Carmen fuiste indomable, / luna llena de designios, / sin manzanas para tentar, /
sin colores rosas para vestir, / sin protocolos que cumplir, / sin obligados silencios,
sin las sombras del acoso, / sin la lapidación de las censuras / y sin poses para encajar…
Fuiste habitante de paraísos, / sinfonía de la naturaleza, / conquistadora de tus pensamientos, / artífice de tu historia, / musa por elección…, / ¡como debía ser!...; /
dueña de tus acciones, / gozosa de tu sexo, / con mirada de temple para luchar, /
amante de tus instintos / como irreverente deidad femenina…
¡Sí Carmen!, /empapaste tus terrenos con el néctar de la diferencia, / con tu desnuda alma de escritura, / embelesada entre tus sentidos, / profanadora con tus intelectos, / con tus letras enardecidas, / despojada de ventrílocuos y titiriteros, / siendo parte de la historia, / del devenir de mi historia…, / ¡libres!...
Hoy Carmen comenzás a reescribir el infinito, / con tus manos en pie de lanza, /
con tus lenguas llameantes, / como si fuera posible / aderezar con su filo /
los rituales constantes / en cada huella que posaste tus labios de poesía.
Cual palabra de ruptura, / espíritu en la palabra, / cual fuego tejido de destinos, /
palpitando entre tus dedos / las recurrentes fascinaciones / de tus eternas cópulas literarias...
Hoy, / como respiros desenfrenados, / me estremece el verte danzar entre estas peñas libres de ataduras, / inmensa, / como huracán de altivo paso, /
presumiendo tu escritura de luna llena, / echada a andar con la preñez de conocimiento y emociones…
Seguirás Carmen siendo tan trasgresora, / braceando por las páginas sin dueños, /
escabullendo las procesiones de silencios, / con el escandaloso jadeo de tu identidad desnuda, / tan engalanada de brillos oceánicos, / cielos terrenales,
sorbos llameantes y vientos que embriagan tu arte…
Tan auténtica, / con el sol híbrido creciendo entre tus venas, / cual hoguera de intelectual inspiración, / cual hechicera de reconquistas, / con el fresco de tu letra abierto a nuestro bullicio… /
/ ¡Sí Carmen!, / sencillamente estás en donde tu palabra te provoca… /
Dedicado a la escritora Carmen Naranjo: Una gran amiga, una gran maestra, una gran inspiración. Gracias Carmen por el legado que dejaste en las letras, la política y la cultura de nuestro país. ¡El infinito se engalana hoy con tu presencia!
Carmen fuiste indomable, / luna llena de designios, / sin manzanas para tentar, /
sin colores rosas para vestir, / sin protocolos que cumplir, / sin obligados silencios,
sin las sombras del acoso, / sin la lapidación de las censuras / y sin poses para encajar…