Con el fin del monopolio a favor de la banca estatal sus utilidades crecieron y los clientes ganamos
La Nación del pasado martes 17 de julio, nos informó que las utilidades de la banca pública creció un 11% en relación al año anterior. Esta información que nos presenta el matutino nos permite hacer varias consideraciones en relación a la evolución que ha tenido la banca pública desde en el gobierno de José María Figueres Olsen, se abrió la posibilidad para que los bancos privados tuvieran acceso a los depósitos a la vista de los costarricenses.
Con el fin del monopolio a favor de la banca estatal sus utilidades crecieron y los clientes ganamos
La Nación del pasado martes 17 de julio, nos informó que las utilidades de la banca pública creció un 11% en relación al año anterior. Esta información que nos presenta el matutino nos permite hacer varias consideraciones en relación a la evolución que ha tenido la banca pública desde en el gobierno de José María Figueres Olsen, se abrió la posibilidad para que los bancos privados tuvieran acceso a los depósitos a la vista de los costarricenses.
Según declaró la Organización de Naciones Unidas en mil novecientos ochenta y uno: “Los Estados deben adoptar medidas para hacer que la sociedad tome mayor conciencia de las personas discapacitadas, sus derechos, sus necesidades, sus posibilidades y su contribución”.
Pese a esto, la persona con discapacidad, como sujeto pleno de derecho que estudia, trabaja, se casa, procrea y envejece, no existe, actualmente, en la vida social y política como el resto de los integrantes de la sociedad. Ni la misma persona con discapacidad, en muchos casos, se reconoce como tal, pues no conoce sus derechos, ni reclama la posibilidad de ejercerlos.
De ahí que, difícilmente, la palabra discapacidad encuentra relación con voces tales como eficiencia, rendimiento o capacidad; sino, más bien, con lástima e indiferencia, y cuando se hace, se toman como casos excepcionales.
El problema es que, muchas veces, cuando se habla de discapacidad la sociedad olvida el respeto hacia la persona. El individuo no es sólo la discapacidad, sino que debe ser comprendido como un todo, como una persona que merece respeto y posee una propia dimensión subjetiva. Son jardineros, maestros, albañiles, artistas, hijos, padres, abuelos... Trabajan en relación de dependencia o independientemente, van al cine, salen, se divierten, ríen, lloran y se enamoran.
Sin embargo, para hacer más visible esta realidad, se requiere de la concientización mediante el uso de la empatía, pues a medida que las personas puedan ponerse en el lugar de sus semejantes con discapacidad empiezan a entender sus problemáticas diarias. Por ejemplo, si hiciéramos el experimento de salir a la calle en sillas de ruedas o con los ojos vendados, o de comer en un cuarto completamente a oscuras, ¿acaso esto no nos cambiaría, definitivamente, la perspectiva hacia esta población?
Si uno recorriera las calles en sillas de ruedas, ahí realmente se pondría en el lugar de una persona con discapacidad, se sentiría por un rato cómo se ve el mundo desde las sillas, cómo se siente tener que bajar una vereda sin que haya una rampa o quedarse atascado en un hueco. Sin duda, con esta experiencia uno tomaría conciencia de lo inconsciente que se es. ¿Cuántas veces usted ha dejado un objeto o una bolsa de basura mal puesta en la acera sin pensar que puede ser un obstáculo para alguna persona discapacitada?
Precisamente la discapacidad está muy ligada a la relación con el medio ambiente, máxime cuando el entorno no está preparado para relacionarse con la persona. Un ejemplo claro es que pocos supermercados rotulan sus productos en braille.
En este sentido, los medios de comunicación cumplen un papel importante en producir mensajes de concientización, advirtiendo y educando a un público masivo para generar un cambio de mirada y actitud social acerca de las habilidades que pueden desarrollar las personas con discapacidad.
También, como señala el director interino del Centro Nacional de Rehabilitación, Federico Montero, “las instituciones responsables del transporte, trabajo, vivienda, deporte y recreación, de la educación y todos los otros servicios públicos y privados, tienen la obligación de tomar en cuenta la discapacidad para planificar y actuar con lógica y justicia”.
En definitiva, formar conciencia será una tarea de todos, que beneficiará a la interacción y comprensión de una sociedad inclusiva, tolerante y, sobre todo, respetuosa de los problemas, los cuales dejarán de ser ajenos para asumirlos como propios.
