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Dos años de gobierno con una presidente desgastada y sin salida

A pocos días de cumplir la señora Presidente, Laura Chinchilla 730 días de gobierno,  su administración se torna desgastada, y sin salida, con problemas de corrupción por doquier, con una economía que a pesar que los entendidos expresan, se nota estable, esta no se refleja en los bolsillos de los costarricenses.
Cuando doña Laura aspiró a ser Presidente de la República, expresó ser firme y honesta, pero se ha encontrado con yerros por parte de sus colaboradores, quienes se han visto envueltos en marañas innecesarias, que disminuyen la atención a los problemas nacionales, que afectan la buena marcha del país.
La Presidente, busca por todos los medios, lograr sus objetivos gubernamentales; pero no hay quién le colabore de forma positiva, al punto que las bajas en su gabinete han sido sensibles, la sociedad parece estar en contra de todos sus proyectos, una oposición que un día no le ayuda  y otro tampoco, a pesar que expresan que doña Laura no se deja ayudar.
Es aquí donde viene la pregunta ¿quiénes son esos que desean ayudar al gobierno y a Costa Rica? ¿dónde  están los políticos que aspiran a ser presidentes de la República, dando su apoyo con ideas claras como expresan tenerlas? o ¿es un simple slogan  para lograr votos de los costarricenses en la próxima campaña política?
Es claro, que con un panorama así, doña Laura, se muestra cansada, aferrada a un plan fiscal que parece estar más que enterrado y su gobierno sin un rumbo claro, como una brújula que ya pasó a la historia, sin proyectos alternativos que signifiquen un plan B en caso que los que pasan por la Casa de los Sustos, llámese Asamblea Legislativa no prosperen.
Así las cosas, lo que debemos hacer todos los costarricenses con doña Laura, es ayudarla, siempre y cuando ella también lo permita, que haga un reacomodo de su gabinete, que nombre una comisión que investigue hasta la saciedad a quienes están acompañándola y a quienes vayan a estar a la par de ella con el deseo de gobernar, porque si este barco no supera la tempestad, nos jodemos todos.
Por : Wilberth Gutiérrez Cabrera
A pocos días de cumplir la señora Presidente, Laura Chinchilla 730 días de gobierno,  su administración se torna desgastada, y sin salida, con problemas de corrupción por doquier, con una economía que a pesar que los entendidos expresan, se nota estable, esta no se refleja en los bolsillos de los costarricenses.

Dos años de gobierno con una presidente desgastada y sin salida

A pocos días de cumplir la señora Presidente, Laura Chinchilla 730 días de gobierno,  su administración se torna desgastada, y sin salida, con problemas de corrupción por doquier, con una economía que a pesar que los entendidos expresan, se nota estable, esta no se refleja en los bolsillos de los costarricenses.
Cuando doña Laura aspiró a ser Presidente de la República, expresó ser firme y honesta, pero se ha encontrado con yerros por parte de sus colaboradores, quienes se han visto envueltos en marañas innecesarias, que disminuyen la atención a los problemas nacionales, que afectan la buena marcha del país.
La Presidente, busca por todos los medios, lograr sus objetivos gubernamentales; pero no hay quién le colabore de forma positiva, al punto que las bajas en su gabinete han sido sensibles, la sociedad parece estar en contra de todos sus proyectos, una oposición que un día no le ayuda  y otro tampoco, a pesar que expresan que doña Laura no se deja ayudar.
Es aquí donde viene la pregunta ¿quiénes son esos que desean ayudar al gobierno y a Costa Rica? ¿dónde  están los políticos que aspiran a ser presidentes de la República, dando su apoyo con ideas claras como expresan tenerlas? o ¿es un simple slogan  para lograr votos de los costarricenses en la próxima campaña política?
Es claro, que con un panorama así, doña Laura, se muestra cansada, aferrada a un plan fiscal que parece estar más que enterrado y su gobierno sin un rumbo claro, como una brújula que ya pasó a la historia, sin proyectos alternativos que signifiquen un plan B en caso que los que pasan por la Casa de los Sustos, llámese Asamblea Legislativa no prosperen.
Así las cosas, lo que debemos hacer todos los costarricenses con doña Laura, es ayudarla, siempre y cuando ella también lo permita, que haga un reacomodo de su gabinete, que nombre una comisión que investigue hasta la saciedad a quienes están acompañándola y a quienes vayan a estar a la par de ella con el deseo de gobernar, porque si este barco no supera la tempestad, nos jodemos todos.
Por : Wilberth Gutiérrez Cabrera
A pocos días de cumplir la señora Presidente, Laura Chinchilla 730 días de gobierno,  su administración se torna desgastada, y sin salida, con problemas de corrupción por doquier, con una economía que a pesar que los entendidos expresan, se nota estable, esta no se refleja en los bolsillos de los costarricenses.

