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25 de Julio 2010.

Guanacaste de mi alma te uniste a nosotros por tu propia voluntad. En las majestuosas y cálidas aguas de tus playas descansan mis  penas y se transforman en sueños.
En las semillas de tus palmeras se siembran mis ilusiones y conforme crecen tus verdes hojas como faldas danzarinas crece también la esperanza de campesinas y sabaneros con manos incansable de trabajo.
Espíritu Nicoyano te protege Esquipulas, tu historia es sublime.  De chorotegas tiznados por el sol ardiente.  De gente buena, hecha de maíz, frijol y coyol.
Por mis venas corre el fuego de tus volcanes para alumbrar la pasión de noches cuando todos duermen y velo por ti.
Mi corazón al son de marimbas baila tejiendo mano con mano de hermandad tica, una sola patria de paz y democracia. Costa Rica no puede olvidar tu hazaña y por eso nos alegramos al compás del punto guanacasteco, upi pias y bombas.
En tus vasijas  y guacales hechos en  Guaitil  con barro y arte aprendido de los indios e indias que adoraron esta provincia, como de tus manjares regionales….chorreadas, tortillas, arroz de maíz, rosquillas, tanelas, cuajadas, atol pujagua. Y por la noches para aquietar el día, un delicioso trago de leche de carao.
Caminando por tus pueblos me extasío ante la belleza de un Malinche en flor, el olor a mango maduro, la sencillez de los jocotales creando cercas para que las vacas y terneros no salgan de tus potreros.
Casas de madera sin pintar, bendecidas por corredores dispuestos siempre a recibir al visitante con la más sincera de las sonrisas y un gallito para regalar. –Pase mita, tómese un poquito de agua y lleve esta naranjita para la sed. ¡Ahhh! y sea “valienta” con este sol- . Así expresan el cariño las personas de mi  Guanacaste, mi “Rincón Caliente”.
Al cumplir un aniversario más te entrego mi amor, te recuerdo mi admiración. Invito a todos lo ticos y ticas a dar un zapateado, tirar los chonetes, levantar la falda tricolor y decir en un fuerte grito sabanero…VIVA COSTA RICA,   UYUIIII VAJURA.
Guanacaste de mi alma te uniste a nosotros por tu propia voluntad. En las majestuosas y cálidas aguas de tus playas descansan mis  penas y se transforman en sueños.

¿QUÉ ES SOLIDARIDAD SOCIAL?

La solidaridad es uno de los principios regentes de la concepción cristiana de la organización social y política de un Estado y constituye el fin último de toda organización social.
Es de tan vital importancia para el buen desarrollo de una colectividad que tiene por eje singular al ser humano en sociedad.
Un individuo aislado, solo, nunca sabría qué significa este principio si no se considera con relación al “otro”; o sea, de la sociedad en la que vive.
La solidaridad es uno de los principios de la filosofía social, sin los que la sociedad no funcionaría ni se encaminaría hacia su verdadero fin y sentido de existencia.
El término “solidaridad” tiene una connotación indudablemente positiva y revela un interés universal en bien del prójimo.
Es la conciencia más generalizada de una realidad nacional e internacional; de un destino universal más cercano entre todas las personas y todos los países.
De ahí que, hoy, nos solidarizamos con los niños de África igual que con los de Haití , de Filipinas, de Líbano o de Estados Unidos pues no nos son “lejanos”; los cañones de guerra Pakistán aturden nuestros oídos; el terremoto de Chile dolió tanto como el de Cinchona y un Tsunami nos ahogará, así sea que se de al otro lado del mundo.
En el orden más inmediato a nuestro entorno, vemos que si un familiar, tan cercano como un hijo, un vecino o un compatriota necesitan de nuestra ayuda mostramos nuestra solidaridad de forma inmediata pues responde, innatamente, a nuestra propia condición humana.
De ahí que nuestra Constitución Política, inspirada en el principio cristiano de justicia social, señala, en forma expresa, que el Estado procurará “una política permanente de solidaridad nacional” (art. 74).
El anterior marco doctrinal es el que debe impregnar nuestro actuar diario, incluyendo la seguridad social que, entre otras, hace efectiva, la Caja Costarricense del Seguro Social.
De ahí que a esta Institución debemos fortalecerla cada día más, para que nunca sucumba ni a la irresponsabilidad burocrática ni a usuarios que usan de sus servicios abusivamente de lo que, bajo este principio, ella les ofrece.
Si un Estado solidario, como el nuestro, traduce este principio por medio de una Institución como la CCSS y ésta se ve amenazada por personas o instituciones que demandan de ella más allá de sus posibilidades reales;  vemos muy cercano el día que perdamos para siempre, lo que muchos otros pueblos, incluso de países grandes y desarrollados como los Estados Unidos, apenas dan sus primeros pasos.
La solidaridad es uno de los principios regentes de la concepción cristiana de la organización social y política de un Estado y constituye el fin último de toda organización social.

