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Es preocupante la ley 8901 que pretende paridad de género en todas las juntas directivas...

El señor presidente del Movimiento Solidarista Costarricense, don Enrique Acosta Granados, quien tiene más de una década de presidir esta organización que agrupa a más de seiscientas asociaciones solidaristas, y quien ha demostrado un gran liderazgo en nuestro sector, manifiesta gran preocupación ante la aprobación de la ley número 8901 que corresponde a varias reformas de leyes relacionadas con las organizaciones laborales, sociales y civiles que existen en Costa Rica.  Como se podrá observar en su artículo 2, en cuanto a las asociaciones solidaristas, se reforma el artículo 42 de nuestra ley, Ley 6970, en relación con el nombramiento de juntas directivas.
El comunicado del presidente del Movimiento Solidarista Costarricense, enviado electrónicamente a todas las asociaciones afiliadas a esta organización que tiene más de treinta años, dice lo siguiente: “es oportuno indicar que, en el proceso de tramitación de esta ley de la república, no se solicitó opinión al Movimiento Solidarista Costarricense, lo cual, nos parece que debió haber sido lo conveniente, dado que consideramos que esta reforma podría generar algunos inconvenientes para cumplir con la equidad de género, sobre todo en asociaciones pequeñas y medianas, en la designación de las juntas directivas, que es, justamente, la motivación y el objetivo de esta ley”.
Según explica don Enrique Acosta, algunas otras organizaciones tampoco fueron consultadas, lo que ha generado gran preocupación en varias de las organizaciones sociales y laborales de nuestro país, con las cuales se ha venido comentando el tema, incluyendo varias de las cámaras empresariales.
Don Enrique ha manifestado que el Movimiento Solidarista Costarricense espera que la situación se resuelva, pero, mientras tanto, las asociaciones solidaristas deben apegarse a la nueva ley. Debemos ser responsables en este sentido. “Por ser una ley de la república, en tanto no se presente y sea acogido algún recurso de inconstitucionalidad de esta ley ante la Sala Constitucional, o sea reformada, es obligación de nuestras organizaciones, a partir de su publicación (27 de diciembre, 2010) dar cabal  cumplimiento, ya que, de lo contrario, se corre el riesgo de que el Departamento de Organizaciones Sociales del Ministerio de Trabajo no inscriba las juntas directivas y, por ende, se estaría al margen de la ley”.
Por mis funciones como director ejecutivo del Movimiento Solidarista Costarricense, debo atender asambleas de asociaciones solidaristas, tarea en que también trabajan los asesores de nuestra institución, Arturo Fonseca, Patricia López, Ronald Hidalgo, Elizabeth Céspedes y Francisco Villavicencio. Después de ir a la asamblea de más de cuatrocientas cincuenta asociaciones solidaristas cada año, nos alarma esta ley pues hay asociaciones en las que la gran mayoría de afiliados son hombres, por la naturaleza de la actividad de la empresa, o la mayoría son mujeres, por esa misma razón (por ejemplo, maquiladoras) ¿Cómo pretenden que haya equidad de género en la junta directiva de una asociación solidarista donde hay cien hombres y cuatro mujeres, o cincuenta mujeres y dos hombres? De la misma manera, esto alarma a las asociaciones civiles, sindicatos y cámaras empresariales. Tiene razón don Enrique Acosta Granados, presidente del Movimiento Solidarista Costarricense, de mostrar preocupación ante esta ley. Con todo respeto, solicitamos que esta preocupación sea atendida cuanto antes.
El señor presidente del Movimiento Solidarista Costarricense, don Enrique Acosta Granados, quien tiene más de una década de presidir esta organización que agrupa a más de seiscientas asociaciones solidaristas, y quien ha demostrado un gran liderazgo en nuestro sector, manifiesta gran preocupación ante la aprobación de la ley número 8901 que corresponde a varias reformas de leyes relacionadas con las organizaciones laborales, sociales y civiles que existen en Costa Rica.  Como se podrá observar en su artículo 2, en cuanto a las asociaciones solidaristas, se reforma el artículo 42 de nuestra ley, Ley 6970, en relación con el nombramiento de juntas directivas.

