Las autoridades de la Caja salieron al paso del documento, que difería de los cálculos actuariales de la institución, donde se consigna, que gracias a las reformas implementadas en el año 2005, el régimen previsional estaba sólido por al menos 30 años más.
Para zanjar el diferendo se procuró el criterio de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) la entidad con más tradición en el mundo en el análisis de los sistemas de pensiones, la tarea fue encargada a un equipo multidisciplinario de primer nivel y los resultados ya fueron entregados a las autoridades de la Caja.
El documento de la OIT es claro, de su lectura se desprende que el país ha transitado por la senda correcta y los ajustes efectuados oportunamente con la participación de representantes de los patronos, trabajadores y del estado, garantizan la sostenibilidad del régimen al menos por los próximos 30 años.
El informe de la OIT es más optimista que los propios actuarios de la Caja, en tanto el organismo internacional afirma que las reservas comenzarán a decrecer allá por el año 2038 los expertos del Seguro Social lo habían fijado en un año antes.
En la reforma efectuada en el año 2005 se estableció la gradualidad en el incremento de las cuotas, que se fijó en medio punto porcentual cada quinquenio, hasta elevarlo a 10 en las décadas futuras y de esta manera darle sostenibilidad al sistema.
La revisión de la OIT trae tranquilidad, las autoridades de la Caja y un comité de vigilancia con actores externos, observan la salud del sistema de pensiones, en adelante, la moderación debe ser la senda a transitar, no se puede festinar con propuestas populistas la solidez de un sistema, que nos debe dar tranquilidad, cuando ya el trabajo remunerado sea cosa del pasado en nuestra vida.