No confundir solidarismo y cooperativismo… No se pueden medir con la misma vara...

El solidarismo es un gran invento de Costa Rica para el mundo. Nació en 1947 gracias a una idea de don Alberto Martén, quien se inspiró en dos pensadores europeos.

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La superstición de la ley

Cada época se entontece con las ideas que en ella se ponen de moda. En la nuestra, muchas personas, sin ninguna cultura jurídica, creen que todos los problemas sociales  pueden  solucionarse a base de leyes y con fundamento  en tan falaz suposición, se tramitan y  promulgan    innumerables Decretos  de todo rango, que en realidad no  pasan de ser simples  enunciados de aspiraciones y  buenos deseos.

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El ser excelentes depende de nosotros

En más de una ocasión, en diversas discusiones sobre este tema, he leído o escuchado la frase de universidad pública versus universidad privada. Y cuando me enfrento a este tipo de comentario debo confesar que me preocupa pues siempre me he preguntado el por qué enfocar el tema como una pelea, y, peor aún, cuando este enfrentamiento se da desde una panorámica cargada de prejuicios,  estereotipos y falacias.

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Por caminos de avance e innovación

Es indudable que la globalización es una palabra de moda.  Casi a cada paso se habla de ella, pues muchos de los fenómenos sociales que nos afectan, como el comercio internacional o la inmigración, mantienen una relación más o menos estrecha con la globalización.  A menudo, se escucha hablar de la globalización como de una promesa de nuevas oportunidades, ¿pero es esto realmente cierto?
No olvidemos que las nuevas formas de relaciones humanas en el ámbito político, económico o social sólo pueden construirse si recuperamos la capacidad de idear opciones; es decir, nuevas formas de convivencia y de organización de nuestro mundo.
En este sentido, si la globalización es comprendida como una manera inclusiva basada en la cooperación y la seguridad, se estaría apostando a una globalización sustentada en una mayor solidaridad planetaria.
Sin embargo, para solidificar un mundo más solidario, donde no exista la exclusión, es necesario, previamente, un cambio de mentalidad.  Podría ser que esta nueva forma de pensar se vaya operando sólo en algunas personas, pero lo fundamental es que se convertirá en una semilla que irá multiplicando la solidaridad.
No obstante, cuando se habla de “globalizar la  solidaridad”, se debería plantear, a la vez, la necesidad de buscar algunos acuerdos entre todas las mujeres y todos los hombres de nuestra sociedad, a fin de poner en práctica medidas sociales y políticas para conseguir una mayor solidaridad individual y colectiva.
Porque la gran  pregunta es: ¿Cómo podemos entendernos en un mundo que ha expendido sus barreras mediante la globalización, sin algún referente que no sea común a todos?
Del mismo modo que el mundo ha cambiado, también los problemas a los que se enfrenta la humanidad son nuevos, pues se nos presentan en estructuras nuevas, o con un grado de interrelación y complejidad los cuales demandan una mentalidad nueva.
Por ello, la manera de enfrentarse a muchas cuestiones nos sitúa ante la necesidad de abrir nuestra conciencia a nuevos parámetros, a un mundo en donde la globalización, más allá de convertirnos en seres manipulados e indiferentes como algunos creen, se transforme en una pieza fundamental de socialización.
Nuestro mundo, el mundo de cada uno de nosotros, se ha ampliado.  Ya no se trata de nuestro pequeño mundo, llámese familia, barrio o país. Todo lo que hacemos en nuestro entorno cercano influye, posiblemente, en otro lugar distante.
En la actualidad, por ejemplo, el poder tecnológico es tal que cuando alguien emprende ciertas acciones, es necesario que tenga en cuenta las repercusiones que dichas acciones pueden tener en otros lugares distantes del planeta. O como fuimos testigos hace poco, si la crisis económica afecta a las grandes potencias, muy probablemente esto traerá repercusiones en diferentes partes del mundo.
Definitivamente no podemos aislarnos del mundo, si queremos una Costa Rica más próspera, en un mundo de una innegable globalización, debemos tener en cuenta que el progreso y la solidaridad exigen que todos nos pongamos unos anteojos críticos los cuales nos ayuden a superar nuestras miopías para abrirnos a renovados horizontes políticos, económicos sociales y culturales, que en vez de retrasarnos nos ayude a transitar por caminos de avance e innovación.
Es indudable que la globalización es una palabra de moda.  Casi a cada paso se habla de ella, pues muchos de los fenómenos sociales que nos afectan, como el comercio internacional o la inmigración, mantienen una relación más o menos estrecha con la globalización.  A menudo, se escucha hablar de la globalización como de una promesa de nuevas oportunidades, ¿pero es esto realmente cierto?

