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No todo está perdido en Costa Rica pero si no hacemos algo se perderá

La frase anterior que sirve de título a este comentario, tiene una gran verdad pues son muchas y muchos los costarricenses que sinceramente quieren ver a este país enrumbado por sendas de libertad, justicia, respeto, inclusión y democracia.
A pesar de los grandes y muchos desaciertos de varios funcionarios públicos en el debido cumplimiento de sus nobles tareas, también existen otros que, día a día, hacen su mejor esfuerzo por cumplir a cabalidad con sus responsabilidades laborales y además lo hacen con cariño y respeto hacia quienes transitoriamente son sus usuarios.
Ante el gran desánimo sobre el presente y el futuro de Costa Rica, muchos ciudadanos se están congregando en diferentes grupos, lugares y modos para analizar las razones que están provocando todo este desorden que viene experimentando la Patria.
Eso con el propósito no solo de hacer el diagnóstico y la crítica, sino también para aportar ideas sobre cómo hacer para mejorar y coadyuvar para que las cosas en Costa Rica comiencen a cambiar para bien de todas las personas que vivimos en esta nación, tan venida a menos por responsabilidad directa de quienes han sido elegidos para dirigir sus destinos y no han sabido o se han quedado muy cortos en cumplir tan importante responsabilidad.
En Costa Rica hay muchas mujeres y hombres con importantes valores morales, éticos, cívicos y además muy capacitados para sumarse a la impostergable tarea de restauración de los valores que otrora hicieron grande a la Patria, para beneficio y orgullo de quienes nacimos en esta noble tierra y para ejemplo de las demás naciones.
Sin embargo, parte importante de la ciudadanía se encuentra apática y cuidado sino hasta, peligrosamente, indiferente sobre su responsabilidad personal para convertirse un actor directo de esta tarea de darle un nuevo rumbo a Costa Rica.
Las amenazas, retos y oportunidades que como nación tenemos al frente, solo cada uno de nosotros, de manera personal, podrá decidir cómo las va a asumir y cómo puede contribuir a mejorar la situación de Costa Rica pero lo que sí es válido para todos, es que nadie que verdaderamente ame a esta Patria puede seguir pensando que ella o él nada o muy poco pueden hacer por ayudar a mejorarla.
Actuar así es una decisión personal y confío que la inmensa mayoría de hijas e hijos de Costa Rica, le digan presente, porque solo así, no todo estará perdido pero reitero y con vehemencia, que si no hacemos algo ya, si se perderá.
La frase anterior que sirve de título a este comentario, tiene una gran verdad pues son muchas y muchos los costarricenses que sinceramente quieren ver a este país enrumbado por sendas de libertad, justicia, respeto, inclusión y democracia.

No todo está perdido en Costa Rica pero si no hacemos algo se perderá

La frase anterior que sirve de título a este comentario, tiene una gran verdad pues son muchas y muchos los costarricenses que sinceramente quieren ver a este país enrumbado por sendas de libertad, justicia, respeto, inclusión y democracia.
A pesar de los grandes y muchos desaciertos de varios funcionarios públicos en el debido cumplimiento de sus nobles tareas, también existen otros que, día a día, hacen su mejor esfuerzo por cumplir a cabalidad con sus responsabilidades laborales y además lo hacen con cariño y respeto hacia quienes transitoriamente son sus usuarios.
Ante el gran desánimo sobre el presente y el futuro de Costa Rica, muchos ciudadanos se están congregando en diferentes grupos, lugares y modos para analizar las razones que están provocando todo este desorden que viene experimentando la Patria.
Eso con el propósito no solo de hacer el diagnóstico y la crítica, sino también para aportar ideas sobre cómo hacer para mejorar y coadyuvar para que las cosas en Costa Rica comiencen a cambiar para bien de todas las personas que vivimos en esta nación, tan venida a menos por responsabilidad directa de quienes han sido elegidos para dirigir sus destinos y no han sabido o se han quedado muy cortos en cumplir tan importante responsabilidad.
En Costa Rica hay muchas mujeres y hombres con importantes valores morales, éticos, cívicos y además muy capacitados para sumarse a la impostergable tarea de restauración de los valores que otrora hicieron grande a la Patria, para beneficio y orgullo de quienes nacimos en esta noble tierra y para ejemplo de las demás naciones.
Sin embargo, parte importante de la ciudadanía se encuentra apática y cuidado sino hasta, peligrosamente, indiferente sobre su responsabilidad personal para convertirse un actor directo de esta tarea de darle un nuevo rumbo a Costa Rica.
Las amenazas, retos y oportunidades que como nación tenemos al frente, solo cada uno de nosotros, de manera personal, podrá decidir cómo las va a asumir y cómo puede contribuir a mejorar la situación de Costa Rica pero lo que sí es válido para todos, es que nadie que verdaderamente ame a esta Patria puede seguir pensando que ella o él nada o muy poco pueden hacer por ayudar a mejorarla.
Actuar así es una decisión personal y confío que la inmensa mayoría de hijas e hijos de Costa Rica, le digan presente, porque solo así, no todo estará perdido pero reitero y con vehemencia, que si no hacemos algo ya, si se perderá.
La frase anterior que sirve de título a este comentario, tiene una gran verdad pues son muchas y muchos los costarricenses que sinceramente quieren ver a este país enrumbado por sendas de libertad, justicia, respeto, inclusión y democracia.

