Jueves, 02 Junio 2016 05:58

Hacia una reforma estructural.

Costa Rica llego a su punto más bajo, tocamos fondo en lo político, en lo económico y en lo social.

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Problemas algunos heredados, tareas inconclusas, temas pendientes y sobre todo retos sin cumplir.Esa es nuestra realidad, últimos en Centroamérica en muchas las áreas, lo peor , no despertamos, seguimos con el pura vida, con creernos que somos el país más feliz del mundo, fiesta, turno, futbol y discusiones ideológicas perdidas en el tiempo y en el espacio, de ahí no pasamos.
Urge un rumbo a largo plazo, un norte, que tipo de país queremos ser, que tipo de Estado necesitamos tener y que clase de ciudadanos aspiramos ser. Urge gobernar en vez de medio administrar, el Parlamento Francésestá aprobando su agenda política para los próximos cuarenta años, aquí nos la pasamos discutiendo entre si aprobamos el matrimonio gay o si subimos las multas a las peleas de gallos, si se puede sembrar marihuana en el patio de la casa o aprobamos más impuestos para financiar el despilfarro del gobierno.
¿Qué queremos? Una democracia más eficiente o una dictadura de “izquierda” como lo pareciera desear el partido gobernante y su socio el partido de la violencia domestica?¿Una democracia más progresista con una economía más abierta o un “capitalismo neo liberal“ del que hablan algunos?
Ambos extremos son perniciosos,llámese izquierda o derecha para efectos ilustrativos, en el fondo es la misma falsedad, aspiremos a una democracia autentica, para todos, inclusiva, justa y efectiva, que maneje una economía sana en lo macro y en lo micro, con una producción creciente, con un mínimo de pobreza manejable, reduciendo los índices de desempleo y facilitando al menos la satisfacción de los servicios básicos. Más producción y mejor distribución. Diversifiquemos la matriz productiva, aprovechemos nuestras ventajas comparativas, para no caer en el error de Venezuela y las cosas serian distintas para bien de todos.
En lo social, debemos volver a un sistema más solidario, con mejor educación, salud y vivienda, la seguridad social debe ser prioridad para todos los costarricenses.
Finalmente, el Estado debe reinventarse, más pequeño pero más efectivo, rector, director, no ejecutor, deben ordenarse las finanzas publicas reduciendo el gasto superfluo, evitando la evasión y el contrabando e invirtiendo bien los impuestos en carreteras, hospitales y escuelas que se dejaron de atender desde hace rato.
El ordenamiento jurídico Público debe modernizarse, simplificarse, derogar lo repetitivo, lo innecesario y lo obsoleto, tenemos más de 23.000 normas jurídicas, muchas de ellas contradictorias que nos hacen ingobernable. Urge actualizar nuestra Carta Magna, vía Constituyente, que data de finales del siglo XIX, mira al pasado mientras que el mundo mira al futuro.
Si queremos una mejor gobernanza y una democracia más ejemplar, pensemos en grande, pensemos en una verdadera transformación estructural , es hora de pensar en una Costa Rica del futuro, mas prospera, más justa y más democrática.