Miércoles, 05 Octubre 2011 05:56

Valores, algo más que una palabra: una actitud

Cuando una sociedad, una familia o una  institución fundamentan su actuar en la ética,  los valores y la transparencia, podemos afirmar, sin temor a equivocarnos que ha tomado un rumbo correcto.
Es como una nave que impulsada con viento en popa, llegará a puerto seguro, con fuerzas, entereza y valentía.
Sin embargo, en la sociedad actual,  regida por el consumismo, el egoísmo y la competencia encarnizada, hablar de ética y de valores parece pasado de moda. Esta aparente realidad es producida por una modernidad extralimitada y vertiginosa. Ya no hay tiempo para el asombro, para la disertación o el discernimiento sobre lo que es bueno o malo.
En la actualidad, hay una tendencia a relativizar  y subjetivar  la ética y los valores, cada quien opta por una jerarquía de valores y a vivir  como mejor le parece.
Afortunadamente, si  existen hechos que nos dan esperanza. El próximo miércoles 05 de octubre, en el marco de la celebración de la XIII Semana Nacional de Valores, el INA se viste de gala al tener el honor y el privilegio de ser  sede oficial de la ceremonia de la entrega del Premio Nacional de Valores “Rogelio Fernández Güell”, actividad organizada por la Comisión Nacional de Valores.
Este año, la persona galardonada con este premio es el señor Víctor Manuel Medina Medina, oficial de la Fuerza Pública del Ministerio de Seguridad Pública, destacado en el puesto de Peñas Blancas.
Don Víctor, quien además de cumplir fielmente con su trabajo, es un humilde campesino, doble motivo para llenarnos de satisfacción y orgullo.
La sociedad costarricense reconoce con la entrega de este galardón su honestidad, su integridad, su compromiso, su valentía y su honorabilidad al rechazar el ofrecimiento de un viaje a México con todos los gastos pagados y una fuerte suma de dinero en efectivo. Este ofrecimiento fue hecho por personas inescrupulosas, quienes quisieron comprar su silencio para poder evadir su responsabilidad ante la justicia costarricense al tratar de abandonar el territorio nacional por la frontera norte.
Don Víctor, no solo rechazó las prebendas ofrecidas sino que, inspirado en lo que él mismo llamó “la malicia indígena”, detectó un comportamiento sospechoso en estas personas y procedió a investigarlas y él, personalmente las puso en manos de las autoridades correspondientes.
Gracias don Víctor por su honestidad e integridad, porque su comportamiento nos inspira y nos da la seguridad y tranquilidad de que en nuestro país, a pesar de las noticias negativas que recibimos todos los días, todavía hay personas que transitan por las sendas de la ética, los valores y la transparencia.
Marco Antonio Vega Garnier
Cuando una sociedad, una familia o una  institución fundamentan su actuar en la ética,  los valores y la transparencia, podemos afirmar, sin temor a equivocarnos que ha tomado un rumbo correcto.
Es como una nave que impulsada con viento en popa, llegará a puerto seguro, con fuerzas, entereza y valentía.
Sin embargo, en la sociedad actual,  regida por el consumismo, el egoísmo y la competencia encarnizada, hablar de ética y de valores parece pasado de moda. Esta aparente realidad es producida por una modernidad extralimitada y vertiginosa. Ya no hay tiempo para el asombro, para la disertación o el discernimiento sobre lo que es bueno o malo.
En la actualidad, hay una tendencia a relativizar  y subjetivar  la ética y los valores, cada quien opta por una jerarquía de valores y a vivir  como mejor le parece.
Afortunadamente, si  existen hechos que nos dan esperanza. El próximo miércoles 05 de octubre, en el marco de la celebración de la XIII Semana Nacional de Valores, el INA se viste de gala al tener el honor y el privilegio de ser  sede oficial de la ceremonia de la entrega del Premio Nacional de Valores “Rogelio Fernández Güell”, actividad organizada por la Comisión Nacional de Valores.
Este año, la persona galardonada con este premio es el señor Víctor Manuel Medina Medina, oficial de la Fuerza Pública del Ministerio de Seguridad Pública, destacado en el puesto de Peñas Blancas.
Don Víctor, quien además de cumplir fielmente con su trabajo, es un humilde campesino, doble motivo para llenarnos de satisfacción y orgullo.
La sociedad costarricense reconoce con la entrega de este galardón su honestidad, su integridad, su compromiso, su valentía y su honorabilidad al rechazar el ofrecimiento de un viaje a México con todos los gastos pagados y una fuerte suma de dinero en efectivo. Este ofrecimiento fue hecho por personas inescrupulosas, quienes quisieron comprar su silencio para poder evadir su responsabilidad ante la justicia costarricense al tratar de abandonar el territorio nacional por la frontera norte.
Don Víctor, no solo rechazó las prebendas ofrecidas sino que, inspirado en lo que él mismo llamó “la malicia indígena”, detectó un comportamiento sospechoso en estas personas y procedió a investigarlas y él, personalmente las puso en manos de las autoridades correspondientes.
Gracias don Víctor por su honestidad e integridad, porque su comportamiento nos inspira y nos da la seguridad y tranquilidad de que en nuestro país, a pesar de las noticias negativas que recibimos todos los días, todavía hay personas que transitan por las sendas de la ética, los valores y la transparencia.
Marco Antonio Vega Garnier