Financiamiento a municipalidades aprobado en tiempo record

El proyecto de ley que pretende otorgar financiamiento a las 81 municipalidades del país fue aprobado el martes 26 de junio, en la Comisión de Económicos. Ingresó el 22 de marzo a la Comisión, sólo requirió de tres meses en ésta para poder avanzar al plenario.
Pese a la independencia administrativa y financiera que tienen las municipalidades y al interés nacional de dotar a las municipalidades de una mayor capacidad de gestión a través de la descentralización, están incluidas dentro del límite de crédito que el Sector Financiero presta al Sector Público. Esto implica una enorme dificultad por parte de las municipalidades para acceso al crédito.
Por esto, el principal objetivo del proyecto es incluir a las municipalidades en la lista de entidades eximidas a este límite de crédito, como lo son actualmente el Instituto Costarricense de Electricidad, el Instituto Costarricense de Acueductos y Alcantarillados y la Caja Costarricense de Seguro Social. Con esto las municipalidades tendrán la posibilidad de acceder a créditos para la ejecución de proyectos de inversión; de los cuales muchos, por sus propias características son altamente bancables (agua, recolección y tratamiento de basura y alcantarillado, entre otros), en beneficio del desarrollo cantonal.
El proyecto fue consultado con varias instituciones importantes como lo son el Banco Central de Costa Rica, Banco Nacional, Contraloría General de la Republica y a todas las municipalidades del país.
Además este proyecto también rectifica la autonomía financiera que poseen las municipalidades según está estipulado en la Constitución Política de nuestro país.
Es esperamos que este proyecto, que da a las municipalidades un mecanismo para lograr una mayor eficacia en su gestión, fomentando un desarrollo cantonal organizado en beneficio del pueblo costarricense, reciba en el Plenario Legislativo el apoyo de todas las fracciones.
Patricia Pérez Hegg
El proyecto de ley que pretende otorgar financiamiento a las 81 municipalidades del país fue aprobado el martes 26 de junio, en la Comisión de Económicos. Ingresó el 22 de marzo a la Comisión, sólo requirió de tres meses en ésta para poder avanzar al plenario.

