Viernes, 21 Marzo 2014 09:27

La carretera fronteriza con Nicaragua y el próximo gobierno de Costa Rica

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Costa Rica tiene el gran reto de asumir con visión estratégica el problema fronterizo con Nicaragua. Es un asunto serio, aunque aquí se nos olvide a cada rato que tenemos al lado a un bellísimo país, Nicaragua, gobernado por una persona que ha hablado muy mal de Costa Rica y ha tomado el conflicto fronterizo como un caballo de batalla para sostener su popularidad o tapar aquello que no le conviene.

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Para Costa Rica, la carretera es conveniente porque va a unificar una zona que estaba aislada, que estaba más vinculada culturalmente a Nicaragua que a Costa Rica, sobre todo por la cercanía y la facilidad de transporte hacia allá versus la lejanía que existía entre esa zona y el resto del país. Junto a Talamanca, la frontera con Nicaragua es lo más pobre, remoto y retrasado que tiene el territorio costarricense, y junto a la gente de Talamanca, los ciudadanos de la frontera son los ciudadanos más pobres y con menos posibilidades de desarrollo.
La carretera fronteriza es fundamental, pero no es lo único urgente. Por ejemplo, sé de rumores acerca de muchos nicaragüenses afines al gobierno de Daniel Ortega que están comprando tierras al lado de esta nueva carretera, es decir, nicaragüenses que están comprando tierras en Costa Rica para seguir con el control de la zona. De nuevo, aquí debe actuarse con estrategia.
Otro punto fundamental es que el gobierno de Nicaragua está montando un puesto fronterizo cerca de El Castillo, para aprovechar la carretera del lado costarricense, y desviar todo el transporte pesado de Nicaragua hacia los puertos de Limón, con el afán de descongestionar las vías del Pacífico de Nicaragua, donde tienen el potencial turístico, por las bellezas de Granada, Ometepe, Masaya, Catarina, Diriamba, San Juan del Sur. De hecho, el gobierno nicaragüense acaba de concesionar la construcción de una carretera costanera de 160 kilómetros desde la playa de Pochimil hasta San Juan del Sur. Para desviar el transporte pesado, es que han trabajado en la conclusión de un puente sobre el río San Juan. Hay intereses económicos muy fuertes.
Esto es letra menuda. El gobierno de Ortega no puede tomarnos el pelo, ni debemos chuparnos el dedo. Hay que actuar con valentía y con sentido estratégico. Estamos frente a alguien que ha invadido el territorio de Costa Rica. Nada menos.

 

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