Martes, 18 Agosto 2015 05:53

El sistema judicial de nuestro país, agoniza!

¿Cuánto tiempo debemos soñar los costarricenses con un sistema de justicia que sea ágil?

Uno de estos días, un grupo de profesionales en Derecho, todos de reconocido prestigio, comentaban lo mal que está nuestro sistema judicial y acotaban que en promedio, los juzgados, están resolviendo dos gestiones por expediente por año! Esto es ridículo, pues en su mayoría, no se trata de gestiones que impulsen o den por terminados los procesos, se trata en cambio de escritos solicitando gestiones de mero trámite.

 

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Es tan conocida la injusticia de los juzgados, que los propios abogados temen presentar escritos solicitando sean resueltas sus gestiones, porque ello basta para recibir, meses después, una resolución que señala que la gestión "se resolverá en sentencia", y con ello, el juzgado inicia de nuevo plazo para resolver, sin RESOLVER el fondo del proceso.

Ejemplos tenemos muchos, pero es inconcebible que un juzgador, señale que 2/3 es igual que un 75% ó que un proceso laboral presentado en Marzo, aun en Agosto espera ser asignado a un juez. Absurdas resoluciones, nos obligan a los abogados a tener que apelar lo increíble, perdiendo entre 6 y 9 meses de trámite mientras los jueces superiores llaman la atención de aquellos que resuelven esas barbaries jurídicas.

Sí, nuestra justicia agoniza! Los juzgados no resuelven y cada vez más jueces, sobre todo de primera instancia, demuestran su falta de preparación. Los usuarios, no ven sus asuntos resueltos en tiempo y en muchos casos cuando la sentencia llega, ya es tarde. En otros, el daño causado a una parte viene de la falta de resolución pronta y cumplida de un juzgado. El papeleo, la incompetencia, el atraso y la falta de voluntad, esta causando cada vez más daño a la democracia y sus usuarios.

Esto es inaceptable como lo es también, la cantidad de asuntos que terminan por prescripción, lo cual no es mas que la incompetencia para resolver en tiempo.

Costa Rica necesita con urgencia solución a este problema. Un país con un sistema judicial agonizante, aumenta el riesgo de corrupción y pone en jaque el sistema judicial. Todo ello es una amenaza directa a nuestra democracia.
Dr. Juan Carlos Esquivel Favareto