Viernes, 16 Octubre 2015 00:00

El genio femenino.

Hace poco tuve la ocasión de encontrarme con una revista denominada “Mujer hoy” en una mesa pequeña de un aeropuerto. Un revista española donde me encontré con un artículo de la gran autora italiana Susana Tamaro.

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La autora es muy reconocida en el contexto europeo. Deberíamos conocerla mejor. Algunas de sus obras han hecho verdadera historia.

El artículo de nuestra autora es “El genio femenino”. Una expresión que me llamó la atención porque no la había visto mas de dos veces. Una en Juan Pablo II al hablar de las mujeres y su lugar en la Iglesia en la carta MulierisDignitatem. La siguiente vez fue en una reflexión de Benedicto XVI.

Así que leí el artículo de nuestra admirada escritora italiana. El texto en cuestión empezaba haciendo ver algunas costumbres de consumo no tradicional de la autora y mas tarde, luego de referirse a la dos veces ganadora del premio Nobel Marie Curie, pasaba a reflexionar un poco acerca del lugar de la mujer en la sociedad de hoy.

Es cierto que constata lo que todos sabemos, esto es, que hay diferencias de trato, discriminación y otros males en medio de nuestras estructuras de vida. Igualmente, hace ver lo que una mujer debe hacer para ubicarse, al menos cerca, de donde está ubicado el hombre normalmente. Un esfuerzo enorme que es, con triste frecuencia, muy superior al que realiza un hombre en condiciones de formación y edad mas o menos semejantes.

Pero hay un dato. El genio femenino que irradia Marie Curie y sobre el que escribe Susana Tamaro, permite, en un plazo mas o menos largo, mostrarse. Y no solo eso: sino que además, darse su lugar y darse a respetar.

Sea en el marco que sea, la mujer de esta parte de la historia está llamada a lo mismo. Esto es, darse a respetar y valorar sin dejar de lado lo que le es propio y lo que la distingue de la condición masculina. Ganar espacios por la vía de asumir roles masculinos desdice del deber ser de una lucha que ya suma muchas décadas y que no tiene nada o muy poco que ver con los postulados de la nefasta ideología de género que algunos defienden, incluso, desde el gobierno y algunos partidos sin estar muy claros de sus postulados y consecuencias.

Hoy el compromiso por la promoción y ese mostrar el genio femenino ha de ser lucha de todos. Igualmente, procurar que ese genio sea reconocido y valorado sin diferencias tal y como ya hace mucho tiempo lo pide la OIT, en concreto, desde que se lanzó la conocida noción de “trabajo decente”.

Que el genio femenino no sea solamente bienvenido sino promovido y mostrado. Es un ideal que todos hemos de buscar hacer real en nuestro aquí y ahora.