Aunque era una tradición centenaria que los escoceses entraran a cada batalla encabezadas por el gaitero de su clan interpretando sus tonadas tradicionales, esto se prohibió a principios del siglo 20, pues la guerra moderna lo hacía demasiado peligroso.
Sin embargo, Lord Simon Lovat, aristócrata escocés, jefe hereditario del clan Fraser y coronel de los comandos escoceses, nunca pensó que esa prohibición inglesa se aplicara a su gaitero personal Bill Millin, y se lo llevó a lo que la historia recuerda como El día D.
Así que de las decenas de miles de estadounidenses, canadienses, británicos y franceses que desembarcaron ese día, el Gaitero Bill era el único que vestía falda escocesa, y por supuesto, el único que tocaba una gaita.
Apenas saltó de la lancha de desembarco, Bill empezó a tocar El muchacho de las tierras altas, una canción tradicional, lo que le pareció muy bien a su comandante.
y así relató Bill lo que pasó después
“…cuando terminé esa pieza, Lovat me pidió otra canción. Había ruido, gente gritando por todos lados, humo y bombas que caían. Yo me dije: “¿me está tomando el pelo?” Pero él me escuchó y me respondió “¿Qué dijiste? y siguió “¿te molestaría tocar otra pieza?” “¿Que le gustaría escuchar señor? “¿qué tal “El camino a las islas?” “Ah, ¿y quiere usted que yo me pasee, señor? “Si, estaría bueno, paséate por la playa”
Así que por increíble que parezca, el Gaitero Bill tocó paseándose por la playa, mientras a su lado caían las bombas y morían sus compañeros.
Y siguió tocando y animando a los comandos escoceses cuando salieron de la playa, tomaron las posiciones alemanas, y siguieron tierra adentro, dejando con la boca abierta a aliados y enemigos.
Incluso tocaba cuando cruzaron un puente bajo fuego de francotiradores, en una escena que fue llevada al cine en un clásico de las películas de guerra.
Y la semana pasada, ese joven que un día desafió a la muerte animando a otros con su música, falleció a los 88 años,
En Francia le recuerdan con cariño, sobre todo los que eran niños durante la guerra y le vieron pasar vestido en su falda escocesa y poniendo una nota de alegría en lo que fue justamente ,el día más largo del siglo.
Sin embargo, Lord Simon Lovat, aristócrata escocés, jefe hereditario del clan Fraser y coronel de los comandos escoceses, nunca pensó que esa prohibición inglesa se aplicara a su gaitero personal Bill Millin, y se lo llevó a lo que la historia recuerda como El día D.
Así que de las decenas de miles de estadounidenses, canadienses, británicos y franceses que desembarcaron ese día, el Gaitero Bill era el único que vestía falda escocesa, y por supuesto, el único que tocaba una gaita.
Apenas saltó de la lancha de desembarco, Bill empezó a tocar El muchacho de las tierras altas, una canción tradicional, lo que le pareció muy bien a su comandante.
y así relató Bill lo que pasó después
“…cuando terminé esa pieza, Lovat me pidió otra canción. Había ruido, gente gritando por todos lados, humo y bombas que caían. Yo me dije: “¿me está tomando el pelo?” Pero él me escuchó y me respondió “¿Qué dijiste? y siguió “¿te molestaría tocar otra pieza?” “¿Que le gustaría escuchar señor? “¿qué tal “El camino a las islas?” “Ah, ¿y quiere usted que yo me pasee, señor? “Si, estaría bueno, paséate por la playa”
Así que por increíble que parezca, el Gaitero Bill tocó paseándose por la playa, mientras a su lado caían las bombas y morían sus compañeros.
Y siguió tocando y animando a los comandos escoceses cuando salieron de la playa, tomaron las posiciones alemanas, y siguieron tierra adentro, dejando con la boca abierta a aliados y enemigos.
Incluso tocaba cuando cruzaron un puente bajo fuego de francotiradores, en una escena que fue llevada al cine en un clásico de las películas de guerra.
Y la semana pasada, ese joven que un día desafió a la muerte animando a otros con su música, falleció a los 88 años,
En Francia le recuerdan con cariño, sobre todo los que eran niños durante la guerra y le vieron pasar vestido en su falda escocesa y poniendo una nota de alegría en lo que fue justamente ,el día más largo del siglo.