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La crisis y el giro necesario.

Una cosa es ser pacifista y otra es caer en la trampa de los irenismos desproporcionados e ingenuos; así como una cosa es ser un pueblo desarmado y otra es dar la impresión de resultar indefensos, condición que, de paso valga ser dicho, es la condición que, tradicionalmente, más envalentona a los agresores.
Tengo la  impresión que de frente a la crisis limítrofe que vivimos no estamos haciendo las cosas bien. No hemos mantenido una sola línea, ha faltado liderazgo desde el ejecutivo y la diplomacia se ha mostrado muy desigual en  los momentos decisivos.
Primero, hablemos de la falta de coherencia. En los primeros momentos de la crisis el gobierno de la república ensayó mostrarse fuerte, atento, firme. Mostró sus dientes: armas, personal, buenos medios de transporte, presencia y anuncio de recurrir a gobiernos amigos en caso de ser necesario. Luego se produjo un giro. Niños, banderas blancas, palomas de paz y anuncio de gestiones diplomáticas infinitas.
En cuanto al liderazgo desde el ejecutivo ha sido errático. Se ha dejado llevar por presiones, las críticas y el exceso de consejos. Deja la impresión de que no se tiene idea acerca de cuál ha de ser el rumbo correcto para enfrentar una crisis que pinta cada día más grave y con nuevos y más serios rasgos.
En el caso de nuestra diplomacia, hay que decir que ella se ha mostrado con un actuar altamente desigual. La cancillería ha cometido errores desde el primero momento de las dificultades en río San Juan, el famoso dragado y todo lo que le ha acompañado. A pesar del brillante desempeño del embajador Castillo en la OEA, lo demás ha sido más dominado por sombras que otra cosa. Ni siquiera se ha aprovechado el masivo apoyo en OEA y no tengo muy claro cuánto se ha agradecido a los gobiernos amigos su solidaridad.
Lamentablemente, hemos sido testigos, en general,  de un proceder errático, contradictorio y demasiado condescendiente de frente a actitudes extremadamente agresivas y desafiantes por parte de las autoridades nicaragüenses.
Es necesario mostrar una actitud un poco diferente. Las cosas no parecen andar demasiado bien y los tonos van subiendo y, poco a poco, involucran a la población de los dos países que, de día en día, se muestran más agresivas u ofensivas.
Nicaragua luce internamente más unida a este momento de la crisis. Ortega se siente acuerpado. Universitarios, partidos y hasta la iglesia local le han mostrado una cercanía que raya en lo inadecuado. En cambio, entre nosotros parece que las cosas no andan tan monolíticas, aquellos que siempre dicen defender la soberanía no aparecen y las voces que se levantan hablan un idioma que parece no corresponder con la realidad del problema y se muestran altamente ingenuas. Y además, para empeorar el panorama, desde Zapote no hay señales de claridad ni de habilidad de frente a lo que se ha de hacer.
Se impone un giro. Un movimiento de timón que denote más coherencia, liderazgo más claro y una mayor habilidad diplomática. Están en juego muchas cosas y lo que se ha de defender no se logra solo observando y valorando cómo se pierde territorio nacional, se talan hectáreas de bosques o se proyectan obras catastróficas para nuestros intereses en la zona limítrofe.
Una cosa es ser pacifista y otra es caer en la trampa de los irenismos desproporcionados e ingenuos; así como una cosa es ser un pueblo desarmado y otra es dar la impresión de resultar indefensos, condición que, de paso valga ser dicho, es la condición que, tradicionalmente, más envalentona a los agresores.