No hablemos más de impuestos, hablemos de una Reforma Fiscal Integral

Los reiterados fracasos que han tenido las últimas intentonas de pasar paquetes de impuestos, a tontas y a locas, como reza el refrán popular, debería poner a meditar a las señoras y señores diputados, así como, a la misma señora Presidente sobre que no se  puede seguir repitiendo procedimientos y esperar resultados diferentes.
No es cierto que el casi endémico déficit fiscal del sector público tenga su causa principal en la falta de fuentes de recursos financieros, cuidado sino, ésta, más bien, podría, eventualmente, ser la menor peso específico dentro de esta realidad deficitaria.
Tenemos, en el sector público, un gasto irracional y disparado cuya orientación pareciera ser más hacia a gastar que a invertir y aclaro que entiendo como inversión toda erogación que contribuye al bienestar, tanto personal como el social pues el salario de un funcionario público diligente, es una inversión y jamás debe ser visto como un gasto; así como sus cargas sociales generadas por la relación obrero-patronal.
Sin embargo, lo que si no puede ser visto como inversión, es la gran duplicidad de funciones en tantas y tantas instituciones públicas, abocadas a atender la misma tarea. Esta práctica cuyo origen, probablemente, está en más que el paternalismo estatal, más bien lo está en el clientelismo político; donde se crean puestos de trabajo sin mayor valor agregado para la Sociedad, solo para ubicar a individuos que dieron su aporte en la pasada campaña electoral.
Otro elemento importante al que quiero referirme, es la necesidad de buscar nuevas fuentes de ingresos fiscales frescos, que sean diferentes, inteligentes y que la ciudadanía los pague de buena manera pues son la consecuencia directa de un servicio eficaz y eficiente que le resuelve de manera oportuna alguna necesidad, ya sea personal, familiar, profesional o empresarial.
Estoy hablando de pagar tasas por emisiones de documentos públicos con rapidez y oportunidad. Estoy hablando de servicios estatales que inciden directamente en el bienestar y en la generación de riqueza, donde la gente de manera gustosa, cada vez, que va a requerir de ese bien o servicio público paga el canon o la tasa que le cobren.
No hay duda que una Sociedad acuerde a los signos de los tiempos, necesita de un Estado fuerte, estratégico y económicamente solvente. Solo así podrá ser más desarrollada económica, social y políticamente. Necesitamos generar una riqueza sustentable, sostenible e inclusiva, que sea el punto de partida para crear un círculo virtuoso, donde todo integrante del conglomerado social, tiene una responsabilidad que cumplir pero que también, cada quien obtiene beneficios directos en el mejoramiento del nivel de vida personal y familiar, así como, los apoyos estatales para seguir generando mayor riqueza para beneficio particular y nacional.
Sin embargo, todo eso solo será posible con una verdadera Reforma Fiscal Integral, nacida además de la participación de los diferentes sectores que la integran y no solo de uno como has sido la práctica: La clase política.
Los reiterados fracasos que han tenido las últimas intentonas de pasar paquetes de impuestos, a tontas y a locas, como reza el refrán popular, debería poner a meditar a las señoras y señores diputados, así como, a la misma señora Presidente sobre que no se  puede seguir repitiendo procedimientos y esperar resultados diferentes.