Educar para el desarrollo y la auto-realización

Durante las últimas décadas la educación ha experimentado cambios muy significativos gracias a los avances tecnológicos o la aplicación de nuevas metodologías y estrategias de enseñanza, sin embargo, el campo educativo, muy a pesar de los importantes cambios, no debe perder su norte, su esencia, su trascendencia, su orientación hacia el desarrollo integral de los alumnos, pues no se enseña solamente para ayer, incluso ni para hoy, sino, también, para mañana.
En este sentido, la educación adecuada sería aquella que también prepararía a los actuales estudiantes para desempeñarse en un tiempo distinto, con características, contextos y situaciones muy diferentes a las actuales. Claro que vale que los alumnos puedan enfrentar los retos que en el presente se le presentan pero, a la vez, deben contar con las herramientas para enfrentar aquellas problemáticas a futuro, se trata de prever para poder adaptarse y desempeñarse mejor a su entorno.
Recuérdese que la educación constituye en gran medida la vía a través de la cual se validan los patrones de interacción de los individuos en una comunidad. Además, los centros educativos pueden, dado su poder e influencia, permitir transformaciones culturales, incluso en un sentido romántico, cambiar el futuro. Pues pensar acerca del futuro constituye un requisito para educar, es pensar en lo que queremos lograr, y en cómo lo que se desea lograr se ajusta o es funcional a lo que los jóvenes experimentarán luego. Por ello es menester “vislumbrar el futuro”, no como una metáfora, sino como un objetivo, sin embargo, el futuro depende de muchas variables por eso mientras mayor información se pueda obtener, mayor claridad de los fines y mayor compromiso, se podrán diseñar mejores planes educativos y aspirar a una educación de calidad.
Por eso se debe tratar de que la educación contribuya a formar ciudadanos críticos; máxime que, de acuerdo con estudios diagnósticos, este logro sigue siendo una expectativa social no satisfecha producto de la aplicación de un proceso curricular y de enseñanza que a veces no considera procesos cognitivos complejos como el análisis, la interpretación, la evaluación y el enjuiciamiento lógico, ni utiliza la técnica de la pregunta para estimular el pensamiento divergente, y, con ello, formar a un estudiante capaz de decidir qué hacer o en qué creer.
Una educación que facilite la adquisición de aquellos valores y actitudes que permitirán un desarrollo personal continuo en un contexto con características diferentes a las experimentadas a la actual, desde las propias percepciones de los alumnos de acuerdo con su evolución en un determinado contexto socio-económico, cultural e incluso biológico diferente, hasta el fomento de habilidades como la prudencia, la curiosidad intelectual, la autonomía y la integridad.
Porque al fin y al cabo, la tarea de la educación no es la de imponer a los alumnos determinadas ideas, ni menos pensar que estas son las mejores o las correctas, sino la de motivar y despertar en el estudiante sus propias ideas, sueños, curiosidades para compartirlos en beneficio individual y social.
Entonces ahora que ya algunos han iniciado las lecciones, o que otros las tienen a la vuelta de la esquina, y que, además, el Ministerio de Educación está proponiendo una transformación del período lectivo, más allá de cambios estructurales, lo que debe primar es el comprender que hoy precisa educar para pensar, para motivar, para actualizar, para incluir, para orientar, para proponer, para innovar, en fin, plasmar una educación para el desarrollo y la auto-realización.
Durante las últimas décadas la educación ha experimentado cambios muy significativos gracias a los avances tecnológicos o la aplicación de nuevas metodologías y estrategias de enseñanza, sin embargo, el campo educativo, muy a pesar de los importantes cambios, no debe perder su norte, su esencia, su trascendencia, su orientación hacia el desarrollo integral de los alumnos, pues no se enseña solamente para ayer, incluso ni para hoy, sino, también, para mañana.

