y las empresas tienen dos opciones, o administran un sistema de salud o contratan a un tercero que lo haga. Pero es un deber de la asociación solidarista asumir un papel protagónico en salud preventiva, salud dental y promoción del deporte.
El Movimiento Solidarista como tal realiza un gran trabajo en materia de salud. Este trabajo va desde las ferias de salud, en las que las asociaciones solidaristas tienen todo tipo de ofertas, descuentos y créditos para exámenes médicos, sobre todo en el ámbito de la prevención, hasta la incidencia directa gracias a la existencia de clínicas dentales y programas de médico en la empresa, donde la asociación solidarista participa activamente.
Ya llegó la Navidad, con sus colores, sus tonos, sus luces, sus canciones únicas. La Navidad es un tiempo especial porque Dios saca vacaciones y se viene para este planeta. Deja la fábrica del cielo a cargo de ángeles y arcángeles, y se viene con todo y maleta.
La Virgen María se queda a cargo de las aguas y los vientos. Ella sopla desde más allá de las nubes. El vientecillo les hace cosquillas a los pájaros.
Parece que en lugar de cantar, los pájaros ríen. Parece que las ardillas sintieran los dedos de la Virgen debajo de la piel y salieran corriendo de la contendera. Parece que las nubes estuvieran bailando un vals que la Virgen les canta al oído.
Dios se viene para la Tierra con sus anteojos oscuros. Por eso, retoca los atardeceres con los dedos más pequeños. Dios pellizca al sol y unta ese amarillo pollito en los celajes. Dios exprime unas naranjas misteriosas sobre las nubes y parece que el cielo es un jugo que vuela. Los patos bailotean en el horizonte como si supieran que con su vuelo Dios escribe poemas.
Todos se dan cuenta del cambio en el ambiente. Por eso es que llenan las casas de luces, como si quisieran bajar las estrellas. Ni la luna se pone celosa.
Se pone más blanca de la pura alegría. Pone más blancos los cielos cuando amanecen, más blanco el cielo cuando la noche asoma la cola. Más blancos los gansos, las cabras, los quesos, la leche.
Dios saca un mes de vacaciones. Siempre descansa en diciembre. Duerme y la noche se puebla de estrellas. Bosteza y el viento cosquillea en nuestras cabezas. Estornuda y el viento es un señor invisible que se viste con guayaberas.
Además de venirse para el planeta, yo sospecho que aparta un lote exactamente aquí. Su finquita queda entre nosotros. Se llama Costa Rica.
Juro que lo he visto lavarse los pies, ahí por San Gerardo de Dota. Por eso es que las aguas del río Savegre son las más puras. Son aguas sagradas.
Aproveche que Dios anda aquí cerca, para la Navidad. A veces se esconde en las caritas de los niños que piden limosna a los pies de los semáforos de San José.
Ayude en esta Navidad. EL Movimiento Solidarista le invita a ayudar a los niños de la Fundación Obras del Espíritu Santo, que recibirán apoyo logístico de nuestra parte y de la Asociación de Zonas Francas (AZOFRAS). También estamos ayudando en fiestas para niños en Palmares (con el aporte de la Fundación Martén), en Talamanca, en Upala y en Siquirres. La Navidad es de los niños y las niñas. Por favor, ayúdenos con estas cinco actividades para niños y niñas de escasos recursos. El teléfono del Movimiento Solidarista es             2253-9808      . Ayúdenos a ayudar a que los niños y niñas vivan la Navidad.
Ya llegó la Navidad, con sus colores, sus tonos, sus luces, sus canciones únicas. La Navidad es un tiempo especial porque Dios saca vacaciones y se viene para este planeta. Deja la fábrica del cielo a cargo de ángeles y arcángeles, y se viene con todo y maleta.
El régimen de zonas francas costarricenses es sólido y competitivo. En los últimos treinta años, ha atraído inversión extranjera, que genera a hoy más de 60 mil empleos directos y más de 100 mil empleos indirectos.
Sólo en el año 2010, los empleos nuevos generados por el régimen de zona franca representan casi el 40 por ciento de todos los empleos nuevos.
Las empresas de Zona Franca son empresas que invierten a largo plazo y que generan encadenamientos productivos. Cientos de empresas costarricenses, medianas y pequeñas, ofrecen sus servicios o sus productos a estas empresas de zonas francas.  Además, estas empresas de Zona Franca aportan 136 mil millones de colones al año al sistema de seguridad social.
Las empresas de Zona Franca les aportan mucho a las mujeres y los jóvenes.  El 60 por ciento de los trabajos generados en empresas médicas son ocupados por mujeres. Solamente en las empresas de servicios, el promedio de edad de sus trabajadores es de 24 años. Gran parte de la oferta de estos jóvenes provienen de colegios técnicos, y muchos de estos están en zonas rurales.
En este mismo sentido, la actual legislación de Zonas Francas promueve la instalación de las empresas en áreas de menor desarrollo. Puntarenas, San Ramón, Limón y varios cantones de Cartago, como Turrialba, ven los beneficios.
Si cambia la legislación, tal y como lo pretende el Plan Fiscal, tendremos los siguientes problemas. Se verá a Costa Rica como un país que sufre incoherencia política, porque hace sólo dos años, en el 2009, hubo consenso y se aprobó con unanimidad la Reforma a la Ley de Zonas Francas. Dos años después, echaríamos por la borda lo obtenido por ese consenso.