PARTIDOS POLÍTICOS Y JUVENTUD DE VALOR

Costa Rica padece los síntomas de una democracia acorralada. Para nadie es un secreto,
que en el transcurso de las últimas contiendas electorales, y en ausencia del otro
componente del bipartidismo, a la mayoría de los costarricenses no les ha quedado más
remedio que votar por el Partido Liberación Nacional, ante el temor de un gobierno del
PAC o de grupos anarquistas de izquierda, ¡Dios nos libre! Dicen algunos.
Vivimos una crisis de partidos grave. Viejos partidos, divididos, con dirigentes a puerta
cerrada, con una meritocracia en su interior más sustentada en lo voraz que en lo capaz
que dista mucho en  su gran mayoría, de la valiosa calidad de jóvenes profesionales de
todas las clases sociales, que emanan por miles de nuestras universidades y  tecnológicos,
públicas y privados. Por costumbre de años no son buscados, incorporados y mucho
menos informados de cómo participar en las asambleas cantonales, provinciales y
nacionales de los partidos políticos para ser candidatos a puestos de elección popular.
Claro está que la selección de mejores representantes a las asambleas de los partidos
políticos, representa un peligro para tan antiguos y posesionados directorios.
Es imposible un cambio generacional de dirigencia en las condiciones que prevalecen en la actualidad de los partidos políticos.
Es claro que así como ha aumentado en Costa Rica el promedio de vida de los ciudadanos,
también ha aumentado por decenios la permanencia en el poder de quienes manejan los
partidos políticos, y aunque ahora extendieran su brazo hacia la Juventud de Valor y los
aceptasen, el espacio que los separa es inmenso. Son kilómetros, son decenios, no hay
forma de tomarse las manos, de hablar el mismo idioma, hay generaciones de vacío, de
ninguna participación y educación en lo político para la juventud.
A la Juventud de Valor no le gusta el odio, la mentira ni las ideologías extremas tantas
veces fracasadas. No les agradan los puritanos ni los nacis o quienes aspiran a privilegios
desmedidos. No gustan de la injusticia ni de los vanos espejismos. Gustan si de la
verdadera transparencia, de la caridad, la eficiencia, el progreso, la equidad, el trabajo en
equipo y las puertas abiertas para entrar y realizar sus ideales. A la Juventud de Valor le
repugna el populismo, las puertas semiabiertas, condicionadas. No les gustan las
invitaciones a lugares en donde ya todas las sillas están ocupadas. La Juventud de Valor
no puede esperar a ser vieja para empezar a participar.
¿Tienen ustedes dirigentes de partidos, un partido así?
“Dijo el Dr. Solón Núñez: La riqueza de un país es el valor de sus hijos”
Costa Rica padece los síntomas de una democracia acorralada. Para nadie es un secreto, que en el transcurso de las últimas contiendas electorales, y en ausencia del otro componente del bipartidismo, a la mayoría de los costarricenses no les ha quedado más remedio que votar por el Partido Liberación Nacional, ante el temor de un gobierno del PAC o de grupos anarquistas de izquierda, ¡Dios nos libre! Dicen algunos.

¡Cotidianos gestos de poesía!