El arte de gobernar

Gobernar no es sencillo. En una dictadura la situación es menos compleja porque sencillamente el tirano da las órdenes y todos obedecen.  Pero en una democracia efectiva los sectores de la sociedad tienen el derecho constitucional de participar en el proceso decisorio. Lo que significa una tarea ardua dado que buscar acuerdos respecto a un tema específico es complicado, aunque no imposible cuando priva el interés colectivo.
En Costa Rica se ha vuelto un asunto complicado el arte de gobernar. La ingobernabilidad es un fenómeno que abarca no solamente la incapacidad del Estado para atender las demandas sociales, también tiene que ver con un asunto estructural del sistema político que se debe afrontar con mucha seriedad para determinar si está o no respondiendo a los desafíos del siglo XXI. No se trata exclusivamente de un asunto de liderazgo o de músculo político.
Hacer posible la gobernabilidad efectiva en Costa Rica implica preocupación por la discusión y el análisis de los verdaderos problemas que aquejan a la  sociedad, y no perder tiempo sobre los estilos de personalidad, aunque desde luego son importantes los líderes que no imponen su pensamiento, que abren los espacios del debate y la discusión, que tienen un lenguaje compatible con la serenidad y la transparencia, que son tolerantes y que no acarrean peligros para la democracia y para la dignidad humana.
Actualmente, los líderes políticos enfrentan numerosos y mayores desafíos producto de una sociedad más compleja y exigente. Paralelamente también tienen que lidiar con las diversas posiciones de los sectores sociales y particularmente de los representantes en el Parlamento, que en no muy pocas ocasiones entraban la labor del Ejecutivo cuando sienten que no se cumplen sus intereses.
Por ello, la gran virtud en el arte de gobernar es la prudencia y la firmeza, de modo que – y en el buen sentido del aporte de Maquiavelo – pueda el gobernante mantenerse en el poder (o el jerarca en su puesto) con absoluta conciencia de las circunstancias, entendiendo el contexto histórico social y conservando el dominio de las diferentes situaciones. Todo en el marco del Estado de Derecho.
La realidad nacional demuestra que la tarea de gobierno se vuelve frustrante porque es complicado construir un atractivo político aceptado por todos. Y es aquí donde se descarga la mayor parte de la crítica, sobre todo de la oposición dado que algunos sienten que el estilo de gobernar no está en relación directa con el cumplimiento de sus propias expectativas. Y cuando la crítica no sale de este esquema reducido lamentablemente se limita el análisis serio.
No es prudente cuestionar la importancia del liderazgo en el arte de gobernar, pero sí la actitud de aquellos que hacen alarde de sus cualidades “extraordinarias” para atraer sobre sí la atención de los demás, creando alrededor de su figura un aura de omnipotencia y de infalibilidad, y peor aún, presentándose como designados por Dios, por la historia o por la naturaleza para ocupar su lugar por encima del resto de los mortales, como únicos conocedores del camino a seguir.
Claro que los líderes son vitales para el buen gobierno y para el análisis objetivo sobre la efectividad del sistema político; pero los líderes que urge Costa Rica son aquellos que aspiran al bien común y al poder de las leyes, dispuestos siempre y en todo momento a coordinar y gerenciar las transformaciones que la sociedad demanda, sin autoritarismo y sin rendir culto a la personalidad.
Gobernar no es sencillo. En una dictadura la situación es menos compleja porque sencillamente el tirano da las órdenes y todos obedecen.  Pero en una democracia efectiva los sectores de la sociedad tienen el derecho constitucional de participar en el proceso decisorio. Lo que significa una tarea ardua dado que buscar acuerdos respecto a un tema específico es complicado, aunque no imposible cuando priva el interés colectivo.

CUENTACUENTOS Y CANTAUTORES: NUESTRA CULTURA POPULAR

Alajuela. Viernes por la noche. Una gran cantidad de gente, mayores, jóvenes, familias con sus niños, se aglomeran en la plazoleta de la iglesia La Agonía, para dar inicio al cierre de una semana muy especial en que Alajuela fue el centro de la cultura oral, la anfitriona de un nuevo encuentro de cuentacuentos que reunió artistas de España, Camerún, México y Colombia, aparte de los muchos compatriotas que poco a poco se han ido sumando a este bello arte de narrar historias de una manera muy amigable y participativa.
Luego de escuchar a la delegación mexicana narrar sus historias desde una de las torres de aquel hermoso templo, dirigido por una alegre cimarrona, arrancó el “Trolecuentos”, sí, así como suena, es decir, a trolear contando cuentos. ¿Donde más que en la ciudad de los mangos y los apodos para inventar semejante término?
Tres paradas tuvo el trolecuentos en el camino, y desde sendos balcones, un español, una venezolana y un colombiano hicieron las delicias del público que con gran regocijo y orden les siguió y les escuchó, para luego dirigirse hasta el viejo cuartel, hoy sede del Museo Juan Santamaría, donde un príncipe camerunés, como salido de uno de sus propios cuentos, simplemente encantó a los asistentes. Cerró la velada Juan cuentacuentos a nombre de los de Tiquicia y luego la cimarrona llenó el ambiente de parranderas que animaron a más de uno a bailar en media calle.
De esa manera llegó a feliz término un capítulo más, el sexto, de esta Fiesta Internacional de Cuentos que cada año, durante una semana, convierte a Alajuela en “Ciudad palabra”.
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Sarapiquí. Sábado, mediodía y tarde. En el plantel municipal, en El Mortero de Horquetas, se lleva a cabo el V Encuentro Nacional de Cantautores que reúne a artistas de la música –composición e interpretación- de diversos lugares del país.
Una velada exquisita para los amantes de la música popular y del folclor nacionales que se ha venido haciendo realidad cada año gracias al soporte de la Alcaldía de aquel cantón herediano y al entusiasmo y capacidad de organización de un grupo de sarapiqueños, encabezados por León Santana, un gran promotor de la cultura popular.
Por ese festival han pasado, en calidad de dedicados, consumados artistas como Lencho Salazar, Ernesto Alfaro,  Nago de Nicoya, Dionisio Cabal, Ronald Alfaro y el trío los Guacaleros de Acosta, entre otros. En esta quinta edición los homenajeados fueron el cantante internacional Rafa Pérez, el afamado requinto “Negro” Córdoba, miembro del extinto trío Alma de América, y el trío Los Josefinos que precisamente la noche anterior había compartido escenario con el trío Los Reyes, de México. Todos ellos nos regalaron una tarde musical inolvidable.
A estos artistas debemos sumar muchos otros, de gran calidad y sobre todo de un gran compromiso con el arte musical, ya sea como compositores o como intérpretes, y en no pocos casos, como ambos. Resalto por esos méritos y por su condición de anfitriona, a la marimba orquesta Sarapiquí que tiene la virtud de reunir en su elenco a adultos, jóvenes y niños.
El reconocimiento sincero a quienes con grandes sacrificios hacen posible este espacio de homenaje a nuestros cantautores, alma de nuestra cultura popular.
Alajuela. Viernes por la noche. Una gran cantidad de gente, mayores, jóvenes, familias con sus niños, se aglomeran en la plazoleta de la iglesia La Agonía, para dar inicio al cierre de una semana muy especial en que Alajuela fue el centro de la cultura oral, la anfitriona de un nuevo encuentro de cuentacuentos que reunió artistas de España, Camerún, México y Colombia, aparte de los muchos compatriotas que poco a poco se han ido sumando a este bello arte de narrar historias de una manera muy amigable y participativa.