Según declaró la Organización de Naciones Unidas en mil novecientos ochenta y uno: “Los Estados deben adoptar medidas para hacer que la sociedad tome mayor conciencia de las personas discapacitadas, sus derechos, sus necesidades, sus posibilidades y su contribución”.
Según declaró la Organización de Naciones Unidas en mil novecientos ochenta y uno: “Los Estados deben adoptar medidas para hacer que la sociedad tome mayor conciencia de las personas discapacitadas, sus derechos, sus necesidades, sus posibilidades y su contribución”.
Pese a esto, la persona con discapacidad, como sujeto pleno de derecho que estudia, trabaja, se casa, procrea y envejece, no existe, actualmente, en la vida social y política como el resto de los integrantes de la sociedad. Ni la misma persona con discapacidad, en muchos casos, se reconoce como tal, pues no conoce sus derechos, ni reclama la posibilidad de ejercerlos.
De ahí que, difícilmente, la palabra discapacidad encuentra relación con voces tales como eficiencia, rendimiento o capacidad; sino, más bien, con lástima e indiferencia, y cuando se hace, se toman como casos excepcionales.
El problema es que, muchas veces, cuando se habla de discapacidad la sociedad olvida el respeto hacia la persona. El individuo no es sólo la discapacidad, sino que debe ser comprendido como un todo, como una persona que merece respeto y posee una propia dimensión subjetiva. Son jardineros, maestros, albañiles, artistas, hijos, padres, abuelos... Trabajan en relación de dependencia o independientemente, van al cine, salen, se divierten, ríen, lloran y se enamoran.
Sin embargo, para hacer más visible esta realidad, se requiere de la concientización mediante el uso de la empatía, pues a medida que las personas puedan ponerse en el lugar de sus semejantes con discapacidad empiezan a entender sus problemáticas diarias. Por ejemplo, si hiciéramos el experimento de salir a la calle en sillas de ruedas o con los ojos vendados, o de comer en un cuarto completamente a oscuras, ¿acaso esto no nos cambiaría, definitivamente, la perspectiva hacia esta población?
Si uno recorriera las calles en sillas de ruedas, ahí realmente se pondría en el lugar de una persona con discapacidad, se sentiría por un rato cómo se ve el mundo desde las sillas, cómo se siente tener que bajar una vereda sin que haya una rampa o quedarse atascado en un hueco. Sin duda, con esta experiencia uno tomaría conciencia de lo inconsciente que se es. ¿Cuántas veces usted ha dejado un objeto o una bolsa de basura mal puesta en la acera sin pensar que puede ser un obstáculo para alguna persona discapacitada?
Precisamente la discapacidad está muy ligada a la relación con el medio ambiente, máxime cuando el entorno no está preparado para relacionarse con la persona. Un ejemplo claro es que pocos supermercados rotulan sus productos en braille.
En este sentido, los medios de comunicación cumplen un papel importante en producir mensajes de concientización, advirtiendo y educando a un público masivo para generar un cambio de mirada y actitud social acerca de las habilidades que pueden desarrollar las personas con discapacidad.
También, como señala el director interino del Centro Nacional de Rehabilitación, Federico Montero, “las instituciones responsables del transporte, trabajo, vivienda, deporte y recreación, de la educación y todos los otros servicios públicos y privados, tienen la obligación de tomar en cuenta la discapacidad para planificar y actuar con lógica y justicia”.
En definitiva, formar conciencia será una tarea de todos, que beneficiará a la interacción y comprensión de una sociedad inclusiva, tolerante y, sobre todo, respetuosa de los problemas, los cuales dejarán de ser ajenos para asumirlos como propios.
Según declaró la Organización de Naciones Unidas en mil novecientos ochenta y uno: “Los Estados deben adoptar medidas para hacer que la sociedad tome mayor conciencia de las personas discapacitadas, sus derechos, sus necesidades, sus posibilidades y su contribución”.
De cara a nuestra campaña institucional 2012, las palabras con las que queremos dirigirnos al pueblo costarricense son más que percepciones o ideas de unos pocos, nos dirigimos a Costa Rica en nombre de miles de voluntarios/as que día a día luchamos por construir una Latinoamérica sin pobreza, voluntarios/as que se han comprometido con la realidad de su país y tienen la convicción de que trabajando codo a codo con las personas que viven en condiciones de pobreza, tomando consciencia sobre las causas estructurales que producen la pobreza y las actitudes que contribuyen a mantenerla, podemos actuar para generar soluciones y cambios reales, canalizando nuestro voluntariado como un mecanismo de verdadera participación ciudadana.