El  pasado 21 de marzo, en el Auditorio Clodomiro Picado de la Universidad Nacional, muchos de quienes nos declaramos peregrinos de los ceremoniales poéticos, nos reunimos a festejar la firma del Decreto que declara dicha fecha como el Día Mundial de la Poesía, el cual  fue propuesto por la UNESCO y apoyado, de manera especial, por el señor Javier Pérez Hidalgo, miembro del Taller Literario del Programa de Atención de la Persona Adulta Mayor del Centro de Estudios Generales de la Universidad Nacional. Sin duda fue una actividad cargada de emotividad; maravilloso resultó ver la concurrida asistencia, y lo más impactante, fue el encuentro generacional de niños, jóvenes y adultos mayores rindiéndole tributo a la poesía con la declamación de sus respectivos poemas.
¡Qué poética experiencia y qué alimento para el alma!, porque qué es la poesía sino el estado henchido del espíritu que dialoga en la piel misma de la existencia. Concepción de la poesía como entraña de lo cotidiano, en el sentido que le atribuía el poeta García Lorca cuando afirmaba que “la poesía es algo que anda por la calle”; pues bien, la poesía es ese “algo” que ciertamente se nutre, se desnuda, se arropa, agoniza, se regenera y se transmuta en los tránsitos cotidianos de los humanos. Así lo ha sido en todos los lugares, y así lo ha sido en todos los tiempos…
De esta forma la poesía se ha agitado, tenazmente, en cada ruego de piel, sangre, palabra, letra y vida de los pueblos, y se ha tejido, trazo a trazo, sustento a sustento, como un habitual milagro entre los tránsitos, esperanzas y sortilegios de la conciencia humana. De allí que se pueda afirmar, con cierta libertad histórica y estética, que hoy la poesía está incorporada en todo y en todos; gozosamente atemporal, sugestivamente irreverente, llanamente inevitable, socialmente necesaria; un menester consustancial a las mujeres y los hombres.
Por ello tengo la creencia de que en esta sociedad fragmentada, mecanicista y masificada que vivimos hoy; impotente para engrandecer a las personas con visiones renovadas y fértiles, y en donde por desgracia la materia ha suprimido la idea; lo superficial ha rasgado lo espiritual; el afán de lucro y poder ha limitado los sueños, y la vida agitada y agobiante ha cercenado la virtud de la contemplación y la creatividad, la poesía se revela francamente humanizante, capaz de invadir, con palabras de fuegos reverdecidos, las apetencias de un mundo sediento de fuerza interna, progreso, justicia y amor. Como lo señalara en la actividad el Ministro de Cultura, “la poesía es aquella palabra convertida en brillante luz”; así es, con luz propia, cual patrimonio del mundo, cual profetiza de los tiempos, la poesía constituye la más antigua y, paradógicamente, la más nueva forma de conquista de los humanos.
En este sentido decía el pensador Heidegger que es poéticamente como el hombre hace habitable la tierra, y en efecto, es poéticamente como las mujeres y los hombres, con sus alegrías y angustias, sus desafíos y logros, sus esperanzas y miedos, sus titubeos y rebeliones,  pueden ir a la conquista de nuevos fuegos y partos de liberación mediante la poesía. Por eso confío en la poesía como un arma poderosa, libertaria, trasgresora, purificadora e inmortal; por eso creo en los rituales poéticos como los del pasado 21 de marzo como un total pretexto para permitirle a la poesía adentrarse y anidarse en los tiempos y destiempos de nuestras existencias.
Ojalá, entonces, sea gozosamente bienvenida la poesía, por todos, a ese espiritual y corpóreo banquete de sentidos que cada 21 de marzo,  Día Mundial de la Poesía, nos enamora para que, usted y yo, nos revelemos festiva y fértilmente trasfigurados en portadores y amantes de cada gesto de poesía que, cotidianamente, nos sustentan. Ahora…, desde hoy…, y por siempre…
El  pasado 21 de marzo, en el Auditorio Clodomiro Picado de la Universidad Nacional, muchos de quienes nos declaramos peregrinos de los ceremoniales poéticos, nos reunimos a festejar la firma del Decreto que declara dicha fecha como el Día Mundial de la Poesía, el cual  fue propuesto por la UNESCO y apoyado, de manera especial, por el señor Javier Pérez Hidalgo, miembro del Taller Literario del Programa de Atención de la Persona Adulta Mayor del Centro de Estudios Generales de la Universidad Nacional. Sin duda fue una actividad cargada de emotividad; maravilloso resultó ver la concurrida asistencia, y lo más impactante, fue el encuentro generacional de niños, jóvenes y adultos mayores rindiéndole tributo a la poesía con la declamación de sus respectivos poemas.