¿QUÉ ES SER JUEZ?

De acuerdo con una superada doctrina sobre la función del juez, éste debía este ser la boca por la que habla la ley, resumiéndose su intervención a ser un mero subsumidor de la misma, no pudiendo ir más allá de la norma jurídica y principios aplicables, pues estaría transgrediendo el mismo ordenamiento jurídico.
Con esa forma de concebir la administración de justicia se pretendía defender la tan discutida independencia judicial y con ello, paradójicamente, se tiraba por los suelos el birrete y la toga, haciendo del juez su propio verdugo.
Sin embargo, las modernas doctrinas consideran que los jueces, en su función de hacer justicia, deben ser totalmente independientes, tanto externamente (de la manipulación e influencias de los partidos políticos, gobernantes, prensa y cualquier ente ajeno) como internamente (órganos judiciales superiores, cuando éstos actúan en funciones administrativas).
Esta independencia significará que el juez al hacer justicia, decidirá racional y no pasionalmente la aplicación de la norma jurídica y los principios que le rigen en procura de encontrar la correcta solución al caso concreto que, según su convicción, le diga que es, además de legal, justa.
Con ello se entenderá que el juez, que no deja de ser humano a pesar de su alta investidura, contará con su propio bagaje de ideas, valores, pensamientos, sentimientos, actitudes y aptitudes.
Decir que el juez debe ser imparcial y debe limitarse a la aplicación de la ley, es una falacia que llevaría al juez a pensar que aplica imparcialmente la ley cuando, en e l fondo impone sus propios valores.
Es necesario desarraigarse de esa falsedad y darle al juez absoluta y auténtica independencia, de modo que en sus fallos judiciales sea realmente imparcial, consecuente con un sistema democrático, de modo que no se le niegue su identidad, intimidad, raciocinio, inteligencia; su perspectiva política del mundo en que actúa; en suma su condición humana. Eso logrará un juez activo y participante en lo que debe ser su primigenia función como sujeto productor del derecho, al interpretarlo constantemente con la realidad circulante.
Es ese juez quien hace posible que la norma, ley o código que se promulgó hace más de cien años, como nuestro anciano Código Civil de 1886, pueda aún servir en la solución de conflictos, como instrumento de los jueces del siglo XXI, por lo que ellos, en sus fallos, serán acordes al régimen democrático al que dan sustento y mantenimiento.
Por ello, depende en mucho que las nuevas generaciones de políticos, gobernantes, jueces, profesores de derecho, prensa y en general, los costarricenses de hoy, hagan que el sistema judicial se adentre, cada vez más, en lo que un insigne jurista llama la dimensión política de un Poder Judicial democrático.
De acuerdo con una superada doctrina sobre la función del juez, éste debía este ser la boca por la que habla la ley, resumiéndose su intervención a ser un mero subsumidor de la misma, no pudiendo ir más allá de la norma jurídica y principios aplicables, pues estaría transgrediendo el mismo ordenamiento jurídico.