Hace 6 años llegó a Costa Rica Un Techo para mi País, gracias al trabajo en conjunto con las comunidades más empobrecidas del país, el sector privado y las diversas instituciones públicas y organizaciones con que hemos articulado; es que logramos transformaciones en la calidad de vida de las personas y el fortalecimiento de la organización comunitaria.
Hoy, después de 15 años de aprendizaje y crecimiento, somos TECHO, y nos enorgullece presentar a la sociedad costarricense el cambio institucional que hemos vivido y la renovación de nuestro compromiso y convicción por la superación de la pobreza.
Hoy nuestra campaña dice que “no hay fuerza más grande que la voluntad de toda la sociedad” y hace referencia a lo que hacemos como institución; trabajamos por superar la pobreza uniendo voluntades: la voluntad de las comunidades, la voluntad de los/as voluntarios/as y en esencia, la voluntad de todos y cada uno de los sectores de la sociedad, porque sabemos que si sumamos la voluntad de todos, podemos lograr un verdadero cambio social.
De esta forma, nuestra campaña pretende lograr una reflexión en la sociedad en dos sentidos;
1.Qué es la pobreza, cuáles son sus causas y qué tenemos que hacer para superarla.
Hemos aprehendido que la pobreza involucra una problemática con muchas dimensiones que van más allá de la económica, se manifiesta también en la vulneración de derechos fundamentales y de la dignidad humana, en la incapacidad de satisfacer las necesidades básicas, en la limitación de la libertad, en la falta de oportunidades y en la exclusión dentro de los espacios de participación y decisión en la vida civil, social, cultural y política. La pobreza es una problemática prioritaria que exige soluciones en relación a todos los ámbitos señalados y el involucramiento de toda la sociedad para superarla.
2.Qué es la voluntad, cómo la ejercemos y qué es capaz de lograr?
El cambio de imagen que mostramos hoy, es reflejo de un cambio institucional, estructurado en tres ejes; modelo de intervención, gestión social de proyectos y estructura organizacional. Por esto, TECHO persigue tres objetivos estratégicos: (1) El fomento del desarrollo comunitario en asentamientos precarios, a través de un proceso de fortalecimiento de la comunidad, que desarrolle liderazgos validados y representativos, y que impulse la organización y participación de miles de pobladores de asentamientos precarios para la generación de soluciones a sus problemáticas. Por eso el desarrollo comunitario es considerado como eje transversal de la intervención de TECHO en asentamientos precarios (2) La promoción de la conciencia y acción social, con especial énfasis en la masificación del voluntariado trabajando en terreno con los pobladores de las comunidades en condición de pobreza e involucrando a distintos actores de la sociedad , impulsando el voluntariado como mecanismo de participación ciudadana y promoviendo la reflexión crítica y propositiva frente a la problemática de la pobreza (3) La incidencia en política, que promueva los cambios estructurales necesarios para que la pobreza no se siga reproduciendo y disminuya rápidamente.
Hoy, esta campaña busca comunicar justamente el resultado de este proceso de cambio y transmitir lo que hacemos como institución, es un llamado a que nos unamos como sociedad, pues estamos conscientes de que la pobreza debe ser un problema prioritario a resolver y que como TECHO estamos convencidos que si sumamos la voluntad de todos y todas, podemos superarla.
El 27 y 28 de Julio, 5000 voluntarios van a salir a buscar $250 mil dólares, lo invitamos a sumar su voluntad donando Un Rojo por Un TECHO.
De cara a nuestra campaña institucional 2012, las palabras con las que queremos dirigirnos al pueblo costarricense son más que percepciones o ideas de unos pocos, nos dirigimos a Costa Rica en nombre de miles de voluntarios/as que día a día luchamos por construir una Latinoamérica sin pobreza, voluntarios/as que se han comprometido con la realidad de su país y tienen la convicción de que trabajando codo a codo con las personas que viven en condiciones de pobreza, tomando consciencia sobre las causas estructurales que producen la pobreza y las actitudes que contribuyen a mantenerla, podemos actuar para generar soluciones y cambios reales, canalizando nuestro voluntariado como un mecanismo de verdadera participación ciudadana.