CUENTACUENTOS Y CANTAUTORES: NUESTRA CULTURA POPULAR

Alajuela. Viernes por la noche. Una gran cantidad de gente, mayores, jóvenes, familias con sus niños, se aglomeran en la plazoleta de la iglesia La Agonía, para dar inicio al cierre de una semana muy especial en que Alajuela fue el centro de la cultura oral, la anfitriona de un nuevo encuentro de cuentacuentos que reunió artistas de España, Camerún, México y Colombia, aparte de los muchos compatriotas que poco a poco se han ido sumando a este bello arte de narrar historias de una manera muy amigable y participativa.
Luego de escuchar a la delegación mexicana narrar sus historias desde una de las torres de aquel hermoso templo, dirigido por una alegre cimarrona, arrancó el “Trolecuentos”, sí, así como suena, es decir, a trolear contando cuentos. ¿Donde más que en la ciudad de los mangos y los apodos para inventar semejante término?
Tres paradas tuvo el trolecuentos en el camino, y desde sendos balcones, un español, una venezolana y un colombiano hicieron las delicias del público que con gran regocijo y orden les siguió y les escuchó, para luego dirigirse hasta el viejo cuartel, hoy sede del Museo Juan Santamaría, donde un príncipe camerunés, como salido de uno de sus propios cuentos, simplemente encantó a los asistentes. Cerró la velada Juan cuentacuentos a nombre de los de Tiquicia y luego la cimarrona llenó el ambiente de parranderas que animaron a más de uno a bailar en media calle.
De esa manera llegó a feliz término un capítulo más, el sexto, de esta Fiesta Internacional de Cuentos que cada año, durante una semana, convierte a Alajuela en “Ciudad palabra”.
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Sarapiquí. Sábado, mediodía y tarde. En el plantel municipal, en El Mortero de Horquetas, se lleva a cabo el V Encuentro Nacional de Cantautores que reúne a artistas de la música –composición e interpretación- de diversos lugares del país.
Una velada exquisita para los amantes de la música popular y del folclor nacionales que se ha venido haciendo realidad cada año gracias al soporte de la Alcaldía de aquel cantón herediano y al entusiasmo y capacidad de organización de un grupo de sarapiqueños, encabezados por León Santana, un gran promotor de la cultura popular.
Por ese festival han pasado, en calidad de dedicados, consumados artistas como Lencho Salazar, Ernesto Alfaro,  Nago de Nicoya, Dionisio Cabal, Ronald Alfaro y el trío los Guacaleros de Acosta, entre otros. En esta quinta edición los homenajeados fueron el cantante internacional Rafa Pérez, el afamado requinto “Negro” Córdoba, miembro del extinto trío Alma de América, y el trío Los Josefinos que precisamente la noche anterior había compartido escenario con el trío Los Reyes, de México. Todos ellos nos regalaron una tarde musical inolvidable.
A estos artistas debemos sumar muchos otros, de gran calidad y sobre todo de un gran compromiso con el arte musical, ya sea como compositores o como intérpretes, y en no pocos casos, como ambos. Resalto por esos méritos y por su condición de anfitriona, a la marimba orquesta Sarapiquí que tiene la virtud de reunir en su elenco a adultos, jóvenes y niños.
El reconocimiento sincero a quienes con grandes sacrificios hacen posible este espacio de homenaje a nuestros cantautores, alma de nuestra cultura popular.
Alajuela. Viernes por la noche. Una gran cantidad de gente, mayores, jóvenes, familias con sus niños, se aglomeran en la plazoleta de la iglesia La Agonía, para dar inicio al cierre de una semana muy especial en que Alajuela fue el centro de la cultura oral, la anfitriona de un nuevo encuentro de cuentacuentos que reunió artistas de España, Camerún, México y Colombia, aparte de los muchos compatriotas que poco a poco se han ido sumando a este bello arte de narrar historias de una manera muy amigable y participativa.