Financiamiento a municipalidades aprobado en tiempo record

El proyecto de ley que pretende otorgar financiamiento a las 81 municipalidades del país fue aprobado el martes 26 de junio, en la Comisión de Económicos. Ingresó el 22 de marzo a la Comisión, sólo requirió de tres meses en ésta para poder avanzar al plenario.
Pese a la independencia administrativa y financiera que tienen las municipalidades y al interés nacional de dotar a las municipalidades de una mayor capacidad de gestión a través de la descentralización, están incluidas dentro del límite de crédito que el Sector Financiero presta al Sector Público. Esto implica una enorme dificultad por parte de las municipalidades para acceso al crédito.
Por esto, el principal objetivo del proyecto es incluir a las municipalidades en la lista de entidades eximidas a este límite de crédito, como lo son actualmente el Instituto Costarricense de Electricidad, el Instituto Costarricense de Acueductos y Alcantarillados y la Caja Costarricense de Seguro Social. Con esto las municipalidades tendrán la posibilidad de acceder a créditos para la ejecución de proyectos de inversión; de los cuales muchos, por sus propias características son altamente bancables (agua, recolección y tratamiento de basura y alcantarillado, entre otros), en beneficio del desarrollo cantonal.
El proyecto fue consultado con varias instituciones importantes como lo son el Banco Central de Costa Rica, Banco Nacional, Contraloría General de la Republica y a todas las municipalidades del país.
Además este proyecto también rectifica la autonomía financiera que poseen las municipalidades según está estipulado en la Constitución Política de nuestro país.
Es esperamos que este proyecto, que da a las municipalidades un mecanismo para lograr una mayor eficacia en su gestión, fomentando un desarrollo cantonal organizado en beneficio del pueblo costarricense, reciba en el Plenario Legislativo el apoyo de todas las fracciones.
Patricia Pérez Hegg
El proyecto de ley que pretende otorgar financiamiento a las 81 municipalidades del país fue aprobado el martes 26 de junio, en la Comisión de Económicos. Ingresó el 22 de marzo a la Comisión, sólo requirió de tres meses en ésta para poder avanzar al plenario.

Educación Democrática

Señalaba el profesor Jaime Vera que “la transformación social no se  engendra directamente por la educación.  Se engendra por la aplicación de la educación.  Y la aplicación de la educación es acción,  acción inteligente, pero acción”. Y esto no se hace más pertinente ante la complejidad de las demandas políticas, económicas, culturales y sociales del siglo XXI, en donde el ámbito educativo también se ve inmerso en un eminente proceso de formación dentro de lo que es la sociedad global del conocimiento, de la era tecnológica, de exigencias del mercado y de diversidades sociales.
Ciertamente la educación debe implicar un cambio hacia la liberación y el desarrollo de los humanos y los pueblos. Es requisito indispensable para hacer productivo el trabajo, es un medio privilegiado de movilidad social, una puerta a la información, al conocimiento y a la historia tanto individual y colectiva que afirma la identidad; es decir, el ser propio. Por ello fortalecer al sistema educativo es la inversión más noble, rentable y estratégica que el Estado y la sociedad pueden llevar a cabo pues invertir en la formación de las nuevas generaciones, en su capital humano, es concurrir a la riqueza social para colocarnos en la senda de un desarrollo humanista, democrático y sustentable.
Este perece ser el consenso más evidente en, prácticamente, todo espacio: lo mismo en una conversación familiar que en un seminario de académicos; en los medios de comunicación o en las reuniones de gabinetes especializados; en las aulas educativas como fuera de ellas..., definitivamente la educación es, a un tiempo, el principal problema del país y su esperanza más grande.
Ante este panorama, es evidente que, en  materia de educación, se deben multiplicar los espacios para que los docentes e investigadores, las autoridades educativas, los padres de familia, los alumnos, las organizaciones sociales o empresariales, y todas los agentes comprometidos con el fenómeno educativo, discutan, con sentido de urgencia, sobre avances, temas pendientes, problemas y retos, con una visión estratégica y una clara visión de cambio.
Por ejemplo, hay que avanzar firme y pronto sobra la calidad y la pertinencia de la educación; sobre los contenidos y los recursos; sobre el imperativo de fortalecer los valores cívicos como la tolerancia, el respeto a la dignidad humana, al ambiente y a los derechos humanos, pero también a la diversidad étnica, cultural, religiosa, y el respeto por la Patria. En definitiva, replantear la educación costarricense desde una visión más crítica, innovadora y activa se hace hoy una tarea imperiosa si lo que buscamos es la formación de alumnos con capacidad de liderazgo y ciudadanos con mayor participación social.
Por lo tanto, acompañar al nuevo tiempo político de equilibrio de poderes, de responsabilidades compartidas, de un sólido sustento democrático que tanto exige Costa Rica, con un esfuerzo inédito en el terreno educativo, será no sólo la mejor, sino, la única fórmula eficaz de sustentar, en bases firmes, un proyecto de nación en este siglo veintiuno. De esta manera podrá aclimatarse, en nuestra tierra, una pedagogía democrática que ayude al ejercicio de un proceso educativo de excelencia.
Como señalara el investigador alemán Derry Hannam, “la Educación Democrática se basa en el respeto a los alumnos; ocurre cuando se les honra y se les reconoce como individuos que participan activamente en su camino por la educación y la democracia;  es, sencillamente, una educación basada en la sana convivencia, el diálogo  y los derechos humanos que logra no solo preparar profesionales eficaces sino ciudadanos responsables".
Señalaba el profesor Jaime Vera que “la transformación social no se  engendra directamente por la educación.  Se engendra por la aplicación de la educación.  Y la aplicación de la educación es acción,  acción inteligente, pero acción”. Y esto no se hace más pertinente ante la complejidad de las demandas políticas, económicas, culturales y sociales del siglo XXI, en donde el ámbito educativo también se ve inmerso en un eminente proceso de formación dentro de lo que es la sociedad global del conocimiento, de la era tecnológica, de exigencias del mercado y de diversidades sociales.

