Jueves, 09 Febrero 2012 05:39

EL PARQUE NACIONAL JUANITO MORA.

No figuró en los planes de gobierno, pero paradójicamente, es el que más réditos le ha deparado a la imagen de la Presidenta Laura Chinchilla Miranda,  me refiero al tema de isla Calero, un humedal casi desconocido hasta que a los gobernantes del vecino país se les ocurrió que era tierra de nadie.
La historia ya es harto conocida y no es pertinente abundar en un tema que es dilucidado en la Corte de la Haya, donde se quedarán buena parte de los dólares que tanta falta le hacen a los vecinos de Nicaragua y a nosotros.
La isla Calero sacó del anonimato a compatriotas que vivían en el abandono en la zona limítrofe, al margen del desarrollo, con el progreso a sus espaldas y a veces uno piensa, qué buena falta le hace a nuestros indígenas algo similar para que despierten conciencias y nos percatemos que ellos también existen, a manera de anécdota, recuerdo cuando altos jerarcas del pasado gobierno, con prominencia en el actual, llegaron a poner la primera dosis de una vacuna  y a estas horas, si te ví, ni me acuerdo con las subsiguientes, aunque llamen imbéciles a quienes no se alinean con su pensamiento.
Edén Pastora, el comandante cero pero no tico, sino nica, nos pegó un remezón, como la vez que se metió al Palacio Nacional en tiempos de Somoza, ahora lo hizo en un humedal nuestro y con esa bravuconada insensata, le cambió el curso a la historia de compatriotas que vieron llegar un camino, la electricidad y quien lo hubiera dicho meses atrás, hasta la telefonía celular.
Ahora se anuncia que esos parajes podrían convertirse en un nuevo Parque Nacional, en hora buena por todo lo que significa para la flora, la fauna y lo más importante, para el desarrollo turístico que ojala bañe a dos pueblos hermanos siameses Costa Rica y Nicaragua.
Bienvenido el Parque Juanito Mora que profundice el recuerdo del héroe nacional y de todos los caídos a consecuencia del cólera morbus, cuando fueron a echar a las huestes filibusteras de una tierra hermosa, flagelada aún por algunos de sus malos hijos.
No figuró en los planes de gobierno, pero paradójicamente, es el que más réditos le ha deparado a la imagen de la Presidenta Laura Chinchilla Miranda,  me refiero al tema de isla Calero, un humedal casi desconocido hasta que a los gobernantes del vecino país se les ocurrió que era tierra de nadie.
La historia ya es harto conocida y no es pertinente abundar en un tema que es dilucidado en la Corte de la Haya, donde se quedarán buena parte de los dólares que tanta falta le hacen a los vecinos de Nicaragua y a nosotros.
La isla Calero sacó del anonimato a compatriotas que vivían en el abandono en la zona limítrofe, al margen del desarrollo, con el progreso a sus espaldas y a veces uno piensa, qué buena falta le hace a nuestros indígenas algo similar para que despierten conciencias y nos percatemos que ellos también existen, a manera de anécdota, recuerdo cuando altos jerarcas del pasado gobierno, con prominencia en el actual, llegaron a poner la primera dosis de una vacuna  y a estas horas, si te ví, ni me acuerdo con las subsiguientes, aunque llamen imbéciles a quienes no se alinean con su pensamiento.
Edén Pastora, el comandante cero pero no tico, sino nica, nos pegó un remezón, como la vez que se metió al Palacio Nacional en tiempos de Somoza, ahora lo hizo en un humedal nuestro y con esa bravuconada insensata, le cambió el curso a la historia de compatriotas que vieron llegar un camino, la electricidad y quien lo hubiera dicho meses atrás, hasta la telefonía celular.
Ahora se anuncia que esos parajes podrían convertirse en un nuevo Parque Nacional, en hora buena por todo lo que significa para la flora, la fauna y lo más importante, para el desarrollo turístico que ojala bañe a dos pueblos hermanos siameses Costa Rica y Nicaragua.
Bienvenido el Parque Juanito Mora que profundice el recuerdo del héroe nacional y de todos los caídos a consecuencia del cólera morbus, cuando fueron a echar a las huestes filibusteras de una tierra hermosa, flagelada aún por algunos de sus malos hijos.