Una verdad realmente incómoda…

Hace algunos años, el ex vicepresidente estadounidense Al Gore, sorprendió al mundo con un documental cargado de nefastas noticias sobre el futuro del planeta, consecuencia del sobrecalentamiento de los polos y de la reiterada negativa de los países industrializados por suscribir los tratados internacionales, que de alguna manera pudieran coadyuvar para que eso no pasara, o al menos se minimizaran sus impactos.
Dicho documental, además de valerle un Oscar de la Academia, también propició que se le otorgara el Premio Nobel de la Paz,  aunque no faltaron los especialistas en la bajada de piso (que por cierto abundan en Costa Rica),  diciendo que ese informe no era más que una profecía llena de espectacularidad.  Durante el año pasado y en los inicios de este, han podido sentirse en el planeta,  las consecuencias de ese calentamiento y ha sido visible ya, que no se trata de pronosticar calamidades, sino que la llamada de atención venida de estudios científicos serios, nacidos de la inteligencia de personas interesadas en la investigación,  nos pueden hacer tomar medidas que bien nos pueden evitar problemas futuros.
En fechas recientes,  tuve la dicha de escuchar del Dr. Guillermo Quirós, oceanógrafo costarricense, académico de vocación e investigador de oficio, dando una charla donde explicaba los alcances reales de la devastación que el Gobierno nica hace desde hace meses en nuestro territorio.  Extraña,  pero muy extrañamente, ha sido muy poca la cobertura que los medios televisivos y de prensa, han dado a esas consecuencias, pese al conocimiento que tienen del estudio.
Más extrañeza me ha causado sin embargo, ver  el absoluto silencio de los llamados defensores del ambiente de este país.  En otras oportunidades, los he visto haciendo marchas y no sé, si hasta huelgas de hambre.  He visto en esas gestas a diputados, sindicalistas y hasta ex candidatos presidenciales, pero todos, han callado ante la destrucción masiva de recursos naturales y sus consecuencias irremediables en el Caribe Norte de nuestro país.
¿Será acaso que en esta ocasión no hay dividendos políticos locales y más bien es un tema en el que lo que se requiere es unidad nacional real y no de pose política? ¿Será acaso que como las cámaras de televisión en este país le dan más énfasis a las superficialidades faranduleras, esos defensores ambientales prefieren irse de fiesta para que los vean en topes, carnavales y conciertos?
No importa cuál sea la motivación de estos para no pronunciarse, lo importante es que ya se les conoce.  Lo relevante aquí es hacer el llamado correspondiente para que las personas que quieran conocer la verdad, vean y analicen el estudio  de impacto que el Dr. Quirós ha preparado.  Todo aquel que ame a este país, debe  conocer los alcances de esta destrucción al suelo patrio y las consecuencias que nos esperan, si la Corte de la Haya no detiene a los filibusteros del siglo 21.
Don Guillermo ha hecho el trabajo y está al alcance de todo aquel que desee informarse de una forma seria,  objetiva y sin motivaciones políticas ni de ninguna otra naturaleza.  Que no pequemos de ignorantes, que no caigamos en la trampa de justificar nuestra inoperancia con un “yo no sabía”.
La información sobre los daños ambientales y su IRREPARABILIDAD está ya esbozada en una investigación seria y documentada.  Esta investigación no recibirá un Oscar, ni tampoco un Nobel de la Paz, pero les aseguro que es una Verdad realmente incómoda, que es justo y necesario conocer.
Hace algunos años, el ex vicepresidente estadounidense Al Gore, sorprendió al mundo con un documental cargado de nefastas noticias sobre el futuro del planeta, consecuencia del sobrecalentamiento de los polos y de la reiterada negativa de los países industrializados por suscribir los tratados internacionales, que de alguna manera pudieran coadyuvar para que eso no pasara, o al menos se minimizaran sus impactos.

