Mis primeros años de vida transcurrieron en San Isidro de El General. Durante muchos años, mi papá tuvo un trabajo que le permitía andar toda la Zona Sur. Fue él la primera persona a quien escuché hablar del daño que ocasionó una huelga en las bananeras de Golfito y Osa, que provocó la salida de la compañía trasnacional de aquella zona, dejando un serio problema social. Treinta años después, el Sur no ha podido reponerse de esa tremenda huelga.
Era yo un adolescente, estudiante del Colegio Agropecuario de Pococí, en Guápiles, donde nos fuimos a vivir a mis doce años, cuando recibí los primeros cursos sobre solidarismo, gracias a la Escuela Social Juan XXIII. Mi papá insistía en que, gracias al solidarismo, no iba a ocurrir en el Caribe lo que él había visto en la Zona Sur.
Pronto, aprendí a admirar a don Alberto Martén Chavarría,inventor del solidarismo, inventor de las tarjetas de crédito gracias a su teoría metafísica del dinero y quien nacionalizó la banca, siendo ministro de Hacienda de la Junta Fundadora de la Segunda República.
Don Alberto Martén abandonó la política para entregarse por entero al solidarismo. Fundó las primeras asociaciones solidaristas, entre ellas la de Gallito Industrial (hoy KRAFT) y la de Tienda La Gloria, y cuando tenía un buen número, hizo nacer la Unión Solidarista, que a los 25 años de fundada pasó a llamarse Movimiento Solidarista Costarricense.
Ante la muerte de mi amigo Wálter López, tuve la oportunidad de dirigir el Movimiento Solidarista durante poco más de dos años. Durante ese tiempo, creamos un periódico, tuvimos un programa de televisión, contamos con el apoyo de Grupo Extra y CANARA, tuvimos dos campañas de radio, una campaña en Teletica canal 7, dos campañas en vallas publicitarias y realizamos actividades en San Carlos, Pérez Zeledón, Guápiles, Limón, Puntarenas, El Coyol de Alajuela, Cartago, Buenos Aires, Coto Brus, Grecia, Palmares, Naranjo, Oreamuno, Turrialba y San José.
Dejo al Movimiento Solidarista Costarricense en un momento en que tienen una reserva de más de veinte millones de colones para comprar, por fin, una sede, después de 57 años de existencia desde que nació con el nombre de Unión Solidarista, así como una reserva económica para un congreso ideológico. Durante estos dos años, el Congreso Nacional Solidarista rompió el récord de asistencia, con más de mil asistentes, y hay una maestría de administración con 25 estudiantes becados por el Movimiento Solidarista Costarricense.
Quiero decir gracias por la oportunidad. Es de personas bien nacidas el ser agradecidas. La experiencia ha sido riquísima e invaluable. Que Dios los bendiga a todos y todas. Que Dios les pague por su generosidad, sus esfuerzos y sus luchas.
Mis primeros años de vida transcurrieron en San Isidro de El General. Durante muchos años, mi papá tuvo un trabajo que le permitía andar toda la Zona Sur. Fue él la primera persona a quien escuché hablar del daño que ocasionó una huelga en las bananeras de Golfito y Osa, que provocó la salida de la compañía trasnacional de aquella zona, dejando un serio problema social. Treinta años después, el Sur no ha podido reponerse de esa tremenda huelga.
Era yo un adolescente, estudiante del Colegio Agropecuario de Pococí, en Guápiles, donde nos fuimos a vivir a mis doce años, cuando recibí los primeros cursos sobre solidarismo, gracias a la Escuela Social Juan XXIII. Mi papá insistía en que, gracias al solidarismo, no iba a ocurrir en el Caribe lo que él había visto en la Zona Sur.
Pronto, aprendí a admirar a don Alberto Martén Chavarría,inventor del solidarismo, inventor de las tarjetas de crédito gracias a su teoría metafísica del dinero y quien nacionalizó la banca, siendo ministro de Hacienda de la Junta Fundadora de la Segunda República.
Don Alberto Martén abandonó la política para entregarse por entero al solidarismo. Fundó las primeras asociaciones solidaristas, entre ellas la de Gallito Industrial (hoy KRAFT) y la de Tienda La Gloria, y cuando tenía un buen número, hizo nacer la Unión Solidarista, que a los 25 años de fundada pasó a llamarse Movimiento Solidarista Costarricense.
Ante la muerte de mi amigo Wálter López, tuve la oportunidad de dirigir el Movimiento Solidarista durante poco más de dos años. Durante ese tiempo, creamos un periódico, tuvimos un programa de televisión, contamos con el apoyo de Grupo Extra y CANARA, tuvimos dos campañas de radio, una campaña en Teletica canal 7, dos campañas en vallas publicitarias y realizamos actividades en San Carlos, Pérez Zeledón, Guápiles, Limón, Puntarenas, El Coyol de Alajuela, Cartago, Buenos Aires, Coto Brus, Grecia, Palmares, Naranjo, Oreamuno, Turrialba y San José.
Dejo al Movimiento Solidarista Costarricense en un momento en que tienen una reserva de más de veinte millones de colones para comprar, por fin, una sede, después de 57 años de existencia desde que nació con el nombre de Unión Solidarista, así como una reserva económica para un congreso ideológico. Durante estos dos años, el Congreso Nacional Solidarista rompió el récord de asistencia, con más de mil asistentes, y hay una maestría de
administración con 25 estudiantes becados por el Movimiento Solidarista Costarricense.
Quiero decir gracias por la oportunidad. Es de personas bien nacidas el ser agradecidas. La experiencia ha sido riquísima e invaluable. Que Dios los bendiga a todos y todas. Que Dios les pague por su generosidad, sus esfuerzos y sus luchas.