Camilo Rodríguez Chaverri
Guanacaste es una finca que se dejó Dios cuando hizo la distribución de las tierras entre los países. De tan bello que es Guanacaste, Dios no quiso dejárselo a alguien más. Se hizo de la vista gorda, y a ningún país le dejó ese jardín grandote, ese paraíso pequeñito.
Guanacaste es una locura que tuvo Dios y que concreto un día que se le metió en la cabeza que en lugar de Dios quería ser artista. De Guanacaste, son bellísimos los acantilados de La Cruz, como paredes enormes, como monumentos de piedra cuyos pies besa el mar. En Guanacaste están los volcanes de la cordillera del fuego, la Cordillera de Tilarán, el Arenal, con su cono perfecto, una flor triangular que besan las nubes; el Rincón de la Vieja, con sus dos caras, una verde y viva, la otra de piedra; el Orosi, callado y esbelto, verde y azul; el Tenorio, con sus ojos de agua hirvientes y mágicas; el Miravalles, con sus brazos abiertos a los potreros… Guanacaste tiene las aguas termales de la altura en Bagaces, con las piscinas que los ángeles pusieron en Yoko.
Dios se acostó sobre las nubes y sopló y sopló. Los vientos se fueron Tilarán y para las fronteras de Cañas y Bagaces con el norte lejano de Alajuela.
Se puso contento un domingo por la tarde, y Dios pintó el folclor de Santa Cruz, cocinó la cuajada y los bizcochos de allá, se enfiestó y celebró con los toros en todos los pueblos, desde la Península de Nicoya hasta el Cerro Chato, desde Bahía Salinas hasta Pozo Azul.
Guanacaste tiene entre sus manos, el Golfo de Nicoya, y aunque no están ahí adentro, al lado de ese paraíso, pringó Dios el mar con perlas hermosas, únicas, que se llaman Chira, Venado, San Lucas, Caballo, Guayabo, y hasta gotitas de luz, que se llaman, por ejemplo, Las Cocineras y Pan de Azúcar.
Guanacaste es una luz enorme, un manchón de belleza incandescente, que Dios nos puso aquí al lado. Por dicha que Guanacaste quiso anexarse, por dicha que vino a hacer más grande y más bella a la bellísima Costa Rica…
Guanacaste es una finca que se dejó Dios cuando hizo la distribución de las tierras entre los países. De tan bello que es Guanacaste, Dios no quiso dejárselo a alguien más. Se hizo de la vista gorda, y a ningún país le dejó ese jardín grandote, ese paraíso pequeñito.
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Roben, sean sinvergüenzas, que el país lo premia. Eso le estamos diciendo a las nuevas generaciones. Roben, roben mucho. Sean chollados, hagan negocios con la plata del pueblo. Lo importante es aparentar. Lo importante es tener, aunque sea a expensas del pueblo. El Estado existe para que le robemos el dinero del pueblo.
Ese es el mensaje que reciben las nuevas generaciones. Se trata de hacer negocio con todos los dineros públicos. Se hace chorizo de todo y con todo. Ni la Caja se salva.
Esa es la realidad que ocurre en el día a día, gracias a lo que denuncia la prensa.
Lo que ocurre en la trocha de la vergüenza, que primero se llamaba carretera de la dignidad, es un ejemplo del serio problema que tenemos entre manos. Hay una profunda crisis de valores, aunque sea trillado decirlo. Es un asunto ético, y punto.
Parece que ser sinvergüenza, poca pena y chollado es bien visto. Es decir, el país le está diciendo al mundo que aquí premiados a los vivazos que se roban los dineros públicos, que los consideramos inteligentes, brillantes, capaces, ingeniosos, audaces, y hasta presidenciables.
Pero volvamos a la trocha. Siete empresas no le pagaban a la Caja Costarricense del Seguro Social. Varias empresas no reportaron sus ingresos a Tributación Directa. Muchas empresas recibieron adjudicaciones a pesar de que no tienen equipos pesados reportados. Y hay serias denuncias de mordidas, premios y comisiones para funcionarios públicos. Todo se hizo con los dineros de la declaratoria de emergencia.
¿Cuál es la diferencia entre esto y lo ocurrido con el préstamo finlandés en la Caja Costarricense del Seguro Social?
¿Quién puede respetar a los políticos en medio de un escándalo como el de la trocha de la indignidad, que nos deja tan mal parados frente a los vecinos del norte, que entran y salen de Isla Calero como Pedro por su casa? En Nicaragua se ríen de esto.
Costa Rica necesita un remezón, una revolcada, un cambio de timón, una vuelta a los valores. Las nuevas generaciones tienen toda la razón de no querer nada con la política ni con los políticos. Se lo han ganado a punta de chorizos. El Estado es para servir, no para servirse. Es para servirle al pueblo, no para enriquecerse vilmente.
Roben, sean sinvergüenzas, que el país lo premia. Eso le estamos diciendo a las nuevas generaciones. Roben, roben mucho. Sean chollados, hagan negocios con la plata del pueblo. Lo importante es aparentar. Lo importante es tener, aunque sea a expensas del pueblo. El Estado existe para que le robemos el dinero del pueblo.