La urgente colaboración Iglesia y Estado

El tema de la separación de Iglesia y Estado es un tema que desvela a más de uno, sobre todo, si se trata de personas que veneran la capacidad que, en otras latitudes, algunos han mostrado para montar proyectos que han logrado redefinir sociedades desde el manejo inteligente e ideologizado de expresiones como “progreso”, “tolerancia” o hasta “democracia”.
Sin embargo, no hace falta fijarse en ellos y su manera de entender extrema de ver las cosas. Recientemente, el mismo Papa Benedicto XVI hablaba de Iglesia y de Estado como realidades “independientes y autónomas en su propio campo”. Así de claro lo decía hace unos pocos meses al recibir al embajador de Chile ante la Sede Apostólica, pasando de largo de perspectivas radicales que hoy hacen más mal que bien.
Ahora, esta separación no puede ser, de manera alguna, confrontación o absurda competencia de poderes o áreas de influencia. Se trata de saber colaborar sin confundirse, de marchar en direcciones comunes sin llegar a caer en interferencias mutuas innecesarias.
La colaboración leal y respetuosa debe dirigirse, fundamentalmente, en la línea de favorecer mediante el servicio claro, la promoción del ser humano y facilitar, de esta manera, que se cumpla su vocación personal y social.
Y, en esta línea de servicio a la persona, la Iglesia y el Estado mismo, han de promover los valores y principios éticos y antropológicos que están inscritos en la  naturaleza misma del ser  humano. Y todo esto en una clave que no  resulta de  manera alguna privativa de una cosmovisión concreta, como la cristiana, sino en razón de tratarse de valores que toda persona puede y debe compartir y defender a partir de una exigencia que se deriva sencillamente de la recta razón.
De esta manera, la Iglesia al denunciar las nefastas consecuencias del hambre, referirse a cuanto está detrás de la pobreza extrema, defender la vida humana no nacida, promover la familia o favorecer todo cuanto vaya en la  línea de la promoción del bien común o del favorecimiento de un justo y pacífico progreso, no hace más que responder a las expectativas que se pueden y deben esperar de cualquier ser humano de buena voluntad, sea éste quien sea y piense como piense.
Vivimos tiempos de grandes desafíos históricos, sociales y, por supuesto, espirituales. Muchos seres humanos de hoy, al inicio de este tercer milenio, tienen unas urgencias grandes de seguridad de cara a su supervivencia, pero también una peculiar ansia de verdad, de libertad profunda, de amor gratuito y auténtico. La tarea del Estado es, en esta línea, enorme. La colaboración de la Iglesia es imperiosa y no puede ni debe ser bloqueada por visiones antropológicas parciales y muy seguramente insuficientes.
El tema de la separación de Iglesia y Estado es un tema que desvela a más de uno, sobre todo, si se trata de personas que veneran la capacidad que, en otras latitudes, algunos han mostrado para montar proyectos que han logrado redefinir sociedades desde el manejo inteligente e ideologizado de expresiones como “progreso”, “tolerancia” o hasta “democracia”.

Responsable labor formativa

Nuevamente muchos estudiantes han vuelto a las aulas escolares y colegiales para enrumbarse, de la mano los docentes, en ese fascinante viaje de cultivarse y prepararse en pos de un futuro profesional. Precisamente son esos docentes quienes tienen a su cargo el que estas enseñanzas repercutan en buenos frutos; en sus manos está, en gran medida, el formar o deformar a sus alumnos.
Pues gran parte del adelanto, y mayor bienestar, de la educación, está fundamentado en la relación y cooperación plenas que los educandos establecen con sus estudiantes durante el proceso de enseñanza. Sin duda, una buena transferencia entre el grupo y el docente, permitirá una mayor y mejor producción académica; ya que el estudiante se podría comprometer más si el docente se implica también en la dinámica de clase con mayor regularidad.
Dado que los maestros y profesores tienen la crucial tarea de ser los sujetos activos más directos en la experiencia educativa, están llamados, por ética, a cultivar una responsable labor formativa que dote a los estudiantes de las habilidades, conocimientos y valores necesarios para darle cuerpo a su vida dentro y fuera de las aulas.
Toda persona que se dedique a la educación, debe hacer surgir el deseo de poner al servicio de los demás lo que él sabe, y enseñar los diversos caminos que se deben seguir para adquirirlo. Por tanto, como parte de esa buena educación que se desea cristalizar, es labor del docente transmitir, a los educandos, un entusiasta interés por el aprendizaje, mediante el fomento de su capacidad de iniciativa y protagonismo, que los promueva en el aprecio por la naturaleza, el arte, la imaginación, el raciocinio, lo espiritual y los valores humanísticos.
Un educador debe tener mucha capacidad de conducción e inducción, pues el educando espera que su maestro, de alguna manera, lo oriente, le aclare sus interrogantes o lo estimule a seguir adelante; que cuando tropiece, sea capaz de levantarlo e indicarle el camino por seguir. También, debe estar dispuesto a que sus alumnos lo busquen en tiempo fuera de trabajo. La disposición es una actitud loable y espiritual de un educador al servicio de los demás.
Además, se le debe brindar auxilio al estudiante para que conozca primero su realidad psicosocial, a fin de que pueda ubicarse, sanamente, en su entorno. A partir de este contacto con los alumnos y su medio, se podrá llevar a cabo su realización de acuerdo con sus posibilidades y necesidades sociales, procurándoles una mejor calidad de vida. Para ello, los educadores deben fomentar en sus clases la libertad de ideas, el flujo de reflexiones, el sentido del deber, la posibilidad de crítica y el impulso del pensamiento creativo en sus alumnos, para que se trasluzcan en fascinantes estímulos de convivencia social.
De modo que, en esta subrayada tarea de accionar efectiva y eficazmente la educación, resulte tan importante el conocimiento brindado a los estudiantes, como la vocación, recta conducta, justicia, tolerancia, honestidad, paciencia, sensibilidad y calidad humana, de quienes tienen a su cargo la titánica misión de formar ciudadanos de bien.
De ahí que el inicio de este nuevo curso lectivo sea fecha propicia para insistir en la urgencia de que aulas sean, cada vez más, espacios abiertos al pensamiento, la voz, el conocimiento, el diálogo, el aprendizaje y la creación. Mas los docentes deben recordar, constantemente, que para realizar esta valiosa labor formativa necesitan también creer y comprometerse con su apostolado, y en que es posible realizarlo bien, pues tales condiciones no sólo son indispensables, sino pasos trascendentales en la profesionalización de la docencia y en la construcción de una educación de calidad, ya que, con razón se ha dicho, desde hace mucho tiempo, que “los buenos docentes
hacen los buenos pueblos”.
Nuevamente muchos estudiantes han vuelto a las aulas escolares y colegiales para enrumbarse, de la mano los docentes, en ese fascinante viaje de cultivarse y prepararse en pos de un futuro profesional. Precisamente son esos docentes quienes tienen a su cargo el que estas enseñanzas repercutan en buenos frutos; en sus manos está, en gran medida, el formar o deformar a sus alumnos.

