Viernes, 06 Agosto 2010 05:36

Jefas de hogar cultivan plantas medicinales

Un grupo de mujeres agricultoras de la zona Huetar Norte y de Cariari de Limón, está desarrollando proyectos con las plantas medicinales conocidas como chilillo, saragundí ajillo y gluco-kola.
Este grupo de jefas de hogar tiene el poyo de un grupo de profesores e investigadores de las universidades estatales y del Herbario Nacional.
Estas comunidades tratan de evaluar las características de esas plantas, su producción natural como bajo manejo; el nivel de producción; sus propiedades, seguridad y eficacia como plantas medicinales; y los usos que tradicionalmente se les da.
La identificación de las especies se hará con el apoyo del Herbario Nacional, y los investigadores universitarios las capacitarán para que puedan sacar provecho económico de estos cultivos de manera sostenible con el ambiente.
El proyecto se inició en enero de 2010, y ya tienen plantaciones donde encontraron chilillo, saragundí ajillo y gluco-kola.
En cada una de las comunidades se propagarán las plantas seleccionadas de manera tradicional y se establecerán las respectivas parcelas.
Los resultados de la investigación serán transferidos a las participantes en cada una de las comunidades, para que los puedan aplicar en todo el proceso productivo.
El grupo de agricultoras lo forman sobre todo jefas de hogares de escasos recursos, quienes necesitan requieren una adecuada capacitación para poder mantener a sus familias.
Costa Rica esta a la vanguardia en protección ambiental gracias a la experiencia acumulada en el manejo de la biodiversidad.
Por otra parte, el desarrollo rural, que afecta la protección ambiental, ha motivado que las universidades estatales empiecen a transferir conocimientos científicos a las comunidades rurales para que lo aprovechen en el desarrollo sostenible de su ambiente.
Por ello, los centros de enseñanza e investigación deben fortalecer sus vínculos con la sociedad, tanto con las comunidades como con los empresarios, para el mutuo beneficio.
Así, la investigación universitaria puede redundar en favor de los productores, quienes a su vez tendrán la oportunidad de brindar la materia prima y la comercialización de un producto, aportando así todos los sectores para el desarrollo social, económico y ambiental sostenible del país.
Colaboró en esta información la periodista Marcela Guzmán del TEC.
Un grupo de mujeres agricultoras de la zona Huetar Norte y de Cariari de Limón, está desarrollando proyectos con las plantas medicinales conocidas como chilillo, saragundí ajillo y gluco-kola.
Este grupo de jefas de hogar tiene el poyo de un grupo de profesores e investigadores de las universidades estatales y del Herbario Nacional.
Estas comunidades tratan de evaluar las características de esas plantas, su producción natural como bajo manejo; el nivel de producción; sus propiedades, seguridad y eficacia como plantas medicinales; y los usos que tradicionalmente se les da.
La identificación de las especies se hará con el apoyo del Herbario Nacional, y los investigadores universitarios las capacitarán para que puedan sacar provecho económico de estos cultivos de manera sostenible con el ambiente.
El proyecto se inició en enero de 2010, y ya tienen plantaciones donde encontraron chilillo, saragundí ajillo y gluco-kola.
En cada una de las comunidades se propagarán las plantas seleccionadas de manera tradicional y se establecerán las respectivas parcelas.
Los resultados de la investigación serán transferidos a las participantes en cada una de las comunidades, para que los puedan aplicar en todo el proceso productivo.
El grupo de agricultoras lo forman sobre todo jefas de hogares de escasos recursos, quienes necesitan requieren una adecuada capacitación para poder mantener a sus familias.
Costa Rica esta a la vanguardia en protección ambiental gracias a la experiencia acumulada en el manejo de la biodiversidad.
Por otra parte, el desarrollo rural, que afecta la protección ambiental, ha motivado que las universidades estatales empiecen a transferir conocimientos científicos a las comunidades rurales para que lo aprovechen en el desarrollo sostenible de su ambiente.
Por ello, los centros de enseñanza e investigación deben fortalecer sus vínculos con la sociedad, tanto con las comunidades como con los empresarios, para el mutuo beneficio.
Así, la investigación universitaria puede redundar en favor de los productores, quienes a su vez tendrán la oportunidad de brindar la materia prima y la comercialización de un producto, aportando así todos los sectores para el desarrollo social, económico y ambiental sostenible del país.
Colaboró en esta información la periodista Marcela Guzmán del TEC.