Mary Shelley, autora del relato, era hija de dos conocidos intelectuales ingleses de avanzada, y segunda esposa de Percy Shelley, un poeta de cierto renombre.
La historia comenzó en 1816, cuando Peter y Mary, que entonces tenía solo 19 años, de vacaciones en Suiza, eran vecinos del más famoso poeta inglés de su época, Lord Byron.
A causa de la lluvia, no salían mucho; y de puro aburrido Lord Byron propuso una tarde: “escribamos cada uno una historia de terror”.
Mary, a pesar de su educación intelectual, era la única que no era escritora profesional, anduvo días pensando en qué escribir, hasta que una noche, tuvo la brillante idea:
Víctor Frankenstein es un científico obsesionado con la idea de crear la vida, y logra armar una criatura hecha de partes de otros seres humanos, y darle vida gracias a la electricidad. Pero cuando esa criatura empieza a vivir, su creador se aterroriza y reniega de él.
Entonces su creación, desesperada por el rechazo de su creador y de los demás seres humanos que huyen de su horrible aspecto, se dedica a aterrorizar a todos los que habitan la región.
Pero este monstruo tiene además un alma sensible y a pesar de sus actos horribles, regresa donde su creador para reclamarle amargamente:
“Por todos lados veo la felicidad, pero soy el único que está excluido de manera irrevocable. Yo era benévolo y bueno; la soledad me hizo un villano. Hazme feliz, y seré virtuoso de nuevo.”
Con estas palabras el monstruo le pide al doctor Víctor Frankenstein que le fabrique una compañera. En un principio éste está de acuerdo, pero el remordimiento de crear dos monstruos y que estos se reproduzcan, atormenta al científico y precipita el trágico desenlace de la novela.
Y para conocer de qué manera horrible y estremecedora termina la historia de Víctor Frankenstein y su criatura, le recomendamos el libro, o alguna de las muchas películas basadas en él.
La primera fue en 1930 y la protagonizó el Legendario Boris Karloff, y la última, aún no se ha hecho....