Miércoles, 09 Abril 2014 08:01

Tributo a la poesía

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El pasado 21 de marzo, en la Sala Magna del Liceo de Heredia, muchos de quienes se declaran peregrinos de los ceremoniales poéticos, se reunieron a festejar el Día Mundial de la Poesía, el cual fue propuesto en el 2012 por la UNESCO y apoyado, de manera especial, por el escritor Javier Pérez Hidalgo, miembro del Taller Literario del Programa de Atención de la Persona Adulta Mayor del Centro de Estudios Generales de la Universidad Nacional de Costa Rica.

 

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Además el festejo sirvió también para rendirle un homenaje a la reciente premiada con el Magón 2012, la escritora Julieta Dobles, quien en lugar de brindar un discurso, deleitó al público leyendo parte su poesía. También se hizo entrega de los premios del concurso literario: “Versos en el agua…, poesía que fluye”, el cual abarcó desde la categoría infantil hasta la de persona adulta mayor y dejó muy en claro la importancia de la poesía como una manifestación que enaltece el espíritu
Sin duda fue una actividad cargada de emotividad; maravilloso resultó ver la concurrida asistencia, y lo más impactante fue el encuentro generacional de niños, jóvenes y adultos mayores rindiéndole tributo a la poesía. Destacó la participación artística de estudiantes del Liceo Teodoro Picado y Liceo de Poasito quienes, a ritmo de rap, interpretaron canciones con mensajes cargados de crítica en torno al ámbito educativo.
¡Qué poética experiencia y qué alimento para el alma!, porque qué es la poesía sino el estado henchido del espíritu que dialoga en la piel misma de la existencia. Concepción de la poesía como entraña de lo cotidiano, en el sentido que le atribuía el poeta García Lorca cuando afirmaba que “la poesía es algo que anda por la calle”; pues bien, la poesía es ese “algo” que ciertamente se nutre, se desnuda, se arropa, agoniza, se regenera y se transmuta en los tránsitos cotidianos de los humanos. Así lo ha sido en todos los lugares, y así lo ha sido en todos los tiempos…
Por ello en esta sociedad fragmentada, mecanicista y masificada que vivimos hoy; impotente para engrandecer a las personas con visiones renovadas y fértiles, y donde por desgracia la materia ha suprimido la idea; lo superficial ha rasgado lo espiritual; el afán de lucro y poder ha limitado los sueños, y la vida agitada y agobiante ha cercenado la virtud de la contemplación y la creatividad, la poesía se revela francamente humanizante, capaz de invadir, con palabras de fuegos reverdecidos, las apetencias de un mundo sediento de fuerza interna, progreso, justicia y amor.
En este sentido decía el pensador Heidegger que “es poéticamente como el hombre hace habitable la tierra”, y en efecto, es poéticamente como las mujeres y los hombres, con sus alegrías y angustias, sus desafíos y logros, sus esperanzas y miedos, sus titubeos y rebeliones, pueden ir a la conquista de nuevos fuegos y partos de liberación mediante la poesía. Por eso se debe confiar en la poesía como una arma poderosa, libertaria, trasgresora, purificadora e inmortal; por eso hay que creer en los rituales poéticos como los del pasado 21 de marzo como un total pretexto para permitirle a la poesía adentrarse y anidarse en los tiempos y destiempos de las existencias de los humanos.
Ojalá, entonces, sea gozosamente bienvenida la poesía, por todos, a ese espiritual y corpóreo banquete de sentidos que cada 21 de marzo, Día Mundial de la Poesía, nos enamora para que, usted y yo, nos revelemos festiva y fértilmente trasfigurados en portadores y amantes de cada gesto de poesía que, cotidianamente, nos sustentan. Ahora…, desde hoy…, y por siempre…