Miércoles, 28 Mayo 2014 08:45

Con Costa Rica no se juega

Escrito por

Si bien es cierto todos los costarricenses nos solidarizamos como pocas veces, en la lucha de los y las Educadores del sector público, su fuerza nace de una lucha sincera, justa y necesaria, y ya demostraron su unión como Magisterio, ya el Gobierno se dio cuenta de sus necesidades y sobre todo de lo que pueden ser capaces los Educadores si se les siguen pisoteando sus derechos.

ESCUCHAR CÁPSULA

La voluntad Gubernamental existe, las gestiones ya están en marcha, el Magisterio debe confiar en sus líderes Sindicales, que sin ningún titubeo saldrán en su defensa y retomarían la lucha que es de todos y lo harán desde las trincheras que consideren necesarias para hacer valer sus derechos fundamentales.

Pero como en todo enfrentamiento siempre existirán los daños colaterales y sus víctimas, que después de ya de más de dos semanas de duras negociaciones, empiezan a tener rostro de desesperación y angustia y está en todos los Estudiantes que vieron su derecho universal al estudio ser usado como la principal arma de presión para lograr el objetivo.

Si, es cierto, también hay hambre en las casas de los educadores, como también es cierto que muchos niños y niñas dependen de los comedores escolares para sus desayunos y almuerzos, pero cuando comparamos las partes afectadas, vemos que en el sector magisterial hay una importante mayoría que recibe salario pero se solidarizan con sus compañeros, pudiendo hacer esto desde sus aulas a la espera de un llamado de fuerza para lograr los objetivos, mientras que del otro lado vemos la impotencia, la desazón, la intranquilidad y el hambre reflejada en los rostros de los niños y niñas, que no tienen ni la voz ni la fuerza para ser parte en este conflicto. Esta reflexión no es un llamado a terminar la huelga, es un llamado a dosificar las fuerzas, a reorientar las baterías del control político, a no desaprovechar la oportunidad que esta crisis representa para mejorar los servicios esenciales que le dan la garantía de pago a los y las educadoras, este es un llamado a reorganizar los frentes de batalla, recordemos, una batalla entre mas dure, más soldados se ocupan, no siempre tendrán a los mismos en el frente, requerirán de recursos frescos para hacerse sentir, la pausa y la espera de resultados son necesarios.

Todo está dicho, toda la fuerza está demostrada, ya el Gobierno y el Pueblo son conocedores de que en su UNION ESTA SU FUERZA, ahora le toca a la contraparte, el Gobierno Central, corresponder con acciones concretas y ponderadas dentro de sus limitaciones que le fueron impuestas por el tiempo y la indiferencia de otras Administraciones que nunca respetaron a sus administrados, la toca ahora al Magisterio ser vigilante de que sus justos reclamos sean resueltos, de lo contrario de nuevo a las calles, pero esta vez con espíritu y fuerzas renovadas y porque no, hasta con aliados de otras Instituciones que se pueden sumar a su lucha.

De nuevo, hasta para los afectados en un huracán hay una pausa de tranquilidad que sirve para reorganizarse y esperar la siguiente envestida, si la tormenta decide continuar, denles esa pausa a todos esos niños y niñas y al mismo Gobierno que necesita, demostrar con hechos, ¡QUE CON COSTA RICA NO SE JUEGA!.

Douglas Caamaño Quirós