El cuido de la casa común en este momento es una urgencia. Es grave lo que estamos viviendo en términos medioambientales aunque algunos deseen ver en su entorno que no pasa nada y que no hay cambios importantes ni cambio climático.

En Laudato Si el Papa advierte una cosa clave: es fundamental cambiar nuestro modo de vida occidental. Es urgente pasar de la cultura del “use y bote” para llegar a un modo de vida mas responsable de cara al mundo creado que nos rodea y cobija.

El descarte nos llena de basura y nos hacen pensar que es normal que día a día sean toneladas de basura las que produce cada barrio de nuestras ciudades y pueblos. Parece que no nos hemos dado cuenta de que desde 1972 el Club de Roma ya se nos advirtió que la tierra no es un basurero infinito ni una mina inagotable.

Hace poco Pino Pellegrino en el boletín salesiano que se publica en Italia nos regaló una reflexión que tituló “Guerra al ‘cosismo’”. Una expresión muy italiana pero que resulta un buen neologismo en español y todos captamos de qué se trata.

Para hacer vida Laudato Si es urgente, nos dice Pellegrino, andar por dos vías: fortalecer el pensamiento y la sobriedad para superar eso que él llama “cosismo” y que no es otra cosa sino nuestra afición por la llamada cultura el descarte. Esto es, tener y tener para luego tirar y tirar todo por ahí.

Invitar e invitarnos a la reflexión es fundamental. Pensar, por ejemplo, que la computadora no nos hace escritores, ni la felicidad está en los pasillos de los mercados ni que podemos calzar dos pares de zapatos a la vez y menos aún sería de sentido común el vivir para acumular y ser los individuos mas ricos del cementerio al final de nuestra vida.

Se impone optar por pensar un poco más y retornar a la sobriedad. Ahora, ser sobrios, mas que comprar lo barato es una actitud que me lleva a lo necesario y a cuidar mas lo que tengo. Se trata de ser mas libres y con mas carácter a la hora de discernir de cara a la compra y a ser mas responsables cuando se trata de descartar.

Revisar nuestro estilo de vida desde la encíclica ecológica del Papa nos puede llevar a ser menos aficionados al “cosismo” y mas responsables de cada a la casa común.