Educación Democrática

Señalaba el profesor Jaime Vera que “la transformación social no se  engendra directamente por la educación.  Se engendra por la aplicación de la educación.  Y la aplicación de la educación es acción,  acción inteligente, pero acción”. Y esto no se hace más pertinente ante la complejidad de las demandas políticas, económicas, culturales y sociales del siglo XXI, en donde el ámbito educativo también se ve inmerso en un eminente proceso de formación dentro de lo que es la sociedad global del conocimiento, de la era tecnológica, de exigencias del mercado y de diversidades sociales.
Ciertamente la educación debe implicar un cambio hacia la liberación y el desarrollo de los humanos y los pueblos. Es requisito indispensable para hacer productivo el trabajo, es un medio privilegiado de movilidad social, una puerta a la información, al conocimiento y a la historia tanto individual y colectiva que afirma la identidad; es decir, el ser propio. Por ello fortalecer al sistema educativo es la inversión más noble, rentable y estratégica que el Estado y la sociedad pueden llevar a cabo pues invertir en la formación de las nuevas generaciones, en su capital humano, es concurrir a la riqueza social para colocarnos en la senda de un desarrollo humanista, democrático y sustentable.
Este perece ser el consenso más evidente en, prácticamente, todo espacio: lo mismo en una conversación familiar que en un seminario de académicos; en los medios de comunicación o en las reuniones de gabinetes especializados; en las aulas educativas como fuera de ellas..., definitivamente la educación es, a un tiempo, el principal problema del país y su esperanza más grande.
Ante este panorama, es evidente que, en  materia de educación, se deben multiplicar los espacios para que los docentes e investigadores, las autoridades educativas, los padres de familia, los alumnos, las organizaciones sociales o empresariales, y todas los agentes comprometidos con el fenómeno educativo, discutan, con sentido de urgencia, sobre avances, temas pendientes, problemas y retos, con una visión estratégica y una clara visión de cambio.
Por ejemplo, hay que avanzar firme y pronto sobra la calidad y la pertinencia de la educación; sobre los contenidos y los recursos; sobre el imperativo de fortalecer los valores cívicos como la tolerancia, el respeto a la dignidad humana, al ambiente y a los derechos humanos, pero también a la diversidad étnica, cultural, religiosa, y el respeto por la Patria. En definitiva, replantear la educación costarricense desde una visión más crítica, innovadora y activa se hace hoy una tarea imperiosa si lo que buscamos es la formación de alumnos con capacidad de liderazgo y ciudadanos con mayor participación social.
Por lo tanto, acompañar al nuevo tiempo político de equilibrio de poderes, de responsabilidades compartidas, de un sólido sustento democrático que tanto exige Costa Rica, con un esfuerzo inédito en el terreno educativo, será no sólo la mejor, sino, la única fórmula eficaz de sustentar, en bases firmes, un proyecto de nación en este siglo veintiuno. De esta manera podrá aclimatarse, en nuestra tierra, una pedagogía democrática que ayude al ejercicio de un proceso educativo de excelencia.
Como señalara el investigador alemán Derry Hannam, “la Educación Democrática se basa en el respeto a los alumnos; ocurre cuando se les honra y se les reconoce como individuos que participan activamente en su camino por la educación y la democracia;  es, sencillamente, una educación basada en la sana convivencia, el diálogo  y los derechos humanos que logra no solo preparar profesionales eficaces sino ciudadanos responsables".
Señalaba el profesor Jaime Vera que “la transformación social no se  engendra directamente por la educación.  Se engendra por la aplicación de la educación.  Y la aplicación de la educación es acción,  acción inteligente, pero acción”. Y esto no se hace más pertinente ante la complejidad de las demandas políticas, económicas, culturales y sociales del siglo XXI, en donde el ámbito educativo también se ve inmerso en un eminente proceso de formación dentro de lo que es la sociedad global del conocimiento, de la era tecnológica, de exigencias del mercado y de diversidades sociales.

