Empezó a trabajar al campo siendo muy joven. Casi todos sus hermanos migraron a California, donde fueron profesionales o empresarios destacados. Él prefirió hacer su vida en su patria. Laboró por muchos años en la Hacienda El Jorco, en Aserrí. Después, tuvo una empresa de suministros en la Zona Sur, en los tiempos de la extracción de oro en Corcovado, Osa, y Puerto Jiménez, Golfito. Posteriormente vivió en Pérez Zeledón. Trabajó para el tiempo de la Segunda Guerra Mundial, facilitando la madera para la construcción de los puentes de la Carretera Interamericana Sur.
Y en los años 40 se trasladó a Limón, donde trabajó en una empresa que extraía hule de la zona Caribe de Costa Rica y Nicaragua. Vivió desde adentro los Hechos del 48 como encargado de la alimentación y el cuidado de la población durante el enfrentamiento entre el ejército de Liberación Nacional, los policías calderonistas y los comunistas de la provincia, en el centro de Limón. Su trabajo fue igual para todos…
Por su trabajo en la extracción de hule, conoció muy bien la alucinante y bellísima zona de las barras Tortuguero y Colorado, hasta la frontera, en el río San Juan, y empezó una labor extraordinaria de apoyo a los pequeños productores de banano de la zona. Él mismo sembró una finca de banano, pero el gran recuerdo que se tiene de él en la zona se debe a que le sirvió de comercializador a todos los pequeños productores de la zona. También exportó madera a Cuba y Estados Unidos. Años después, fue gerente del Instituto de Tierras y Colonización (ITCO), diputado, ministro de Agricultura y embajador itinerante de Costa Rica en el antiguo Bloque Socialista Soviético, donde encontró espacio para el café de Costa Rica y donde estuvo a cargo de cientos de muchachos y muchachas costarricenses que estudiaron en Rumanía, Hungría, Polonia y la antigua Checoslovaquia con becas de los gobiernos de estos países. En los años 60 volvió a producir banano, en El Prado y en Mola, al norte de Guápiles, en La Rita, Pococí. Al día de hoy, con casi un siglo de vida, don Yoyo vive solo en su finca en San Pedro de Pérez Zeledón, donde produce café. Tiene 95 años y está lúcido…
Tiene una memoria prodigiosa, lo que ha hecho que este servidor suyo haya ido ocho domingo hasta San Pedro de Pérez Zeledón, a grabar entrevistas con él, y con estas he escrito un libro sobre él, con base en las historias y las anécdotas que cuenta. Es el productor bananero más longevo que Dios tiene con vida, en la historia de Costa Rica. Y es un gran ejemplo de otros tiempos, cuando los hombres honorables eran ministros o diputados o embajadores para servirle a la patria, no para servirse a sí mismos, para contribuir con su trabajo, su conocimiento y su honradez al progreso de Costa Rica. Don Yoyo Quirós es una clase de costarricense que, en política, está en vías de extinción. Comentario de Camilo Rodríguez
Domingo, 18 Noviembre 2012 15:06
Ejemplo de vida de Don Yoyo Quirós, con 95 años de edad
Escrito por Gustavo DelgadoDon Yoyo Quirós tiene 95 años de edad. Nació en San José. Fue a la escuela de Barrio México y a la Escuela Buenaventura Corrales, en el centro de la capital.