De cara a nuestra campaña institucional 2012, las palabras con las que queremos dirigirnos al pueblo costarricense son más que percepciones o ideas de unos pocos, nos dirigimos a Costa Rica en nombre de miles de voluntarios/as que día a día luchamos por construir una Latinoamérica sin pobreza, voluntarios/as que se han comprometido con la realidad de su país y tienen la convicción de que trabajando codo a codo con las personas que viven en condiciones de pobreza, tomando consciencia sobre las causas estructurales que producen la pobreza y las actitudes que contribuyen a mantenerla, podemos actuar para generar soluciones y cambios reales, canalizando nuestro voluntariado como un mecanismo de verdadera participación ciudadana.
Hace 6 años llegó a Costa Rica Un Techo para mi País, gracias al trabajo en conjunto con las comunidades más empobrecidas del país, el sector privado y las diversas instituciones públicas y organizaciones con que hemos articulado; es que logramos transformaciones en la calidad de vida de las personas y el fortalecimiento de la organización comunitaria.
Hoy, después de 15 años de aprendizaje y crecimiento, somos TECHO, y nos enorgullece presentar a la sociedad costarricense el cambio institucional que hemos vivido y la renovación de nuestro compromiso y convicción por la superación de la pobreza.
Hoy nuestra campaña dice que “no hay fuerza más grande que la voluntad de toda la sociedad” y hace referencia a lo que hacemos como institución; trabajamos por superar la pobreza uniendo voluntades: la voluntad de las comunidades, la voluntad de los/as voluntarios/as y en esencia, la voluntad de todos y cada uno de los sectores de la sociedad, porque sabemos que si sumamos la voluntad de todos, podemos lograr un verdadero cambio social.
De esta forma, nuestra campaña pretende lograr una reflexión en la sociedad en dos sentidos;
1.Qué es la pobreza, cuáles son sus causas y qué tenemos que hacer para superarla.
Hemos aprehendido que la pobreza involucra una problemática con muchas dimensiones que van más allá de la económica, se manifiesta también en la vulneración de derechos fundamentales y de la dignidad humana, en la incapacidad de satisfacer las necesidades básicas, en la limitación de la libertad, en la falta de oportunidades y en la exclusión dentro de los espacios de participación y decisión en la vida civil, social, cultural y política. La pobreza es una problemática prioritaria que exige soluciones en relación a todos los ámbitos señalados y el involucramiento de toda la sociedad para superarla.
2.Qué es la voluntad, cómo la ejercemos y qué es capaz de lograr?
El cambio de imagen que mostramos hoy, es reflejo de un cambio institucional, estructurado en tres ejes; modelo de intervención, gestión social de proyectos y estructura organizacional. Por esto, TECHO persigue tres objetivos estratégicos: (1) El fomento del desarrollo comunitario en asentamientos precarios, a través de un proceso de fortalecimiento de la comunidad, que desarrolle liderazgos validados y representativos, y que impulse la organización y participación de miles de pobladores de asentamientos precarios para la generación de soluciones a sus problemáticas. Por eso el desarrollo comunitario es considerado como eje transversal de la intervención de TECHO en asentamientos precarios (2) La promoción de la conciencia y acción social, con especial énfasis en la masificación del voluntariado trabajando en terreno con los pobladores de las comunidades en condición de pobreza e involucrando a distintos actores de la sociedad , impulsando el voluntariado como mecanismo de participación ciudadana y promoviendo la reflexión crítica y propositiva frente a la problemática de la pobreza (3) La incidencia en política, que promueva los cambios estructurales necesarios para que la pobreza no se siga reproduciendo y disminuya rápidamente.
Hoy, esta campaña busca comunicar justamente el resultado de este proceso de cambio y transmitir lo que hacemos como institución, es un llamado a que nos unamos como sociedad, pues estamos conscientes de que la pobreza debe ser un problema prioritario a resolver y que como TECHO estamos convencidos que si sumamos la voluntad de todos y todas, podemos superarla.
El 27 y 28 de Julio, 5000 voluntarios van a salir a buscar $250 mil dólares, lo invitamos a sumar su voluntad donando Un Rojo por Un TECHO.