Definitivamente, la educación es la base del desarrollo…

En este espacio y en reiteradas oportunidades,  he sido enfático en que la educación es la base para el desarrollo de los pueblos y que será por su medio, que la pobreza terminará por perder la batalla y el desarrollo llegará para millones de seres humanos marginados por los crueles flagelos de la pobreza y la ignorancia; a su vez, agravados por la explotación de dictadores y sinvergüenzas que a lo único que han podido aspirar es a grados militares obtenidos sin más honor que el otorgado por la auto-imposición.
En los últimos días,  he descubierto que tengo razón y he entendido por qué algunos gobernantes,  tienen nulo interés en fortalecer la educación e invertir en desarrollo humano que permita a sus pueblos vivir mejor.  He entendido, por qué miles de esas pobres personas deben abandonar sus raíces y cultura,  sus tierras, hijos y ancianos con tal de buscar países como este,  donde su trabajo les permita obtener ingresos decentes y un poquito de dignidad que les haga soñar con un futuro mejor que la miseria a la que han sido condenados por los mercenarios y delincuentes que los gobiernan.
Solo la falta de educación puede hacer que un pueblo se equivoque tanto y tan seguido,  solo la ausencia de conocimiento y el hambre pueden hacer que un pueblo entero se deje oprimir y pierda toda capacidad de reacción y renuncie a cualquier intento por revertir rumbos equivocados.  Solo la ignorancia es capaz de calcinar la capacidad de las masas para buscar mejores derroteros sociales y solo ella, puede hacer que un pueblo entero confunda a los demagogos y piñateros con líderes o estadistas.
En los días recientes, al darle seguimiento y ver la defensa técnica de nuestro embajador en la OEA, caracterizada por el conocimiento   que da una sólida formación en derecho internacional y hacer la inevitable comparación con la retórica calumniosa, petulante y espuria del  aprendiz de dictador; el único sentimiento que aflora es de dolor por ese pobre pueblo,  condenado a seguir soportando la usurpación de su débil democracia y sufriendo el saqueo, la mentira, la ignorancia y la pobreza, en las que los tienen sumidos.
Ante la incapacidad técnica y la ausencia total de la razón,  es fácil fabricar imperios donde lo que hay es la defensa de derechos respaldados por tratados internacionales, un pueblo civilista y protector de los recursos naturales,  un país reconocido por su vocación de paz y  receptor también de muchas manos trabajadoras que vienen a cobijarse con nuestro cielo y a nutrirse del pan que compartimos, a gozar de nuestras libertades y a contribuir por supuesto con nuestra economía, a punta de trabajo digno y muy duro.
Dicen que los pueblos tienen los gobernantes que se merecen, pero yo creo que eso no es cierto.  Creo que esa pobre gente merece algo mejor de lo que ha tenido por décadas, en las que solo han conocido la mano del dictador, la del guerrillero inculto disfrazado de demócrata y la del ladrón que  llena sus bolsillos con piñatas de fondos públicos.
Solo la educación dará a ese pueblo hermano la posibilidad real de reaccionar e impedir que cada cuatro años conviertan el Río San Juan en tema electoral para llenar con demagogia de la más barata,  la incapacidad de ofrecerles una vida diga. Mi respeto al noble pueblo nicaragüense y mi súplica a la Inmaculada Concepción de María (su patrona), para que abra su mente,  sus ojos y su corazón y puedan librarse por siempre de los ruines esbirros que los han gobernado por años.
En este espacio y en reiteradas oportunidades,  he sido enfático en que la educación es la base para el desarrollo de los pueblos y que será por su medio, que la pobreza terminará por perder la batalla y el desarrollo llegará para millones de seres humanos marginados por los crueles flagelos de la pobreza y la ignorancia; a su vez, agravados por la explotación de dictadores y sinvergüenzas que a lo único que han podido aspirar es a grados militares obtenidos sin más honor que el otorgado por la auto-imposición.

CON LA CACHIMBA LLENA

Incrédulo, el Continente observa como en pleno siglo XXI, Costa Rica es  víctima de una agresión ilegítima perpetrada por Nicaragua.  Parte del territorio nacional fue invadido por el ejército del país vecino, que obstinadamente se niega a salir de él.
Nuestro Gobierno, actuando en estricto apego a la tradición pacífica y de respeto a la Ley Internacional de nuestro pueblo, ya ha hecho las concesiones que podía hacer para facilitarle al agresor un espacio que posibilitara el diálogo bilateral, intentando terminar por esa vía con la ofensa sufrida, sin que medie una lamentable confrontación.
Se trata de un acontecimiento completamente irracional, y posiblemente hasta absurdo para quienes lo observen desde lejos viviendo en entornos más civilizados que el nuestro.  Es una invasión perpetrada por marionetas políticas nicaragüenses, a quienes les importa un comino comprometer la tranquilidad y seguridad  de su pueblo, y del nuestro, con tal de perpetuar su control de los espacios de poder con que nutren sus vanidades, y aseguran sus intereses personales.
El Gobierno de Costa Rica tiene, sin miramientos, el total e incondicional respaldo de los costarricenses.  Su labor ha sido extraordinaria y exitosa, pero hasta ahora, la realidad que se nos ha impuesto por la fuerza,  sigue siendo una y la misma, porque pese a los esfuerzos y buena voluntad de nuestro país, lamentablemente hemos sido llevados a un punto en el que se ha hecho más que evidente que no podemos seguir confiando en la palabra, en los acuerdos, y mucho menos en el comportamiento de los políticos nicaragüenses, sin que aquella actitud, abierta y dispuesta al diálogo que hemos mostrado, pueda en algún momento llegar a comprometer seriamente los legítimos derechos de Costa Rica o a poner en duda la integralidad el territorio de nuestro país.
Parece que nuestros vecinos del Norte no solo no entienden, ni quieren entender, que están cometiendo una ilegítima e injustificable agresión contra Costa Rica al invadir nuestro territorio con su ejército, sino que además, se han empeñado en engañar de manera imprudente a su pueblo para embarcarlo en otra aventura con olor a pólvora, de esas a las que por décadas lo han acostumbrado para poder explotarlo con mayor facilidad.
Nuevamente la OEA nos ha dado la razón y los cancilleres se reunirán en diciembre para seguir tratando el conflicto.  También acudimos ya a otras instancias – no excluyentes de la instancia regional diplomática – para tratar de evitar que la bota de los soldados nicaragüenses y sus abusivas acciones, sigan dañando nuestras tierras de reserva y humedales.
En este punto, es necesario que Costa Rica modifique y acentúe sus exigencias en el conflicto, ya que no es posible tratar de negociar o tan siquiera conversar con quien no quiere escuchar, entender, ni aceptar.  Por ello, sin que signifique el abandono de las vías legales, diplomáticas y pacíficas ya emprendidas, nuestro país debe exigir en todos los foros, la inmediata e incondicional salida del territorio costarricense, de todo efectivo militar y civil nicaragüense que se encuentre ocupando ilegalmente nuestro territorio, o realizando las labores de desvío del río San Juan, modificando artificialmente las fronteras entre las naciones y causando irreparable daño a la naturaleza.
Decían nuestros abuelos, quienes para todo tenían la eterna paciencia del buen agricultor, que cuando se presentaba algún “carajo”, de esos que por no tener oficio terminan irrespetando lo ajeno, y a los que es mejor encarar pronto, porque de lo contrario se les terminaba llenando la cachimba’e tierra, y la cosa podía terminar  mal …  muy mal!.
Lamentablemente en el Norte hay varios de esos “carajos” de los de la peor calaña, … de los que rápido se desvisten de falsos ideales, y se acostumbran a hacer riqueza a costas de la pobreza de otros.
Atendiendo a la prudencia, mesura y buen tino con que el Gobierno de la República ha enfrentado la nueva agresión de los políticos nicaragüenses, el pueblo de Costa Rica se ha mantenido sereno y paciente, pero es bueno que en los irrazonables desvaríos de las autoridades del país vecino, no cometan el error de confundir pacifismo con desidia; uso de las vías legítimas y civilizadas con aceptación; y mucho menos paz, con sometimiento.
Incrédulo, el Continente observa como en pleno siglo XXI, Costa Rica es  víctima de una agresión ilegítima perpetrada por Nicaragua.  Parte del territorio nacional fue invadido por el ejército del país vecino, que obstinadamente se niega a salir de él.

