Lunes, 27 Febrero 2012 05:06

La verdad que ocultan algunos políticos

Sin que se generalice a todos los políticos, trataré de exponer, desde mi punto de vista, las razones de por qué algunos de ellos ocultan el verdadero propósito o razón de su intención de lograr conseguir un puesto de elección popular con los votos de todos los ciudadanos; ya sean  alcaldías, diputaciones o lograr llegar a la Presidencia de la República.
Son infinidad de estrategias que han usado algunos políticos en el pasado para conseguir el objetivo de llegar a esos puestos de elección popular y directa; aunque en su interior, tengan la convicción real de no cumplir con sus promesas de campaña ni rectificar en sus verdaderos fines personales y maquiavélicos.
Ejemplo de lo anterior, los vemos a diario en los medios de comunicación, donde hemos leído, escuchado y visto los actos de corrupción que han protagonizado algunos Alcaldes, Diputados y alguno que otro Ex Presidente de la República, que han ensombrecido y manchado el prestigio de toda la Nación. Reflejo de ello, es la misma sociedad costarricense en que vivimos y que algunas personas de nuestra sociedad aceptan que existan individuos que se desenvuelvan en las verdaderas aguas turbulentas de los antivalores; y, para que se me entienda mejor, usaré una expresión popular; aunque no me guste usarla: “los juega vivos”.
Propósitos de estos verdaderos personajes antes descritos, pueden ser muchos; como los monetarios, sexuales, egocentristas, narcisistas y criminales en general; no importándoles lo más mínimo la ideología ni la religión que practican. Otros, menos ambiciosos que los anteriores, en su afán de no trabajar simplemente se limitan a calentar la silla y decir que no se pueden corregir los males que aquejan a los ciudadanos continuamente; señalando a los culpables en otras esferas diferentes a su suscripción, esperando, eso sí, engolosinarse con un buen salario y una jugosa pensión. Estos últimos los podríamos, tal vez, encontrar muy calladitos en lo alto del Poder Judicial y Ejecutivo, aunque no sean de elección popular.
Para no caer en los errores del pasado y no equivocarnos en elegir a personas no gratas para esos altos cargos, debemos estudiar y conocer muy bien la trayectoria de los candidatos a las diferentes alcaldías y a la Presidencia de la República. Y en el caso de los mal llamados “Padres de la Patria”, debemos apoyar el proyecto de Ley de elección de los Diputados, para que esta Ley sea modificada y se pueda votar directamente; candidato por candidato, y no como ahora, que se vota a una lista partidaria de candidatos; y que en muchas ocasiones, es aprovechada para que se oculten los personajes que he mencionado anteriormente.
Seguiré apoyando y aplaudiendo a todos los valientes periodistas, medios de comunicación, valientes costarricenses que nos previenen y nos informan, continuamente, de los malos hábitos e intenciones corruptas de políticos nada transparentes que quieren ocultar su incapacidad o maldad. Pero cuidado con acusar y desprestigiar injustamente a políticos honestos y capaces que quieren conducir los destinos de nuestra Patria con energía, estabilidad y progreso.
Antonio López Escarré
Sin que se generalice a todos los políticos, trataré de exponer, desde mi punto de vista, las razones de por qué algunos de ellos ocultan el verdadero propósito o razón de su intención de lograr conseguir un puesto de elección popular con los votos de todos los ciudadanos; ya sean  alcaldías, diputaciones o lograr llegar a la Presidencia de la República.
Son infinidad de estrategias que han usado algunos políticos en el pasado para conseguir el objetivo de llegar a esos puestos de elección popular y directa; aunque en su interior, tengan la convicción real de no cumplir con sus promesas de campaña ni rectificar en sus verdaderos fines personales y maquiavélicos.
Ejemplo de lo anterior, los vemos a diario en los medios de comunicación, donde hemos leído, escuchado y visto los actos de corrupción que han protagonizado algunos Alcaldes, Diputados y alguno que otro Ex Presidente de la República, que han ensombrecido y manchado el prestigio de toda la Nación. Reflejo de ello, es la misma sociedad costarricense en que vivimos y que algunas personas de nuestra sociedad aceptan que existan individuos que se desenvuelvan en las verdaderas aguas turbulentas de los antivalores; y, para que se me entienda mejor, usaré una expresión popular; aunque no me guste usarla: “los juega vivos”.
Propósitos de estos verdaderos personajes antes descritos, pueden ser muchos; como los monetarios, sexuales, egocentristas, narcisistas y criminales en general; no importándoles lo más mínimo la ideología ni la religión que practican. Otros, menos ambiciosos que los anteriores, en su afán de no trabajar simplemente se limitan a calentar la silla y decir que no se pueden corregir los males que aquejan a los ciudadanos continuamente; señalando a los culpables en otras esferas diferentes a su suscripción, esperando, eso sí, engolosinarse con un buen salario y una jugosa pensión. Estos últimos los podríamos, tal vez, encontrar muy calladitos en lo alto del Poder Judicial y Ejecutivo, aunque no sean de elección popular.
Para no caer en los errores del pasado y no equivocarnos en elegir a personas no gratas para esos altos cargos, debemos estudiar y conocer muy bien la trayectoria de los candidatos a las diferentes alcaldías y a la Presidencia de la República. Y en el caso de los mal llamados “Padres de la Patria”, debemos apoyar el proyecto de Ley de elección de los Diputados, para que esta Ley sea modificada y se pueda votar directamente; candidato por candidato, y no como ahora, que se vota a una lista partidaria de candidatos; y que en muchas ocasiones, es aprovechada para que se oculten los personajes que he mencionado anteriormente.
Seguiré apoyando y aplaudiendo a todos los valientes periodistas, medios de comunicación, valientes costarricenses que nos previenen y nos informan, continuamente, de los malos hábitos e intenciones corruptas de políticos nada transparentes que quieren ocultar su incapacidad o maldad. Pero cuidado con acusar y desprestigiar injustamente a políticos honestos y capaces que quieren conducir los destinos de nuestra Patria con energía, estabilidad y progreso.
Antonio López Escarré