De cara a nuestra campaña institucional 2012, las palabras con las que queremos dirigirnos al pueblo costarricense son más que percepciones o ideas de unos pocos, nos dirigimos a Costa Rica en nombre de miles de voluntarios/as que día a día luchamos por construir una Latinoamérica sin pobreza, voluntarios/as que se han comprometido con la realidad de su país y tienen la convicción de que trabajando codo a codo con las personas que viven en condiciones de pobreza, tomando consciencia sobre las causas estructurales que producen la pobreza y las actitudes que contribuyen a mantenerla, podemos actuar para generar soluciones y cambios reales, canalizando nuestro voluntariado como un mecanismo de verdadera participación ciudadana.
¿Cómo imaginaron hace 188 años que iba a ser Guanacaste los ciudadanos del Partido de Nicoya que reunidos un 25 de julio de 1824 decidieron de forma libre anexarse a Costa Rica?
La historia nos cuenta que hubo razones políticas y económicas que influyeron para que el Partido de Nicoya quisiera formar parte de Costa Rica. El ambiente pacífico del país pesó en la decisión.
El aporte de la provincia al país es innegable y por ello Guanacaste merece figurar en la agenda nacional en un lugar protagónico y no en un recuerdo esporádico u ocurrente de talla electoral.
Hoy más que nunca tenemos la imperativa tarea de preguntarnos: ¿Cómo se sueña Guanacaste? ¿Cómo la queremos los guanacastecos?
Más allá de las protestas que se convocan en distintos puntos de la provincia ante un creciente descontento popular por la falta de inversión pública y el olvido recurrente de gobierno a gobierno, los guanacastecos estamos llamados a tomar el rumbo de nuestro destino, uno capaz de cohesionar socialmente, de impulsar un crecimiento inclusivo y sostenible.
Pareciera irónico que nuestras tierras llenas de riqueza natural, potencial turístico y legado cultural, no ocupen en el proyecto país un sitio de liderazgo. Causa extrañeza que los cambios en el modelo productivo agropecuario y la gran apuesta hacia una economía donde el turismo y los servicios atrajeron grandes inversiones, no se hayan traducido en mejores condiciones de vida para la población guanacasteca originaria.
Los ejemplos de liderazgo en la provincia son muchos, las oportunidades que podemos construir nos imponen grandes retos, entre ellos: el de lograr que el crecimiento que viene experimentando la provincia sea sinónimo también de verdadero desarrollo que propicie: el emprendedurismo, los empleos de calidad, el acceso a los servicios, la protección ambiental y que permita superar, de una vez por todas, el rezago que nos coloca como una de la regiones de mayor: pobreza, desempleo y carencia en infraestructura y tecnología.
En este aniversario de la Anexión, como cooperativistas conscientes del valor del trabajo y la cooperación, levantamos la bandera de la esperanza y convocamos a los guanacastecos a manifestarnos contra la inacción, el conformismo y el olvido.
COOPEGUANACASTE, R.L. como organización cooperativa netamente guanacasteca, cree firmemente que sí se puede construir desarrollo con justicia y equidad pues sabe que las soluciones no van a llegar de promesas políticas añejas o de recetas cortoplacistas.
La participación ciudadana en todos los ámbitos hoy no es una elección, es una demanda de una Guanacaste que se sueña próspera y justa.
Aquí tenemos una tierra pujante que cada mañana debemos sembrar con nuestras propias manos. No hay fórmulas mágicas para el desarrollo, no hay antídotos contra la pobreza más que nuestro trabajo, nuestro compromiso por defender lo que nos ha costado.
Volvemos a la pregunta: ¿cómo soñaron a Guanacaste hace 188 años? y nuestra respuesta debe ser un homenaje a quienes soñaron engrandecer el país.
Un Guanacaste que sea parte indispensable de una gran nación, donde el trabajo de todos permita alcanzar la felicidad: máxima aspiración humana.
Volvamos a nuestras raíces, encontremos en nuestra forma de ser los mejores valores para construir ese Guanacaste que se levantó firme y que de forma voluntaria alzó la voz para decir que somos de la patria y por ello: la formamos, la queremos, la defendemos.
Marisol Arias Murillo
Periodista de COOPEGUANACASTE, R.L.
¿Cómo imaginaron hace 188 años que iba a ser Guanacaste los ciudadanos del Partido de Nicoya que reunidos un 25 de julio de 1824 decidieron de forma libre anexarse a Costa Rica?
¿Cómo imaginaron hace 188 años que iba a ser Guanacaste los ciudadanos del Partido de Nicoya que reunidos un 25 de julio de 1824 decidieron de forma libre anexarse a Costa Rica?
