Para responder a esa pregunta, recordemos algunos testimonios que los costarricenses dejan aquí en CANARA.
Un ciudadano de provecho, que fue un menor en situación de riesgo social, nos dijo:
Yo estaba viviendo en la calle hace muchos años, cuando el padre Alfaro de Radio FIDES, me recogió y me llevó al albergue Domingo Soldati, en San Sebastián.
Me acuerdo del día que mandó instalar parlantes en el patio para que los güilillas escucháramos los mensajes humanos y cristianos que transmitía Radio FIDES. Así comencé a escuchar radio.
Una respetada cientista social nos dijo:
nuestra radio no aliena, es decir, no hace al oyente vivir una vida ajena, que no es suya; sino que lo ayuda a identificarse con sus propias necesidades y aspiraciones. Eso no es casualidad, sino que responde al tipo de radiodifusión que tiene este país.
Un abogado, ya mayor, nos comentó:
En Costa Rica la radio tiene credibilidad porque ha estado junto a este pueblo en las emergencias que nos han conmovido como nación. Cuando los costarricenses viven momentos de angustia, saben que cuentan con la radio.
Un publicista nos dijo:
La radio se siente porque está en todos lados: en los carros, las casas, el trabajo. Mientras los otros medios exigen una dedicación exclusiva, la radio nos acompaña en todas las actividades. Es más que un medio de comunicación; es una compañía especial que está con nosotros por lo menos, 3 horas al día.
Un profesor de periodismo comentó:
En este país, la radio es el medio más pluralista, pues la diversidad de la propiedad y de estilo de las estaciones de radio, asegura a los costarricenses muchas fuentes de información independiente.
Pero de todos los testimonios, el que más nos gusta es el de la niñita que dijo:
Me gustan más los cuentos por radio, porque los colores son más brillantes.