Ayer dejamos pendiente la razón de por qué Asia y América Latina son los continentes con los terremotos más mortíferos
Y esa razón es la mala calidad de las construcciones.
En la ONG GeoHazard International ponen dos ejemplos:
En 1988, el terremoto de Armenia dejó 40 mil muertos; al año siguiente, uno muy similar en un área muy poblada de California, dejó solo 62 muertos.
Recientemente tuvimos otra confirmación al comparar el terremoto de Haití con el de Chile. El de Chile fue de los más fuertes de la historia, pero dejó menos de 1000 muertos. El de Haití, de mucho menor intensidad, y su saldo de muertes nunca se sabrá, aunque se estima en un cuarto de millón.
Esto se ve acompañado por la incredulidad de la gente sencilla. Ellos dicen, “ya pasó el terremoto, para que nos vamos a preocupar ahora.”
La verdad es desagradable: Donde hubo un terremoto, tarde o temprano habrá otro.
El aumento de población complica las cosas, pues cada vez hay más gente viviendo junta, ocupando más edificios altos, congregada en oficinas y escuelas. Y donde hay más gente, muere más gente.
Tampoco se pueden predecir con exactitud los terremotos, solo se sabe que ocurrirán. Entonces lo único que se puede hacer es prevenir
Y prevenir significa construir mejor, agregando perfiles y varillas de acero a las construcciones, usando concreto de mejor calidad y sobre todo, imponiendo controles e inspecciones más estrictos a las construcciones, especialmente de edificios de uso colectivo como escuelas, fábricas, oficinas y apartamentos.
La organización humanitaria GeoHazards Internacional ha recorrido el mundo enseñando a las comunidades de áreas símicas lo peligrosas que son sus escuelas, y lo barato que sale corregir esos defectos, sin necesidad de demolerlas, sino agregando acero en ciertos puntos débiles.
Pero no hay que confundirse, ellos no andan haciendo donativos para los damnificados, su único campo de acción es la prevención, ayudando a detectar riesgos y enseñando a reducir sus posibles consecuencias.
Y para eso, como dicen sus voceros, se hacen 3 preguntas:
¿Dónde está la gente?
¿Dónde están los terremotos?
Y ¿Cuál es la calidad de la construcción de sus casas y escuelas?
Si usted quiere saber más del tema, en nuestra página Web encontrará la dirección electrónica de GeoHazards International.
Fuente: los Archivos del Por Qué, un proyecto de la Universidad de Wisconsin- Madison.
http://www.geohaz.org/
Ayer dejamos pendiente la razón de por qué Asia y América Latina son los continentes con los terremotos más mortíferos
Y esa razón es la mala calidad de las construcciones.
En la ONG GeoHazard International ponen dos ejemplos:
En 1988, el terremoto de Armenia dejó 40 mil muertos; al año siguiente, uno muy similar en un área muy poblada de California, dejó solo 62 muertos.
Recientemente tuvimos otra confirmación al comparar el terremoto de Haití con el de Chile. El de Chile fue de los más fuertes de la historia, pero dejó menos de 1000 muertos. El de Haití, de mucho menor intensidad, y su saldo de muertes nunca se sabrá, aunque se estima en un cuarto de millón.
Esto se ve acompañado por la incredulidad de la gente sencilla. Ellos dicen, “ya pasó el terremoto, para que nos vamos a preocupar ahora.”
La verdad es desagradable: Donde hubo un terremoto, tarde o temprano habrá otro.
El aumento de población complica las cosas, pues cada vez hay más gente viviendo junta, ocupando más edificios altos, congregada en oficinas y escuelas. Y donde hay más gente, muere más gente.
Tampoco se pueden predecir con exactitud los terremotos, solo se sabe que ocurrirán. Entonces lo único que se puede hacer es prevenir
Y prevenir significa construir mejor, agregando perfiles y varillas de acero a las construcciones, usando concreto de mejor calidad y sobre todo, imponiendo controles e inspecciones más estrictos a las construcciones, especialmente de edificios de uso colectivo como escuelas, fábricas, oficinas y apartamentos.
La organización humanitaria GeoHazards Internacional ha recorrido el mundo enseñando a las comunidades de áreas símicas lo peligrosas que son sus escuelas, y lo barato que sale corregir esos defectos, sin necesidad de demolerlas, sino agregando acero en ciertos puntos débiles.
Pero no hay que confundirse, ellos no andan haciendo donativos para los damnificados, su único campo de acción es la prevención, ayudando a detectar riesgos y enseñando a reducir sus posibles consecuencias.
Y para eso, como dicen sus voceros, se hacen 3 preguntas:
¿Dónde está la gente?
¿Dónde están los terremotos?
Y ¿Cuál es la calidad de la construcción de sus casas y escuelas?
Si usted quiere saber más del tema, en nuestra página Web encontrará la dirección electrónica de GeoHazards International.
Fuente: los Archivos del Por Qué, un proyecto de la Universidad de Wisconsin- Madison.
http://www.geohaz.org/