Ley de reforma parcial a la Ley de Armas y Explosivos

¿A usted le ha sucedido que al cruzar una pequeña quebrada, procuró caminar sobre las piedras, solo para encontrar que una de las piedras resultó estar falseada y terminamos en el agua?
Pues esa misma sensación tuve cuando recibí una copia del proyecto de Ley de reforma parcial a la Ley de Armas y Explosivos número 7530, promovida por varios diputados, y sobre la que se ha comentado bastante.
La exposición de motivos de dicha reforma asume que si la ciudadanía tiene más armas, van a suceder más crímenes y delitos cometidos con armas de fuego.
Además, dichos motivos se apoyan en el Informe Nacional de Desarrollo Humano 2005. En este informe se dan toda clase de números sobre la cantidad de armas que ingresa al país, los impuestos que se pagan por dichas armas, así como encuestas donde dice que el 5% de la población admite tener un arma.
Incluso dice que más de la mitad de homicidios y robos cometidos entre los años 2001 y 2003, se realizaron con armas de fuego.
Sin embargo no vemos en ese estudio, ni en otros, que alguien informe de cuantos de esos robos y homicidios se hicieron portando armas registradas por ciudadanos honestos.
La verdad, como le pasa al que se apoya en la piedra suelta en el lecho de la quebrada, estos señores diputados se apoyan en estudios sobre la inseguridad, que no les dice nada, y por lo tanto resuelven hacer unas reformas, que lejos de ayudar, van a perjudicar más.
Las preguntas correctas que hay que hacer antes de plantear cualquier reforma a la ley de armas son dos:
La primera pregunta es ¿Por qué la mitad de los homicidios y los robos se cometen con armas de fuego? La respuesta es simple y clara: porque los homicidas y ladrones se encuentran en franca ventaja si atacan con un arma de fuego.
Y la segunda: ¿Por qué los ciudadanos honestos compran y matriculan un arma? Respuesta: para no estar en desventaja frente a los delincuentes que están armados.
Ahora bien, hay que hacer un estudio que nos diga: ¿cuantos homicidios y robos se realizaron con armas matriculadas? En otras palabras: los delincuentes matriculan las armas con las que cometen delitos?
Esta claro que la mayoría de las armas que se usan para cometer delitos no están matriculadas, ni el delincuente tiene permiso para portarla, por lo tanto no se debe impedir, ni restringir ni dificultar de forma alguna la matrícula de las armas y los permisos de portación, sino todo lo contrario.
Mientras el estado no pueda garantizar la seguridad ciudadana, ante el incremento de los ataques, homicidios y robos, lo que debe hacer es permitir que los ciudadanos honestos porten su arma y se puedan defender personalmente y a sus familias.
Por todo lo dicho, la única reforma que hay que hacer es una que permita a las autoridades prevenir que los delincuentes porten armas, registradas o no registradas; y así que el Gobierno pueda aumentar la seguridad ciudadana, evitando que los delincuentes tengan la ventaja de un arma.
¿A usted le ha sucedido que al cruzar una pequeña quebrada, procuró caminar sobre las piedras, solo para encontrar que una de las piedras resultó estar falseada y terminamos en el agua?
Pues esa misma sensación tuve cuando recibí una copia del proyecto de Ley de reforma parcial a la Ley de Armas y Explosivos número 7530, promovida por varios diputados, y sobre la que se ha comentado bastante.

