Jueves, 10 Septiembre 2015 05:31

¿Quiere montarse en la carreta…?

Hace algunos días, tuve la oportunidad con mi familia, de participar de un evento que lleva a cabo el Ministerio de Cultura, por medio del Museo Juan Santamaría, en el que lo trasladan a uno desde el museo en Alajuela hasta un lugar cercano a Atenas, no sin antes recibir una explicación de la ruta que siguieron en 1856 los defensores de la patria que fueron a combatir contra los filibusteros esclavistas.

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El periplo inicia con una charla explicativa en el Auditorio de aquel museo, por parte de un topógrafo colaborador, que hace un recorrido histórico y muestra trazos originales de aquel trayecto. Luego, nos hacen caminar por un tramo original de aquella ruta entre la montaña, guiados por una carreta con todo y bueyes y su boyero. Una experiencia única para que los pequeños y los viejillos de la familia conociéramos la historia viviéndola…

Me llamó poderosamente la atención, la explicación sobre las condiciones de aquella ruta, entre montañas y con carretas de bueyes como el único medio de transporte en la época. El recorrido fue de muchas semanas y las paradas a descansar por parte de las tropas, estaban matizadas por festejos nocturnos en cada pueblo o caserío.

Cuando en la mañana siguiente, tenían las tropas que continuar el camino de la libertad, la resaca de la fiesta pasaba la factura y hacía que algunos de los boyeros se montaran literalmente en la carreta de sus bueyes, a fin de darse descansitos en tramos livianos del camino.

El refrán popular de montarse en la carrera, ha estado ligado por la tradición y la historia a al licor y la fiesta. Sin embargo, hilando más delgado, ha estado ligado sobre todo a dos actividades fundamentales para la construcción de este país.

1. Se montaron en la carreta nuestros antepasados, para contribuir a la exportación del café, pues el grano de oro salía por el puerto en Puntarenas pero era transportado desde el valle central por carretas y boyeros, quienes se montaban en la carreta para descansar porque el camino a la generación de divisas era extenuante, largo y muy pero muy peligroso.

2. Se montaron en la carreta quienes fueron a defender con sus vidas, la amenaza de la esclavitud; que nos asechaba en el norte del país y de la que hombres y mujeres valientes, nos libraron en dos batallas sangrientas.

Los tiempos modernos sin duda nos enfrentan a otras amenazas, tan poderosas o más, como aquellas. ¿Qué medidas estamos tomando? ¿Qué acciones estamos dispuestos a ejercer para evitar los filibusteros que hoy amenazan a la patria? ¿Tendremos la gallardía de tomar las acciones necesarias para volver a construir la patria, que se ve enferma de muchos males?

Es, el inicio del mes de la patria, un momento oportuno para hacer el llamado que se hizo hace ya muchos años, cuando aquellos valientes se montaron en la carreta de la libertad. Al celebrar 194 años de independencia y al acercarnos al bicentenario, es sano preguntarnos si estamos dispuestos al sacrificio por una patria mejor.

La carreta a la que nos tenemos que montar ahora ya no es aquella que tiraban los bueyes. Ahora es la carreta de la competitividad, la de la verdad, la del honor, la de la ética, la del estudio, la del respeto, la del desarrollo. Y Usted. ¿Quiere montarse en la carreta?