Miércoles, 15 Abril 2015 07:35

Cero licor al volante: no más alcahuetería

La muy lamentable noticia en la que una joven de 17 años fallece en un accidente de tránsito, en el que un individuo alcoholizado hizo pedazos el vehículo que manejaba la conocida periodista Maricruz Leiva, nos ha traído a la palestra pública un tema que Restauración Nacional viene denunciando desde su fundación.

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Durante 10 años nuestra fracción legislativa presentó proyectos y mociones para parar esta situación, pero, desafortunadamente, a lo largo de tantos años, hemos perdido la batalla frente a la mayoría de los diputados del parlamento, porque al parecer el negocio del licor ha sido más importante que la sangre derramada en carretera de tantos compatriotas costarricenses.

Que quede claro. No estamos en contra de ningún negocio lícito, aún si se trata de la venta de licor; a pesar de ser uno de los factores de mayor tragedia en los procesos de desintegración familiar de nuestro país, desde tiempos coloniales, lo que ha hecho que la “cultura del guaro”sea un triste patrón de nuestra idiosincrasia. Lo que nosotros propugnamos es la prohibición y penalización legal de su ingesta, en cualquier cantidad, cuando se conducen vehículos automotores: ¡Así de simple!

Casi a diario, los medios de comunicación colectiva informan sobre la triste realidad en las calles: el guaro mata. Los hechos no mienten, por más sofismas y argumentaciones jurídicas y “técnicas” que se quieran esgrimir: las muertes en carretera por el problema de los conductores borrachos es el triste pan nuestro de cada día.Por eso desde que llegué a la Asamblea Legislativa el año pasado presenté el proyecto deLey para erradicar el consumo del licor en los conductores de vehículos automotores, expediente número 19,270; otro intento más de nuestra fracción política, para hacer entrar en razón a este parlamento.

Con la legislación vigente, se va a seguir replicando la barbarie jurídica con la que un juez del Poder Judicial resolvió el incidente del presunto culpable del accidente de la periodista Leiva: muchos de esos borrachos al volante seguirán libres, posiblemente manejando y tomando alegremente.

Tiene razón Doña Esperanza Gamboa, mamá de la joven Verónica Guerrero, fallecida en el accidente, de reclamar con lágrimas de dolor e indignación lo que pasa en este país.Es increíble que con semejante realidad, sigamos con leyes permisivas y alcahuetas. Es en esa inteligencia que nuestra campaña en redes sociales bajo la etiqueta “#cerolicoralvolante”, pretende que los costarricenses se empoderen y le exijan a los diputados y diputadas que paren esta tragedia.Participemos todos de la iniciativa y digámosle a los actuales diputados que ya basta de alcahuetería y luto en las carreteras; Doña  Esperanza y cientos de familias de nuestro país lo exigen.

Fabricio Alvarado

Diputado,  Restauración Nacional