¿Cuándo fue que caímos en el hueco…?

Mi amada escuela en Guadalupe de Cartago se construyó en el Gobierno de don León Cortés y por su parecido con ella, las Escuelas Pilar Jiménez de Guadalupe de San José y Jesús Jiménez de Cartago han de haber sido construidas por ese mismo tiempo.  Curiosamente todos esos templos del saber fueron estructuras creadas en tiempos en los que la demanda de estudiantes era mucho menor de lo que es ahora,  los recursos destinados a la educación también eran pocos,  la producción del país dependía absolutamente de la exportación de bananos y café y no era tan diversificada como lo es hoy; cuando es el turismo, la tecnología y el saber los productos que más exportamos.
Hace unos días; don Eugenio Gordienko,  creador de obras de infraestructura tan valiosas como los edificios de la Corte Suprema de Justicia, el BCCR, el INS y el puente Rafael Iglesias, me comentaba la fluidez con que se tomaban las decisiones para hacer esas obras,  como aquellos eran tiempos de mucha más limitación de recursos y como la tecnología era realmente modesta.  Curiosamente,  TODAS esas obras están hoy en pie y sin dificultades, pese al paso de los años.
En un sentido literal, la infraestructura pública del país  ha caído en un enorme hueco de desprestigio, irresponsabilidad, deterioro y vergüenza.  La obra pública, así como otras muchas cosas y funcionarios públicos, nos ha hecho caer en el ridículo y nos han dibujado una enorme cara de payasos ante la comunidad internacional pero sobre todo,  ante el pueblo honesto que sigue siendo mayoría en este pequeño país.  La enorme pérdida de dignidad y orgullo nacional, nos ha hecho retroceder vergonzosamente.
En el ámbito de la obra pública: NO pegamos una.  Antes,  toda la infraestructura pública estaba en manos del estado, hasta que empezaron los problemas de eficiencia, de robadera de materiales, de mala calidad y de la ausencia total de planificación y control, que nos hace hacer una carretera y dos  semanas después volver a abrirla porque no se coordinó la electrificación o el entubamiento de una acueducto.
Ante la incapacidad del estado, pasamos a procesos licitatorios,  caracterizados muchas veces por el chorizo,  la contratación de los amigotes para pagar favores políticos y el saqueo de millones de colones en materiales y tiempo que se cobraba sin haber trabajado.
Luego vino la concesión de obra pública como la pomada canaria.  En algunos casos, cambiamos monopolios públicos por monopolios privados y si los primeros son malos,  los segundos son peores.  Si en los primeros,  el saqueo a merced de algunos sindicalistas sinvergüenzas es la norma,  en los monopolios privados, la rentabilidad de los emporios empresariales que representan es el objetivo único y la voracidad del dinero es la que impera.  Se perdió allí cualquier visión de rentabilidad social de los proyectos públicos y se sustituyó por una visión de negocio,  en el que los más altos rendimientos es la meta suprema, sin importar nada más.
La declaratoria de emergencias nacionales para aligerar procesos, fue la última de las ocurrencias. Se abrió así la puerta del infierno, al que le llamaron dignidad.  Les dimos así a los delincuentes públicos y privados toda la libertad para que pisotearan el nombre de Juanito Mora, formando contubernios para estafarnos a todos los que mantenemos con nuestros, a este puño de pillos invasores y destructores de la dignidad de un pueblo.

¿Qué cuándo fue que caímos en el hueco? Fue aquel día en que renunciamos a la ética, aquel en que se nos olvidaron nuestros ideales, aquel que nos hizo olvidar nuestro origen y aquel en que perdieron la vergüenza aquellos

que por falta de ella, no nos hacen el favor de renunciar…

Comentario de Alexander Hernández Camacho,
Mi amada escuela en Guadalupe de Cartago se construyó en el Gobierno de don León Cortés y por su parecido con ella, las Escuelas Pilar Jiménez de Guadalupe de San José y Jesús Jiménez de Cartago han de haber sido construidas por ese mismo tiempo

¿Cuándo fue que caímos en el hueco…?