Una ley sin pies ni cabeza

Cualquier duda que pudiera existir  sobre la ineficiencia de nuestro Poder Legislativo,
tendría  que haberse disipado  ante el adefesio  promulgado bajo el título de Impuesto a las Personas Jurídicas, Ley 9024 de 23 de Diciembre del 2011.  Presionados por las demandas de la Presidenta y de su Ministro de Hacienda, que reclaman  más fondos y ante las dificultades que presentaba la tramitación del llamado Plan Fiscal,  es probable que los Diputados quisieron demostrarle al Poder Ejecutivo y al país en general,  que no eran indiferentes ante la supuesta crisis del Gobierno  y aprobaron precipitadamente  esa ley que, sin ningún resultado positivo, vendrá a entrabar aun más las actividades económicas y de negocios de este atribulado país, ya sofocado por el enorme cúmulo de leyes, reglamentos y ordenanzas  con los que los ciudadanos, tenemos que lidiar continuamente en todas nuestras actividades.    El principal reproche a la ley es su inequidad:  aplicar a rajatabla un impuesto a las sociedades,  sin otra distinción que la que resulta del hecho de encontrarse activas o inactivas, resulta contrario a todo principio de justicia y de racionalidad y delata que el único propósito que animó a los legisladores fue el de aportar fondos al Estado monstruoso y despilfarrador que, desde hace varias décadas nuestros gobernantes han venido alimentando , en un  vano intento de  solucionar los problemas sociales a base de más leyes y burocracia. El segundo reproche es el  de declarar a los representantes de las sociedades, solidariamente responsables del pago del impuesto, lo que es contrario a toda la teoría del moderno Derecho Mercantil, que establece una clara diferenciación entre las obligaciones de la sociedad y las de sus apoderados. Pero se  ve claro que cuando de sacar dinero se trata, estas “sutilezas” les tienen sin cuidado a los “padres de la patria”,   quienes, para ser congruentes con su ex abrupto, debieron llamar a su creación “Ley de Impuesto a las Personas Jurídicas y a sus representantes”. Siguiendo con esta cadena de desaciertos, el artículo 5 de  la ley le prohíbe al  Registro Nacional   emitir certificaciones de personería jurídica o inscribir ningún documento a favor de los contribuyentes de este impuesto, que no se encuentren al día en el pago del tributo. Es decir que si el Gerente  de una sociedad adquiere,  a título personal, un bien inscribible en el Registro, no puede consolidar su derecho por cuanto la sociedad que representa - de la cual tal vez ni siquiera es socio- está adeudando este sacrosanto impuesto. La medida puede llegar a afectar incluso a terceras personas, pues si un acreedor de la sociedad debe demandarla por algún motivo, no podría hacerlo mientras el impuesto no haya sido cancelado, ya que no podría acreditar ante  los Tribunales la personería del representante de su deudora.  A quien se le ocurra argumentar que el interesado en estos casos puede pagar el impuesto que le corresponde a la sociedad, habría que replicarle que es inconcebible e inmoral que las leyes obliguen a terceros a pagar deudas ajenas. Finalmente cabe preguntarse, a qué serán destinados los fondos recaudados a costa de tanto entrabamiento y complicación?  La propia ley nos  lo aclara en su artículo 11.
Un 5% se destinará a financiar los gastos correspondientes al cobro del tributo y el resto será invertido en programas de seguridad ciudadana y combate a la delincuencia. Es decir puro bla bla. Nada concreto y palpable. Una etapa más en este proceso de “hacer que se hace” para engañar a los ciudadanos, aumentar la burocracia y complicar aún más los trámites burocráticos ya de suyo complicados. La insatisfacción con estos cuerpos deliberantes, llámense Congresos, Asambleas Legislativa o Parlamentos es de vieja data y  se ha presentado, a través de la Historia,  en diversas latitudes. A fines del siglo XIX, el filósofo alemán,  Eduard von Hartmann decía en tono melancólico:
Desde hace tiempo nadie cree ya que la libertad del pueblo se halle garantizada en la forma de gobierno parlamentario… Todo el mundo está cansado del Parlamento, pero nadie sabe proponer algo mejor y la conciencia de tener que entrar en el nuevo siglo cargando con esta despreciable institución, como un mal inevitable, oprime el ánimo de los mejores”
Cuanto de nosotros, al leer estas palabras, escritas en otro Continente,  hace más de cien años no estaríamos gustosamente  dispuestos a hacerlas nuestras?
Cualquier duda que pudiera existir  sobre la ineficiencia de nuestro Poder Legislativo, tendría  que haberse disipado  ante el adefesio  promulgado bajo el título de Impuesto a las Personas Jurídicas, Ley 9024 de 23 de Diciembre del 2011.

