Martes, 31 Enero 2012 05:11

Premio Pío Víquez para el periodista Alberto Cañas, de 92 años de edad

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Alberto Cañas Escalante va a cumplir 92 años y sigue siendo el periodista más culto, más incisivo y más profundo que tiene nuestro país.
Su reconocimiento con el premio Pio Víquez, premio por la obra de toda una vida, es más que justo y más que necesario. De hecho, cuando me enteré de la noticia por la radio, pensé, “diay, don Beto ya se lo merecía hace 50 años”.
Como bien ha dicho la prensa, su verbo es incandescente. Don Beto nunca queda a medias tintas. Nunca se anda por las ramas. Uno puede estar de acuerdo o no con él, pero siempre es franco, honesto, urticante y muy claro.
Es el mejor cuentista vivo que tenemos. Libros como “Los cuentos del Gallo Pelón”, deben ser lectura obligatoria en nuestros colegios porque sus cuentos tienen una gran riqueza tanto literaria como sociológica y un trasfondo de la historia del país.
Sus obras de teatro, entre ellas, “Uvieta”, “Jueves Santo” y “Una bruja en el río”, son de una riqueza especial por el profundo conocimiento del ser costarricense que en ellas se denota.
También me encanta su novela “Los molinos de Dios” una excelente síntesis de la sociedad costarricense en la que predominaba la cultura y el cultivo del café. La sociedad cafetalera que ya no somos, quedó muy bien recreada por don Alberto en esa novela.
También recomiendo el libro “Una casa en el barrio del Carmen” análisis exquisito de nuestra sociedad y su clase media.
Don Beto ha sido periodista durante 75 años. Fundó los periódicos La República y Excelsior. Trabajó en El Diario de Costa Rica. Su columna, “Chisporroteos” es, primero que todo la mejor lección que tenemos los periodistas costarricenses sobre cómo escribir bien, cómo escribir correctamente.
Su libro “Los ocho años”, es la narración detallada más exquisita del fenómeno suscitado por Don Pepe Figueres en los años 40.
Y su programa de radio, “Así es la cosa”, donde interactúa con mi mentor don Álvaro Fernández, y el cultísimo escritor Fernando Durán Ayanegui, es de lo mejor que tiene la radio costarricense.
Don Beto ha sido la gran inspiración de mi vida. Es el intelectual costarricense más importante de nuestra sociedad.
Dios le ha dado a Costa Rica el gran regalo de tener todavía a este hombre que a los  92 años de edad, sigue brillando con su pluma hermosa y precisa, y con su verbo ardiente y terrible.
Don Beto es mi gran maestro. Es la luz que siempre veo al otro lado del túnel. Es un pequeño y tremendo dios en nuestra prensa. Es un aliado y un amigo.
Un abrazo, don Beto.
Alberto Cañas Escalante va a cumplir 92 años y sigue siendo el periodista más culto, más incisivo y más profundo que tiene nuestro país.
Su reconocimiento con el premio Pio Víquez, premio por la obra de toda una vida, es más que justo y más que necesario. De hecho, cuando me enteré de la noticia por la radio, pensé, “diay, don Beto ya se lo merecía hace 50 años”.
Como bien ha dicho la prensa, su verbo es incandescente. Don Beto nunca queda a medias tintas.
Nunca se anda por las ramas. Uno puede estar de acuerdo o no con él, pero siempre es franco, honesto, urticante y muy claro.
Es el mejor cuentista vivo que tenemos. Libros como “Los cuentos del Gallo Pelón”, deben ser lectura obligatoria en nuestros colegios porque sus cuentos tienen una gran riqueza tanto literaria como sociológica y un trasfondo de la historia del país.
Sus obras de teatro, entre ellas, “Uvieta”, “Jueves Santo” y “Una bruja en el río”, son de una riqueza especial por el profundo conocimiento del ser costarricense que en ellas se denota.
También me encanta su novela “Los molinos de Dios” una excelente síntesis de la sociedad costarricense en la que predominaba la cultura y el cultivo del café. La sociedad cafetalera que ya no somos, quedó muy bien recreada por don Alberto en esa novela.
También recomiendo el libro “Una casa en el barrio del Carmen” análisis exquisito de nuestra sociedad y su clase media.
Don Beto ha sido periodista durante 75 años. Fundó los periódicos La República y Excelsior. Trabajó en El Diario de Costa Rica. Su columna, “Chisporroteos” es, primero que todo la mejor lección que tenemos los periodistas costarricenses sobre cómo escribir bien, cómo escribir correctamente.
Su libro “Los ocho años”, es la narración detallada más exquisita del fenómeno suscitado por Don
Pepe Figueres en los años 40.
Y su programa de radio, “Así es la cosa”, donde interactúa con mi mentor don Álvaro Fernández, y el cultísimo escritor Fernando Durán Ayanegui, es de lo mejor que tiene la radio costarricense.
Don Beto ha sido la gran inspiración de mi vida. Es el intelectual costarricense más importante de nuestra sociedad.
Dios le ha dado a Costa Rica el gran regalo de tener todavía a este hombre que a los  92 años de edad, sigue brillando con su pluma hermosa y precisa, y con su verbo ardiente y terrible.
Don Beto es mi gran maestro. Es la luz que siempre veo al otro lado del túnel. Es un pequeño y tremendo dios en nuestra prensa. Es un aliado y un amigo.
Un abrazo, don Beto.