¿Los hombres... se parecen a las ratas? Hay una especie de rata de California que, a diferencia de las demás, se aparea una vez y de por vida, y con esa hembra cría su familia. En esa especie de ratas, los machos cuidan a los ratoncitos, los chinean y se acuestan a su lado para darles calor. Al estudiar a los machos de esta especie, los científicos descubrieron que, en realidad, hay dos tipos. La mayoría se vuelven chineadores de raticas después de que nacen sus propias crías. Cuando la presencia de estos bebes se combina con la de su hembra, un elemento en su propia orina les da la señal bioquímica para ser buenos padres. Pero, más de la cuarta parte de esos machos sienten instintos paternales aunque la hembra no se halle presente. Esos chinean a cualquier bebé de su especie. En Estados Unidos, uno de cada diez niños crece en un hogar donde no hay un hombre presente. Pero solo dos de cada cien niños carecen de una madre, y son criados solo por el padre. Para la opinión pública, la ausencia del padre constituye el problema social y familiar más agudo de su país. Lo que quieren los científicos de la Universidad de California no es comparar a los hombres con las ratas, sino saber como se relaciona afectivamente el macho de la especie humana con sus engendros, Los mismos científicos afirman que la existencia de una sólida relación de pareja es importante para desarrollar la actitud paternal del hombre. Cuando esa relación se rompe, casi siempre disminuye el cariño del hombre por sus bebés. Y algunos hombres actúan paternalmente desde muy jóvenes, mientras a otros solo se les desarrolla la paternidad cuando nacen sus hijos. Y a otros, nunca. Pero, aclaremos, para no ofender a nadie: nadie ha dicho que las ratas de California se porten mejor que muchos hombres, de Estados Unidos, o de Costa Rica