LA INDUSTRIA PUBLICITARIA COSTARRICENSE ENTRA EN UNA NUEVA ETAPA DE AUTOREGULACIÓN EN BENEFICIO DE LOS CONSUMIDORES

EL Instituto Nacional de la Publicidad, INPUB, organización sin fines de lucro que agremia a medios de comunicación, anunciantes, agencias de publicidad y proveedores de la industria publicitaria, presenta a los costarricenses el denominado, “CÓDIGO DE AUTOREGULACIÓN PUBLICITARIA. Esta es la culminación de un proceso de más de seis años, porque tenemos el compromiso de que los consumidores reciban mensajes publicitarios claros, sanos y que respeten en toda su magnitud la integridad de las personas y de los diferentes grupos de nuestra sociedad.
Este Código, único en Centroamérica, busca que la industria publicitaria pueda vigilarse a sí misma, por medio de la elaboración y difusión de mensajes publicitarios con criterios imparciales, equitativos e independientes.
Con el Código se busca que la publicidad no contenga imágenes, textos o sonidos que puedan ofender en forma seria o generalizada a algún sector relevante de la sociedad. También procura evitar mensajes que acudan al miedo o pánico para provocar la compra de un artículo, o bien aquellos que tiendan a confundir al consumidor en sus diversas facetas.
El CÓDIGO DE AUTOREGULACIÓN PUBLICITARIA apela, en su articulado, al derecho a la libertad de expresión comercial, el respeto a la legalidad, a la decencia, a la honradez, a la buena fe, a la veracidad; el respeto al ambiente, a la salud y a la seguridad del público, los cuales son criterios esenciales que deben prevalecer en los mensajes publicitarios.
Es necesario aclararle a la opinión pública que este Código no pretende, ni podría pretender, sustituir las leyes ni los mecanismos oficiales en la materia, sino más bien complementarlos y eliminar lagunas no cubiertas en ellos. El Código está redactado de manera tal que aquellas empresas que cumplan con su articulado puedan reducir en un nivel importante el riesgo de estar infringiendo una disposición regulatoria.
Cualquier persona natural o jurídica, pública o privada, de forma independiente o a través de asociaciones que los representen, pueden adherirse al Código, manifestando por escrito su voluntad de hacerlo y de cumplir con las normas éticas correspondientes.
Otro de los aspectos destacables es que el CÓDIGO DE AUTOREGULACIÓN PUBLICITARIA contempla la creación de un órgano de interpretación y resolución de conflictos, denominado CONSEJO NACIONAL DE AUTOREGULACIÓN, el cual está conformado por personas muy respetadas, con amplio conocimiento en la materia y un alto sentido ético.
Las empresas o consumidores que deseen hacer denuncias deberán cumplir con algunos requisitos establecidos, que podrán consultar en la página web del Instituto Nacional de la Publicidad (www.inpub.org), o mediante los teléfonos 2283-9638 y 2224-9432.
Desde el Instituto Nacional de la Publicidad hacemos un llamado a los costarricenses interesados para que se unan a este esfuerzo en aras de lograr mensajes publicitarios claros, oportunos, objetivos y, en general, en los cuales se apliquen las mejores prácticas sociales y empresariales siempre respetando los más altos valores del ser costarricense.
Luis Diego Montero, Presidente del Instituto Nacional de la Publicidad, INPUB
EL Instituto Nacional de la Publicidad, INPUB, organización sin fines de lucro que agremia a medios de comunicación, anunciantes, agencias de publicidad y proveedores de la industria publicitaria, presenta a los costarricenses el denominado, “CÓDIGO DE AUTOREGULACIÓN PUBLICITARIA. Esta es la culminación de un proceso de más de seis años, porque tenemos el compromiso de que los consumidores reciban mensajes publicitarios claros, sanos y que respeten en toda su magnitud la integridad de las personas y de los diferentes grupos de nuestra sociedad.