Mi amada escuela en Guadalupe de Cartago se construyó en el Gobierno de don León Cortés y por su parecido con ella, las Escuelas Pilar Jiménez de Guadalupe de San José y Jesús Jiménez de Cartago han de haber sido construidas por ese mismo tiempo.  Curiosamente todos esos templos del saber fueron estructuras creadas en tiempos en los que la demanda de estudiantes era mucho menor de lo que es ahora,  los recursos destinados a la educación también eran pocos,  la producción del país dependía absolutamente de la exportación de bananos y café y no era tan diversificada como lo es hoy; cuando es el turismo, la tecnología y el saber los productos que más exportamos.
Hace unos días; don Eugenio Gordienko,  creador de obras de infraestructura tan valiosas como los edificios de la Corte Suprema de Justicia, el BCCR, el INS y el puente Rafael Iglesias, me comentaba la fluidez con que se tomaban las decisiones para hacer esas obras,  como aquellos eran tiempos de mucha más limitación de recursos y como la tecnología era realmente modesta.  Curiosamente,  TODAS esas obras están hoy en pie y sin dificultades, pese al paso de los años.
En un sentido literal, la infraestructura pública del país  ha caído en un enorme hueco de desprestigio, irresponsabilidad, deterioro y vergüenza.  La obra pública, así como otras muchas cosas y funcionarios públicos, nos ha hecho caer en el ridículo y nos han dibujado una enorme cara de payasos ante la comunidad internacional pero sobre todo,  ante el pueblo honesto que sigue siendo mayoría en este pequeño país.  La enorme pérdida de dignidad y orgullo nacional, nos ha hecho retroceder vergonzosamente.
En el ámbito de la obra pública: NO pegamos una.  Antes,  toda la infraestructura pública estaba en manos del estado, hasta que empezaron los problemas de eficiencia, de robadera de materiales, de mala calidad y de la ausencia total de planificación y control, que nos hace hacer una carretera y dos  semanas después volver a abrirla porque no se coordinó la electrificación o el entubamiento de una acueducto.
Ante la incapacidad del estado, pasamos a procesos licitatorios,  caracterizados muchas veces por el chorizo,  la contratación de los amigotes para pagar favores políticos y el saqueo de millones de colones en materiales y tiempo que se cobraba sin haber trabajado.
Luego vino la concesión de obra pública como la pomada canaria.  En algunos casos, cambiamos monopolios públicos por monopolios privados y si los primeros son malos,  los segundos son peores.  Si en los primeros,  el saqueo a merced de algunos sindicalistas sinvergüenzas es la norma,  en los monopolios privados, la rentabilidad de los emporios empresariales que representan es el objetivo único y la voracidad del dinero es la que impera.  Se perdió allí cualquier visión de rentabilidad social de los proyectos públicos y se sustituyó por una visión de negocio,  en el que los más altos rendimientos es la meta suprema, sin importar nada más.
La declaratoria de emergencias nacionales para aligerar procesos, fue la última de las ocurrencias. Se abrió así la puerta del infierno, al que le llamaron dignidad.  Les dimos así a los delincuentes públicos y privados toda la libertad para que pisotearan el nombre de Juanito Mora, formando contubernios para estafarnos a todos los que mantenemos con nuestros, a este puño de pillos invasores y destructores de la dignidad de un pueblo.

¿Qué cuándo fue que caímos en el hueco? Fue aquel día en que renunciamos a la ética, aquel en que se nos olvidaron nuestros ideales, aquel que nos hizo olvidar nuestro origen y aquel en que perdieron la vergüenza aquellos

que por falta de ella, no nos hacen el favor de renunciar…

Comentario de Alexander Hernández Camacho,
Mi amada escuela en Guadalupe de Cartago se construyó en el Gobierno de don León Cortés y por su parecido con ella, las Escuelas Pilar Jiménez de Guadalupe de San José y Jesús Jiménez de Cartago han de haber sido construidas por ese mismo tiempo

LA VERDADERA FELICIDAD PLENA.