La historia nos cuenta que hubo razones políticas y económicas que influyeron para que el Partido de Nicoya quisiera formar parte de Costa Rica. El ambiente pacífico del país pesó en la decisión.
El aporte de la provincia al país es innegable y por ello Guanacaste merece figurar en la agenda nacional en un lugar protagónico y no en un recuerdo esporádico u ocurrente de talla electoral.
Hoy más que nunca tenemos la imperativa tarea de preguntarnos: ¿Cómo se sueña Guanacaste? ¿Cómo la queremos los guanacastecos?
Más allá de las protestas que se convocan en distintos puntos de la provincia ante un creciente descontento popular por la falta de inversión pública y el olvido recurrente de gobierno a gobierno, los guanacastecos estamos llamados a tomar el rumbo de nuestro destino, uno capaz de cohesionar socialmente, de impulsar un crecimiento inclusivo y sostenible.
Pareciera irónico que nuestras tierras llenas de riqueza natural, potencial turístico y legado cultural, no ocupen en el proyecto país un sitio de liderazgo. Causa extrañeza que los cambios en el modelo productivo agropecuario y la gran apuesta hacia una economía donde el turismo y los servicios atrajeron grandes inversiones, no se hayan traducido en mejores condiciones de vida para la población guanacasteca originaria.
Los ejemplos de liderazgo en la provincia son muchos, las oportunidades que podemos construir nos imponen grandes retos, entre ellos: el de lograr que el crecimiento que viene experimentando la provincia sea sinónimo también de verdadero desarrollo que propicie: el emprendedurismo, los empleos de calidad, el acceso a los servicios, la protección ambiental y que permita superar, de una vez por todas, el rezago que nos coloca como una de la regiones de mayor: pobreza, desempleo y carencia en infraestructura y tecnología.
En este aniversario de la Anexión, como cooperativistas conscientes del valor del trabajo y la cooperación, levantamos la bandera de la esperanza y convocamos a los guanacastecos a manifestarnos contra la inacción, el conformismo y el olvido.
COOPEGUANACASTE, R.L. como organización cooperativa netamente guanacasteca, cree firmemente que sí se puede construir desarrollo con justicia y equidad pues sabe que las soluciones no van a llegar de promesas políticas añejas o de recetas cortoplacistas.
La participación ciudadana en todos los ámbitos hoy no es una elección, es una demanda de una Guanacaste que se sueña próspera y justa.
Aquí tenemos una tierra pujante que cada mañana debemos sembrar con nuestras propias manos. No hay fórmulas mágicas para el desarrollo, no hay antídotos contra la pobreza más que nuestro trabajo, nuestro compromiso por defender lo que nos ha costado.
Volvemos a la pregunta: ¿cómo soñaron a Guanacaste hace 188 años? y nuestra respuesta debe ser un homenaje a quienes soñaron engrandecer el país.
Un Guanacaste que sea parte indispensable de una gran nación, donde el trabajo de todos permita alcanzar la felicidad: máxima aspiración humana.
Volvamos a nuestras raíces, encontremos en nuestra forma de ser los mejores valores para construir ese Guanacaste que se levantó firme y que de forma voluntaria alzó la voz para decir que somos de la patria y por ello: la formamos, la queremos, la defendemos.
Marisol Arias Murillo
Periodista de COOPEGUANACASTE, R.L.
¿Cómo imaginaron hace 188 años que iba a ser Guanacaste los ciudadanos del Partido de Nicoya que reunidos un 25 de julio de 1824 decidieron de forma libre anexarse a Costa Rica?
Guanacaste (A propósito del 25 de julio y la Anexión del Partido de Nicoya)
Guanacaste es una finca que se dejó Dios cuando hizo la distribución de las tierras entre los países. De tan bello que es Guanacaste, Dios no quiso dejárselo a alguien más. Se hizo de la vista gorda, y a ningún país le dejó ese jardín grandote, ese paraíso pequeñito.
Guanacaste es una locura que tuvo Dios y que concreto un día que se le metió en la cabeza que en lugar de Dios quería ser artista. De Guanacaste, son bellísimos los acantilados de La Cruz, como paredes enormes, como monumentos de piedra cuyos pies besa el mar. En Guanacaste están los volcanes de la cordillera del fuego, la Cordillera de Tilarán, el Arenal, con su cono perfecto, una flor triangular que besan las nubes; el Rincón de la Vieja, con sus dos caras, una verde y viva, la otra de piedra; el Orosi, callado y esbelto, verde y azul; el Tenorio, con sus ojos de agua hirvientes y mágicas; el Miravalles, con sus brazos abiertos a los potreros… Guanacaste tiene las aguas termales de la altura en Bagaces, con las piscinas que los ángeles pusieron en Yoko.