Mensaje del TSE 10

Msc. Zetty Bou Valverde, Magistrada, TSE
El domingo 5 de diciembre los costarricenses debemos votar para completar nuestros gobiernos municipales en los 81 cantones del país. Tras haber elegido en febrero a los regidores y regidoras de todas las Municipalidades nos corresponde, ahora, seleccionar a quienes asumirán otros importantes cargos públicos; tan importantes, que de su desempeño dependerá, en gran medida, el progreso y bienestar de nuestras comunidades.
En esta ocasión, Costa Rica está llamada a las urnas en circunstancias difíciles. Inundaciones y deslaves, producto de las fuertes lluvias en muchas zonas del país, causaron muerte y destrucción. Son muchas las familias afectadas, ya sea porque perdieron a un ser amado, o porque perdieron su casa y sus pertenencias.
El Tribunal Supremo de Elecciones, por intermedio de funcionarios del Registro Civil, se ha preocupado por visitar los albergues de damnificados para facilitar y agilizar a nuestros compatriotas la reposición de sus documentos civiles; también, ha desplazado a funcionarios electorales para revisar las condiciones físicas y el acceso a las escuelas y colegios escogidos como centros de votación, así como a los centros de acopio de material electoral, para garantizar el ejercicio seguro del sufragio a los ciudadanos.
Adicionalmente, estamos en constante monitoreo de las condiciones climáticas del país, con miras al próximo 5 de diciembre. Nuestro compromiso es doble: por un lado, debemos cumplir con el mandato constitucional de realizar las elecciones convocadas; por otro, debemos procurar que los ciudadanos gocen de las garantías necesarias para poder cumplir con su deber cívico ineludible de votar, en condiciones de libertad y seguridad.
¿Qué implica este doble compromiso? Significa, por un lado, que la fecha de las elecciones, fijada por ley desde 1998, debe respetarse, para poder completar los cargos municipales que se han de renovar a principios del próximo año; pero significa, también, que si fuera indispensable suspender las elecciones en algún cantón del país, el Tribunal Supremo de Elecciones se encuentra preparado para hacerlo, como lo hizo en las elecciones municipales de diciembre del 2002, cuando fue necesario reprogramar los comicios en la vertiente atlántica. Se tomó la decisión necesaria en el momento oportuno y se sacó adelante otro proceso electoral de manera exitosa.
El pueblo de Costa Rica puede prepararse con tranquilidad para participar en esta fiesta de la democracia, sabiendo que el proceso electoral está en manos expertas y confiables.
Las urnas estarán esperándonos en todos los confines del país. Llenémoslas de votos. Cumplamos con nuestra Patria y demostremos al mundo, una vez más, cómo vivimos la democracia en Costa Rica.
Msc. Zetty Bou Valverde, Magistrada, TSE
El domingo 5 de diciembre los costarricenses debemos votar para completar nuestros gobiernos municipales en los 81 cantones del país.