DEMOCRACIA VERSUS DICTADURA

Los países que instalaron sistemas de gobierno totalitarios, o sea, sin democracia, aún aplicando sistemas rigurosos de control de la población, después de medio siglo se derrumbaron como las fichas del ajedrez.
Se puede afirmar que nadie ha visto flujos de personas, en busca de una mejor vida, hacia esos países que se alejaron de la democracia para gobernar, ni antes ni después de su desplome.
Lamentablemente, esas caducas fórmulas dictatoriales de gobierno han resurgido en los últimos años en algunas regiones del planeta, impulsadas por gobernantes que desean perpetuarse en el poder; y para congraciarse con sus pueblos y encerderles el espíritu nacionalista para que cierren filas a su alrededor, agreden a sus vecinos. Por lo general, siempre actúan a la víspera de una contienda electoral.
Los psicópatas del poder que intentan o sumergen a sus pueblos  en dictaduras, experimentan una fobia común en el consciente y en el subconsciente y ese estado agudo de temor les produce dos reacciones: la pesadilla de que van a ser invadidos y la necesidad de asustar a sus habitantes para inducirlos a que cierren filas en torno a su persona.
Ese estado de zozobra producido por esa fobia, los pone automáticamente a la defensiva y es aquí cuando inician la etapa de transformación del país en economías de guerra, se arman hasta los dientes y agreden a sus vecinos. Luego se lanzan contra la Constitución de sus respectivos países para adaptarla a sus mezquinos intereses dictatoriales. Paso seguido comienzan a soñar con el dominio de la energía nuclear para producir la bomba atómica, siempre con el fin de amedrentar a las democracias. Para esta categoría de gobernantes, mantenerse en el poder significa salvar su vida, pues en esa lucha por lograrlo y después para conservarlo dictatorialmente, desarrollan un historial delictivo peligrosamente tenebroso.
La codicia del poder o más bien la dictadura, es una de esas sillas de la cuales es imposible lograr bajarse vivo, dijo Solón (640-558 a. d. Cristo), Legislador de Atenas, cuando le ofrecieron el gobierno de por vida, después de haber gobernado 22 años.
Autor: Ernesto Villavicencio Ruiz
Los países que instalaron sistemas de gobierno totalitarios, o sea, sin democracia, aún aplicando sistemas rigurosos de control de la población, después de medio siglo se derrumbaron como las fichas del ajedrez.
Se puede afirmar que nadie ha visto flujos de personas, en busca de una mejor vida, hacia esos países que se alejaron de la democracia para gobernar, ni antes ni después de su desplome.
Lamentablemente, esas caducas fórmulas dictatoriales de gobierno han resurgido en los últimos años en algunas regiones del planeta, impulsadas por gobernantes que desean perpetuarse en el poder; y para congraciarse con sus pueblos y encerderles el espíritu nacionalista para que cierren filas a su alrededor, agreden a sus vecinos. Por lo general, siempre actúan a la víspera de una contienda electoral.