Dios se acostó sobre las nubes y sopló y sopló. Los vientos se fueron Tilarán y para las fronteras de Cañas y Bagaces con el norte lejano de Alajuela.
Se puso contento un domingo por la tarde, y Dios pintó el folclor de Santa Cruz, cocinó la cuajada y los bizcochos de allá, se enfiestó y celebró con los toros en todos los pueblos, desde la Península de Nicoya hasta el Cerro Chato, desde Bahía Salinas hasta Pozo Azul.
Guanacaste tiene entre sus manos, el Golfo de Nicoya, y aunque no están ahí adentro, al lado de ese paraíso, pringó Dios el mar con perlas hermosas, únicas, que se llaman Chira, Venado, San Lucas, Caballo, Guayabo, y hasta gotitas de luz, que se llaman, por ejemplo, Las Cocineras y Pan de Azúcar.
Guanacaste es una luz enorme, un manchón de belleza incandescente, que Dios nos puso aquí al lado. Por dicha que Guanacaste quiso anexarse, por dicha que vino a hacer más grande y más bella a la bellísima Costa Rica…
Guanacaste es una finca que se dejó Dios cuando hizo la distribución de las tierras entre los países. De tan bello que es Guanacaste, Dios no quiso dejárselo a alguien más. Se hizo de la vista gorda, y a ningún país le dejó ese jardín grandote, ese paraíso pequeñito.
Guanacaste (A propósito del 25 de julio y la Anexión del Partido de Nicoya)
Guanacaste es una finca que se dejó Dios cuando hizo la distribución de las tierras entre los países. De tan bello que es Guanacaste, Dios no quiso dejárselo a alguien más. Se hizo de la vista gorda, y a ningún país le dejó ese jardín grandote, ese paraíso pequeñito.
Guanacaste es una locura que tuvo Dios y que concreto un día que se le metió en la cabeza que en lugar de Dios quería ser artista. De Guanacaste, son bellísimos los acantilados de La Cruz, como paredes enormes, como monumentos de piedra cuyos pies besa el mar. En Guanacaste están los volcanes de la cordillera del fuego, la Cordillera de Tilarán, el Arenal, con su cono perfecto, una flor triangular que besan las nubes; el Rincón de la Vieja, con sus dos caras, una verde y viva, la otra de piedra; el Orosi, callado y esbelto, verde y azul; el Tenorio, con sus ojos de agua hirvientes y mágicas; el Miravalles, con sus brazos abiertos a los potreros… Guanacaste tiene las aguas termales de la altura en Bagaces, con las piscinas que los ángeles pusieron en Yoko.
Dios se acostó sobre las nubes y sopló y sopló. Los vientos se fueron Tilarán y para las fronteras de Cañas y Bagaces con el norte lejano de Alajuela.
Se puso contento un domingo por la tarde, y Dios pintó el folclor de Santa Cruz, cocinó la cuajada y los bizcochos de allá, se enfiestó y celebró con los toros en todos los pueblos, desde la Península de Nicoya hasta el Cerro Chato, desde Bahía Salinas hasta Pozo Azul.
Guanacaste tiene entre sus manos, el Golfo de Nicoya, y aunque no están ahí adentro, al lado de ese paraíso, pringó Dios el mar con perlas hermosas, únicas, que se llaman Chira, Venado, San Lucas, Caballo, Guayabo, y hasta gotitas de luz, que se llaman, por ejemplo, Las Cocineras y Pan de Azúcar.
Guanacaste es una luz enorme, un manchón de belleza incandescente, que Dios nos puso aquí al lado. Por dicha que Guanacaste quiso anexarse, por dicha que vino a hacer más grande y más bella a la bellísima Costa Rica…
Guanacaste es una finca que se dejó Dios cuando hizo la distribución de las tierras entre los países. De tan bello que es Guanacaste, Dios no quiso dejárselo a alguien más. Se hizo de la vista gorda, y a ningún país le dejó ese jardín grandote, ese paraíso pequeñito.