Relacionado con delitos culposos, es una expresión que se utiliza mucho al hacer referencia a comportamientos imprudentes. El jurista Raúl Carrancá dice al respecto que la imprudencia equivale a "imprevisión, negligencia, impericia, falta de reflexión o de cuidado que cause igual daño que un delito intencional".
Bueno, pues hoy quisiera abordar la expresión “impericia” mas que “imprudencia” para medir algunas cosas que han pasado entre nosotros en los últimos días.
Antes de ello, deseo definir impericia. Se dice que es la falta de habilidad para algo que muestra una persona, y que puede ser, quizá, por falta de experiencia. Algunos sinónimos son ineptitud, inhabilidad, incompetencia, inexperiencia, o bien, torpeza.
Hay también algunos antónimos como habilidad, pericia, destreza, aptitud o competencia.
La impericia, bien sea dicho, normalmente, no llega a ser tan grave como la negligencia, esto es, aquello que, según Francesco Carrara, supone la “voluntaria omisión de diligencia en calcular las consecuencias posibles y previsibles del propio hecho”.
Ahora bien, si se procede, en cualquier campo con impericia, ello genera sus consecuencia. Ellas van desde las llamadas de atención, hasta la cesación en funciones en el caso de funcionarios o, en caso de la empresa privada, los despidos o, en casos muy extremos, enfrentar responsabilidades antes el sistema judicial respectivo.
Pues yo creo que lo que ha ocurrido entre nosotros con el plan fiscal y su suerte en Sala Cuarta tiene que ver con impericia. Y, en el caso de la misma, relacionada con funcionarios de elección popular que deberían ser hábiles, diestros, aptos y competentes para cumplir con el encargo popular.
Caso contrario, las consecuencias de la impericia para el funcionario, son claras, debe asumir su responsabilidad sin matices.
Sea lo mejor o sea lo peor, según los prismáticos con se mire, la pésima suerte del proyecto estrella de nuestro gobierno ante el legislativo, lo cierto del caso es que lo indicado por la Sala IV debe llamar a la reflexión, pues todo se deriva de una causa clara y única: los legisladores enviaron a revisión un plan viciado fuertemente de impericia. Ante ello lo normal es que hubiera consecuencias, ¿no creen?