Ta bueno el culantro pero no tanto

Este servidor antes de entrar a presentarles mi comentario, considera pertinente decirles que soy una persona de mente muy abierta y respetuosa de las opiniones de las y los demás y no es la excepción a la diferenciación del género, últimamente exigida por algunas damas. Tanto así que en mis comentarios hago tal distinción, como una simple muestra de respeto y consideración hacia aquellas que consideran necesaria esa distinción.
Pero de ahí al exceso y hasta el exabrupto de una señora sindicalista, cuyo nombre no menciono por pena ajena, presentó un recurso ante la Sala Constitucional.contra algún párrafo de nuestro Himno Nacional, aparentemente, por considerarlo discriminatorio por machista. Realmente me parece y creo que es una acción abusiva e inoportuna, la que hizo esta señora de los derechos que la Constitución le ofrece a las y los ciudadanos.
Además si se quiere, la acción presentada fue insuficiente pues, en todo caso, siendo congruente con su pensamiento, debió incluir también en su recurso al Himno Patriótico al 15 de setiembre, específicamente donde dice. “Los hijos del pueblo…”, así como, cualquier otro himno y hasta canción que no haga la debida mención de ambos géneros.
La señora aludida debería pensar que no es la letra, sino su espíritu la que debe ser objeto de análisis y además tomar en cuenta que esa composición fue realizada por don José María Zeledón Brenes en 1903, en esos tiempos, nadie se ocupaba de esas trivialidades y luchas que son más porsemántica que por la defensa de derechos reales.
Por otro lado, es evidente que esa señora no tiene ni la menor idea de la gran saturación de trabajo que tiene la señora magistrada y los señores magistrados que conforman la Sala IV pues si la tuviera, honestamente no creo que se le hubiera siquiera ocurrido presentarles semejante ocurrencia, la cual además lejos de dignificar a las mujeres, casi que más bien, les baja el piso, al exponerlas a la burla porque una mujer hizo una reclamación que, seguramente, la mayoría de las mujeres no comparte.
Por favor, señora y todas y todos los demás costarricenses, hoy la Patria tiene muy graves asuntos que enfrentar y resolver, como son las irreparables pérdidas en vidas humanas ylos destrozos en viviendas e infraestructura pública, producto de las inclemencias del tiempo. La guerra no declarada que, a diario, se libra en nuestras ciudades, producto de una violencia que casi parece ser incontrolable. Así como, el cíclico problema con los políticos de turno de Nicaragua, que buscan crear conflicto cuando tienen algún interés político para perpetuarse en el poder, aun a costa de saber que han mantenido al pueblo hermano de Nicaragua sumido en la pobreza y la desesperanza.Para que alguien salga con un domingo siete como el que motiva este comentario.
Por eso digo: Está bueno el culantro pero no tanto.
Este servidor antes de entrar a presentarles mi comentario, considera pertinente decirles que soy una persona de mente muy abierta y respetuosa de las opiniones de las y los demás y no es la excepción a la diferenciación del género, últimamente exigida por algunas damas.
Tanto así que en mis comentarios hago tal distinción, como una simple muestra de respeto y consideración hacia aquellas que consideran necesaria esa distinción.

LA RESPONSABILIDAD SOCIAL

Ser responsable es cumplir con los deberes, con los propios, con los personales, cuyo cumplimiento o incumplimiento afectan de manera directa a la propia persona, y con aquellos de alcance social: familiares, vecinales, comunales y de toda una sociedad. Ser responsable es cumplir con los deberes, cualesquiera que estos sean, desde los elementales de un niño de preparatoria hasta las complejas tareas que enfrenta nuestra presidenta, desde los humildes quehaceres de un trabajador de la limpieza hasta las delicadas decisiones de un juez o una jueza del mayor tribunal de la República.
Y en esa lista de deberes sociales se pasa por dos mundos muy importantes a los que me quiero referir: el de las empresas y el de los profesionales. Me mueve a esto algunos recientes pasajes de la vida nacional. Uno de ellos es el reconocimiento brindado a varias empresas por parte de la Cámara Costarricense-Norteamericana de Comercio, por haber desarrollado sostenidamente prácticas sociales responsables en diversos campos de la vida nacional, así como a algunos periodistas y medios de comunicación, por la divulgación y promoción de esas prácticas sociales responsables.
Otro hecho, de signo totalmente contrario al anterior, lo constituye la información emanada del ministerio de Hacienda acerca de la multimillonaria evasión fiscal (en algunos casos vestida de morosidad) de una gran cantidad de empresas y de profesionales en el ejercicio de lo que se denominan profesiones liberales.
Hablamos en consecuencia de dos temas, el de la responsabilidad social empresarial (RSE), que poco a poco va ganando terreno en el sector empresarial más serio del país y que entre otros aspectos,  contempla el apego a la legalidad y la colaboración con el desarrollo integral de la sociedad costarricense -lo cual incluye por supuesto el debido y oportuno tributo-; prácticas ambientales amigables en los procesos de producción, industrialización y comercio; promoción de calidad de vida para sus colaboradores internos, sus familias y comunidades y exigencias similares a las propias para con sus clientes, proveedores y colaboradores externos en general.
El otro tópico es el de la responsabilidad social profesional (RSP), del que ignoro algún planteamiento teórico –y si no lo hay habrá que elaborarlo- porque lo más cercano que conozco es el de la ética profesional que se desarrolla en la mayoría de los programas de formación universitaria; aunque por supuesto como praxis esto ha estado ligado por siempre a quienes desde una profesión cumplen sus deberes con la sociedad que les ha dado su formación y les brinda fuentes de trabajo para su desarrollo profesional.
A propósito de estas reflexiones, es fácil observar y valorar todo el bien que le ha traído y le trae al país la práctica de la responsabilidad social por parte de empresas y profesionales. También es fácil percibir –para muchos sería más bien, fácil sentir y sufrir- las consecuencias que ha tenido y sigue teniendo para todos los habitantes y en especial para los grupos más vulnerables, el alejamiento de empresarios y profesionales  de sus deberes sociales, entre ellos, la debida y oportuna tributación fiscal.
Así las cosas, vale la pena que los medios de comunicación y quienes tenemos acceso a ellos insistamos en estos dos asuntos hasta ponerlos en la agenda nacional, en la conciencia social y sobre todo en las conciencias de aquellos que son actores principales de los desvíos antes señalados.
Ser responsable es cumplir con los deberes, con los propios, con los personales, cuyo cumplimiento o incumplimiento afectan de manera directa a la propia persona, y con aquellos de alcance social: familiares, vecinales, comunales y de toda una sociedad. Ser responsable es cumplir con los deberes, cualesquiera que estos sean, desde los elementales de un niño de preparatoria hasta las complejas tareas que enfrenta nuestra presidenta, desde los humildes quehaceres de un trabajador de la limpieza hasta las delicadas decisiones de un juez o una jueza del mayor tribunal de la República.

