Paradójicamente, la temperatura más baja del día no se da por la noche, cuando la principal fuente de calor, el sol está ausente. El momento más frío sucede casi siempre una media hora después del amanecer por varias razones. De noche, la superficie terrestre irradia energía sin recibir ninguna del exterior que la reemplace, por lo que la temperatura baja desde el anochecer. Después, al amanecer, los primeros rayos son tan débiles que son absorbidos por la atmósfera antes de que puedan llegar a la superficie terrestre. Ese es el momento en que la temperatura es más baja. A partir de ahí, empieza a subir paulatinamente. A medida que el sol asciende en el cielo, la radiación que alcanza el suelo aumenta y con ella el calor que desprende.
Eso sí, por aquí dice que este proceso puede variar según la región del planeta en que nos encontremos, la estación y el clima. Los frentes fríos, los vientos y las tormentas pueden afectar el patrón general y provocar una caída de la temperatura en cualquier momento del día.
Fuente: muy interesante.es
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