NO HACEN FALTA IMPUESTOS PARA ENFRENTAR EL DÉFICIT FISCAL

Quizá la mayoría de los costarricenses no estén enterados de que las instituciones autónomas, a lo largo de los años, han ido acumulando superávits de sus respectivos presupuestos que, en conjunto,  el año pasado llegaron  a la escandalosa suma de un billón, trescientos setenta y nueve mil ochocientos dieciséis millones de colones. ¡Así como lo oye!: un billón, trescientos setenta y nueve mil ochocientos dieciséis millones de colones, en su versión de SUPERAVIT CONSOLIDADO.
Además de esa cifra, existe en esos superávits un renglón denominado “Sumas libres sin asignación presupuestaria”, que para el presente año supera los 490 mil millones de colones.
Estos no son datos antojadizos. Son números emanados directamente de la Contraloría General de la República.
Descubrir el paradero de esos millones. Determinar cuánto de esos multimillonarios recursos se pueden reedireccionar para resolver el déficit calculado en 2.5% del PIB; es decir, aproximadamente 550 mil millones de colones, fue el planteamiento que le hicimos los diputados socialcristianos a la Presidenta de la República, quien ordenó la creación de una comisión técnica, con participación nuestra, para que se abocara a ese estudio.
Pero además, es importante que la ciudadanía conozca, que en los presupuestos del  Gobierno central y las autónomas para el presente año, se destinan 406.907  millones de colones para financiar gastos por servicios especiales, otras remuneraciones y servicios de gestión y apoyo, que en la práctica vienen  a significar el financiamiento de  una planilla paralela en ministerios e instituciones autónomas.
Pero ahí no acaba todo. Los gastos programados en información, publicidad y propaganda superan los 68.900 millones de colones, y en alquileres de edificios, locales y terrenos pasan de los 67 mil millones. Y ni qué decir de las partidas destinadas a actividades protocolarias y sociales, que se acercan a los 4 mil millones de colones. Y oigan este dato: en transporte y viáticos al exterior, lo programado supera los 5 mil millones de colones.
Con justificada razón, los diputados socialcristianos estamos demandando que antes de aprobar un paquete tributario, se revisen los superávits de las autónomas y se recorten los millonarios gastos superfluos incluidos en los presupuestos del 2011. ¿No creen ustedes que tenemos razón?
Este fue un comentario del diputado Luis Fishman Zonzinski.
Quizá la mayoría de los costarricenses no estén enterados de que las instituciones autónomas, a lo largo de los años, han ido acumulando superávits de sus respectivos presupuestos que, en conjunto,  el año pasado llegaron  a la escandalosa suma de un billón, trescientos setenta y nueve mil ochocientos dieciséis millones de colones. ¡Así como lo oye!: un billón, trescientos setenta y nueve mil ochocientos dieciséis millones de colones, en su versión de SUPERAVIT CONSOLIDADO.

EL POLÍTICO ÉTICO

Tengo una impresión que, me parece, tienen la mayoría de los costarricenses y de todas las edades. Y ella consiste en que la fracción legislativa de gobierno se está comprometiendo demasiado de cara a causas perdidas.
Justamente, pensando en esto, llegó a mis manos gracias al favor de un amigo, el último volumen de las obras completas de Ignacio Ellacuría que se ha publicado y que tiene como título “Cursos Universitarios”.
Originado en 1977 aparece en esta obra recién publicada, el curso de ética que en ese momento de su vida impartió Ellacuría y en el que planteaba una enseñanza que, en parte, fue incorporada a su famosa “Filosofía de la realidad histórica”.
En este curso, este notorio discípulo de Xavier Zubiri, hace ver que la gran pregunta ética es una pregunta por el quehacer humano y, más en concreto, qué se requiere hacer  para ser auténticamente humano y qué debe aportar el ser humano mismo de cara a humanizar y plenificar la historia.
En esa ruta, andada como se debe, el ser humano va siendo, se va realizando poco a poco y ello mediante un proceder configurado con obras a la altura de lo que se espera de él en cuanto persona.
En este punto de su curso, Ellacuría hace una referencia al tema político y llegaba a una idea especialmente importante y digna de ser destacada a propósito de este comentario. Se trata de la noción de “político ético”.
Un político ético será, de esta manera, aquel que se empeña por construir un orden justo desde una conciencia recta y bien formada. En un hombre o una mujer marcado por este talante sabe anteponer el bien común al particular y tienen el suficiente ánimo como para lanzarse a la defensa a capa y espada de su propia honorabilidad personal mostrándola siempre sin tacha ni mancilla. Solo así el quehacer político será creíble y los ciudadanos aún pensarán en él como posibilidad generadora de otras muchas y más ricas posibilidades adicionales que hasta pueden significar bienestar para las  mayorías.
En este momento, me parece, tanto para los legisladores de la bancada oficial como para otras personas llamadas a tomar decisiones desde el poder judicial y el mismo poder ejecutivo, con respecto a escandalosas acciones ventiladas recientemente por los medios de comunicación, esta noción de “político ético” les sería muy útil. Vale la pena que se le considere y que de paso lleve a tomar posiciones más seguras desde del punto de vista puramente ético y también desde la perspectiva política. En esta línea hay riesgos que es mejor no tomar y compromisos que es mejor pensar antes con mucho detenimiento previamente a  ser asumidos.
Tengo una impresión que, me parece, tienen la mayoría de los costarricenses y de todas las edades. Y ella consiste en que la fracción legislativa de gobierno se está comprometiendo demasiado de cara a causas perdidas.