Gustavo Delgado
“Mujer, aquí tienes a tu hijo; hijo, aquí tienes a tu madre”, es lo que escribe el evangelista Juan, por eso, desde que por primera vez el discípulo a quien Jesús amaba acogió a María en su casa, fue María quien nos acogió también a nosotros. En este sentido, para quienes somos creyentes, la fiesta de nuestra patrona, la Virgen de los Ángeles, como símbolo materno de la propia nacionalidad costarricense, enriquece, enaltece y complementa el desarrollo espiritual, personal y social de muchos habitantes de esta bendita tierra.
La Virgen de los Ángeles es un gran símbolo de Costa Rica. Es un gran ícono del ser nacional. Tiene muchos elementos que nos reflejan a los ticos: es mestiza, nació entre los pobres, defendió a los pardos en Cartago, es decir, a los excluidos y discriminados, por lo que siempre se convirtió en un elemento de integración social.
Ciertamente nuestros niños y jóvenes se están formando dentro de un mundo donde las computadoras, los teléfonos celulares, el ipod, el internet, la mensajería instantánea, el correo electrónico y todo el resto de gadgets digitales se convierten en, prácticamente, asunto de consumo todos los días, lo cual produce, efectivamente, una manera diferente de abordar el conocimiento y que se refleja en el ámbito educativo al querer, por ejemplo, la búsqueda de una mayor precisión y rapidez del conocimiento acorde con las también vertiginosas demandas de nuestro tiempo.
Los niños y las niñas sienten verdadera fascinación cuando escuchan un cuento. Conforme avanza la historia van elaborando una serie de imágnes cargadas de fantasías y alegría inigualable.
Entre ayes, del gran dolor que sufre,mamá lloró, como cuando nació, hace 85 años y fue un llanto de niña recién llegada a este mundo. Se acurrucó en mí y en un abrazo débil, como la de una bebé, me tomó una mano, con la pequeñez de quien desea un cariño y su amor me devastó pues fue el mismo que sentí cuando nací de su vientre; el abrazode una mujer fuerte, valiente, que asumió como madre leona, desde que parió a cada uno de sus diez hijos e hijas.
El pasado Día del Padre me tocó vivir en carne propia esas lecciones que el verso popular con mucha sabiduría repite constantemente, pero que en verdad solo se aprende cuando son nuestra propia experiencia, cuando ya no solo es solo algo que vemos o que nos cuentan , sino que nos tocó vivir.
En Costa Rica se ha desatado en las últimas semanas una fuerte discusión en los medios de comunicación acerca de la conveniencia o no de que exista una entidad oficial y aprobada por una ley,que certifique la calidad de las universidades y me parece válido que este debate se de y se analicen a fondo los pros y contras de la acreditación.
En la UCIMED consideramos que las universidades necesitamos, de una institución local que nos evalúe y nos retroalimente de manera permanente sobre las oportunidades de mejora que podemos tener.