COSTA RICA ESTA ENFERMA

Si no cambiamos toda la estructura del Estado, la Constitución, nuestro Sistema Presidencialista, la mentalidad de llegar a gobernar para su beneficio, sus empresas y amigos,y no nos adentramos en el mundo de la Ciencia y la Tecnología, la autosuficiencia alimentaria y energética, no vamos a ser capaces de encontrar el desarrollo sustentable que tanto se  pregona. A lo sumo seguiremos pegando parches aquí y allá, y se nos reconocerá como un país que tuvo un buen Sistema de Parques Nacionales, buenos intentos de conservar la biodiversidad, y donde se derrocharon millones de dólares a favor del ambiente.
El país está enfermo y no está preparado para los retos que nos plantea el nuevo siglo. Lo está carcomiendo la corrupción a todo nivel. Corremos el peligro de que lentamente o más rápido de lo que pensamos, se nos desmorone todo lo que hemos lograda en paz, educación, democracia, conservación, etc. Aquí ya no hay en quien confiar. Los líderes que salen no miran más allá de sus intereses electoreros y económicos. La gente está defraudada y no vislumbramos algo a la distancia que nos haga ser optimistas.
Si no arreglamos este país y se establece  una nueva moral y cultura para gobernar y actuar, una nueva ética  hacia el futuro, de nada nos valdrá las prédicas ambientales, ni estrategias de conservación, ni Consejos de la Tierra, ni ideas de carbono neutro o desarrollo sostenible.
Todo será pura palabrería, porque aquí  hoy, aplicar y hacer realidad las buenas y positivas cosas, es prácticamente imposible ante tanta anarquía, corrupción y desmoralización existente. Y si el esquema se desmorona, si estallan conflictos sociales como en  otros países, lo que más sufrirá será la ecología, además de el pueblo, los más desposeídos, porque las crisis sociales también son enemigas del ambiente y de los pobres.
Mucha gente que se dice ecologista gasta energía y esfuerzos en apagar incendios y en oponerse a esto o aquello por razones ambientales, sin entrar al fondo del asunto, a cambiar el sistema gubernamental obsoleto que tenemos, sin pensar que hay que variar la ética de gobernar.
Nuestra democracia tiene que evolucionar y prepararnos a vivir en una sociedad moderna, de futuro, donde tengamos la capacidad de sostener a una mayor población y mantener ecosistemas representativos, donde podamos tener fuentes de empleo para nuestros hijos, pero también biodiversidad, aire puro y una mejor calidad de vida.
¿Dónde está el líder o pensadores  que lleven al país por la ruta que necesita para enfrentar los retos del futuro y de las generaciones que aún no han nacido? Que falta nos hacen los árboles de sabiduría  que se nos fueron.
ALEXANDER BONILLA DURÀN
Si no cambiamos toda la estructura del Estado, la Constitución, nuestro Sistema Presidencialista, la mentalidad de llegar a gobernar para su beneficio, sus empresas y amigos,y no nos adentramos en el mundo de la Ciencia y la Tecnología, la autosuficiencia alimentaria y energética, no vamos a ser capaces de encontrar el desarrollo sustentable que tanto se  pregona. A lo sumo seguiremos pegando parches aquí y allá, y se nos reconocerá como un país que tuvo un buen Sistema de Parques Nacionales, buenos intentos de conservar la biodiversidad, y donde se derrocharon millones de dólares a favor del ambiente.