Es curioso que, de alguna manera, en nuestro medio, el considerarse o no feliz tenga que depender de los criterios derivados de una realidad tan lejana como la propuesta entre nosotros, hace pocas semanas, por algún estudioso de Bután.
Buen gobierno, sostenibilidad, preservar la cultura, cuidar el medio, usar bien el tiempo o animar comunidades guiadas por buenos gobiernos locales parecerían como las claves para ser felices.
¿Será realmente así?
Me parece que falta una cosa decisiva. Se trata de la cuestión del sentido. Hoy, que la vida del ser humano transcurre entre la tecnoeconomía y la búsqueda del sentido, parece que todo se redujera a una vía doble: o vivir funcionalmente o dar orientación y significado a las tareas, a las luchas y a los mismos logros.
El ser humano solo inmerso en lo funcional y eficaz, en lo productivo y rentable, es claro que no llega a ver otras dimensiones de su vida e historia.
Necesita así ir mas allá de lo puramente inmediato y útil. De ahí que esté siempre en búsqueda de algo más, el sentido de su vida. Pero para él vale lo instrumental, lo funcional, lo constatable y lo empírico. Ello lo pierde y le hace oscura la respuesta del “¿para qué?”
A veces, es tal su miopía, que el ser humano de hoy se llega a desencantar y, por mas buen gobierno y sostenibilidad que tenga, por mas salud y educación que inunde su vida y por mas sano medio ambiente que le rodee, deja de mirar mas allá de sus narices y se desorienta.
Allí es donde entra en escena aquello que le permita responder a su anhelo último. Su necesidad de evocación y de analogía es lo que le permitirá no desencantarse de su realidad y de su vida. El reto se plantea como un evitar a toda costa ser presa de la superficialidad.
Una vez Carlo Carreto decía que la aventura humana tenía respuesta solo “más allá de las cosas”. La sed de sentido y la sensación de vacío en que puede desembocar el vivir del ser humano de hoy se puede subsanar. Pero para ello, para llegar a una verdadera Felicidad Interna Bruta, la búsqueda del gozo pleno sólo se puede construir sobre la base de una experiencia religiosa sana y madura. La experiencia de los pueblos a lo largo de la historia lo demuestran.
Es curioso que, de alguna manera, en nuestro medio, el considerarse o no feliz tenga que depender de los criterios derivados de una realidad tan lejana como la propuesta entre nosotros, hace pocas semanas, por algún estudioso de Bután.

LA VERDADERA FELICIDAD PLENA.

Es curioso que, de alguna manera, en nuestro medio, el considerarse o no feliz tenga que depender de los criterios derivados de una realidad tan lejana como la propuesta entre nosotros, hace pocas semanas, por algún estudioso de Bután.
Buen gobierno, sostenibilidad, preservar la cultura, cuidar el medio, usar bien el tiempo o animar comunidades guiadas por buenos gobiernos locales parecerían como las claves para ser felices.
¿Será realmente así?
Me parece que falta una cosa decisiva. Se trata de la cuestión del sentido. Hoy, que la vida del ser humano transcurre entre la tecnoeconomía y la búsqueda del sentido, parece que todo se redujera a una vía doble: o vivir funcionalmente o dar orientación y significado a las tareas, a las luchas y a los mismos logros.
El ser humano solo inmerso en lo funcional y eficaz, en lo productivo y rentable, es claro que no llega a ver otras dimensiones de su vida e historia.
Necesita así ir mas allá de lo puramente inmediato y útil. De ahí que esté siempre en búsqueda de algo más, el sentido de su vida. Pero para él vale lo instrumental, lo funcional, lo constatable y lo empírico. Ello lo pierde y le hace oscura la respuesta del “¿para qué?”
A veces, es tal su miopía, que el ser humano de hoy se llega a desencantar y, por mas buen gobierno y sostenibilidad que tenga, por mas salud y educación que inunde su vida y por mas sano medio ambiente que le rodee, deja de mirar mas allá de sus narices y se desorienta.
Allí es donde entra en escena aquello que le permita responder a su anhelo último. Su necesidad de evocación y de analogía es lo que le permitirá no desencantarse de su realidad y de su vida. El reto se plantea como un evitar a toda costa ser presa de la superficialidad.
Una vez Carlo Carreto decía que la aventura humana tenía respuesta solo “más allá de las cosas”. La sed de sentido y la sensación de vacío en que puede desembocar el vivir del ser humano de hoy se puede subsanar. Pero para ello, para llegar a una verdadera Felicidad Interna Bruta, la búsqueda del gozo pleno sólo se puede construir sobre la base de una experiencia religiosa sana y madura. La experiencia de los pueblos a lo largo de la historia lo demuestran.
Es curioso que, de alguna manera, en nuestro medio, el considerarse o no feliz tenga que depender de los criterios derivados de una realidad tan lejana como la propuesta entre nosotros, hace pocas semanas, por algún estudioso de Bután.

