Por eso es que, aunque haya crecimiento, la pobreza no disminuye, ni disminuye el desempleo, ni disminuye la desigualdad… Pero estamos claros en que todos quisiéramos que le vaya bien a la presidente y que, en lo personal, uno le tiene respeto, pues es la primera mujer que llega a la presidencia de la república, y es , una profesional, una mujer seria y una persona honesta. El punto es que no hay nada personal contra ella cuando uno critica a su gobierno.
Pero uno no puede defender lo indefendible. El gobierno ha sido malo, inconsistente e incoherente. Voy a poner ejemplos. El gobierno apoyó un aumento del salario de los diputados, aunque dijera lo contrario. Empezó ahí una lista de mentiras y de errores.
El gobierno apoyó que se separara al magistrado Fernando Cruz de su posición, y después se quitó el tiro. Pero el ministro de la presidencia fue a la Asamblea Legislativa y consiguió los votos para provocar el problema que provocó. De nuevo, una inconsistencia.
El gobierno quiso construir la trocha, se gastó veinte mil millones de colones en eso, no puede hablar de ingobernabilidad porque pudo hacer lo que le dio la gana, y de nuevo erró. ¿Cuántas aulas de escuela o de colegio se habrían construido con veinte mil millones de colones? Y si la carretera hubiera quedado lista, qué bien, porque la trocha puede significar la concreción de un canal seco, pues ya va en camino la construcción de la vía que acabaría con el tapón de Chilamate, por lo que uno podría transitar de la frontera con Nicaragua, en La Cruz o en Los Chiles, a la frontera con Panamá, en Sixaola, con toda la pata. Pero, de nuevo, el gobierno falló.
Y no se cuida de los detalles, que hacen la diferencia. ¿Por qué la presidente se fue para Perú a la boda de uno de los hijos de uno de sus vicepresidentes? Eso debió quedarse para cuando ella tenga la condición de expresidente, para que pasee por donde quiera, y en el avión que quiera. No hay almuerzo gratis. No es bueno que la presidente acepte regalos de una compañía que podría tener interés en Costa Rica. De nuevo, puede pasarle lo que ocurrió con la carretera a San Ramón, donde puso al frente de la gestión a un ministro que estuvo vinculado con la empresa concesionaria. Es decir, una inconsistencia tras otra. Doña Laura está muy grande para que cometa errores tan infantiles.