CONSTRUCTORES DE CONOCIMIENTO Y VIDA

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Docentes universitarios constructivistas

Expresaba José Ortega y Gasset que “la labor docente es el esfuerzo permanente que un nadador realiza para mantenerse a flote”. A partir de esta máxima vale preguntarse si, actualmente, ¿los docentes universitarios de nuestro país se están interesando en sumergirse en el mar de responderle pertinentemente a los estudiantes para su eficaz incursión en el mundo académico, laboral o ciudadano?, ¿estarán preparados  para desarrollar una gran dosis de empatía, responsabilidad, innovación, honestidad, perseverancia, pasión y compromiso para asumir este reto?...
Desgraciadamente es sabido que muchos docentes universitarios, por más alto grado académico que posean, muchas veces no cuentan con una formación psicopedagógica que los habilite para desempeñarse exitosamente en el proceso educativo, de ahí la urgencia de que en particular, como lo señala la doctora Viviana González, los profesores reciban la preparación psicopedagógica necesaria para diseñar, ejecutar, evaluar y dirigir un proceso de enseñanza-aprendizaje que propicie un proceso dialógico y participativo, en el que docentes y estudiantes asuman de manera consciente la condición de sujetos de enseñanza y aprendizaje.
Definitivamente en el tanto el profesor se pregunte constantemente ¿para qué?, ¿cuándo?, ¿por qué? y ¿cómo? establecer el aprendizaje…, en la medida en que se “aprenda a aprender” para adaptarse y responder a los cambios permanentes, y en el tanto las universidades estén abiertas a asumir los procesos de cambio y de redefiniciones curriculares acorde con las posturas del ejercicio profesional, podrá establecer un modelo pedagógico en donde el estudiante podrá asumir una postura flexible, reflexiva, activa, coherente y constructivista a las exigencias académicas y socio-laborales de nuestros tiempos.
No hay que olvidarlo: la Universidad debe estar presente en la vida social como agente de cambio, como promotora de servicios, tal y como quedara establecido en el preámbulo de la Declaración Mundial sobre la educación Superior en el Siglo XXI: Visión y acción de 1998, al establecer que “si se carece de instituciones de educación superior e investigación adecuadas que formen a una masa crítica de personas cualificadas y cultas, ningún país podrá garantizar un auténtico desarrollo sostenible”.
En esa medida, los docentes universitarios deben procurar ser profesores constructivistas quienes traten de ser el facilitador o mediadores entre el conocimiento y el sujeto que aprende. Proponer actividades en las cuales no sea él quien enseña sino quien logra que sus alumnos descubran ese contenido de aprendizaje y al hacerlo lo puedan llevar a cabo en su vida cotidiana. Es decir, que no sea un aprendizaje solo teórico, sino práctico. Para ello, los educadores deben fomentar en sus clases la libertad de ideas, el flujo de reflexiones, el sentido del deber, la posibilidad de crítica y el impulso del pensamiento creativo en sus alumnos, para que se trasluzcan en fascinantes estímulos de convivencia social.
Definitivamente desde la condición de docentes se puede dar el paso significativo hacia ese gran reto del siglo XXI que es consolidar una educación de calidad que redunde en mejores niveles de bienestar para todos; fomentar un ámbito universitario en donde fructifiquen nuevas formas de pensar;  y formar estudiantes conscientes tanto de su desarrollo profesional como personal, emprendedores, con las herramientas necesarias para tomar decisiones responsables y con la capacidad para responderle, pertinentemente, a los requerimientos de esta sociedad.
Bajo este contexto, todo docente universitario se debe preocupar por el ¿qué enseña?, ¿cómo lo enseña?, ¿para qué lo enseña?, y ¿a quién le enseña?; pues, en estas interrogantes se basa el conocimiento de la disciplina  que pretenda impartir, su sana enseñanza y la adecuada incorporación de los estudiantes como profesionales de una sociedad altamente competitiva.Expresaba José Ortega y Gasset que “la labor docente es el esfuerzo permanente que un nadador realiza para mantenerse a flote”. A partir de esta máxima vale preguntarse si, actualmente, ¿los docentes universitarios de nuestro país se están interesando en sumergirse en el mar de responderle pertinentemente a los estudiantes para su eficaz incursión en el mundo académico, laboral o ciudadano?, ¿estarán preparados  para desarrollar una gran dosis de empatía, responsabilidad, innovación, honestidad, perseverancia, pasión y compromiso para asumir este reto?...
Expresaba José Ortega y Gasset que “la labor docente es el esfuerzo permanente que un nadador realiza para mantenerse a flote”. A partir de esta máxima vale preguntarse si, actualmente, ¿los docentes universitarios de nuestro país se están interesando en sumergirse en el mar de responderle pertinentemente a los estudiantes para su eficaz incursión en el mundo académico, laboral o ciudadano?, ¿estarán preparados  para desarrollar una gran dosis de empatía, responsabilidad, innovación, honestidad, perseverancia, pasión y compromiso para asumir este reto?...

