Siglos después, fueron los profesionales quienes basados en los estudios realizados, argumentaron derechos y se organizaron e impulsaron leyes que los protegían, diciendo que nadie podía ejercer una profesión, sin haberla estudiado en una entidad superior y crearon los colegios profesionales, donde se tenían que registrar los graduados de diferentes centros de estudio. Éstos tenían la función de supervisar que el ejercicio de la profesión se hiciera con ética y con la mayor base científica.

En Costa Rica, en agosto de 1962, se publica la Ley Orgánica del Colegio de Médicos y Cirujanos de la República, formado por todos los profesionales médicos autorizados legalmente para ejercer la medicina y la cirugía en el territorio nacional.

Entonces, el Colegio de Médicos debe ser una entidad que garantice el correcto ejercicio de la profesión en beneficio de la población, pero no de forma coercitiva, sino basado en promulgar la ética profesional como pilar fundamental de la relación médico paciente, promover la investigación como fuente inobjetable del conocimiento y garantizar la calidad de la educación médica interactuando con las universidades y también la educación médica continua como elemento básico de la actualización en un medio donde la medicina cambia cada vez más rápido. Debemos garantizar a la población una atención de la salud oportuna y de la mejor calidad.

También entre sus funciones el Colegio debe promover la formación de asociaciones médicas, así como gremiales y sindicales para defender el ejercicio de la profesión y también las actividades sociales entre sus miembros. Por último, debe evacuar las dudas que cualquiera de los Supremos Poderes le haga en temas de su competencia.

En Costa Rica, el médico tanto en el ejercicio liberal de la profesión, como en su desempeño dentro de las instituciones públicas, ha logrado que tengamos los índices de salud que hoy nos destacan en el mundo. Con nuestro trabajo se ha consolidado la Seguridad Social, baluarte de nuestra paz social y con las instituciones se ha consolidado nuestra democracia.

Entonces, el elemento más importante de la práctica médica, es la relación médico paciente y el Colegio de Médicos y Cirujanos tiene la responsabilidad de garantizar que, cada vez, que atendamos un paciente lo hagamos con ética, con el mayor humanismo, con el conocimiento más actualizado y en las mejores condiciones. Esto debe ser el quehacer cotidiano de nuestro Colegio.

Dr. Jaime A. Cortés Ojeda