Es fundamental que el solidarismo aprenda a “cacarear” lo que hace con excelencia. Es importante sobre todo porque la prensa no se ve atraída por las buenas noticias, y los solidaristas sólo generamos buenas noticias.
Que seis o siete asociaciones solidaristas tengan un proyecto modelo para generar una comunidad sostenible, con viviendas de interés social, que es algo tan importante para el país, eso no atrae a los medios. Ni los atrae que ocho asociaciones solidaristas se junten para comprar una agencia operadora de seguros, cuyos dueños son los trabajadores de ocho corporaciones importantes para Costa Rica. Ni atrae que ASEDEMASA tenga una guardería maravillosa, ni que ASENACSA tenga un centro educativo ejemplar, ni que ASEGESSA venda quesos en decenas de supermercados y que ahora también tengan negocios con la empresa por venta de plátano, tubérculos y hasta hielo.
El solidarismo está lleno de buenas noticias. La asociación solidarista de VOLCAFE comercializa su propia marca de café. Se llama “Café Lo Nuestro”. La asociación solidarista de Grupo del Sol organiza una carrera en la playa. La Asociación Solidarista de Hycom organiza una carrera ecológica en Tibás. Hay asociaciones solidaristas que tienen una gran proyección en pro del ambiente, como la de Atlas y la de Fedecoop Suministros. Hay asociaciones solidaristas que llevan adelante un gran trabajo en deporte, como ASEDE y ASEFEMSA. También hay una gran proyección hacia el deporte en la Asociación Solidarista de Productos Monteverde. Nada de esto es noticia, a pesar de la excelencia en los resultados desde lo social, lo ambiental y lo empresarial.
Donde más se nota el aporte del solidarismo es en aquellos proyectos en los que se juntan los esfuerzos de la asociación solidarista con los esfuerzos de la empresa. Por ejemplo, ahora Pipasa tendrá ferias de la salud donde se conjugan los esfuerzos de Recursos Humanos de la empresa y los esfuerzos y las iniciativas de la asociación solidarista. Ya que menciono a Pipasa, uno de los proyectos sociales más hermosos y más significativos del solidarismo es el que ha llevado a cabo ASEPIPASA en diversas escuelas. Se le conoce como “Solidarismo Escolar”, y busca que los niños y las niñas aprendan sobre solidarismo. Este tipo de proyectos tan nobles jamás tendrá el espacio que los medios le brindan a las huelgas, los bloqueos y las malas noticias.
Es papel de nosotros, como solidaristas, el aprender a cacarear todo lo bueno que hacen las asociaciones solidaristas por el país.
Es fundamental que el solidarismo aprenda a “cacarear” lo que hace con excelencia. Es importante sobre todo porque la prensa no se ve atraída por las buenas noticias, y los solidaristas sólo generamos buenas noticias.
Que seis o siete asociaciones solidaristas tengan un proyecto modelo para generar una comunidad sostenible, con viviendas de interés social, que es algo tan importante para el país, eso no atrae a los medios. Ni los atrae que ocho asociaciones solidaristas se junten para comprar una agencia operadora de seguros, cuyos dueños son los trabajadores de ocho corporaciones importantes para Costa Rica. Ni atrae que ASEDEMASA tenga una guardería maravillosa, ni que ASENACSA tenga un centro educativo ejemplar, ni que ASEGESSA venda quesos en decenas de supermercados y que ahora también tengan negocios con la empresa por venta de plátano, tubérculos y hasta hielo.
El solidarismo está lleno de buenas noticias. La asociación solidarista de VOLCAFE comercializa su propia marca de café. Se llama “Café Lo Nuestro”.
La asociación solidarista de Grupo del Sol organiza una carrera en la playa. La Asociación Solidarista de Hycom organiza una carrera ecológica en Tibás. Hay asociaciones solidaristas que tienen una gran proyección en pro del ambiente, como la de Atlas y la de Fedecoop Suministros. Hay asociaciones solidaristas que llevan adelante un gran trabajo en deporte, como ASEDE y ASEFEMSA. También hay una gran proyección hacia el deporte en la Asociación Solidarista de Productos Monteverde. Nada de esto es noticia, a pesar de la excelencia en los resultados desde lo social, lo ambiental y lo empresarial.
Donde más se nota el aporte del solidarismo es en aquellos proyectos en los que se juntan los esfuerzos de la asociación solidarista con los esfuerzos de la empresa. Por ejemplo, ahora Pipasa tendrá ferias de la salud donde se conjugan los esfuerzos de Recursos Humanos de la empresa y los esfuerzos y las iniciativas de la asociación solidarista. Ya que menciono a Pipasa, uno de los proyectos sociales más hermosos y más significativos del solidarismo es el que ha llevado a cabo ASEPIPASA en diversas escuelas. Se le conoce como “Solidarismo Escolar”, y busca que los niños y las niñas aprendan sobre solidarismo. Este tipo de proyectos tan nobles jamás tendrá el espacio que los medios le brindan a las huelgas, los bloqueos y las malas noticias.
Es papel de nosotros, como solidaristas, el aprender a cacarear todo lo bueno que hacen las asociaciones solidaristas por el país.