Importantes lecciones de vida después de un mundial…

La copa mundial de fútbol ha culminado y se ha visto coronado con éxito un proceso de preparación de la selección de España, indiscutible ganadora del torneo.
En el epílogo de una gesta deportiva como la vivida en el último mes, vale la pena destacar un conjunto de valores y resaltar las características que construyen un éxito como el logrado por esta selección de futbol.
Me refiero en primera instancia a que los grandes objetivos grupales, solo pueden alcanzarse a base de trabajo en equipo, unido a la planificación y a la visión de largo plazo.
No hay cabida en la construcción del éxito, para intereses mezquinos, cortoplacistas y personalistas, pues lo único que se logra cuando eso prima, es el fracaso y la desilusión de los pueblos, que son los que terminan llorando las derrotas y los ridículos. La visión país que han tenido en España, es lo que también permite ver hoy éxitos contundentes en otras disciplinas deportivas como el Tenis con Rafael Nadal y en el Ciclismo con Alberto Contador.
Otra cosa de la que deberíamos echar mano para múltiples cosas en la vida, es que la energía de la juventud debe ser bien canalizada. El ímpetu de un grupo de muchachos jóvenes, nacidos muchos de pueblitos recónditos de España, preparados desde niños para enfrentar los más grandes retos deportivos con el aplomo que solo tienen los vencedores; es algo que solo con una guía adecuada, puede rendir los frutos esperados.
Esa guía, cargada de la sabiduría que dan los años, la hemos podido observar en el Sr. Vicente del Bosque. Hombre sereno, maduro, ecuánime, mesurado e inspirado –según el mismo ha dicho- por su hijo.
No tengo duda y sé que me respaldan todos aquellos que han sido tocados -como yo- por la grandiosa presencia de una persona con Síndrome de Down, que esa paz que proyecta el entrenador español, ha nacido de la luz que este ángel ha sabido llevar a su vida.
El capitán de la Selección Campeona del mundo, con lágrimas en abundancia, nos ha mostrado que en el éxito también se vale expresar las más profundas emociones, que la sensibilidad humana no debe sucumbir al éxito y que la superioridad y el logro de objetivos materiales, jamás estará por encima del valor de la persona humana.
La solidaridad con el dolor ajeno, ha sido patente en la leyenda escrita en la camiseta del anotador del único gol. Su homenaje póstumo a un compañero que ya no está, nos dice que los montes no son escalados únicamente por aquellos que conquistan la cima, sino que son caminos en los que muchos otros han dejado incluso la vida y que la justicia manda que sean reconocidos cuando el éxito se acerca.
Para no agobiar, sólo basta resumir en palabras sencillas pero profundas, cuáles han de ser las características del éxito. Planificación, juventud, experiencia, humildad, solidaridad, ecuanimidad, serenidad y otras muchas que hemos podido ver en este cierre de campeonato mundial.
Ahora, solo basta esperar que Dios nos preste cuatro años más de vida, para poder disfrutar en Brasil de otra fiesta y quiera Dios que esta vez, nuestra Selección atesore para sí cada una de estas características y llevarlas a las máximas instancias del éxito.
La copa mundial de fútbol ha culminado y se ha visto coronado con éxito un proceso de preparación de la selección de España, indiscutible ganadora del torneo.

UN MENSAJE TRANQUILIZADOR

 Hace unos meses se dio a conocer el informe de una firma de actuarios mejicanos que señalaba la inminencia de problemas en el régimen de pensiones  de Invalidez, Vejez y Muerte (IVM) que administra la Caja Costarricense de Seguro Social.

Carta a los Diputados

Les escribo para exponerles mi preocupación por las implicaciones que conlleva el proyecto llamado “Reforma a la Ley de Armas y Explosivos”.

Los promotores del proyecto lo han fundamentado en estadísticas sesgadas y confusas, que recopilan todo tipo de sucesos en los que media el uso de un arma de fuego, sin aportar un solo dato claro y concreto del supuesto efecto perjudicial de las armas legalmente inscritas en manos de los ciudadanos honestos.