La inclusión de cuadros de “Negrín” en este libro era ineludible. Es el pintor más reconocido de Limón. Con “Negrín” el azul, el verde y el rojo parecen recién pintados. Sus negros y negras rezuman bondad y laboriosidad. Esas características las comparten, con algún grado de estilización, Honorio Cabraca y William Durán. Cabraca, en quien convergen las sangres indígena y negra, vive de la pintura, con algunos estudios académicos. Muestra un talento excepcional para el detalle. Sus personajes reflejan una alegría genuina. Durán, en cambio, es un viejo trabador del muelle, de trazos más amplios, pero con los que logra captar el alma de los personajes. Edgar “Nanny” Ramírez, es el único pintor con características primitivistas. Sus líneas tienen ese candor típico de los naif, donde proporción, colores y contornos no atrapan con fidelidad el realismo que reproducen, pero sí recogen su esencia. Por la muestra de cuadros incluida en el libro se le podría catalogar como el pintor de la alegría limonense. Carlos Herrera es el único de la muestra que ya falleció. Su madre dice que él “siempre amó el mar de Limón”. No otra cosa reflejan sus pinturas detallistas, amor por la zona limonense. La reproducción del paisaje en sus cuadros alcanza una minuciosidad y fidelidad admirable. Alexis Mata no nació en Limón, pero llegó muy niño. Los temas y el abordaje de sus pinturas son variados. Bodegones, casas viejas, playas y mujeres negras son motivos preferidos. La isla Uvita se percibe como una de sus obsesiones. Tampoco nació en Limón Germán Mora, pero tiene muchos años de residir allí. Cursó estudios en Arquitectura y Bellas Artes. Sus pinturas de la mujer negra son inolvidables. Constituyen la representación de la sensualidad estilizada. Vicky de Solano, una maestra retirada, capta con su fino pincel el paisaje limonense con notable detalle y colorido. Comparte con Mata la isla Uvita como tema pictórico. La otra mujer incluida en “Pintores de Limón”, es Patricia Erickson, una norteamericana que tiene más de dos décadas de vivir en La Marina, Guápiles. Su pintura, de trazos vanguardistas, tiene en las mujeres negras y, especialmente, en sus manos, los elementos reiterativos que le dan un estilo alejado de los demás pintores incluidos en este libro.
Hay que agradecerle y reconocerle a Camilo Rodríguez este libro. Nos da a conocer pintores de gran talento injustamente poco conocidos; tuvo la capacidad de encontrarlos y de poner en funcionamiento a sus colaboradores y al empresario Johnny Fung, para que su libro número cien salga a la luz trayendo la luz de los colores de Limón. Un cien para Camilo con su libro número cien.
Por Santiago Porras, cuentista, novelista y promotor cultural
Un libro de pintores de Limón es la propuesta de Camilo Rodríguez en su obra número cien, su libro número cien que es publicado. Nueve pintores de Limón, del paisaje y de su gente. El primero que aparece es Ricardo Rodríguez Córdoba, mejor conocido como Negrín.