¿Puede Costa Rica continuar sin ejército?

La constitución vigente, en su articulo 12, abolió el ejército como institución permanente, aunque ingenuamente, el constituyente  dispuso que, en caso de ser necesarias para la defensa nacional, ¨podrán organizarse fuerzas militares¨, como si fuera factible improvisarlas de la noche a la mañana para hacerle frente a emergencias, como la que actualmente confrontamos con Nicaragua. Por las razones que en aquel momento consideraron los constituyentes de 1949 abolieron el ejército en Costa Rica y don Pepe Figueres, en un gesto simbólico, descargó un mazazo en una de las torres del Cuartel Bellavista, el cual a partir de ese momento quedó convertido en nuestro Museo Nacional. Desde entonces, el país ha exhibido ante el mundo la abolición del ejército como la mejor prueba de su amor a la paz y a sus tradiciones civilistas y democráticas.

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27 Aniversario de la Proclama de la Neutralidad y la Paz

Nos acogemos una vez mas a la generosidad y espíritu cívico de la Cámara Nacional de Radio (CANARA), que nos cede siempre este espacio en su prestigioso enlace PANORAMA, para anunciar que hoy celebramos el XXVII aniversario de la Proclama de la Neutralidad de Costa Rica en los Conflictos Bélicos, presentada al Mundo entero el 17 de noviembre de 1983.  Como en todos los años pasados, invitamos al acto solemne de hoy a las 7:00 p.m., en el Auditorio de EDICOOP -Casa Nacional del Movimiento Cooperativo Costarricense-.
Es probable que en nuestras palabras de esta noche, nos refiramos a algunas de las dimensiones históricas de la Proclama.  Por el espacio disponible en este programa radiofónico, solo podremos ocuparnos de una de ellas.  La Proclama de la Abolición del Ejército como Institución Permanente, dada por una gran figura de nuestra historia, don José Figueres Ferrer, el 1° de diciembre de 1948 y la Proclama de la Neutralidad, -25 años después- son interpretación fiel del apasionado amor por la paz, la libertad y la justicia del pueblo costarricense de todos los partidos políticos y de todos los sectores sociales. No pueden interpretarse como declaratoria de indefensión.  Tenemos el derecho y la  obligación patriótica de defendernos cuando somos agredidos. El mismo Artículo 12 de la Constitución de 1949, que confirma la abolición del ejército como institución permanente, establece nuestro derecho a la defensa y el recurso a los organismos internacionales competentes para solicitar –al amparo de tratados internacionales vigentes- la solidaridad y protección a una democracia desarmada y neutral por su propia voluntad y que ha probado a lo largo de la historia su vocación pacifista.
Sirva la ocasión para rendir homenaje al héroe y libertador Juan Rafael Mora Porras, quien al frente de su pueblo defendió a Costa Rica y a todas las naciones hispanoamericanas de la invasión esclavista y colonialista de los filibusteros encabezados por William Walker.  El 30 de setiembre último se cumplieron los 150 años, de la fecha infausta, en que Juan Rafael Mora Porras fue asesinado por fuerzas antipatria.
Algunos párrafos de este mensaje, los provoca el hecho de que otra vez gobernantes del sufrido pueblo hermano de Nicaragua, agreden a Costa Rica. Esta vez por una disfrazada dictadura militar pretendidamente de izquierda.
Recordamos que nuestra cita con Costa Rica y con la historia por el XXVII Aniversario de la Proclama de la Neutralidad, es a las 7:00 p.m. en el Auditorio de EDICOOP.
Gracias, infinitas gracias por haberme escuchado.
Palabras del ex Presidente de la República, Luis Alberto Monge
Nos acogemos una vez mas a la generosidad y espíritu cívico de la Cámara Nacional de Radio (CANARA), que nos cede siempre este espacio en su prestigioso enlace PANORAMA, para anunciar que hoy celebramos el XXVII aniversario de la Proclama de la Neutralidad de Costa Rica en los Conflictos Bélicos, presentada al Mundo entero el 17 de noviembre de 1983.  Como en todos los años pasados, invitamos al acto solemne de hoy a las 7:00 p.m., en el Auditorio de EDICOOP -Casa Nacional del Movimiento Cooperativo Costarricense-.

