Entonces, en vez de seguir peleando y que el conflicto se haga cada vez más grave, dirigimos el caso ante un facilitador, que es una persona que tiene el respeto de la comunidad, es mayor de edad y es vecino de nuestra comunidad, entre otros requisitos.
Bueno, entonces llevamos nuestro caso ante el facilitador de nuestra comunidad, para que de manera amigable nos asesore sobre cómo resolver nuestra situación.
Siguiendo con el ejemplo, si Ronny y yo siguiéramos peleando por su perro, interviene el juez al que al que le corresponde conocer nuestra situación para tomar una decisión definitiva a nuestro conflicto.
Lo bonito de todo esto es que, en muchos casos, no es necesario llegar hasta la instancia judicial, sino que el Facilitador logra resolver el conflicto, eliminando el estrés que provoca un tribunal y desahogando nuestro sistema judicial
Silvia Porras Jiménez, Gerente Territorial, del Programa Latinoamericano de Facilitadores Judiciales, nos amplia.
INSERCIÓN: en la medida en que la persona, el facilitador judicial pueda contribuir a resolver los conflictos en la comunidad significa un caso menos en el poder judicial un expediente menos en los juzgados.
En futuros programas ofreceremos más información sobre los facilitadores judiciales, pero por el momento les dejamos este número de teléfono por si usted requiere de más información de manera inmediata: 2295- 3222 2295322.