Benedicto XVI, su viaje y los medios.

De cara al viaje misionero de Benedicto XVI a México y Cuba todo ha sido tan apabullante y tan lleno de brillo que ciertos enfoques del mismo no han podido  aparecer  siendo mas que enfoques toscos, desafortunados y marcados por la mala fe.
La República ubicó en su editorial un texto brillante, pausado y bien construido acerca del significado de la presencia de Benedicto XVI en América Latina el continente de la esperanza. De gran lucidez la reflexión del editorialista que, con mucho cuidado e información, plasmó un análisis serio de todo lo que podía esperarse de un viaje que, tal y como las evidencias lo han demostrado, traía consigo expectativas de luces y de alegría para los pueblos cristianos que peregrinan por nuestro subcontinente. Los retos, claro está, no faltaban.
En cambio, otro medio como es el caso de La Nación, del modo mas sorprendente, obvió todo lo decisivo del viaje evangelizador del Papa Teólogo y se dedicó a hablar una y otra vez de abusos, sexo, pedofilia, complots, etc. Para este diario el viaje fue solo eso. Todo lo esencial de los mensajes, de la euforia de los fieles, de la profundidad de las reflexiones y celebraciones no contó para nada. De feria, se agregó un reportaje acerca de los dimes y diretes de unas maquinaciones que solo Dan Brown podría igualar en creatividad e inexactitudes incluso, en la más elemental terminología eclesial.
Es obvio que la perspectiva correcta para leer todo cuanto ha ocurrido en estos días en el recorrido pontificio es la que hemos visto, oído y admirado en vivo. La República no ayudó a tener un criterio de lectura, lo demás evidentemente no. Los hechos, sin embargo, nos llevan a desechar ciertas elucubraciones enfermizas de algunos comunicadores y sus medios que, curiosamente, no ven ni siquiera lo que tienen enfrente. Les enferma, me parece, la verdad.
Las características del magisterio de Benedicto XVI, su impacto en medio de la andar de la Iglesia y sociedad, el dinamismo creativo que ha mostrado y su estilo tan propio, resultan realidades insoportables para mas de un medio de comunicación atacado de secularismo y ello, a veces, negando hasta sus mismos orígenes ideológicos. Ello se nota entre nosotros y a nivel global también.
Se impone una reacción crítica del católico usuario de los medios de comunicación. Se hace mas y mas necesaria una actitud menos complaciente. Sobre todo, cuando resulta tan extremadamente evidente la mala fe de un medio o su deseo de ensuciar por ensuciar, sea ello solo por afán amarillista o bien, por el deseo insano de crear polémica allí donde no la hay.
Depende del consumidor católico de información discernir, escoger y elegir solo lo que vale y es respetuoso, lo demás, se ha de hacer a un lado sin mas ni contemplación alguna.
De cara al viaje misionero de Benedicto XVI a México y Cuba todo ha sido tan apabullante y tan lleno de brillo que ciertos enfoques del mismo no han podido  aparecer  siendo mas que enfoques toscos, desafortunados y marcados por la mala fe.

PELIGROS DE LA BICICLETA

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