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Roben, sean sinvergüenzas, que el país lo premia. Eso le estamos diciendo a las nuevas generaciones. Roben, roben mucho. Sean chollados, hagan negocios con la plata del pueblo. Lo importante es aparentar. Lo importante es tener, aunque sea a expensas del pueblo. El Estado existe para que le robemos el dinero del pueblo.
Ese es el mensaje que reciben las nuevas generaciones. Se trata de hacer negocio con todos los dineros públicos. Se hace chorizo de todo y con todo. Ni la Caja se salva.
Esa es la realidad que ocurre en el día a día, gracias a lo que denuncia la prensa.
Lo que ocurre en la trocha de la vergüenza, que primero se llamaba carretera de la dignidad, es un ejemplo del serio problema que tenemos entre manos. Hay una profunda crisis de valores, aunque sea trillado decirlo. Es un asunto ético, y punto.
Parece que ser sinvergüenza, poca pena y chollado es bien visto. Es decir, el país le está diciendo al mundo que aquí premiados a los vivazos que se roban los dineros públicos, que los consideramos inteligentes, brillantes, capaces, ingeniosos, audaces, y hasta presidenciables.
Pero volvamos a la trocha. Siete empresas no le pagaban a la Caja Costarricense del Seguro Social. Varias empresas no reportaron sus ingresos a Tributación Directa. Muchas empresas recibieron adjudicaciones a pesar de que no tienen equipos pesados reportados. Y hay serias denuncias de mordidas, premios y comisiones para funcionarios públicos. Todo se hizo con los dineros de la declaratoria de emergencia.
¿Cuál es la diferencia entre esto y lo ocurrido con el préstamo finlandés en la Caja Costarricense del Seguro Social?
¿Quién puede respetar a los políticos en medio de un escándalo como el de la trocha de la indignidad, que nos deja tan mal parados frente a los vecinos del norte, que entran y salen de Isla Calero como Pedro por su casa? En Nicaragua se ríen de esto.
Costa Rica necesita un remezón, una revolcada, un cambio de timón, una vuelta a los valores. Las nuevas generaciones tienen toda la razón de no querer nada con la política ni con los políticos. Se lo han ganado a punta de chorizos. El Estado es para servir, no para servirse. Es para servirle al pueblo, no para enriquecerse vilmente.
Roben, sean sinvergüenzas, que el país lo premia. Eso le estamos diciendo a las nuevas generaciones. Roben, roben mucho. Sean chollados, hagan negocios con la plata del pueblo. Lo importante es aparentar. Lo importante es tener, aunque sea a expensas del pueblo. El Estado existe para que le robemos el dinero del pueblo.
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Es fundamental que el solidarismo aprenda a “cacarear” lo que hace con excelencia. Es importante sobre todo porque la prensa no se ve atraída por las buenas noticias, y los solidaristas sólo generamos buenas noticias.
Que seis o siete asociaciones solidaristas tengan un proyecto modelo para generar una comunidad sostenible, con viviendas de interés social, que es algo tan importante para el país, eso no atrae a los medios. Ni los atrae que ocho asociaciones solidaristas se junten para comprar una agencia operadora de seguros, cuyos dueños son los trabajadores de ocho corporaciones importantes para Costa Rica. Ni atrae que ASEDEMASA tenga una guardería maravillosa, ni que ASENACSA tenga un centro educativo ejemplar, ni que ASEGESSA venda quesos en decenas de supermercados y que ahora también tengan negocios con la empresa por venta de plátano, tubérculos y hasta hielo.
El solidarismo está lleno de buenas noticias. La asociación solidarista de VOLCAFE comercializa su propia marca de café. Se llama “Café Lo Nuestro”. La asociación solidarista de Grupo del Sol organiza una carrera en la playa. La Asociación Solidarista de Hycom organiza una carrera ecológica en Tibás. Hay asociaciones solidaristas que tienen una gran proyección en pro del ambiente, como la de Atlas y la de Fedecoop Suministros. Hay asociaciones solidaristas que llevan adelante un gran trabajo en deporte, como ASEDE y ASEFEMSA. También hay una gran proyección hacia el deporte en la Asociación Solidarista de Productos Monteverde. Nada de esto es noticia, a pesar de la excelencia en los resultados desde lo social, lo ambiental y lo empresarial.
Donde más se nota el aporte del solidarismo es en aquellos proyectos en los que se juntan los esfuerzos de la asociación solidarista con los esfuerzos de la empresa. Por ejemplo, ahora Pipasa tendrá ferias de la salud donde se conjugan los esfuerzos de Recursos Humanos de la empresa y los esfuerzos y las iniciativas de la asociación solidarista. Ya que menciono a Pipasa, uno de los proyectos sociales más hermosos y más significativos del solidarismo es el que ha llevado a cabo ASEPIPASA en diversas escuelas. Se le conoce como “Solidarismo Escolar”, y busca que los niños y las niñas aprendan sobre solidarismo. Este tipo de proyectos tan nobles jamás tendrá el espacio que los medios le brindan a las huelgas, los bloqueos y las malas noticias.