Más allá del conflicto.

En estos días de nueva crisis fronteriza con Nicaragua se impone ciertamente una urgente toma de decisiones para remediar la presente invasión y, una vez superada la situación presente, una reflexión que permita en lo sucesivo hacer imposible que los gobernantes oportunistas del vecino país del norte, lucren a partir de provocar tensiones ficticias e innecesaria en la zona del río San Juan.
Es sorprendente hasta dónde estas crisis pueden llevarnos. A través de la historia los ejemplos se multiplican. No poca sangre ha quedado dispersa por los mojones del norte por descuidos, desatención, incursiones de tonos ideológicos diversos, etc. Desde muy antes de 1955 hasta los duros momentos pasados por funcionarios nuestros  bombardeados de tierra tica hacia adentro en los setenta, todo es parte de una larga sucesión de acontecimientos que, curiosamente, no nos han enseñado aún a resguardar mejor y hacer imposible lo que hoy, una vez más, está ocurriendo.
Todo cuanto está en curso ha provocado fuertes reacciones y ‘decires’ en medio de la población a ambos lados del río San Juan. El éxito de Ortega y sus comandantes veteranos y mohosos ha sido palpable a la hora de ganar apoyo en su tierra,  incluso por parte de algunos medios de comunicación que, hasta ahora, han sido más o menos objetivos. Más no sólo ha logrado eso. Es impresionante mirar lo que se está diciendo en redes sociales generadas por habitantes de ambas partes del conflicto. Unas de esas reacciones se muestran típicamente xenofóbicas y otras, por otra parte, se muestran condicionadas por un exacerbado nacionalismo altamente agresivo.
Lamentablemente las cosas aún no se ven claras de frente a su solución. Es claro que al régimen nicaragüense le sirve alargar la crisis y meterla en las elecciones que pronto se celebrarán. Es también evidente la ineficacia de la OEA y, también resulta clara la actitud valiente de la presidenta de la república. Las gestiones de nuestra diplomacia aún han de mostrar una habilidad que, a la fecha, no ha brillado demasiado.
A la espera de soluciones todos estamos. Pasando de un irenismo iluso, sin embargo, es fundamental que una vez superado este momento difícil, nuestro gobierno vuelque su atención sobre la frontera norte.
Hay zonas de la frontera con Nicaragua que, con frecuencia, son como ‘tierra de nadie’ son muchas las comunidades costarricenses que, una y otra vez, se han sentido más que desamparadas por las autoridades locales. Eso debe acabarse.
Obviamente, se impone un remedio definitivo para la cuestión fronteriza. La línea debe ser clara, diáfana, fácilmente reconocible por todos. Ya está bien de tener que argumentar con militares del país vecino acerca de un límite que está más que claro y que nada ni nadie puede ni debe alterar ni andar interpretando, sobre todo, en tiempo de cercanía de elecciones en Nicaragua.
En estos días de nueva crisis fronteriza con Nicaragua se impone ciertamente una urgente toma de decisiones para remediar la presente invasión y, una vez superada la situación presente, una reflexión que permita en lo sucesivo hacer imposible que los gobernantes oportunistas del vecino país del norte, lucren a partir de provocar tensiones ficticias e innecesaria en la zona del río San Juan.