Segundo, se generaría un clima de incerteza o inseguridad jurídica. Costa Rica es reconocido como un país legalista y observante del ordenamiento jurídico, pero lo que pretende el Plan Fiscal es cambiar las reglas del juego. Lo tercero es lo conocido como relocalización de inversiones, o sea, ante un clima de inversión inseguro, las empresas buscan otros países para invertir.
Cuarto: el proyecto de ley ya está generando consecuencias negativas para los proyectos de inversión. Por ejemplo, AEGIS está reconsiderando la ampliación de su centro de contacto en Tilarán; una empresa de manufactura lista para invertir en Puntarenas, está considerándolo de nuevo…
Además, si no llegan proyectos de inversión y se crea un desestímulo para las reinversiones de las empresas ya instaladas, ¿a cuáles empresas podrían cobrarles los impuestos que impondría el Plan Fiscal? La ganancia en términos fiscales sería mínima.
De los 60 mil trabajadores de empresas en Zona Franca, unos 50 mil son solidaristas. El Movimiento Solidarista Costarricense ve con preocupación el futuro incierto que tienen estos trabajadores si el Plan Fiscal golpea, como lo pretende, al exitoso Régimen de Zonas Francas que ha tenido nuestro país.
Camilo Rodríguez Chaverri
Director Ejecutivo, Movimiento Solidarista Costarricense
El régimen de zonas francas costarricenses es sólido y competitivo. En los últimos treinta años, ha atraído inversión extranjera, que genera a hoy más de 60 mil empleos directos y más de 100 mil empleos indirectos.
Cuando uno ve casos como el de Hospira, Baxter, St. Jude Medical, Western Union, uno siente un gran orgullo por Costa Rica, por su sistema educativo, por no tener ejército, por no tener una dictadura desde 1919, por haber combatido un proyecto esclavista en América Central en 1856 y 1857, por haber decidido que la educación fuera gratuita y obligatoria en 1860, por dedicar a instituciones como el Instituto Tecnológico de Costa Rica y el INA lo que otros países dedican al ejército, por nuestro sistema solidario de salud, por la neutralidad perpetua del presidente Monge, por el Premio Nobel de 1987, y también por este gran invento de Costa Rica que es el solidarismo, que busca que los trabajadores surjan a partir del ahorro y de nuestra tesis de que hay que eliminar la lucha de clases, que la empresa donde uno trabaja es una bendición para cada quien y para su familia.
El Movimiento Solidarista ha hecho múltiples llamados de lucha porque este proyecto de grabar a las empresas en zonas francas atenta contra la seguridad jurídica y lanza un pésimo mensaje al mundo. Le dice al mundo, “no crean en Costa Rica, ahí les cambian las reglas del juego, les cambian la mula a la mitad del río”.
El que un partido político traicione a la clase trabajadora, a quienes se ganan los frijoles en 250 empresas en zonas francas es algo muy doloroso. Yo soy de campo. Mi papá es de San Rafael de Poás de Alajuela y la gente de su pueblo trabaja en Borkar, la empresa de un estadounidense.  Mi mamá es de Cervantes de Alvarado y la gente de su pueblo trabaja principalmente en Plycem, en Paraíso, y en Rawling, en Turrialba.
Yo crecí en Pérez Zeledón donde no hay zonas francas. La mitad de mis compañeros de la escuela viven en Estados Unidos. La zona los expulsó por falta de empleo.
Mi adolescencia transcurrió en la comunidad de Los Diamantes, cerca de Guápiles, donde la mayor parte de la gente trabaja en la planta de Demasa, una empresa de capital mexicano, y en Mundimar, de Chiquita, una planta en zona franca.
Este proyecto de ponerle impuestos a las zonas francas nos duele por Grecia, donde están Panduit y Cartex; nos duele por San Carlos, donde Ticofrut ha generado una gran diferencia para las comunidades de Aguas Zarcas, Altamira, Cerro Cortez y Pital; nos duele por Tilarán y Puntarenas.
La única salida que le veo a este problema suscitado por el PAC es que le demos a esta lucha un rostro humano y que hagamos presión en la calle, frente a la Plaza de la Democracia, frente a la Asamblea Legislativa, frente a la casa de los diputados de Heredia y Alajuela, las dos provincias donde están el ochenta por ciento de las zonas francas, y frente a la casa de don Ottón Solís.
El solidarismo defiende valores de justicia social. No defendemos las huelgas ni los paros. Pero si tuviéramos que resumir al solidarismo en una frase, esa es “defensa del trabajo” y lo que estamos haciendo aquí, en la Asamblea Legislativa, ustedes y yo, es defendiendo el trabajo de 50 mil solidaristas y 58 mil trabajadores de Costa Rica. Nos corresponde ahora defender con vehemencia y pasión el bendito derecho a conservar nuestro trabajo.
Cuando uno ve casos como el de Hospira, Baxter, St. Jude Medical, Western Union, uno siente un gran orgullo por Costa Rica, por su sistema educativo, por no tener ejército, por no tener una dictadura desde 1919, por haber combatido un proyecto esclavista en América Central en 1856 y 1857, por haber decidido que la educación fuera gratuita y obligatoria en 1860, por dedicar a instituciones como el Instituto Tecnológico de Costa Rica y el INA lo que otros países dedican al ejército, por nuestro sistema solidario de salud, por la neutralidad perpetua del presidente Monge, por el Premio Nobel de 1987, y también por este gran invento de Costa Rica que es el solidarismo, que busca que los trabajadores surjan a partir del ahorro y de nuestra tesis de que hay que eliminar la lucha de clases, que la empresa donde uno trabaja es una bendición para cada quien y para su familia.