Es papel de nosotros, como solidaristas, el aprender a cacarear todo lo bueno que hacen las asociaciones solidaristas por el país.
Es fundamental que el solidarismo aprenda a “cacarear” lo que hace con excelencia. Es importante sobre todo porque la prensa no se ve atraída por las buenas noticias, y los solidaristas sólo generamos buenas noticias.
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Mis primeros años de vida transcurrieron en San Isidro de El General. Durante muchos años, mi papá tuvo un trabajo que le permitía andar toda la Zona Sur. Fue él la primera persona a quien escuché hablar del daño que ocasionó una huelga en las bananeras de Golfito y Osa, que provocó la salida de la compañía trasnacional de aquella zona, dejando un serio problema social. Treinta años después, el Sur no ha podido reponerse de esa tremenda huelga.
Era yo un adolescente, estudiante del Colegio Agropecuario de Pococí, en Guápiles, donde nos fuimos a vivir a mis doce años, cuando recibí los primeros cursos sobre solidarismo, gracias a la Escuela Social Juan XXIII. Mi papá insistía en que, gracias al solidarismo, no iba a ocurrir en el Caribe lo que él había visto en la Zona Sur.
Pronto, aprendí a admirar a don Alberto Martén Chavarría,inventor del solidarismo, inventor de las tarjetas de crédito gracias a su teoría metafísica del dinero y quien nacionalizó la banca, siendo ministro de Hacienda de la Junta Fundadora de la Segunda República.
Don Alberto Martén abandonó la política para entregarse por entero al solidarismo. Fundó las primeras asociaciones solidaristas, entre ellas la de Gallito Industrial (hoy KRAFT) y la de Tienda La Gloria, y cuando tenía un buen número, hizo nacer la Unión Solidarista, que a los 25 años de fundada pasó a llamarse Movimiento Solidarista Costarricense.
Ante la muerte de mi amigo Wálter López, tuve la oportunidad de dirigir el Movimiento Solidarista durante poco más de dos años. Durante ese tiempo, creamos un periódico, tuvimos un programa de televisión, contamos con el apoyo de Grupo Extra y CANARA, tuvimos dos campañas de radio, una campaña en Teletica canal 7, dos campañas en vallas publicitarias y realizamos actividades en San Carlos, Pérez Zeledón, Guápiles, Limón, Puntarenas, El Coyol de Alajuela, Cartago, Buenos Aires, Coto Brus, Grecia, Palmares, Naranjo, Oreamuno, Turrialba y San José.
Dejo al Movimiento Solidarista Costarricense en un momento en que tienen una reserva de más de veinte millones de colones para comprar, por fin, una sede, después de 57 años de existencia desde que nació con el nombre de Unión Solidarista, así como una reserva económica para un congreso ideológico. Durante estos dos años, el Congreso Nacional Solidarista rompió el récord de asistencia, con más de mil asistentes, y hay una maestría de administración con 25 estudiantes becados por el Movimiento Solidarista Costarricense.
Quiero decir gracias por la oportunidad. Es de personas bien nacidas el ser agradecidas. La experiencia ha sido riquísima e invaluable. Que Dios los bendiga a todos y todas. Que Dios les pague por su generosidad, sus esfuerzos y sus luchas.
Mis primeros años de vida transcurrieron en San Isidro de El General. Durante muchos años, mi papá tuvo un trabajo que le permitía andar toda la Zona Sur. Fue él la primera persona a quien escuché hablar del daño que ocasionó una huelga en las bananeras de Golfito y Osa, que provocó la salida de la compañía trasnacional de aquella zona, dejando un serio problema social. Treinta años después, el Sur no ha podido reponerse de esa tremenda huelga.
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Este muchacho creció sin el papá en su casa. Su mamá fue madre y padre. Su mamá trabajaba limpiando casas. Tuvo que pulsearla desde que era muy chiquillo. Siendo un adolescente, se levantaba a las dos de la mañana, recogía el pan en una panadería del barrio y lo repartía por varias comunidades.
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Empecemos con la experiencia en Kingston, Jamaica, que es el segundo más importante de la región, sólo superado por Panamá. En Kingston, se dio la misma situación que en casi todos los puertos de América Latina: concesionaron los puertos. Pero tuvieron una idea muy interesante. Crearon una sociedad por acciones, que administra el puerto de Kingston, que es un puerto de trasbordo. Las mercaderías que van para Medio Oriente, el norte de Europa y el Mediterráneo, pasan por Kingston. Es un puerto estratégico. En esta sociedad portuaria participan todos los usuarios del puerto. Las compañías participan en una sociedad con puestos directivos. Trabajan día a día en el quehacer portuario. Unas compañías son jamaiquinas, otras no, pero deciden entre todas lo que debe ocurrir para mejorar todo en el puerto.
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