Curándose en salud

Ante el escalamiento de la violencia en el mundo, mucha justificada en las creencias musulmanas; la pacífica y tolerante Suiza, realizó un referéndum impulsado por “El Partido del Pueblo”, el resultado fue que una mayoría del 57%, aprobó la propuesta de ley que limita la cantidad de torres de mezquitas en Suiza. Desde ahora, se limitará en Suiza a una torre cada 100.000 musulmanes.
La mayoría anti-islámica en Suiza no vive en un país amenazado, ni es atacado por países musulmanes y sus poblaciones fronterizas tampoco son blanco de cohetes lanzados desde vecinas ciudades de Italia o Francia. Lo cierto es que Suiza no sufre esta tensión: Y sin embargo, en Ginebra, la ciudad que acoge a la Comisión de los Derechos Humanos de la ONU, se constató que una mayoría anti-islámica se manifestó en este referéndum. ¿Alguien dijo racismo? ¿Xenofobia? No en nuestra ciudad, dijeron las y los ciudadanos de Ginebra, desde donde parten las predicas moralistas permanentes, vociferantes, en pos de la igualdad y los derechos humanos. Pero a pesar de todo esto, las y los suizos aprobaron esta ley con evidente tinte discriminatorio. Sin embargo, si lo mismo hubiese ocurrido en Israel, es muy posible que hasta el mismo Presidente Obama, habría manifestado su profunda consternación y con él, el resto del mundo y quién sabe, quizás incluso hasta la misma Suiza, habría hecho regresar a su embajador en Israel para “consultas”.
No debemos menospreciar la debilidad e inefectividad de los fallos de los organismos internacionales, ni de las consideraciones duales que se escoden detrás del derecho internacional. La acción suiza debe ser un antecedente que nos alerte ante el peligro para Costa Rica, de depender exclusivamente de los organismos internacionales para que nos defiendan de agresiones externas y violaciones a los derechos territoriales.
Un claro ejemplo de que en Costa Rica debemos poner, sin mayor atraso, nuestras barbas a remojo, lo tenemos en el anterior conflicto con Nicaragua, sobre el derecho costarricense a la libre navegación en el San Juan, dado por acuerdos internacionales, aceptado por ambas naciones y recientemente, ratificado pero no garantizado por la Corte Internacional de La Haya, después un largo y costoso proceso jurídico. Sin embargo, la experiencia nos dice que este derecho a la libre negación por ese río es más letra muerta en la sentencia de la corte internacional, y no una resolución eficaz.
Las y los suizos como pueblo, tomaron una decisión que para la mayoría de las personas de otras nacionalidades, podría ser la negación de toda su afianzada política respecto al respeto de los derechos humanos pero lo cierto es que, cada pueblo debe asumir los riesgos que implica defender su modus vivendi, su integridad territorial y su dignidad nacional. Los suizos se curan en salud ante una muy eventual amenaza.
La mayoría de las y los costarricenses nos enorgullecemos de ser un país sin ejército y apostamos que el respeto a nuestra soberanía, a la integridad de los bienes y vidas de las y los costarricenses ante cualquier ataque extranjero, lo deben garantizar los organismos internacionales y hasta las fuerzas militares de otros países. Confiamos apuntillas de que si algún un país osara atacar a la pacífica e indefensa Costa Rica, no faltaran países amigos, dispuestos a mandar a sus hombres y mujeres enlistados en sus ejércitos a sacrificar sus vidas para defenderla. Creo que ha llegado el momento en que esa decisión de no contar con cuerpos de defensa profesionales, al menos fronterizos, para defender a la Patria y a sus pobladores, por nosotros mismos debería ser revisada desapasionada e inteligentemente, a la luz de las viejas y nuevas amenazas que como nación estamos expuestos y debemos asumir.
Ante el escalamiento de la violencia en el mundo, mucha justificada en las creencias musulmanas; la pacífica y tolerante Suiza, realizó un referéndum impulsado por “El Partido del Pueblo”, el resultado fue que una mayoría del 57%, aprobó la propuesta de ley que limita la cantidad de torres de mezquitas en Suiza. Desde ahora, se limitará en Suiza a una torre cada 100.000 musulmanes.
La mayoría anti-islámica en Suiza no vive en un país amenazado, ni es atacado por países musulmanes y sus poblaciones fronterizas tampoco son blanco de cohetes lanzados desde vecinas ciudades de Italia o Francia. Lo cierto es que Suiza no sufre esta tensión: Y sin embargo, en Ginebra, la ciudad que acoge a la Comisión de los Derechos Humanos de la ONU, se constató que una mayoría anti-islámica se manifestó en este referéndum. ¿Alguien dijo racismo? ¿Xenofobia? No en nuestra ciudad, dijeron las y los ciudadanos de Ginebra, desde donde parten las predicas moralistas permanentes, vociferantes, en pos de la igualdad y los derechos humanos. Pero a pesar de todo esto, las y los suizos aprobaron esta ley con evidente tinte discriminatorio. Sin embargo, si lo mismo hubiese ocurrido en Israel, es muy posible que hasta el mismo Presidente Obama, habría manifestado su profunda consternación y con él, el resto del mundo y quién sabe, quizás incluso hasta la misma Suiza, habría hecho regresar a su embajador en Israel para “consultas”.
No debemos menospreciar la debilidad e inefectividad de los fallos de los organismos internacionales, ni de las consideraciones duales que se escoden detrás del derecho internacional.
La acción suiza debe ser un antecedente que nos alerte ante el peligro para Costa Rica, de depender exclusivamente de los organismos internacionales para que nos defiendan de agresiones externas y violaciones a los derechos territoriales.
Un claro ejemplo de que en Costa Rica debemos poner, sin mayor atraso, nuestras barbas a remojo, lo tenemos en el anterior conflicto con Nicaragua, sobre el derecho costarricense a la libre navegación en el San Juan, dado por acuerdos internacionales, aceptado por ambas naciones y recientemente, ratificado pero no garantizado por la Corte Internacional de La Haya, después un largo y costoso proceso jurídico. Sin embargo, la experiencia nos dice que este derecho a la libre negación por ese río es más letra muerta en la sentencia de la corte internacional, y no una resolución eficaz.
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