Durante esas 22 horas nos olvidamos de la crisis en la Caja Costarricense de Seguro Social, del Plan Fiscal, de la trocha, de la platina, de la concesión San José-San Ramón, del aumento de la deuda del Gobierno Central y del desempleo, de la evasión tributaria, del clientelismo político, del despilfarro, de las consultorías, del desequilibrio fiscal, del acelerado crecimiento de la deuda pública, de la tramitología excesiva, de la pésima infraestructura, de los huecos, de la pintura en las calles que se lavan con el primer aguacero, del poco o nulo señalamiento vial, etc.
Durante 22 horas les mostramos orgullosos a nuestros huéspedes, lo mejor de nuestra hospitalidad y cultura. A todos ellos les mostramos, una democracia estable y consolidada, respetuosa de los derechos humanos, un país sin ejército con un buen nivel de educación. Le mostramos además a nuestros niños cantores y nuestros estudiantes sobresalientes, a nuestro astronauta Dr. Franklin Chang-Díaz, nuestro Teatro Nacional y hasta nuestra buena cocina.
Durante 22 horas recordamos todo aquello que nuestros antepasados nos heredaron y han hecho grande a Costa Rica, en el contexto de las naciones del mundo.
Durante esas 22 horas recordamos nuestro país es el que mayor provecho le ha sacado al Tratado de Libre Comercio y que nuestro mayor capital es el talento humano. Recordamos además, la importancia de nuestros socios comerciales y que gracias a las exportaciones de alta tecnología ya no somos una Banana Republic.
Durante 22 horas los costarricenses nos acordamos que somos más felices, vivimos más tiempo y dejamos sólo una tercera parte de la huella ecológica que los mismos estadounidenses.
Durante 22 horas Costa Rica obtuvo una exposición mediática en el mundo que ni 100 ICT juntos hubieran podido lograr.
Luego de 22 horas, todos los costarricenses cumplimos, cumplió Doña Laura y cumplió su gobierno. Con tanto loco suelto en el mundo algunos suspiramos de alivio y de alegría cuando vimos el Air Force One de nuevo en el aire. Pura vida Costa Rica y después de esta bocanada de aire fresco, a seguir trabajando cada día en el mejoramiento de nosotros mismos y de nuestra Patria.
Eloy Alfaro Altamirano
Durante 22 horas, los costarricenses fuimos los anfitriones del Presidente de los Estados Unidos Barack Obama, y de los Presidentes de Centroamérica y República Dominicana.