ECOLOGIA DEL HUECO DE LA AUTOPISTA….COSTA RICA

Por generación  espontánea surgió en Costa Rica un hueco enorme, en una autopista (bueno, carretera) que ha causado todo un caos a nivel nacional e impactado también a nivel internacional.
Las autoridades y sabios han acudido de inmediato a ver qué fue lo que pasó y cómo se podría cerrar o rellenar…
Me ha parecido que cerrar ese hoyo sin un estudio previo de impacto ambiental, para ver las consecuencias de su cierre es una irresponsabilidad. Tampoco debería cerrarse antes de que se analice su estructura, su flora , su fauna, y algunas otras características que pudieran surgir. Las generaciones futuras merecen conocer de este fenómeno natural que se presentó en nuestro país y que impacto tanto en la sociedad del año 2012.
Podría encontrarse alguna nueva especie que nos permitiera declarar ese hueco como Monumento, Reserva de la Biosfera, o parque nacional. Esto podría atraer mucho turismo, y cubrir las obras adicionales que se necesitarían para tener rutas alternativas hacia Alajuela, la segunda ciudad de Costa Rica. Incluso, de esto estoy seguro, esto permitiría atraer donaciones internacionales para investigar la ecología del hueco, en el país de la ecología. Costa Rica, el país ecológico no puede permitirse el lujo de cerrar este hueco sin analizar su ecología. Podrían darse demandas de los ambientalistas nacionales e internacionales, y esto no le conviene al país, que vive del qué dirán afuera, aunque seamos “candil de la calle y oscuridad de la casa”.
Como estudioso independiente, me he dado a la tarea de conformar un equipo multidisciplinario para hacer una evaluación rápida de le ecología del hueco. Obviamente agradeceré cualquier aporte y ayuda para profundizar en algunos temas específicos. El equipo ya empezó y me entregaron algunos resultados preliminares. El informe indica que han encontrado las siguientes cosas, algunas no tan sorprendentes, otras realmente novedosas. Aquí se las presento:
1. Encontraron una lista de los culpables de haber arrasado con los árboles de la trocha y un mapa con la ubicación de otros lugares donde enterraron gran cantidad de tucas. 2. Encontraron una lista actualizada de los ladrones que han saqueado la CCSS y una lista de todos los que le adeudan a la Caja. 3. Había una lista de las empresas que causaban matanza de peces en la zona atlántica…Vienen listas de empresas transnacionales y nacionales de productos de exportación. 4. Estaban los nombres de los que viajaban en el avión que apareció en la Isla del Coco. 5. Apareció una caja fuerte con documentos de contratos, lista de nombres de “comisiones” que se han dado en construcciones de carreteras, y otras obras grandes que se han dado en el país. 6. Se encontraron una serie de directrices para que quien quiera que le aprueben un proyecto lo logre sin muchos contratiempos. Directrices ante la Setena, Municipalidades….etc. 7. Se ubicaron las listas de los ofrecimientos que han hecho los candidatos presidenciales y nunca las cumplieron.
8. Hay una lista de los principales choriceros del país, de cuello blanco y los otros. Sus modos operandi, los lugares donde tienen la plata, a quienes han mordido…
BUENO…ESTO ES UNA ADELANTO…esperemos más descubrimientos….Si Usted que nos escucha y lee ha tenido acceso a más descubrimientos por favor póngalos en la lista…
ALEXANDER BONILLA DURÁN.
Por generación  espontánea surgió en Costa Rica un hueco enorme, en una autopista (bueno, carretera) que ha causado todo un caos a nivel nacional e impactado también a nivel internacional.