Martes, 07 Julio 2015 05:43

Empacho Democrático…

Cuando era pequeño, en una Semana Santa, comí tanto que me enfermé y entonces mi mamá me mandó donde mi abuelita “Chepita”, quien era famosa para curar los empachos mediante una serie de masajes abdominales. Pero, ¿qué tiene qué ver eso con la democracia?

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En 1973, Pinochet ascendió por la vía de las armas al poder en Chile y se mantuvo allí hasta 1990. Fueron atroces los métodos usados por ese régimen y de todos es conocida, la intensa lucha de muchas naciones por procesarlo por crímenes de guerra, que se quedaron impunes por la muerte del dictador. Hoy, Chile ocupa el lugar 45 en el índice de Capital Humano del Foro Económico Mundial, aunque también vive una revuelta estudiantil que lleva ya varios años, luchando por mejores condiciones para la educación pública.

En 1989, con un machete en la mano, el dictador panameño le declaró la guerra a Estados Unidos, quien unos minutos después le invadió, lo sacó del poder y lo envió a la cárcel para procesarlo por narcotráfico. Panamá, ocupa el lugar 49 en ese mismo indicador.

En 1948, ante los acontecimientos electorales en nuestro país, se vivió una guerra civil que dejó miles de personas muertas en ambos bandos y se dio origen a la Segunda República, modelo que con más de 65 años nos ha dado enormes satisfacciones. Hoy, Costa Rica está en el lugar 49 del mismo indicador.

A diferencia de los otros dos países, en Costa Rica quien tomó el poder por la fuerza lo entregó 18 meses después al legítimo ganador de aquellas elecciones y empezamos a vivir en un paraíso democrático; sin ejército, llenos de riquezas naturales protegidas por una Ley de Parques Nacionales, invirtiendo en educación pública y gratuita, con un sistema de seguridad social que ha servido de modelo hasta para países como Estados Unidos y un largo etcétera. Hemos dado cátedra al mundo de cómo hacer las cosas diferentes, de construir soluciones exitosas de forma distinta. Hemos sido pioneros en muchas cosas y tenemos TODO para desarrollarnos, pero estamos perdiendo posiciones en casi todos los indicadores mundiales.

Costa Rica tiene enormes ventajas, tanto comparativas como competitivas, pero algo le ha pasado a nuestro modelo que está allí atascado como la carreta en el barro. El modelo de nación que tenemos es correcto. Creo que la democracia sigue siendo el mejor sistema de gobierno para hacer que las cosas funcionen. Ha funcionado por años aquí y en muchos otros países y el desarrollo ha llegado a muchos, pero cada vez a menos en este país.

Hemos perdido la enorme ventaja comparativa que nos da tener una de las democraciasmás antiguas de América Latina.El modelo de gestión, dio sus frutos, nos ayudó y sentó las bases de lo que hoy tenemos y somos; sin embargo, ese modelo necesita rehacerse, replantearse y darse un nuevo aire.

Hemos convertido la democracia en el mecanismo perfecto para postergar y para excusar nuestra ineficiencia. La mal llamada defensa de los derechos humanos e igualdad, han prostituido esos sagrados preceptos y es urgente rehacer el sistema democrático en el que vivimos y dejar de ver la democracia, como el ritual vacío que nos hace sentarnos cada 4 años a la mesa, comer hasta el empacho y luego revolcarnos del dolor, ante un país, que si mi abuelita viviera, sin duda diagnosticaría que tenemos un…“empacho democrático”.